Este viaje a Uruguay fue muy especial por tres motivos. En primer lugar, fue mi primer viaje al extranjero después de tres años de estar encerrados por la maldita pandemia, pero además, porque fue la primera vez que salimos de viaje con Pablo.

Sin embargo, la razón más importante es que regresé a Montevideo después de 27 años, después de haber estado casi de pasada en septiembre de 1995, cuando visité las “tres fronteras” para mi viaje de estudios. Veníamos viajando desde Camboriú (Brasil) y llegamos a Uruguay por la mañana, así que pasamos rápidamente por Punta del Este, visitamos Casa Pueblo y llegamos a Montevideo en la tarde para instalarnos en un hotel en el centro de la ciudad. Recuerdo que salí a caminar por los alrededores y, en la noche, nos llevaron al recientemente inaugurado Punta Carretas Shopping, un mall construido en una antigua cárcel de 1915.

Al día siguiente, nos hicieron un tour express por la ciudad, del cual recuerdo un dato: que Montevideo es la ciudad con más monumentos en el mundo, algo que pude confirmar con María, la guía que nos hizo el tour por Punta del Este. Una vueltecita por la 18 de Julio, la Rambla, el Estadio Centenario y ¡pum! para el aeropuerto para regresar a Chile.

Así que comprenderán que volver a Uruguay para mí fue casi como conocer un nuevo país, no solo porque de mi anterior viaje me acuerdo muy poquito, sino porque casi 3 décadas después, la capital uruguaya ha cambiado bastante. Pero bueno, ya iremos con eso.

El cuento es que llegamos al aeropuerto de Carrasco un jueves a eso de las 7 de la tarde. Como andábamos solo con nuestras mochilas, tras hacer los trámites de migración, salimos a buscar cómo llegar al centro de Montevideo. Descartada la opción de coger un taxi por lo caro, preguntamos por los shuttle bus que según había leído, salían constantemente hacia la ciudad. Sin embargo, el próximo salía recién a las 11 de la noche, por lo que no nos quedó otra alternativa que salir del terminal y esperar un bus.

El autobús se demoró más de una hora en llegar hasta la Plaza Independencia, donde nos bajamos y caminamos unas ocho cuadras por la Ciudad Vieja para llegar finalmente al Puerto Mercado Hotel, donde había reservado las siguientes cuatro noches.

Con bastante hambre, dejamos las cosas en la habitación y fuimos a comernos un tradicional “chivito”, un sándwich de carne de vacuno, jamón cocido, tocino, queso, lechuga, tomate, huevo duro, morrón y mayonesa. ¡Menuda y exquisita forma de empezar nuestro viaje!

Pues bien, el viernes bajamos a tomar desayuno temprano, pues nos pasarían a buscar a las 8:15 para el tour a Punta del Este, del que pueden leer en este post. Al regreso, nos quedamos en el Punta Carretas Shopping, que también cambió bastante desde mi visita en 1995, y ya entrada la noche, volvimos al hotel para dormir.

LOS LUGARES QUE DEBES VISITAR

MERCADO DEL PUERTO

La mañana del sábado nos lanzamos a caminar.

A un par de cuadras del hotel, nuestra primera parada fue en el Mercado del Puerto, una de las visitas infaltables en Montevideo y uno de los mejores sitios para comer una parrillada. Y aunque el mejor día para visitarlo es el sábado al mediodía, cuando el bullicio, la música y la multitud crean una auténtica fiesta, nosotros pasamos un poco más temprano, cuando los locales comenzaban a prepararse para recibir a turistas y locales.

Ubicado frente al puerto, en Ciudad Vieja, la historia del Mercado se remonta a principios de 1865, cuando se propuso por primera vez la creación de un mercado de grandes dimensiones. Fue así como se proyectó una construcción metálica sobre bases de hierro, algo que nunca antes había sido visto en América, pero que venía popularizándose en Europa.

Su construcción duró casi tres años y fue inaugurado el 10 de octubre de 1868 por el presidente Lorenzo Batlle. La intención inicial era que funcionara como un mercado para las familias adineradas que hacían vida en las cercanías, pero con el paso de los años, el deterioro de la zona fue provocando su declive.

Actualmente, donde alguna vez se levantaron carnicerías y fruterías, hoy en día se erigen los más populares restaurantes y bares, además de tiendas de souvenirs y artículos de cuero. Uno de los lugares más recomendados es la Cabaña Verónica, donde podrás comer la típica parrilla de carne uruguaya.

Sabías que se dice que la estructura de hierro de lo que iba a ser una estación de ferrocarril en Bolivia estaba en tránsito por el puerto de Montevideo y que al no haber pagado las despensas necesarias para culminar la transacción, la compañía inglesa que la poseía, habría decidido rematarla en Montevideo.

Peatonal Pérez Castellano esquina Rambla 25 de Agosto de 1825 / Autobuses: líneas 21, 60, 62, 103, 116, 117, 121, 124, 125, 130, 148, 169, 180, 187, 188, 402 y G

Lunes a domingo: 9:30 a 17:00 horas

http://www.mercadodelpuerto.com/

PLAZA ZABALA

Muy cerca del Mercado, en el centro de la Ciudad Vieja, llegamos a la Plaza Zabala, una de las más bonitas de Montevideo, inaugurada en 1890 en homenaje al fundador de la ciudad, Bruno Mauricio de Zabala.

Ubicada donde antiguamente se encontraba el Fuerte Grande, la plaza fue diseñada por el paisajista francés Édouard André y se caracteriza por su disposición oblicua, transgrediendo el diseño de damero de las calles del barrio histórico.

La verdad es que la paz y tranquilidad que se respira en el lugar evoca a cualquier plaza europea, gracias a sus jardines de estilo parisino y a los hermosos edificios que la rodean, como el Palacio Taranco (Museo de Artes Decorativas) y la casa de Alberto Sáenz de Zumarán. A todo esto hay que sumar el equipamiento de estilo gótico: los faroles, el bebedero y la reja que la circunda a la usanza francesa e inglesa. En el centro se encuentra el monumento ecuestre de Bruno Mauricio de Zabala, que en 1724 fundó la ciudad.

Sabías que las formas fálicas de la reja de la plaza se deben a una venganza del paisajista que diseñó la plaza. La historia cuenta que Édouard André llegó a Uruguay con la promesa de un presupuesto para adornar la plaza con rejas características de las plazas inglesas de la época. Sin embargo, la realidad fue que el dinero disponible fue muy inferior al prometido, por lo que como venganza, realizó unas rejas con forma de pene y testículos.

PEATONAL SARANDÍ

Desde la Plaza Zabala caminamos por la Peatonal Sarandí, una calle que comienza en la escollera Sarandí y termina en la Plaza Independencia, donde se encuentra la Puerta de la Ciudadela.

Convertida al tránsito peatonal en 1992, el bulevar tiene una extensión de un kilómetro, donde se destacan edificios antiguos de estilo francés que están en perfecto estado de conservación y que actualmente albergan tiendas, restaurantes y bares, hoteles, museos, galerías de arte, casas de antigüedades, librerías, etc.

Los sábados al mediodía, sobre la Plaza Constitución, se pueden encontrar algunos espectáculos de tango y música folclórica uruguaya muy interesantes. Realmente vale la pena recorrer la peatonal Sarandí, ya que además de su variada oferta comercial, pudimos disfrutar de una serie de actividades culturales junto con una hermosa arquitectura.

Con esta visita guiada por Montevideo recorrerás la Ciudad Vieja conociendo lugares tan emblemáticos como el puerto, los barrios residenciales y los mercados.

Y atento a mirar el suelo, porque otro de los atractivos de la Peatonal Sarandí es el Paseo de los Soles, una suerte de “paseo de la fama” donde se homenajea a figuras de la cultura y el deporte por su trayectoria y su importancia en diversas áreas. Algunos de los “soles” que se pueden ver son los de la actriz China Zorrilla, nacida en Montevideo en 1922 y que desarrolló una importante carrera en Argentina; el artista Carlos Paéz Vilaró; el ex futbolista Alcides Ghiggia, que hizo el segundo gol a Brasil en la final del Mundial de Fútbol de 1950; y el escritor Mario Benedetti.

Tampoco te olvides de visitar el 675 de la Peatonal Sarandí, donde te sorprenderás con un precioso edificio estilo art decó construido en 1917, en el que funciona la Líbrería Más Puro Verso. En el primer piso te encontrarás con la librería en sí, mientras que en la planta superior hay un restaurante cuyos ventanales ofrecen una de las mejores vistas de la ciudad: el Palacio Salvo, la Puerta de la Ciudadela, el Teatro Solís y la animada Peatonal Sarandí.

Peatonal Sarandí 675 / Autobuses: líneas 21, 60, 62, 64, 104, 117 y 121

Lunes a sábado: 10:00 a 19:00 horas

http://www.libreriapuroverso.com/lpv/inicio

PLAZA MATRIZ

En medio de la Peatonal Sarandí, hicimos una parada en la Plaza Matriz, conocida también como Plaza Constitución. Creada en 1726, en esta plaza se respira historia, ya que fue el centro de actividades en los orígenes de la ciudad. Además, se encuentra rodeada por la Catedral Metropolitana, el Cabildo y otros edificios históricos.

El diseño actual de la plaza data de una reforma realizada entre 1851 y 1871, cuando se integraron caminos diagonales, árboles, bancos, faroles y una fuente que fue inaugurada el día en que se comenzó a proveer agua potable a la ciudad. Esta hermosa fuente de mármol cuenta con diversas figuras míticas, símbolos de la masonería e inscripciones conmemorativas de los principales hechos históricos del país. El quiosco francés de 1911 es otro de los atractivos de la plaza.

El sábado se instala una feria de antigüedades en la que puedes encontrar platería, antigüedades y piezas muy extrañas, acompañada de espectáculos callejeros y de la colorida feria de artesanos sobre la Peatonal Sarandí.

CATEDRAL METROPOLITANA

En una esquina de la plaza, la Catedral Metropolitana está catalogada como Monumento Histórico Nacional. Su nombre original es Iglesia de la Inmaculada Concepción y San Felipe y Santiago, pero se la conoce como Iglesia Matriz por se la primera iglesia de la ciudad.

La iglesia original, edificada en ladrillo, se inauguró en 1740. Sin embargo, en 1785, un desplome parcial obligó a que se planificara la construcción de una nueva iglesia, proyecto que se inició en 1790 para estar terminada en 1804. En 1878 fue declarada Catedral y en 1897, el Papa León XIII la elevó a la categoría de Basílica Metropolitana, con lo que se convirtió en la principal iglesia del país.

El edificio está inspirado en el estilo neoclásico español y en su interior se encuentran las tumbas de algunas de las personalidades más relevantes de la historia uruguaya como Fructuoso Rivera, Juan Antonio Lavalleja, Dámaso Antonio Larrañaga, Francisco Bauzá, Joaquín Suárez, Venancio Flores, entre otros.

Calle Ituzaingó 1373, esquina Peatonal Sarandí, Plaza Constitución / Autobuses: líneas 21, 60, 62, 64, 104, 116, 117, 121, D5, D8 y D10

Lunes a sábado: 9:00 a 18:00 horas / Domingo: 10:00 a 12:30 horas

Entrada gratuita

http://catedralmontevideo.com.uy/web2/

PUERTA DE LA CIUDADELA

Al final de la Peatonal Sarandí, justo antes de entrar a la Plaza Independencia, nos encontramos con la Puerta de la Ciudadela, uno de los símbolos más importantes de Montevideo.

Hay que recordar que Montevideo nació como una colonia española y enclave militar estratégico, por lo que las autoridades de la época se dieron cuenta que era necesario construir una defensa fortificada para la defensa de la ciudad y su puerto.

La construcción de la “Ciudadela” llevó casi 40 años, comenzando en 1741 para finalizar recién en 1780. Era una construcción con muros de nueve metros de altura y seis de espesor, con 50 bocas de fuego para cañones y cuatro baluartes: San Felipe, Santa Isabel, San Fernando y Santa Bárbara. La Puerta de la Ciudadela conectaba el fuerte amurallado con la ciudad colonial a través de un foso y un puente levadizo a la altura de la actual calle Sarandí.

En 1877, el gobierno de la República, argumentando que impedía la expansión de la ciudad, resolvió demoler la “Ciudadela”. La puerta fue trasladada al edificio de la Escuela de Artes y Oficios en 1879 para ser reconstruida en su lugar original en 1959, donde actualmente conecta la Ciudad Vieja con el centro de la ciudad.

Descubre el modernismo y tradición que se mezclan en el centro histórico de Montevideo con en este free tour por la capital uruguaya.

PLAZA INDEPENDENCIA

Cruzando la Puerta de la Ciudadela está la Plaza Independencia, corazón de la ciudad y uno de los lugares más emblemáticos de la capital uruguaya.

El origen de la plaza tuvo lugar poco tiempo después de la independencia y el surgimiento de la República Oriental del Uruguay, cuando las murallas de la ciudad colonial fueron derribadas. Fue así como en 1836 se delineó la Ciudad Nueva y se trazó la Plaza Independencia, proyecto que estuvo a cargo del arquitecto italiano Carlo Zucchi, quien dispuso un diseño rectangular de grandes dimensiones, inspirado en las plazas francesas.

La plaza constituye el nexo entre la Ciudad Vieja y la Ciudad Nueva, pero además, marca el inicio de la principal avenida del país, la 18 de Julio. A su alrededor se ubican algunos de los edificios más importantes de la ciudad, como son el Teatro Solís, el Palacio Salvo, la Puerta de la Ciudadela, el Palacio Estévez y la Torre Ejecutiva del gobierno nacional.

En el centro de la plaza, cabalgando en dirección al este, se encuentra el monumento ecuestre del General José Gervasio Artigas, una impresionante escultura de 17 metros de altura y 30 toneladas de peso. Debajo de la estatua está el Mausoleo de Artigas, que alberga la urna con los restos del prócer de la República.

Sabías que en la Plaza Independencia hay 33 palmeras, número que conmemora a los 33 orientales que, según narra el mito de la independencia uruguaya, intervinieron en la gesta libertadora.

PALACIO SALVO

En la esquina sur oriente de la plaza, justo donde comienza la Avenida 18 de Julio, está el Palacio Salvo, edificio que durante mucho tiempo fue el edificio más alto de Montevideo y que, aún hoy, es un símbolo que define la silueta de la ciudad.

Con 27 pisos y una altura de 95 metros, el edificio fue inaugurado en 1928, tras seis años de construcción. Fue encargado por los hermanos empresarios José, Lorenzo y Ángel Salvo, y diseñado por el arquitecto italiano Mario Palanti, quien se basó en su anterior creación en Buenos Aires, el Palacio Barolo. Si bien en un principio, el edificio albergaría un hotel, en la actualidad está destinado casi exclusivamente a vivienda y oficinas.

En su construcción se emplearon mármoles de Carrara, granitos alemanes para los arcos y robles del Cáucaso para las puertas. Una particularidad es que sus primeros siete pisos están construidos en hormigón armado especial para darle mayor solidez. El interior del primer piso está decorado en estilo Art Decó.

Por cierto, si te animas a hacer una visita guiada por el edificio, los horarios son de lunes a viernes de 10:00 a 16:00 horas, y los sábados a las 15:00, 16:30 y 18:00 horas. Hay tours cada hora, con un cupo limitado de 9 personas por turno. Las visitas tienen una duración de 45 minutos y un costo de $ 400 para los adultos y de $250 para los menores de 4 a 10 años. Debes comunicarte por Whatsapp (098456370) hasta un día antes e indicar nombre, la cantidad de personas que asistirán y el turno deseado.

Sabías que el predio sobre el cual se edificó el palacio perteneció a la mítica confitería La Giralda, donde el compositor Gerardo Matos Rodríguez creó el famoso tango “La Cumparsita”.

TEATRO SOLÍS

Ubicado en una de las esquinas de la Plaza Independencia, el Teatro Solís constituye el principal escenario artístico de Montevideo, donde se llevan a cabo los eventos culturales más importantes del país.

Fue en 1840 cuando una sociedad de accionistas de Montevideo propuso la construcción de un teatro para dar auge al movimiento cultural de la ciudad. Para aquella época, Montevideo contaba con alrededor de 40.000 habitantes, pero tan solo disponía de una sala llamada Casa de Comedias.

Las obras a cargo del arquitecto Carlo Zucchi comenzaron en 1842, pero fueron interrumpidas en 1843 al iniciarse el Sitio de Montevideo por parte del ejército del General Manuel Oribe. Y aunque la inauguración oficial fue el 25 de agosto de 1856 con la representación de la ópera “Ernani” de Verdi, el teatro aún no estaba terminado.

Cabe destacar que se barajaron varios nombres para el teatro como Teatro del Progreso, Teatro de la Empresa y Teatro del Sol. Sin embargo, finalmente prevaleció el homenaje al navegante Juan Díaz de Solís, conquistador considerado como el primer europeo en llegar al Río de la Plata.

La fachada del teatro es de estilo neoclásico y tiene similitudes con el teatro Carlo Felice de Génova. La sala, con capacidad para 1200 personas, tiene una forma levemente elíptica y las características de los teatros líricos, con una platea y cuatro anillos: tertulia baja, tertulia alta, cazuela y paraíso.

De martes a domingo se pueden realizar visitas guiadas para recorrer las salas de espectáculos, la Fotogalería, la Sala de Exposiciones y el Edificio Interactivo.

Sabías que, en 1998, un incendio causó graves daños en la infraestructura del teatro, por lo que la sala se cerró durante varios años. Las obras de restauración finalizaron en el 2004 e implicaron una inversión millonaria por parte del municipio de Montevideo.

Reconquista S/N esq. Bartolomé Mitre / Autobuses: líneas 407, 409 y 538

Visitas guiadas: Martes a domingo: 16:00 horas

Uruguayos: $100 (presentando documento nacional) / Extranjeros: $150 / Miércoles: entrada gratuita

https://www.teatrosolis.org.uy/home

AVENIDA 18 DE JULIO

Tras recorrer la Plaza Independencia, comenzamos nuestra caminata por la Avenida 18 de Julio, la principal calle de Montevideo, donde se encuentran algunos de los más importantes e históricos edificios de la ciudad y cuyo nombre proviene de la fecha en que se realizó la Jura de la Constitución, el 18 de julio de 1830.

La avenida se extiende por unos tres kilómetros, desde la Plaza Independencia, en el límite con la Ciudad Vieja, hasta el Obelisco a los Constituyentes, en el barrio de Tres Cruces; y en su recorrido se encuentran numerosas galerías, cines, supermercados, restaurantes, plazas, bancos y tiendas de diversos tipos.

La historia de este bulevar se remonta a 1829, cuando se decretó la demolición de las murallas para que la ciudad pudiera extenderse siguiendo el eje de la actual avenida. La “Ciudad Nueva” creció por el trazado de la 18 de Julio, el borde de la bahía y la costa del Río de la Plata.

Recorriendo la 18 de Julio dimos un paseo por los más diversos estilos arquitectónicos: una mezcla de lo antiguo de la arquitectura inglesa y lo moderno del art decó, el art nouveau, junto con otras corrientes. Y es que no hay que olvidar que durante mucho tiempo, algunas empresas estuvieron en manos de los ingleses, por lo tanto, la presencia inglesa se nota y se siente en muchas partes del centro de Montevideo.

Es así como a lo largo de la 18 de Julio vimos algunos de los edificios más importantes de la ciudad como la Intendencia de Montevideo, donde se realizan diversas expresiones culturales y artísticas, y donde cada año se celebra la feria del libro; la Torre del Gaucho, un edificio de oficinas de 24 pisos que lleva su nombre por la estatua del gaucho montado a caballo ubicado en la plazoleta a los pies edificio, y el Palacio Díaz, de estilo art decó que hace recordar al Empire State Building de Nueva York.

Destacan también el Palacio Lapido, una de las primeras obras de arquitectura moderna en el Uruguay y que data de los años 30; el Palacio Santos, lujosa mansión que el Presidente Máximo Santos mandó a construir en 1881 y que, actualmente, alberga al Ministerio de Relaciones Exteriores; y la Biblioteca Nacional, obra de estilo neoclásico levantada en 1965, en cuyo exterior se aprecian un monumento a Sócrates y otro a Miguel de Cervantes.

En la esquina de la 18 de Julio y Yí, la Fuente de los Candados se ha convertido en un atractivo turístico de la ciudad. La fuente fue traída desde México por los dueños del Bar Facal para realzar la imagen de su local, pero al poco tiempo, espontáneamente comenzaron a aparecer candados con las iniciales de dos personas, lo que según una leyenda, significa que éstas permanecerán juntas por siempre. Hoy se puede leer una placa que dice: “si se coloca un candado con las iniciales de dos personas que se aman, volverán juntas a Montevideo para visitarla y el amor vivirá para siempre”.

ESTADIO CENTENARIO

Al llegar al final de la Avenida 18 de Julio, nos encontramos con el Obelisco a los Constituyentes de 1830 y con el Parque Battle, uno de los pulmones de la ciudad y en cuyo interior se encuentran importantes monumentos como el de La Carreta, obra de José Belloni, y el Estadio Centenario, inaugurado el 18 de julio de 1930 con ocasión del primer Mundial de Fútbol de la historia.

La historia es que, con motivo de la celebración de los cien años de la jura de la Constitución de la República Oriental del Uruguay, se decidió brindar a la ciudadanía un gran campeonato de fútbol de carácter mundial. Fue así como en 1929 se creó una comisión encargada de la construcción del Estadio Centenario.

La obra se construyó en un tiempo récord de seis meses, desde enero hasta julio de 1930, con trabajos que se realizaron en tres turnos durante las 24 horas del día. El turno nocturno ejecutó las actividades de construcción utilizando reflectores, sin embargo, para el día de la inauguración aún se percibía el concreto con cierta humedad.

El estadio tiene capacidad para más de 60.000 espectadores, siendo el estadio con mayor capacidad de Uruguay y uno de los 15 más grandes de América. En 1983 fue declarado “Monumento Histórico del Fútbol Mundial” por la FIFA y actualmente, es utilizado para jugar partidos locales, así como también para los encuentros de la Selección de Fútbol Uruguayo.

MUSEO DEL FÚTBOL URUGUAYO

Bajo la tribuna Olímpica del estadio se encuentra el Museo del Fútbol, inaugurado el 15 de diciembre de 1975 y que alberga una gran colección de objetos recordatorios de los mejores momentos de este deporte en Uruguay y el mundo.

El museo se divide en dos pisos. En la planta alta hay objetos como botines de fútbol, camisetas, trofeos, banderas de las selecciones uruguayas que ganaron medallas olímpicas y copas del mundo. También hay fotos y objetos personales de grandes jugadores uruguayos como Obdulio Jacinto Varela, José Nasazzi, entre otros.

La planta baja es más interactiva, allí puedes encontrar videos sobre la construcción del estadio y repeticiones de algunos partidos importantes de Uruguay. Además, el museo cuenta con una tienda de recuerdos donde se pueden comprar objetos y replicas de balones, camisetas y otros productos relacionados al fútbol.

Av. Ricaldoni s/n, bajo la Tribuna Olímpica del Estadio Centenario / Autobuses: líneas 76, 143, 185, 186, 191, 192, 316, 328, 329, 494 y 495

Lunes a viernes: 10:00 a 17:00 horas 

Entrada general: $150 / Extranjeros: $300

https://www.auf.org.uy/museo-del-futbol/

PALACIO LEGISLATIVO

La mañana del domingo partimos nuestro recorrido caminando hasta el Palacio Legislativo, un majestuoso edificio que acoge a la Cámara de Representantes, la Cámara de Senadores y la Asamblea General.

Construido a partir de 1908 e inaugurado en 1925 para conmemorar el centenario de la independencia uruguaya, el edificio es de estilo neoclásico, con una marcada inspiración griega en sus fachadas exteriores. Impresionan los materiales con que está construido: ornamentos en maderas nobles, mármol de Carrara, pórfido y bronce; complementados por esculturas, bajorrelieves, vitrales y mosaicos venecianos.

Las paredes interiores están adornadas con pinturas murales y detalles ornamentales laminados en oro. Uno de los salones más importantes es el de los Pasos Perdidos, donde se realizan actos y ceremonias importantes. En el exterior, las cariátides, que parecen tomadas de un palacio griego, fueron esculpidas por diferentes artistas y todas poseen un distinto significado.

Su emplazamiento, estratégicamente elegido, requirió modificaciones en el sistema vial para reproducir el modelo parisino de la Plaza de la Concordia, donde varias avenidas confluyen sobre la plaza. De este modo, numerosas calles conducen al palacio, el que además se puede ver directamente desde la Avenida 18 de Julio.

Para quienes disfrutan de la historia y de la arquitectura, se pueden realizar visitas al palacio y, en ciertas ocasiones, se puede presenciar las sesiones legislativas.

Sabías que, en 1975, el Palacio Legislativo fue declarado Monumento Histórico Nacional.

Sabías que la enorme estructura de hierro del techo, que había pertenecido a la Gran Exposición Internacional de Bruselas, fue obsequiada al presidente José Batlle y Ordóñez en una visita suya a Bélgica.

Con este tour visitarás el Palacio Legislativo, sede de la Asamblea General de Uruguay; además de disfrutar de los colores y sabores del popular Mercado Agrícola de Montevideo.

José Luis Terra 2220 / Autobuses: líneas 148, 149, 169, 175, 187, 188, 199, 370, 526 y G

Lunes a domingo: 9:00 a 22:00 horas / Restaurantes: lunes a domingo: 11:00 a 23:00 horas

https://www.mam.com.uy/

BARRIO DEL PRADO

MUSEO MUNICIPAL DE BELLAS ARTES

Después tomamos un autobús hasta el barrio de El Prado para visitar el Museo Municipal de Bellas Artes “Juan Manuel Blanes”, fundado en 1930 en conmemoración del centenario de la independencia y que lleva el nombre del pintor nacional Juan Manuel Blanes, al cumplirse en esa fecha los cien años de su nacimiento.

El museo atesora lienzos de Juan Manuel Blanes y Pedro Figari, destacados maestros uruguayos, y funciona en una villa construida en 1870 para el Dr. Juan Bautista Raffo, propietario del predio. El edificio es Monumento Histórico Nacional desde 1975.

Av. Millán 4015 / Autobuses: líneas 148, 149, 151, 157, 182, 183, 522, 526, 538, 582, D5 y UAM1

Lunes a domingo: 12:00 a 18:00 horas

Entrada gratuita 

https://blanes.montevideo.gub.uy/

Los orígenes del barrio de El Prado se remontan a la década de 1860, cuando las familias de la rica aristocracia ganadera llevaron a cabo la construcción de casas y quintas de descanso, en inmediaciones del arroyo Miguelete.

Es así como en nuestro paseo pudimos ver el Castillo Soneira, un precioso edificio de estilo neogótico construido en 1861 por el arquitecto francés Víctor Rabu por encargo de Dorotea Villademoros, y donde hoy funciona un colegio; y la Residencia Presidencial de Suárez y Reyes, que desde 1947 funciona como alojamiento del Presidente de Uruguay.

JARDÍN BOTÁNICO DE MONTEVIDEO

A unos pasos, visitamos el Jardín Botánico de Montevideo, el cual en sus 13 hectáreas cuenta con con una gran colección de flora de distintas partes del mundo.

Creado en 1902, fue obra del arquitecto paisajista francés Carlos Racine y tiene el nombre oficial de Museo y Jardín Botánico “Profesor Atilio Lombardo”, en honor a quien fuera su director por 40 años. Recorriendo los senderos del Jardín Botánico se pueden descubrir unas mil especies vegetales, categorizadas por sus características geográficas y botánicas. Hay canteros destinados a plantas nativas, de la región y de otros continentes, así como una extensa muestra de palmeras, coníferas, plantas acuáticas, plantas de lugares secos y plantas de sombra.

Sabías que la flor del ceibo blanco, planta descubierta por Lombardo y nombrada flor oficial uruguaya, es el icono oficial del Jardín Botánico.

Av. 19 de Abril 1811 / Autobuses: líneas 147, 181, 306 y 522

Parque: Lunes a domingo: 7:00 a 18:00 horas / Museo: Lunes a viernes: 9:00 a 15:45 horas / Sábado: 9:00 a 13:45 horas 

Entrada gratuita 

https://jardinbotanico.montevideo.gub.uy/

PARQUE DEL PRADO

Finalmente disfrutamos del Parque del Prado, el que en sus inicios, llevaba el nombre de Quinta del Buen Retiro y pertenecía a José de Buschental, responsable de proveer al parque de especies forestales, flores y árboles frutales traídos de todas partes del mundo.

En 1873, luego de que la Quinta del Buen Retiro fuera rematada, el predio se convirtió en un parque público, donde los montevideanos eligen descansar a la sombre de sus caminos y arboledas.

Atravesado por el arroyo Miguelete, en el interior del parque se encuentran monumentos como “La Diligencia” de José Belloni y “Los últimos charrúas” de Edmundo Prati, Gervasio Furest Muñoz y Enrique Lussich.

Otro de los lugares destacados dentro del parque es el Hotel del Prado, construido en 1912 y que nunca funcionó como tal, sino como un salón de fiestas. Declarado Monumento Histórico Nacional en 1975, su nombre se debe a que fue construido sobre los cimientos de “El Recreo del Prado”, antiguo hotel que solía hospedar a los recién casados en su luna de miel.

Por su parte, el Rosedal del Prado es obra del paisajista francés Carlos Racine junto al arquitecto Eugenio Baroffio, y fue inaugurado en 1912. Cuenta con cuatro pérgolas en las cuales se pueden observar una gran colección de rosas, algunas de las cuales provienen de rosales importados de Francia en 1910. En su centro se encuentra un arco con columnas vestidas con rosas, así como una fuente donde nos detuvimos a descansar un momento.

Con este free tour conocerás el barrio de Prado, una de las zonas más interesantes de Montevideo, llena de sorpresas por descubrir.

MIRADOR INTENDENCIA DE MONTEVIDEO

Ya pasadas las 2 de la tarde, tomamos otro autobús hasta la Intendencia de Montevideo para subir al mirador gratuito ubicado en el piso 22 del edificio.

Situado a una altura de 77 metros, ofrece una vista en 360 grados de todo Montevideo y de sus principales puntos turísticos, los que es muy fácil reconocer, ya que se encuentran señalados en los ventanales que protegen el mirador. También hay una pantalla touch con información sobre los diferentes circuitos turísticos de la ciudad.

Además, el mirador cuenta con una cafetería y un espacio de venta de souvenirs, en el que comercializan libros, fotografías, relojes y juguetes.

Soriano 1372, entre Santiago de Chile y Ejido / Autobuses: líneas 21, 60, 62, 104, 149, 180, 187, 188, 522, CE1, DE1, D10 y D11

Lunes a viernes: 16:15 a 19:00 horas / Sábado, domingo y festivos: 10:00 a 18:00 horas

Entrada gratuita 

https://montevideo.gub.uy/areas-tematicas/turismo/mirador-panoramico-0

FERIA DE TRISTÁN NARVAJA

Aprovechando que era domingo y estábamos cerca, nos fuimos a la feria de Tristán Narvaja, la feria callejera más grande de Montevideo y que comenzó a celebrarse hace más de 100 años, específicamente el 3 de octubre de 1909, como una feria frutas y verduras, pero que rápidamente se diversificó y extendió, hasta convertirse en uno de los paseos más característicos de la ciudad.

La oferta es tan amplia y extravagante que recorrer la feria es una buena oportunidad para conocer más a fondo la realidad del Uruguay actual. Se pueden comprar las tradicionales pastas para el almuerzo del domingo, libros, CD’s y casetes, todo tipo de antigüedades, adornos, repuestos, juegos, muebles y mascotas, entre una infinidad de otros artículos.

La feria se extiende durante varias cuadras. Su recorrido principal va de la Avenida 18 de Julio hasta la calle La Paz, pero en la mayoría de calles y callejones paralelos, también podrás encontrar puestos con variedad de mercancías.

Esta suerte de mercadillo de pulgas tiene lugar todos los domingos del año, desde muy temprano en la mañana hasta aproximadamente las tres de la tarde, hora en el cual algunos de los puestos comienzan a retirarse.

Nosotros, con algo de hambre ya, comimos unos tequeños en un puesto de unos venezolanos y un jugo de frutas natural en otro carrito, mientras recorríamos los callejones al sonido de la música callejera.

PARQUE RODÓ

Luego de esperar por casi media hora en una parada de la 18 de Julio, tomamos un autobús hasta el Parque Rodó, uno de los lugares predilectos de los montevideanos para pasar una tranquila tarde de domingo.

Situado frente al mar, sobre la Playa Ramírez, el parque fue inaugurado en 1901 y cuenta con extensas áreas verdes, fuentes, espacios deportivos, monumentos, restaurantes y un parque de atracciones. Sin embargo, el principal atractivo es su lago artificial, el cual además de ser un sitio ideal para pasar la tarde descansando o leyendo un libro, ofrece lanchitas a pedales para navegar y quemar algunas calorías.

A un costado del lago se halla el Pabellón de la Música, construido en 1930 en homenaje a Beethoven, Mozart, Bach y Wagner. Junto a la laguna está también el Castillo, réplica de un castillo francés, donde funciona la biblioteca municipal.

En el interior del parque también se encuentran el Teatro de Verano, escenario principal del carnaval uruguayo; el Museo Nacional de Artes Visuales; y el hermoso Patio Andaluz, adornado con azulejos pintados a mano, con una fuente central rodeada por asientos revestidos con mosaicos.

Ojo que el domingo es el mejor día para visitar el parque, ya que durante la mañana se realiza la tradicional Feria del Parque Rodó, con una variedad de artesanías y ropa a buen precio. La feria termina por la tarde, cuando las familias aprovechan para sentarse a la sombra a tomar mate y comer los tradicionales churros.

RAMBLA DE MONTEVIDEO

Descendiendo por el parque, llegamos finalmente a uno de los principales atractivos de Montevideo: su rambla, la que como buen día domingo en la tarde, estaba repleta de gente haciendo deporte, disfrutando de un mate a la orilla del mar o simplemente, descansando antes de comenzar una nueva semana de trabajo.

Y es que no hay que olvidar que Montevideo está situada mirando a la costa del Río de la Plata, por lo que se encuentra bordeada por una franja costera que va desde Santiago Vázquez hasta la zona de Carrasco. De esta costa, un gran tramo cuenta con una avenida costanera que comienza a la altura del barrio Capurro y termina en el barrio de Carrasco, extendiéndose a lo largo de 22 kilómetros. Esta costanera se conoce como Rambla de Montevideo, un paseo tradicional para los montevideanos y turistas.

La Rambla se divide en distintos tramos que adoptan nombres diferentes. Ordenados de oeste a este, éstos son: Baltasar Brum, Sudamérica, 25 de agosto, Monteverde, Francia, Gran Bretaña, Sur, República Helénica, República Argentina, Presidente Wilson, Mahatma Gandhi, República del Perú, Armenia, República de Chile, O’Higgins, Coimbra, República de México y Tomás Berreta.

Pues bien, nosotros caminamos unos 6 kilómetros aproximadamente, desde la Playa Ramírez, donde la rambla cambia de nombre de República Argentina a Presidente Wilson, hasta el cartel con las letras de Montevideo, al final de la playa de Pocitos. Un entretenido paseo para terminar el día, disfrutando de la brisa marina y de la gente haciendo todo tipo de actividades a orillas del Río de la Plata.

Algunos tramos de la Rambla son particularmente bonitos, ya que en su recorrido nos encontramos con los más variados ejemplos de arquitectura urbana, incluyendo plazas, edificios modernos y antiguos, y espacios creados especialmente para realizar actividades sobre la costa, como la pista de patinaje que se encuentra cerca del Parque Rodó o la pista de skate, junto al Puerto del Buceo.

Otros atractivos son el parque de diversiones del Parque Rodó; el faro de Punta Carretas, ubicado en el punto más austral de Montevideo y Uruguay; y el Castillo Pittamiglio, la curiosa residencia del arquitecto Humberto Pittamiglio, quien lo mantuvo en permanente construcción, desde que compró los terrenos en 1910 hasta el día de su muerte en 1966, con la premisa de que su construcción no acabara nunca,​ como una metáfora de que la vida es un viaje en barco, así como una representación de la vía húmeda de la alquimia.

PLAYA POCITOS

Ya cuando atardecía, llegamos a la Playa Pocitos, quizás la playa más famosa de Montevideo, cuyos orígenes se remontan a principios del siglo XX, cuando durante la temporada veraniega, algunas familias acomodadas de la sociedad montevideana, junto con visitantes argentinos, comenzaron a llegar a una de las primeras estaciones balnearias de América del Sur.

Actualmente es una importante zona residencial, con su característico paisaje costero bordeado por un cinturón de edificios y hoteles. Es también una de las playas más visitadas por los veraneantes, gracias a sus excelentes servicios y su cercanía al centro de la ciudad.

Las arenas blancas y las olas suaves, convierten a Pocitos en una playa ideal para el baño y para los deportes como el fútbol playa, el voleibol y los deportes náuticos. Pero incluso en los meses fríos, la Rambla de la Playa Pocitos es uno de los paseos clásicos de la ciudad, muy usado por patinadores y ciclistas, que aprovechan la vía exclusiva para practicar deporte.

Les recomiendo disfrutar de un atardecer en Pocitos, ya que cuando se oculta el sol y el cielo adquiere una gran gama de colores, el paisaje es un espectáculo realmente imperdible. Además, ya de noche, cuenta con una gran cantidad de bares, restaurantes y sitios para comer muy cerca de la rambla, por lo que se puede pasar un rato muy agradable.

Sabías que antiguamente, en esta zona corría hacia el Río de la Plata un arroyo sin nombre. Tiempo después, en la época hispánica, atraídas por las aguas limpias del arroyo, aparecieron las lavanderas morenas, quienes excavaron pocitos donde lavaban las ropas de sus patrones residentes en la ciudad amuralladas. El arroyo, entonces, se llamó “de los Pocitos”.

LETRAS DE MONTEVIDEO

Cuando ya se ponía el sol, caminamos hasta el final de la Playa Pocitos, frente a Kibón, donde se encuentran las letras de Montevideo, un cartel que lleva la palabra “Montevideo” al estilo Hollywood y que se ha convertido en uno de los lugares preferidos por los turistas para tomarse la típica postal en la capital uruguaya.

Lo cierto es que, como buen domingo al atardecer, tuvimos que esperar largos minutos a que se desocupara un momento para podernos retratar junto a las letras. De hecho, justo cuando Pablo me tomaba una foto, un niño se atravesó por delante, mientras su “mamita corazón” miraba, con cara complaciente y sin hacer nada, las travesuras que hacía su pequeño… Grrrrr…

De todos modos, finalmente pudimos hacer la famosa postal con los maravillosos colores del atardecer. Un broche de oro para nuestro viaje a Uruguay.

Sabías que el letrero fue inaugurado el 2 de enero de 2014 y que para su construcción se utilizaron dos toneladas de hierro y cada letra pesa unos 300 kilogramos.

AVENIDA ALFREDO AROCENA (BARRIO DE CARRASCO)

Por falta de tiempo, hay tres lugares más que quiero recomendarles si viajan a Montevideo. El primero es la Avenida Alfredo Arocena en el barrio de Carrasco, un bulevar repleto de restoranes, bares, teatros y discotecas.

El nombre del barrio de Carrasco proviene de Salvador Sebastián Carrasco, uno de los primeros pobladores de Montevideo. Y la principal avenida debe su nombre a Alfredo Arocena (1869-1947), quien adquirió los terrenos en 1907 y en 1912, creó la sociedad anónima Balneario Carrasco, un barrio jardín diseñado por el franco-argentino Carlos Thays.

El crecimiento del balneario como punto turístico llevó a la construcción del majestuoso “Gran Hotel Carrasco”, cuyo estilo arquitectónico sigue una línea ecléctico-historicista con predominio neoclásico y barroco. El hotel fue inaugurado el 4 de febrero de 1921 y se convirtió en un ícono del barrio y de la ciudad.

El edificio fue declarado Patrimonio Histórico Nacional en 1975 y, hoy en día, es administrado por la cadena hotelera francesa Sofitel. Asimismo, el barrio de Carrasco se convirtió en la zona residencial más lujosa de la ciudad, donde habita en gran parte la clase alta de Montevideo.

Sabías que, a lo largo de su historia, el Gran Hotel Carrasco alojó a destacadas figuras que visitaron Montevideo, como Albert Einstein y Federico García Lorca, así como a miles de turistas.

FORTALEZA DEL CERRO

Por su parte, la Fortaleza del Cerro se ubica en la cumbre el Cerro de Montevideo, a 136 metros de altura. Es una de las tres fortalezas construidas en la época colonial y su silueta es uno de los símbolos de la ciudad.

La historia de la fortaleza comienza en 1799, cuando la corona española dispuso la construcción de un faro en la cima del Cerro de Montevideo, el que fue inaugurado en 1804 y que se transformó en el primer faro en las costas del Río de la Plata. Sin embargo, en 1809, debido a las invasiones inglesas, el gobernador Francisco Javier de Elío decidió la construcción de una fortaleza destinada a la protección del faro, la cual fue finalizada en 1811. Desde 1882, la Fortaleza del Cerro lleva el nombre del prócer General Artigas.

Aquí funciona, desde 1911, el Museo General Artigas, que alberga una muestra permanente de armamento, uniformes de la época, documentos diversos y mapas. Pero además, desde la cima se puede apreciar una excelente vista panorámica de la bahía de Montevideo, el centro y la Ciudad Vieja.

José Batlle y Ordóñez S/N

Lunes a domingo: 10:00 a 17:00 horas 

Entrada general: $150 / Mayores de 65 años y niños: entrada gratuita

MUSEO DEL CARNAVAL

Se encuentra en la Ciudad Vieja y es el lugar ideal para comprender que el carnaval, más que una fiesta, es un modo de vivir la ciudad. Y es que el carnaval uruguayo es una fiesta popular de carácter nacional y es considerado el más largo del mundo, con aproximadamente 40 días de duración. Se realiza todos los años entre mediados de enero hasta finales de febrero y se caracteriza por combinar tradiciones africanas con europeas.

El museo conserva, muestra y valora los objetos y tradiciones que forman parte de la fiesta más popular del país. Entre las muestras permanentes se encuentra una que se llama “Historia del Carnaval en Uruguay” que exhibe fotos y vestimentas de los últimos cuarenta años.

Rambla 25 de Agosto 1825, esquina Francisco Maciel / Autobuses: líneas 21, 60, 62, 103, 116, 117, 121, 124, 125, 130, 148, 169, 180, 187, 188, 402 y G

Miércoles a domingo de 11:00 a 17:00 horas

Entrada general: $150 / Países socios del Mercosur: $ 80 / Menores de 12 años: entrada gratuita

https://www.museodelcarnaval.org/

MAPA

CLIMA

Montevideo tiene un clima templado, con una temperatura media anual de 16ºC y cuatro estaciones bien diferenciadas. Si bien el invierno montevideano se caracteriza por las lluvias y las bajas temperaturas, y el verano por su clima caluroso, no hay temperaturas extremas que impidan disfrutar de la capital uruguaya en cualquier época del año.

La presencia de lluvias y humedad moderadas, sumada a la ausencia de nevadas y otros fenómenos climáticos intensos, hace de Montevideo una ciudad que puede visitarse sin inconvenientes tanto en invierno como en verano.

En verano, cuando las temperaturas pueden superar los 30ºC, gran parte de la población emigra a los balnearios costeros, pero son muchos los que se quedan a disfrutar las excelentes playas. Por su parte, en invierno y primavera, generalmente entre mayo y agosto, suele soplar el Pampero, un fuerte viento frío procedente de la Antártida. No obstante, esta época es ideal para aprovechar todas las atracciones culturales y gastronómicas que la ciudad tiene para ofrecer.

Sin embargo, el otoño y la primavera son las estaciones más recomendables para recorrer los emblemáticos paseos de Montevideo, cuando las temperaturas agradables se mantienen a lo largo del día.

QUÉ Y DÓNDE COMPRAR

Hay muchos recuerdos que puedes comprar en Montevideo. Artículos de cuero, yerba mate y bombillas para beber el mate, son los favoritos. También destacan las lanas y las artesanías en madera, que reflejan la herencia rural de Uruguay. Las tiendas alrededor de la Plaza Independencia venden todos los tipos de cuero, incluido el conejo. Eso sí, siempre hay que verificar la calidad, tanto del material como de la mano de obra.

Uruguay es el lugar para comprar cuero de vaca, porque es abundante, barato y de excelente calidad. Los mejores lugares para descubrir cinturones de piel de becerro, carteras, abrigos y zapatos están en los anuncios de la calle. También se puede encontrar una amplia gama de souvenirs de cuero de vaca grabados con fotos del paisaje uruguayo y otros artículos como llaveros, portabotellas y carteras.

El mate es la máxima expresión de la cultura y las costumbres uruguayas. Es un refresco hecho de yerba, que se bebe con una pajilla de metal en una taza que suele ser de cuero de vaca, pero también puede ser de barro o de silicona. Es muy común compartir el mate con otras personas, el vaso de mate simboliza la unión y el compartir. Pero no tienes que ser un bebedor de mate para conseguir una “matera” como recuerdo. Las copas perfectamente elaboradas son una hermosa decoración y también pueden ser un perfecto regalo.

Por cierto, los uruguayos son muy fanáticos del fútbol y siguen a su selección en todos sus partidos. Si te encuentras en Montevideo, es una buena oportunidad para comprar una camiseta de los charrúas para llevar de souvenir.

En cuanto a los recuerdos gastronómicos, el dulce de leche es característico del Uruguay. Afortunadamente, puedes encontrarlo en cualquier sitio y acompañarlo con todo: tostadas, hotcakes, waffles, con plátano y chocolate, y un largo etcétera.

No puedes visitar Uruguay sin probar los alfajores y, probablemente, no te irás de Montevideo sin llevar unos cuantos en tu maleta. Esta deliciosa golosina consiste en dos capas de galleta unidas por dulce de leche, la cual puedes encontrar cubierta por tres sabores característicos. El más conocido es el chocolate, seguido de la nieve, que tiene gusto a merengue, y finalmente el coco.

Por último, Uruguay es conocido por ofrecer un sabroso vino tannat, una variedad de uva que no se ve fuera del país y que se convertirá en una joya en tu regreso a casa.

QUÉ Y DÓNDE COMER

Montevideo ha recibido la influencia de las distintas culturas y gastronomías de los inmigrantes que llegaron a vivir a Uruguay. A esa fusión se suma la cocina “criolla”, fuertemente basada en carnes asadas y verduras.

Así que si viajas a Montevideo debes probar, sí o sí, el asado, una tradición que viene desde la época de los gauchos, aprovechando la calidad de las carnes nacionales. Es usual pedir un brasero para compartir entre varias personas que consta de distintos cortes de carne, pollo a las brasas, algunas vísceras (achuras como se les dice en en el Río de la Plata), y embutidos como chorizos y morcillas; todo acompañado de ensalada, papas al plomo y queso provolone. Puedes encontrar locales que venden carne a la parrilla al estilo uruguayo por toda la ciudad.

Una especialidad 100% uruguaya que no puedes dejar de probar es el “chivito”, un sándwich de carne de res que se sirve generalmente acompañado de papas fritas. Puedes encontrarlo en tres variedades: “Común”, con queso mozzarella, jamón, lechuga, tomate, rodajas de huevo duro y mayonesa; “Canadiense”, que a todo lo anterior suma panceta o tocino y un huevo frito por encima; y el “Chivito al plato”, una versión más gourmet, ya que se come en un plato en lugar de llevar pan.

La milanesa de pollo o carne también es otro de los platos muy comunes de la ciudad y que se puede encontrar en la mayoría de los restaurantes.

Ahora, si visitas Montevideo en invierno, un plato ideal para el frío es el puchero, una comida que nació como protagonista en la dieta de las familias menos pudientes. Se trata de carne de vaca y de gallina acompañada de papa, cebolla, zapallo, boniato o batata, zanahoria, choclo, panceta y chorizo, todo cocinado a la cacerola.

Pero como no solo de carnes se vive, la salsa Carusso es una salsa “Made in Uruguay” que puede acompañar las pastas que comas en tu visita a Montevideo. Esta salsa de crema doble, cebolla, jamón, champiñones y extracto de carne nació a mediados de 1900 y es uno de los acompañamientos preferidos para las pastas.

En cuanto a los dulces, la garrapiñada es una especie de golosina o snack de maní acaramelado que puedes comprar en puestos callejeros, partidos de fútbol, plazas y teatros. Infaltable también es la torta frita, una masa de harina y grasa vacuna frita en grasa caliente, generalmente con forma circular y un pequeño agujero en el centro. Se consume usualmente como bocadillo para acompañar los mates de la mañana o la tarde.

Si de un postre netamente uruguayo de trata, el chajá es un postre que aunque mantiene su receta original en secreto, se sabe que incluye merengue, bizcochuelo, crema de manteca y durazno. De la misma manera, el dulce de leche es un producto típico del Río de la Plata, muy popular entre los uruguayos. Se vende en frascos para consumo hogareño y se lo encuentra también en muchos postres, alfajores, tortas, pastelitos, helados o en el clásico flan casero con dulce de leche.

Por último, el mate es la bebida tradicional de los uruguayos. Es muy normal ver a la gente llevando un termo debajo del brazo, para disfrutarlo a cualquier hora del día. Para tomarlo tienes que comprar un termo, yerba, el mate y una bombilla. Y luego preguntar a alguien cómo cebar el mate, te enseñará todo lo que tienes que saber. Asimismo, el “Medio y medio” es una bebida alcohólica típica de Montevideo que seguro encontrarás en el Mercado del Puerto.

• Bar Facal (Av. 18 de Julio 1249): Ubicado sobre la Avenida 18 de Julio, junto a la Fuente de los Candados, la especialidad de este tradicional bar es el sandwich madrileño y los churros con chocolate. Además, puedes aprovechar de tomarte una foto con la estatua de Gardel que se encuentra en la terraza.
• La Pasiva (distintas ubicaciones): Es la cadena de hostelería más conocida de Uruguay y ofrece unos desayunos completísimos por solo 150 pesos, además de carnes, milanesas, pizzas, fainas y los tradicionales “chivitos”.
• Cabaña Verónica (Mercado del Puerto, local 38): Si lo que buscas es comer carnes con las 3B, este restaurant es garantía de una parrilla bien hecha, donde encontrarás los mejores bistec y asados uruguayos.
• Primuseum (Calle Pérez Castellano 1389): Es un pintoresco restaurante familiar que alberga lo más tradicional de la comida uruguaya con un toque gourmet en un ambiente museístico. El restaurante debe su nombre a la gran colección de artefactos de la marca de hornos a kerosén sueca Primus, que forman parte de las más de 3 mil antigüedades que decoran el lugar.
• La Farmacia (Cerrito 550): En plena Ciudad Vieja, funcionó como farmacia entre 1890 y 2007, y desde 2017 se le ha dado una segunda vida como cafetería manteniendo la estética de farmacia de época.
• La Corte (Sarandí 586, Plaza Matriz): Este restaurante con decoración de bodega es el lugar ideal para degustar una tabla de embutidos y quesos acompañados por vino tannat.
• Mercado Ferrando (Chaná 2120 esq. Joaquín de Salterain): Se trata de una antigua fábrica de muebles convertida en mercado gastronómico, donde puedes comer desde auténticos tacos mexicanos a pintxos vascos pasando por comida hawaiana. También tiene un puesto de cervezas artesanales.
• La Otra Parrilla (Tomás Diago 758): Es un clásico de Pocitos. Lo mejor es sentarse en la barra, frente al fuego, para que el parrillero te arme una degustación con lo mejor del día. Las carnes están especialmente seleccionadas y la entraña es de las mejores de la ciudad. La recomendación es comerla con papas fritas condimentadas con pimienta.

ALOJAMIENTO

La capital de Uruguay es una ciudad cosmopolita que reúne las mejores condiciones para posicionarse como una de las urbes con mayor calidad de vida y cuenta con una interesante oferta turística. Con sus 30 kilómetros de preciosas costas, Montevideo se erige como una de las 10 ciudades más visitadas en América Latina.

Así que si vas a viajar a Montevideo, saber cuáles son las mejores zonas para alojarse es fundamental. Barrios como Centro, Ciudad Vieja, Pocitos, Malvín o Carrasco son algunos de los más recomendables.

Ciudad Vieja: Viene a ser el casco histórico de Montevideo y uno de los barrios favoritos entre los turistas para hospedarse en Montevideo (por cierto, donde me alojé yo), pues aquí se encuentran sitios históricos como el Mercado del Puerto, la Puerta de la Ciudadela, el Cabildo y la Catedral Metropolitana. Y si bien, hace décadas era una zona netamente residencial, ahora está llena de edificios con oficinas de ministerios y bancos, así como de locales con cafés, tiendas, discotecas y restaurantes. El punto en contra es que la zona se torna un poco hostil en la noche, sobre todo en la zona del puerto.

Centro: Es la zona ideal si vas a la ciudad por primera vez, ya que estarás cerca de los museos y edificios históricos, y al mismo tiempo podrás pasear por la Avenida 18 de Julio, la principal arteria de Montevideo, repleta de locales, restaurantes, cafés, bares, bancos, supermercados, además de la Plaza Independencia. Es un barrio con diversas opciones de alojamiento, desde las más costosas hasta las más económicas y, por su ubicación, todas las líneas de transporte recorren la zona.

Barrio Sur/Palermo: Estos dos barrios forman el circuito más tradicional de Montevideo, donde se comparte el legado afrouruguayo del candombe, una manifestación cultural declarada Patrimonio Cultural Intangible de la Humanidad por la Unesco. Se trata de una zona tranquila, con calles donde predomina el arte urbano con graffitis alusivos a la cultura del camdombe. Además, la zona mezcla antiguas casas de arquitectura francesa, con bares bohemios, supermercados y restaurantes.

Buceo/Malvín: Buceo es un barrio privilegiado de Montevideo por varias razones: queda a orillas del Río de la Plata, tiene uno de los centros comerciales más grandes de la ciudad, además de supermercados, cines, restaurantes, boliches y bares. Por si fuera poco está conectado con las avenidas más importantes de la ciudad, por lo que el transporte colectivo no es ningún problema. Todo esto hace que sea el preferido por los jóvenes y las familias para vacacionar en verano. Cerca de allí está el barrio Malvín, una zona de clase media alta con edificios residenciales cerca de las playas Punta Gorda y Malvín.

Pocitos: Es un barrio residencial bien valorado por los turistas por ser seguro, familiar, tranquilo y con acceso a supermercados, restaurantes y dos centros comerciales, sin contar su cercanía con la playa Pocitos, famosa para disfrutar la puesta del sol o simplemente para pasear y contemplar la bahía del Río de la Plata. Además, Pocitos es conocido como el barrio con más movida nocturna y está muy cerca de lugares como el Parque Rodó, la plaza Tomás Gomensoro, el Castillo Pittamiglio y del Ombú, un peculiar y enorme árbol que no pasa inadvertido.

Carrasco: Si hay una palabra que define a este barrio es “exclusivo”. Situado a poco más de 15 kilómetros del centro, este barrio es considerado la zona residencial más lujosa de Montevideo, en el que predominan casonas de arquitectura francesa, torres residenciales y una pujante zona comercial con cines, bares, restaurantes de alta cocina, supermercados, centros comerciales y amplios espacios urbanos para caminar.

TRANSPORTE

Al ser una ciudad relativamente pequeña, el centro de Montevideo puede recorrerse perfectamente a pie o en bicicleta durante el día.

El transporte más usado son los autobuses, los que cuentan con una alta frecuencia y suelen realizar los trayectos céntricos de forma rápida. Hay paradas señalizadas que cubren toda la ciudad y no tendrás que caminar más de dos cuadras para tomar un bus. Sin embargo, durante las horas peak (entre las 8 y 10 de la mañana y entre las 17 y 20 horas), puede resultar algo incómodo viajar en autobús, ya que casi todos van repletos y algunos no logran parar para subir más pasajeros.

 AUTOBUSES

Los autobuses urbanos son el sistema de transporte más popular de Montevideo, tienen buena frecuencia y suelen realizar los trayectos céntricos de forma rápida.

Hay paradas señalizadas que cubren toda la ciudad y no tendrás que caminar muchas cuadras para encontrar una. Ten en cuenta que solo paran si estás en la parada claramente identificada y les haces una señal extendiéndoles la mano.

Lo puedes pagar con pesos uruguayos o con la tarjeta del Sistema de Transporte Metropolitano, más conocida como STM. Con esta tarjeta el pasaje es más barato y puedes combinar distintas líneas en el término de 1 ó 2 horas. Puedes obtener la tarjeta de forma gratuita en los locales de atención a usuarios del STM, presentando tu cédula de identidad o pasaporte.

Otra gracia es que no es personalizada, o sea que puedes viajar con otras personas utilizando la misma tarjeta. Ojo que si subes a un ómnibus y pagas con dinero en efectivo, asegúrate que el billete no sea superior a los 200 pesos, porque si es mayor, puede pasar que no te lo acepten.

Los autobuses circulan entre las 6 de la mañana y las 12 de la noche con frecuencia normal, pero a partir de la medianoche, la frecuencia disminuye. Un dato es que la aplicación “Cómo ir” te ayuda a averiguar cuáles líneas de autobús te sirven, por dónde y a qué hora pasan.

En particular, la línea CA1, que recorre la avenida 18 de Julio y une el barrio Ciudad Vieja con la Terminal de Tres Cruces, te será de gran utilidad para moverte de una punta a otra del centro, porque el boleto tiene un costo inferior y pasa con buena frecuencia. Funciona entre las 7 de la mañana y las 9:30 de la noche.

 TAXIS

Los taxis en Montevideo son muy comunes, por lo que verás una gran cantidad de ellos en las calles. Esto se debe a que son una forma de traslado rápida, cómoda y segura. Los taxis son blancos con el techo y una franja lateral de color amarillo.

Las tarifas no son caras, se cobran a través de un taxímetro y la tabla de precios está a la vista. El precio del viaje dependerá de la cantidad de kilómetros que realices. Para trayectos largos, puedes acordar previamente con el conductor. Y si vas a hacer una escala, avisa previamente, ya que de lo contrario, se te cobrará de nuevo la “bajada de bandera”.

Los fines de semana y en la noche, de 22 a 6 de la mañana, las tarifas son aproximadamente un 20% más caras.

Puedes tomar un taxi en la calle, en paradas específicas, llamando por teléfono o con aplicaciones para móviles como Easy Taxi o Voy en Taxi.

BICICLETAS

Montevideo es una ciudad que ofrece diversos espacios urbanos y naturales propicios para hacer recorridos en bicicleta. Una buena sugerencia es recorrer los 22 kilómetros de rambla, pasando por los barrios Sur, Palermo, Parque Rodó, Punta Carretas, Pocitos, Buceo, Malvín, Punta Gorda y Carrasco.

Se puede alquilar bicicletas por hora o por día y/o realizar un tour guiado en ellas. Algunas empresas que ofrecen el servicio son Orange Bike (www.orangebike.com.uy) y Bike Tours Uruguay (www.biketoursuruguay.com)

En este mapa (https://montevideo.gub.uy/mapa-montevideo-en-bici) puedes ver las ciclovías existentes y los bicicleteros en uso. Las líneas de colores muestran las ciclovías y bicisendas. Los puntos P muestran los bicicleteros en funcionamiento.

TIPS VIAJEROS

• Lo primero es comentarte que aunque Uruguay es uno de los países más seguros y ordenados de Latinoamérica, esa calidad de vida tiene su costo, ya que también es uno de los países más caros de la región.
• Una de las cualidades de Montevideo más apreciadas por los turistas es su tranquilidad. Pero aunque Montevideo es la capital más segura de Sudamérica, como en toda ciudad populosa, hay que caminar atento y saber por cuáles zonas andar para poder disfrutar sin preocupaciones. En la noche, evita zonas oscuras y poco transitadas como la Ciudad Vieja o el Centro.
• El transporte público en la noche no es tan frecuente, por lo que es recomendable pedir un taxi o Uber para trasladarse.
• Salvo las tarifas de los hoteles, la gran mayoría de las compras y transacciones en Montevideo se hacen en pesos uruguayos. Las casas de cambio son los lugares más convenientes para comprar pesos uruguayos sin tasas de interés extra. A lo largo de la Avenida 18 de Julio, la zona céntrica y la Ciudad Vieja se ubican varias de ellas.

• Aunque en Uruguay no existe una normativa con respecto al régimen de propinas, en los restaurantes lo habitual es dejar una propina de un 10% del valor de la comida. También se usa dejar una propina a los taxistas.
• Conserva billetes menores (de 100, 50 o 20 pesos) para tomar taxis y autobuses. Te agradecerán pagar con el importe justo.
• Ten en cuenta que la zona del Centro y la Ciudad Vieja funciona básicamente de lunes a viernes durante el día, por lo que muchos bares y restaurantes de la zona solo abren al mediodía. Al revés, en la zona de Pocitos y Punta Carretas encontrarás varios restaurantes que solo abren por las noches y es durante el fin de semana cuando reciben más visitantes.
• Desde la legalización de la cannabis en Uruguay, muchos turistas piensan que cualquiera la puede consumir en el país. Sin embargo, debes saber que la marihuana NO es legal para turistas. Sólo los uruguayos o residentes del país, mayores de 18 años, la pueden consumir en forma legal y solo después de inscribirse.
• Como una forma de incentivar el turismo, Uruguay ha establecido políticas de devolución del IVA y Tax Free para turistas extranjeros. Esto quiere decir que, si realizas compras en comercios identificados como Tax Free, recibirás la devolución de un porcentaje de tu compra. De forma similar, podrás recibir la devolución del IVA, es decir un porcentaje del dinero gastado, en servicios turísticos. En ambos casos, se deben cumplir ciertos requisitos para hacer uso de estos beneficios. Al momento de comprar, es necesario pedir un formulario y guardar las boletas. Además, el Tax Free solo aplica para compras mayores a 500 pesos uruguayos.