Llegamos al Aeropuerto Internacional Atatürk en un vuelo Air France de 3 horas y media desde París. Es que desde que había visto una foto de la mezquita de Ortaköy junto a uno de los puentes que atraviesan el Bósforo, mi sueño había sido visitar Estambul, razón más que suficiente para incluirla en nuestro itinerario cuando decidimos viajar a Europa por primera vez.

Era una tarde de domingo a fines de octubre y de entrada, nos sorprendió la rapidez en los trámites de inmigración, por lo que luego de retirar nuestras maletas, nos fuimos a tomar el metro, que según mis cálculos nos dejaría en una estación cercana al hotel que habíamos reservado. El trayecto del tren por superficie nos fue dando cuenta de las particularidades de esta enorme metrópoli de más de 15 millones de habitantes.

Estambul conocida históricamente como Bizancio y, posteriormente, como Constantinopla, es la ciudad más poblada de Turquía y el centro histórico, cultural y económico del país. Desde su fundación en el 667 A.C., fue sucesivamente capital de distintos imperios, hasta 1923, cuando con el final de la Primera Guerra Mundial y la derrota del Imperio Otomano, el territorio europeo otomano quedó reducido a unas decenas de kilómetros en torno a Estambul. Así, cuando Mustafa Kemal Atatürk fundó la República de Turquía, el 29 de octubre de ese año, la capital fue trasladada de Constantinopla a Ankara, y en 1930 se adoptó Estambul como nombre oficial.

El Hotel Tom Square Boutique aunque estaba ubicado un barrio no muy bonito, estaba estratégicamente situado a cuadras de las mezquitas más importantes, del Gran Bazar y del “Cuerno de Oro”, un estuario a la entrada del estrecho del Bósforo, que divide la parte europea de la ciudad. En la recepción, los dueños de este nuevo hotel nos recibieron con un típico té turco y en su mejor inglés, nos indicaron los lugares que debíamos conocer. Luego, como las habitaciones del hotel estaban llenas, nos ubicaron en un lindo departamento a media cuadra de allí.

 LOS 20 IMPRESCINDIBLES

Ya instalados, nos fuimos a recorrer la ciudad que ya atardecía. En la calle Divan Yolu, donde se encuentran todo tipo de restoranes, bares, hoteles y tiendas, tomamos la línea 1 del tranvía para cruzar el Cuerno de Oro y bajarnos en la estación Karaköy. Desde allí, nos fuimos internando por empinadas callecitas hasta dar con la Torre del Gálata.

 ISTIKLAL CADDESI

Las calles se fueron ensanchando y el ruido fue aumentando hasta que para nuestra sorpresa, llegamos a la Istiklal Caddesi (Calle de la Independencia en turco), una de las avenidas más importantes de la ciudad, ubicada en el distrito histórico de Beyoğlu. Impactante fue darnos cuenta que siendo las 11 de la noche, el comercio estaba abierto y la calle repleta de gente. Claro, los musulmanes, a diferencia de nosotros, descansan los viernes y sábados.

A lo largo de casi tres kilómetros, este paseo peatonal conserva los edificios de arquitectura turca del siglo XIX, los que han sido transformados en boutiques, galerías de arte, teatros, cafés y restoranes. En los pisos superiores, la música emana estridente de pubs y clubes nocturnos. Un fascinante espectáculo coronado por el tranvía nostálgico que la recorre hasta la plaza Taksim.

Este tranvía inaugurado en 1990 funciona desde las 7 de la mañana a las 9 de la noche y hace 4 paradas en coches que datan de principios de siglo. Si hasta los revisores visten trajes de época.

 PLAZA TAKSIM

Al final de Istiklal Caddesi llegamos a la Plaza Taksim, considerada el centro neurálgico del Estambul moderno, y que alberga el Monumento a la República, inaugurado en 1928 en conmemoración del quinto aniversario de la fundación de la República de Turquía.

Desde entonces, ha sido un lugar importante para las protestas políticas, como el “Domingo sangriento” del 16 de febrero de 1969, cuando 150 manifestantes de izquierda resultaron heridos en enfrentamientos con grupos de derecha; o la celebración del Día del Trabajo en 1977, conocida como la “masacre de la Plaza Taksim”, donde 36 manifestantes de izquierda fueron asesinados por pistoleros no identificados.

En la actualidad, la Plaza Taksim es una zona repleta de bares, restaurantes y algunos de los hoteles más lujosos de la ciudad.

Explora la cara más moderna de Estambul y descubre sus lugares más emblemáticos con este tour gratuito por el barrio de Taksim.

Sabías que Taksim significa “distribución” en turco, nombre que le fue dado debido a que era el lugar en el que se centralizaba la distribución de agua de la ciudad desde 1732.

De regreso al hotel por la misma avenida Istiklal, nuevas cosas llamaron nuestra atención: la penetrante mirada de los hombres y las parejas de varones que caminaban tomados del brazo o que se hacían tiernas caricias. Pero ojo, porque como lo investigué después, esto no significa que sean gays, sino que se trata de señales de amistad.

Son estas típicas costumbres musulmanas que asoman tímidamente entre las tiendas Zara y los McDonald’s las que te hacen recordar que por muy europea que parezca, Estambul sigue siendo el corazón de Turquía.

Ya en la habitación para nuestra primera noche en la ciudad, el ruido de una construcción al lado de nuestro departamento, no nos dejaba dormir, así que decidimos ir a reclamar. Eran cerca de las 1 AM cuando la dueña del hotel nos dijo que no podía devolvernos el dinero. No nos parecía justo que no se nos hubiera advertido previamente de esta situación para haber sido nosotros los que decidiéramos si nos quedábamos o no. Finalmente, ante nuestras exigencias y la amenaza de llamar a la policía, de mala gana, accedió a reembolsarnos la mitad.

Allí comenzó la odisea de encontrar un “Taksi” que nos llevara a otro hotel. Caminamos por las desoladas calles hasta que dimos con un paradero de taxis. Pocas veces había sentido la desesperación de no poder darme a entender. Ni siquiera las señas servían. Hasta que finalmente, apareció un taxista que hablaba algo de inglés, y al que a duras penas pudimos explicarle nuestra solicitud. Él nos llevó a un hotel cerca de ahí en el que decidimos quedarnos. Sin embargo, todavía debíamos volver al anterior hospedaje a buscar nuestras maletas. Después de tener que regresar dos veces, porque en la primera olvidamos los pasaportes, pudimos cerrar los ojos a eso de las 2 y media de la mañana. Uff, había sido un primer día agotador.

El “Ezan”, la llamada a la oración, nos despertó de sopetón a eso de las 6 de la mañana. Como en las películas, esas voces amplificadas por los efectos de los parlantes, nos resultaron tan sorprendentes como mágicas. El Ezan se canta seis veces al día desde los altavoces de los minaretes de las mezquitas para llamar a la oración. La hora exacta cambia según el día y el lugar, de acuerdo con la longitud, latitud, la puesta del Sol y la relación geográfica a La Meca.

Los nombres y momentos en que se realizan resaltan ese encanto: Imsak, dos horas antes del amanecer, para despertar a los fieles para la oración; Güneş, al amanecer, antes de que aparezca el Sol; Ogle, al mediodía, cuando el Sol pasa por el cenit; Ikindi, por la tarde, cuando las sombras proyectadas por los objetos son iguales a su altura; Akşam, a la puesta del Sol, cuando ha desaparecido en el horizonte; y Yatsı, cuando la última luz del día ha desaparecido.



 GRAN BAZAR

De vuelta en las calles, el turno fue del Gran Bazar, uno de los mercados más grandes del mundo, con 45 mil metros cuadrados y 4 mil tiendas distribuidas en 64 calles. Y aunque la mayoría de ellas son joyerías, también se puede encontrar cerámica tradicional turca pintada a mano, alfombras de lana o seda, típicos kilims, bordados, antigüedades, especias y muchas otras cosas más.

El Gran Bazar fue construido por orden del sultán Mehmed II, el Conquistador. La primera gran sala se construyó entre 1455 y 1461. En el siglo XVI, durante el reinado de Suleimán el Magnífico, fue ampliado. En 1894 sufrió severos daños, por un terremoto, y fue completamente restaurado.

Las tiendas más importantes se ubican en el domo central del Cevahir Bedesten, donde es posible hallar pipas de agua, artículos en cobre, espejos de madreperla, joyas de oro con incrustaciones de coral y perlas. Para las sedas y telas está el Koylu Pazari, el “Mercado del Pueblo”, una de las secciones más antiguas del mercado.

Ubicarse en el Gran Bazar no es complicado, tiene 22 puertas, cuatro de ellas las principales, por las que se accede a las calles principales del mercado. Una vez dentro, podrás encontrar fácilmente lo que buscas, porque las calles tienen el nombre de los productos que se venden en ellas.

Lamentablemente, como el periplo por Europa continuaría, no pudimos comprar una de las hermosas lámparas turcas de vidrios multicolores. No obstante, aprovechamos la oportunidad para comprar algunos souvenirs de regalo para familiares y amigos. Por lo tanto, te recomiendo que si viajas a Estambul, planifiques una visita al Gran Bazar con tiempo, para que puedas regatear precios y comprar alguna de las hermosas artesanías que se ofrecen en el lugar.

Sabías que dentro del Bazar también hay dos mezquitas, dos hammams, varios cafés y restaurantes, fuentes, casas de cambio y sucursales bancarias.
 Entre Nuruosmaniye, Mercan y Beyazit / Tranvía: Beyazit (línea T1)
 Lunes a sábado: 8:30 a 19:30 horas / Domingo: cerrado
 Entrada gratuita
 http://kapalicarsi.com.tr/tr/

 MEZQUITA DE SULEIMÁN

Luego de caminar por el barrio de la Universidad de Estambul, visitamos la mezquita de Suleimán, una de las mezquitas más famosas y visitadas de Estambul. Fue construida entre los años 1550 y 1557 por orden de Suleimán I, más conocido como Suleimán el Magnífico, uno de los sultanes otomanos más ricos y poderosos de la historia.

Lamentablemente, la mezquita original fue destruida por un incendio en 1660, y fue reconstruida cambiando a un estilo casi barroco. Durante la Primera Guerra Mundial sufrió un nuevo incendio, debido a una explosión de las municiones almacenadas en el patio principal. Volvió a reconstruirse en 1956, tratando de respetar el diseño y la decoración originales.

El domo principal tiene 53 metros de alto y 27 de diámetro, está sostenido por cuatro grandes columnas. El interior está decorado con los tradicionales azulejos de Iznik, mientras que el mimbar y el mihrab son de mármol blanco. Magnífica y sencilla a la vez, la Mezquita de Suleimán resulta impactante por su diseño y belleza. En los jardines se encuentran las tumbas del propio Sultán Solimán y de su esposa Hürrem.

Sabías que la Mezquita de Suleimán es la más grande de Estambul porque Santa Sofía, al ser un museo, no se le considera como tal.
 Sami Onar Caddesi (está ubicada detrás de la universidad)
 Lunes a domingo: 9:30 a 16:30 horas (excepto en los horarios de oración)
 Entrada gratuita
 http://www.suleymaniyecamii.org (en turco)

Después llegamos al acueducto de Valente, finalizado bajo el reinado del emperador romano Valente en el año 368 y que pasa sobre la Avenida Atatürk, la que finalmente desemboca en el puente del mismo nombre. En el camino, llamaron nuestra atención los enormes carteles con la fotografía del entonces primer ministro turco Recep Tayyip Erdoğan (actual presidente) junto las numerosas obras de infraestructura desarrolladas para celebrar los 90 años de la República.

 KADIKÖY

Ya al otro lado del “Cuerno de Oro” decidimos tomar un tour hacia el lado asiático de la ciudad. Cruzando los 1560 metros del puente del Bósforo, fuimos descubriendo Kadıköy, uno de los distritos más comerciales y cosmopolitas de Estambul.

Kadıköy se caracteriza por las casitas de madera de colores otomanas, lugar que ha sido escogido por los jóvenes para vivir. La zona está llena de cafeterías, por lo que resulta muy entretenido ver a la gente que se pasea por el barrio.

 TORRE DEL GÁLATA

Un nuevo atardecer nos pilló en la Torre del Gálata, a la que esta vez sí pudimos subir para tener magníficas vistas de la ciudad, desde lo alto de Beyoğlu. Maravilla el horizonte plagado de minaretes mientras el Sol se pone. La torre, construida en 1348 como parte de la expansión de la colonia genovesa de Constantinopla, tiene una altura de 61 metros y nueve pisos. Cuando se construyó, se convirtió en la estructura más alta de Estambul.

La torre original fue construida, de madera, por el emperador Anastasius en el 507, y se utilizaba como faro. En el 1348, cuando los genoveses conquistaron Constantinopla, la reconstruyeron en piedra y la bautizaron como Torre de Cristo. En el siglo XV, durante el Imperio Otomano, fue utilizada como depósito y calabozo y, en el siglo XVI, como torre de vigilancia de incendios. En 1832, un incendio la dañó y fue reconstruida por Mahmut II.

Sabías que la altura de la Torre del Gálata no es lo que más llama la atención, sino su diámetro y la anchura de las paredes, la que alcanza 3,7 metros en su base y va disminuyendo hacia su cúspide, llegando hasta solo 20 centímetros.
 Büyük Hendek Cd, Bereketzade, Beyoğlu / Tranvía hasta Karaköy (línea T1). Desde ahí tomar el funicular de Tünel.
 Lunes a domingo: 9:00 a 20:00 horas
 Adultos: 25 TL

 PUENTE DEL GÁLATA

Al caer el Sol, decidimos cruzar el Puente del Gálata, un puente basculante de 490 metros que une Karaköy y Eminönü, y que tiene 2 pisos, el superior por donde circulan los vehículos y el tranvía, y el inferior donde se encuentran restoranes y cafeterías. Un paseo imperdible resulta contemplar el ir y venir de los transbordadores mientras los pescadores venden los peces que capturan.

Sabías que el primer puente sobre la desembocadura del Cuerno de Oro fue construido en 1845. Varios años después, en 1863, la llegada de Napoleón III provocó que fuera sustituido por un puente de madera. Después de éste se construyeron dos puentes más en 1875 y 1912. El puente actual data de 1992.

Cansados de tanto caminar, elegimos un restorán de la turística calle Divan Yolu. Los aromas y los colores invitan a comer, siendo fácil escoger gracias a los menús escritos en varios idiomas y con fotos de cada uno de los platos. Incluso, algunos garzones manejan algunas palabras en español producto del constante roce con los viajeros. No hay que olvidar que Estambul es una de las 10 ciudades más visitadas del mundo, con más de 12 millones de turistas al año.

Su gastronomía se caracteriza por el uso de varias especias y platos donde el kebab (carne asada) y el pescado son los principales protagonistas. La utilización de verduras y salsas de tomate o yogur para acompañar los platos también es muy común y popular.

Un plato imperdible por lo sabroso y sobre todo, por lo curioso que resulta es el Testi Kebab, que consiste en un guiso de cordero cocido en una vasija de barro sobre brasas de carbón y que se rompe al momento de servir. Igual de curioso es el pan, una especie de pan pita inflada que se revienta al pincharla.

De postre lo mejor son los dulces típicos, que puedes comprar en una de las tantas pastelerías que hay por toda la ciudad. Sus vitrinas son una verdadera atracción, por la diversidad de colores, formas y texturas. No te vayas de Turquía sin probar el Lokum, elaborado en base a azúcar y aromatizado con agua de rosas y limón. Su textura es un poco gelatinosa y para mi gusto, es un poco hostigoso. También puedes atreverte con el Baklava, un pastel hecho de nueces trituradas sobre una masa filo y bañado en almíbar o miel.

 MUSEO ARQUEOLÓGICO DE ESTAMBUL

El tercer día fue el turno de los museos, partiendo por el Museo Arqueológico, uno de los más importantes del mundo, fundado por el pintor y arqueólogo turco Osman Hamdi en 1891.

La colección del museo se reparte en tres partes, comenzando por los Museos Arqueológicos, que albergan algunos objetos mundialmente conocidos, como su gran colección de sarcófagos, entre los que se encuentra el Sarcófago de Alejandro (siglo IV).

La segunda es la colección de Arte Oriental, en la que se encuentran sepulcros otomanos y hallazgos de las culturas egipcia, sumeria y acadia. Aquí destacan las partes de la Puerta Babilónica de Istar. Por último esta la colección de cerámicas y joyas, la cual se ubica en el Pabellón de los Azulejos, un edificio que ordenó construir Mehmed II.

 Entre el Palacio Topkapi y el Parque Gülhane / Tranvía: Gülhane (línea T1)
 Martes a domingo: 9:00 a 17:00 horas / Lunes: cerrado
 Adultos: 30 TL / Menores de 12 años: entrada gratuita
 http://www.istanbularkeoloji.gov.tr

 PALACIO DE TOPKAPI

Luego fuimos hacia el Palacio de Topkapi, lugar desde donde los sultanes gobernaron su imperio hasta mediados del siglo XIX. En sus 700 mil metros cuadrados, cuenta con cuatro patios y múltiples edificios en su interior: sala de armas, cocina, establos reales, tesoro y el Harén, lugar donde residía el Sultán, su familia y un conjunto de entre 500 y 800 mujeres.

Fue construido en el siglo XV, durante el período otomano, cuando el sultán Mehmed convirtió a Constantinopla en capital del imperio. Su construcción comenzó en 1470 y fue siendo ampliado por los posteriores gobernantes. En 1856, el Sultán Abdulmecid decidió trasladar su residencia al Palacio Dolmabahçe.

Después del establecimiento de la República, el palacio fue convertido en museo. En el primer patio, al que se accede por la Puerta del Sultán, se encuentran el Museo de Arqueología, el Pabellón de los Azulejos, de 1472, y las salas de guardia.

Para visitar está el Tesoro, donde se encuentran algunos de los objetos más valiosos del mundo, como el diamante del cucharero, un diamante de 88 quilates que perteneció a Letizia Ramolino, madre de Napoleón, o la daga topkapi, el arma más cara del mundo, construida en oro con esmeraldas incrustadas.

El Harén, en tanto, era el lugar donde residía el Sultán, su familia y un conjunto de entre 500 y 800 mujeres de alto nivel cultural y adiestradas en ciertas habilidades. Tiene 400 habitaciones, unidas por corredores, y completamente aisladas del mundo exterior. Se pueden ver algunas habitaciones, los baños y el salón del sultán, decorado con azulejos, con su piscina y su fuente. Ojo que para acceder al Harén es necesario comprar una entrada aparte.

Conoce la historia del Imperio otomano en el Palacio de Topkapi y ándate de compras al Gran Bazar con este tour.

 Eminönü, 34122 Cankurtaran (subiendo por detrás de Hagia Sophia) / Tranvía: Sultanahmet (línea T1)
 Miércoles a lunes: 9:00 a 17:00 horas (desde abril hasta octubre hasta las 19:00) / Martes: cerrado
 Palacio: 100 TL / Harén: 70 TL
 https://www.millisaraylar.gov.tr/en/palaces/topkapi-palace

 PARQUE GÜLHANE

Al terminar paseamos por el Parque Gülhane, el más antiguo de Estambul, ubicado a los pies del Palacio de Topkapi. El parque fue abierto al público en 1912 y contaba con diversas atracciones entre las que se encontraba un zoológico.

Hoy en día es un lugar ideal para dar un paseo, sentarse a descansar o tomarse un típico té turco en una de sus terrazas, desde las que se disfrutan unas estupendas vistas de la parte asiática. Fue aquí donde nos dimos cuenta de la enorme cantidad de gatos que hay por todos lados, gatos que no tienen dueño, pero que todos alimentan y acarician.



 TOUR POR EL BÓSFORO

Así que luego de tomar un típico té turco con unas preciosas vistas de la ciudad, caminamos hasta Eminönü, donde tomamos un tour en barco por el Bósforo, otro imperdible en un viaje a Estambul.

Durante el recorrido de una hora y media pueden verse los palacios Bylerbeyi, Ciragan y Dolmabahçe; los dos puentes que atraviesan el estrecho, el Boğaziçi y el Fatih Sultan Mehmed; y la Fortaleza de Rumeli Hisar, un castillo construido a mediados del siglo XVI para prevenir que la flota bizantina cruzara el estrecho. Aunque si viajas por más días, te recomiendo tomar el tour a las Islas Príncipe, donde puedes recorrer sus hermosas calles con casas de madera a pie, en bicicleta o en coches tirados por caballos.

Disfruta de un crucero nocturno con cena y espectáculo, y deléitate con las mejores vistas de Estambul cuando anochece y todo se viste de luces.

 PLAZA SULTANHAMET

De regreso en la ciudad, nos dirigimos a la Plaza Sultanahmet, donde se hayan dos de los edificios religiosos más imponentes e importantes de Estambul: la Basílica de Hagia Sophia y la mezquita de Sultanahmet, más conocida como la Mezquita Azul.

Pero aparte de Hagia Sophia y la Mezquita Azul, está el Hipódromo de Constantinopla, un lugar histórico del cual se conservan algunos vestigios, como la Columna de Constantino, de 35 metros de alto y que fue construida en el año 330 por Constantino VII para celebrar la designación de Constantinopla como capital del nuevo Imperio Romano.

También destaca la Columna Serpentina, el segundo monumento más antiguo del Hipódromo, que simboliza la victoria de las ciudades griegas en las Guerras Médicas del siglo V a. de C.

Por último, el Obelisco Egipcio es el monumento más antiguo de toda la ciudad, puesto que tiene más de 3500 años de antigüedad. Se trata de un obelisco de 20 metros de alto y 300 toneladas, que fue construido por el faraón Tutmoises II para conmemorar el éxito en Mesopotamia y que fue trasladado posteriormente a Estambul.

Conoce todas las curiosidades de Estambul con este tour gratuito.

 BASÍLICA DE HAGIA SOPHIA

Hagia Sophia o Santa Sofía se construyó entre los años 532 y 537 por orden del emperador bizantino Justiniano I y es el símbolo de Estambul, ya que se sitúa en el punto más alto de la ciudad, definiendo la panorámica de la ciudad con sus cuatro minaretes y su cúpula de más de 30 metros de diámetro.

Para entender su grandiosidad, basta un dato: durante casi mil años fue la sede de la Iglesia Ortodoxa de Constantinopla. En el año 1204, los cruzados expulsaron al patriarca de Constantinopla, reemplazándolo por un obispo apostólico romano, y saquearon la iglesia. Muchos de los tesoros robados se exhiben hoy en San Marcos, Venecia.

En 1453, el Sultán Mehmet conquistó la ciudad y convirtió Santa Sofía en la principal mezquita de Constantinopla, título que conservó durante otros 500 años. Finalmente, en 1935, el presidente Kemal Atatürk la convirtió en museo para poder sustentar su mantenimiento.

Una vez dentro, lo que más llama la atención es lo alta y lo grande que es la nave principal, de 70 por 74 metros. La iluminación difusa, los enormes medallones decorativos y las columnas monolíticas sobrecogen. Santa Sofía tiene dos pisos, por lo que te recomiendo subir al piso de arriba para contemplarla desde otra perspectiva y ver unos preciosos mosaicos como el que muestra al emperador Constantino y a la emperatriz Zoe adorando a Cristo.

Sabías que en la época bizantina, Hagia Sophia estaba decorada con mosaicos que representaban a la Virgen María, Jesús, los santos y los emperadores. Sin embargo, al convertirse en mezquita, los mosaicos fueron cubiertos. Fue con la restauración de 1847 que se descubrieron bajo el yeso, pero no se pudieron restaurar por completo hasta 1931.
 Plaza Sultanahmet / Tranvía: Sultanahmet, línea T1
 1º de noviembre al 31 de marzo: martes a domingo: 9:00 a 18:00 horas / 1º de abril al 30 de octubre: martes a domingo: 10:00 a 17:00 horas
 Entrada: 100 TL / Menores de 8 años: entrada gratuita
 https://muze.gov.tr/muze-detay?SectionId=AYS01&DistId=AYS

 MEZQUITA AZUL

Por su parte, la Mezquita Azul es la más importante de Estambul. Su nombre en turco es Sultanahmed Camii (Mezquita del Sultán Ahmed), ya que fue construida por el Sultán Ahmed I entre 1609 y 1616, siendo inaugurada en 1617, durante el mandato de Mustafá I.

Es la única mezquita con 6 minaretes de Estambul. De hecho, la construcción de los seis minaretes no estuvo exenta de polémica, ya que igualaba en número de minaretes la mezquita de La Meca, la más sagrada del Islam, de tal forma que el Sultán tuvo que pagar el costo de construcción de un séptimo minarete en la mezquita de La Meca.

Por dentro, la mezquita impacta por los cuidados detalles en su ornamentación. Y es que los azulejos, predominantemente azulados, de cerámica de Iznik en su cúpula, paredes y pilares son los que han hecho que sea conocida como la Mezquita Azul. También resaltan las 260 coloridas ventanas con motivos florales, que se ubican de tal forma que la cúpula central parece estar suspendida en el aire.

Hay que recordar que cuando visites la Mezquita Azul (u otra de las mezquitas de la ciudad), debes llevar ropa apropiada y sacarte los zapatos antes de entrar. Las mujeres deben llevar los hombros y el pelo tapado. Durante las horas de culto, la mezquita está cerrada al turismo.

 Plaza Sultanahmet / Tranvía: Sultanahmet, línea T1
 Lunes a domingo: 8:30 a 11:30 horas, 13:00 a 14:30 horas y 15:30 a 16:45 horas
 Entrada gratuita
 http://www.sultanahmetcamii.org

En la plaza Sultanahmet no te olvides beber un jugo natural de granada en uno de los tantos puestos callejeros. Son deliciosos y además muy tentadores cuando hace calor.

Ya por la noche, subimos a la terraza bar de un hotel en Divan Yolu, desde donde vimos los fuegos artificiales en conmemoración de los 90 años de la República, los que se celebraban con la inauguración de grandes obras como “Marmaray”, un túnel ferroviario de 13,6 kilómetros bajo el estrecho del Bósforo, que tuvo un costo de 4 mil millones de dólares y que fue el sueño de los sultanes otomanos desde hace más de un siglo.

 CISTERNA BASÍLICA

El último día en la ciudad visitamos la que para mi gusto es la construcción más increíble en Estambul. La Cisterna Basílica (Yerebatan Sarayı, que en turco significa “Palacio Sumergido”) es la más grande de las 60 antiguas cisternas construidas bajo la ciudad, edificada entre los años 527 y 565, durante el reinado del emperador bizantino Justiniano I para evitar la vulnerabilidad que significaba que se destruyera el Acueducto de Valente.

Tiene aproximadamente 143 metros por 65 metros y su techo está soportado en un bosque de 336 columnas, cuyos capiteles son principalmente de estilos jónico y corintio, y que fueron traídas a Constantinopla desde templos paganos de Anatolia.

Al final de la cisterna, se encuentran dos columnas cuyas bases tienen el rostro de Medusa, una posicionada de lado y otra boca arriba. La tradición dice que los bloques están orientados de esta forma con el fin de anular los poderes de la mirada de Medusa, que deja petrificado a quien osa mirarla.

Sabías que se calcula que la Cisterna Basílica podía llegar a acumular hasta 100.000 m3 de agua.
 Yerebatan Cd, 2 (al oeste de Hagia Sophia) / Tranvía: Sultanahmet (línea T1)
 Lunes a domingo: 9:00 a 17:30 horas (en verano hasta las 18:30 horas)
 Adultos: 30 TL
 http://yerebatansarnici.com

 BAÑOS TURCOS ÇEMBERLITAS

Otro de los imperdibles de Estambul, algo que no podíamos dejar de hacer antes de irnos de la ciudad era ir a un baño turco. Así que por recomendación, llegamos a los baños de Çemberlitas, uno de los más tradicionales y conocidos de la ciudad.

Ubicados no muy lejos del Gran Bazar, los baños de Çemberlitas fueron construidos en 1584 durante el mandato de la “Sultana” Nurbanu, nacida en Venecia a mediados del siglo XVI y llevada a Constantinopla por corsarios otomanos.

El baño está dividido en dos secciones idénticas, una para hombres y otra para mujeres. Los interiores tienen paredes y pisos de mármol, columnas que sostienen las numerosas bóvedas, y linternas que permiten el paso de luz natural.

Hay zonas de uso común y cubículos privados. No obstante, las salas y tratamientos se hacen por separado, por lo que al entrar debes pedir el programa que quieres: baño tradicional (con masaje y baño de espuma), masaje con aceites esenciales, reflexología, masaje indio y máscara facial de arcilla.

Sabías que durante el siglo XVIII, Estambul llegó a tener más de 150 baños y que etimológicamente, la palabra Hammam (el nombre en árabe) significa “que expulsa calor”. 
 8 Vezirhan Caddesi / Tranvía: Çemberlitaş (línea T1)
 Lunes a domingo: 8:00 a 22:00 horas
 Un servicio tradicional cuesta 255 TL, aunque los precios varían según el servicio deseado
 https://www.cemberlitashamami.com/cemberlitas-bath-historical-turkish-bath/



 BAZAR DE LAS ESPECIAS

Después de hacernos un cariño en el hammam, nos fuimos hasta el Bazar de las Especias, uno de los mercados cubiertos más antiguos de Estambul, construido en el siglo XVII y donde se vendían especias de todo Oriente, hierbas medicinales y medicinas. Cabe destacar que como la mayoría de estos productos provenían de Egipto, se le conocía como “Bazar Egipcio”.

Su construcción comenzó en 1660 por orden de Hatice Turhan, la madre de Mehmed IV, con el fin de mantener financieramente la Nueva Mezquita, junto a la cual se encuentra. El mercado tiene 6 entradas y 86 tiendas en las que se pueden comprar todo tipo de especias, tés de hierbas, comidas tradicionales turcas (como el lokum), frutos secos, semillas, dulces típicos, aceites, esencias y perfumes.

Aunque también hay tiendas en las que podrás comprar manteles bordados a mano, cojines, cerámica, joyas, lámparas y otros productos. Dentro del bazar hay restaurantes en los cuales se pueden probar algunos de los platos turcos tradicionales.

 Rüstem Paşa Mahallesi / Tranvía: Eminönü (línea T1)
 Lunes a domingo: 9:00 a 19:00 horas
Entrada gratuita
 http://www.misircarsisi.org.tr/en/

 PALACIO DE DOLMABAHÇE 

Pasado el mediodía tomamos el tranvía hasta Kabataş para visitar el Palacio de Dolmabahçe, construido entre 1843 y 1856 por el Sultán Abdulmecid, y que sustituyó al Palacio Topkapi como residencia de los sultanes desde 1856 hasta 1924, año en que se abolió el califato.

Con una fachada de más de 600 metros y una superficie de 15.000 metros cuadrados, el Palacio de Dolmabahçe cuenta con 285 habitaciones, 43 salas, 68 baños y 6 baños turcos; y está diseñado con una combinación de los estilos occidentales barroco, rococó y neoclásico mezclados con el estilo tradicional otomano.

La visita consta de cuatro partes: Selamlik, Harén, Museo del Reloj y Pabellón de Cristal, siendo las dos primeras las más importantes. Selamlik es la parte más llamativa del palacio y las dependencias administrativas y los salones oficiales, donde destacan la Escalera de Cristal y el Salón del Trono (Salón Muayede), que con 2 mil metros cuadrados y 36 metros de altura, 56 columnas y una lámpara de araña de cuatro toneladas y media de peso, te deja con la boca abierta. El Harén, por su parte, comprende las dependencias privadas del Sultán y su familia.

Hay que tener en cuenta que para recorrer el palacio hay que hacerlo en visitas guiadas, y aunque éstas son sólo en inglés y en turco, hay folletos en otros idiomas (incluido español).

 Dolmabahçe Caddesi / Tranvía: Kabataş (línea T1)
 Martes a domingo: 9:00 a 16:30 horas / Lunes: cerrado
 Selamlik: 90 TL / Harén: 60 TL
 https://www.millisaraylar.gov.tr/en/palaces/dolmabahce-palace

 MEZQUITA DE ORTAKÖY

Ya casi al final de nuestro viaje, fuimos a la Mezquita de Ortaköy, la imagen que me motivó aventurarme a conocer Estambul.

Ubicada a orillas del Bósforo, casi tocando el agua, la Mezquita de Ortaköy es para muchos, la más bonita de Estambul. Fue construida por orden del Sultán Abdülmecit entre 1854 y 1856, en estilo neobarroco otomano, y según cuenta la historia, los sultanes que vivían en el Palacio Baylerbeyi, ubicado en la orilla opuesta, atravesaban el estrecho en góndola para rezar en ella.

De su arquitectura destaca la hermosa cúpula flanqueada por dos altos minaretes, la fachada decorada con una enorme cantidad de adornos y detalles, y las vidrieras exquisitamente decoradas. En su interior, el mármol rosáceo, los detallados mosaicos y la luz que penetra desde el exterior, ofrecen un espectáculo sobrecogedor.

En los alrededores de la mezquita hay restaurantes y terrazas donde es una delicia sentarse a tomar algo y disfrutar del paisaje. También es una zona donde se instalan numerosos puestos callejeros de souvenirs, comidas típicas y artesanía.

 Mecidiye Mahallesi, Mecidiye Köprüsü Sk. 1 / Autobuses: desde Taksim las líneas más recomendables son la 40T, DT1 o DT2
 Martes a domingo: 9:00 a 16:30 horas / Lunes: cerrado
 Entrada gratuita

 LEVENT

Para terminar fuimos al barrio de Levent, ubicado dentro del distrito de Beşiktaş y que es el centro financiero de la ciudad, donde se encuentran algunos de los principales rascacielos, como el edificio Sapphire de 260 metros de altura (el más alto de Estambul) o la torre İş Bankası, de 195 metros. Aquí también se hallan varios centros comerciales, como el Kanyon, donde aprovechamos de comer.

En el recuento antes de partir nos quedaron la cantidad de imágenes y sensaciones que evoca esta ciudad en todos sus rincones, producto de su estratégica ubicación entre dos continentes y dos mares, característica única que a lo largo de su milenaria historia, ha provocado una exquisita mezcla de culturas, razas y sabores, hasta conformar la fascinante y maravillosa Estambul de hoy.

 MAPA

 CLIMA

Los veranos en Estambul son calurosos, las temperaturas llegan fácilmente a los 40ºC y la humedad no ayuda a tener un ambiente más llevadero. Es poco probable que llueva en verano, pero si sucede, se trata de una lluvia corta seguida de un inclemente sol. Por su parte, es normal encontrarse con fuertes nevadas durante el invierno.

Las épocas más recomendables para visitar Estambul son la primavera (abril y mayo) y el otoño (de finales de septiembre a principios de noviembre). Y aunque no existe una estación lluviosa, en estos meses puede sorprenderte un día gris y lluvioso.

Asimismo, como Estambul es una ciudad grande, es probable que te encuentres con distintas condiciones climáticas en el área de Levent o Sariyer (al norte). En general, las zonas más cercanas al Mar Negro, al norte de la ciudad, tienen mayor porcentaje de humedad.

 ¿CUÁNTOS DÍAS ESTAR?

Si bien yo estuve 3 días en Estambul, me quedé corto. Se trata de una ciudad enorme, con una infinidad de lugares para conocer. Así que si puedes, planifica al menos unos 5 días para visitar museos, palacios y mezquitas, ir de compras al Gran Bazar, hacer un crucero por el Bósforo, ir a un baño turco, tomar un ferry a las Islas Príncipe, cruzar a la parte asiática, entre tantas otras cosas.

 ALOJAMIENTO

Estambul es una ciudad tan grande y visitada, que dispone de una gran cantidad de alojamientos para todos los tipos de viajeros y bolsillos. Y como es habitual en las grandes ciudades europeas, el centro histórico es el que acumula la mayor parte de monumentos más importantes, como Hagia Sophia, el Gran Bazar o la Mezquita Azul, por lo que es el más elegido por los turistas.

Las mejores zonas y las más recomendables para alojar en Estambul se encuentran en la parte europea. Los barrios más populares son Sultanahmet y Eminönü, para quienes privilegian las visitas turísticas, y Karaköy/Galata, y los barrios cercanos a la Plaza Taksim para los que buscan, además, sitios más animados, con buenos restaurantes y vida nocturna.

Sultanahmet: Se trata, sin duda, del barrio turístico por excelencia, ubicado en el distrito de Fatih, corazón del “Estambul viejo”. Aquí se encuentran los principales atractivos como Hagia Sophia, la Mezquita Azul o el Palacio de Topkapi. La oferta hotelera es muy amplia, con muchas opciones concentradas en la zona. Además, es un barrio muy seguro y una zona tranquila, ideal si se viaja con niños o en plan tranquilo.

Eminönü y Sirkeci: Es otro de los barrios históricos, donde se ubican el Gran Bazar y el Bazar de las Especies. Además, Eminönü se sitúa sobre la costa del Cuerno de Oro, lo que lo convierte en un importante punto de comunicaciones. Cuenta con la estación de ferris más importante de todo el Bósforo y las principales estaciones de ferrocarril y autobuses.

Beyoğlu: Separado del casco antiguo por las aguas del Cuerno de Oro, este distrito es especialmente cosmopolita y con mucho ambiente, acogiendo la mayoría de los consulados extranjeros. En los últimos años, esta zona se ha transformado progresivamente,  proliferando bares, tiendas de arte, hoteles y restaurantes. El acceso a los principales monumentos no es difícil, atravesando los puentes Galata o Ataturk o cruzando el Cuerno de Oro en un ferry. La oferta de alojamiento es muy variada, ubicada principalmente en torno a la Istiklal Caddesi, avenida peatonal de casi tres kilómetros repleta de tiendas de todo tipo.

Karaköy o Gálata: Es uno de los barrios del distrito de Beyoğlu, al norte del Cuerno de Oro, donde se halla la Torre del Gálata. Es un barrio popular, con encanto, caracterizado por sus calles estrechas y empinadas.

Plaza Taksim y alrededores: Lugar preferido para los eventos públicos y celebraciones sociales, es una importante área comercial, turística y de ocio, reconocida por su inmensidad de restaurantes, tiendas y hoteles. Hay una gran cantidad de hoteles de todas las características, incluyendo algunos de los establecimientos más lujosos de Estambul y los grandes hoteles de las principales cadenas.

 TRANSPORTE

Lo más cómodo para moverse por la ciudad es el transporte público, ya que el tráfico puede resultar algo caótico en algunos momentos. Además, la red de transporte público cubre prácticamente toda la ciudad.

Tarifas de transporte:

  • Autobús, metro, tranvía y funicular: 2 TL (1 jeton)
  • Ferry, tren suburbano: 2 TL (1 jeton)
  • Tünel, tranvía nostálgico: 1 TL

 ISTAMBULKART 

La tarjeta Istanbulkart es una tarjeta magnética que sirve para toda la red de transporte público de Estambul y se puede comprar en kioscos y en las principales paradas de transporte público. Cuesta 10 TL y puede cargarse por la cantidad que uno desee en las máquinas recargadoras, las que tienen el menú en turco, alemán e inglés.

Las principales ventajas de la Istanbulkart son que con ella tienes descuentos en cada viaje y, en vez de pagar 4 liras por trayecto, pagarás sólo 2,15 TL; puedes hacer hasta 5 transbordos en diferentes medios de transporte con descuento; y claro, no tendrás que comprar un jeton para cada viaje.

 METRO

El metro de Estambul está formado por 6 líneas y más de 100 kilómetros de vías. La más útil para los turistas es la M1, que va de Aksaray a Otogar (estación de autobuses).

El precio del viaje es de 2 TL (1 jeton). El metro funciona entre las 6 de la mañana y las 12 de la noche, con una frecuencia que varía entre 5 y 10 minutos.

 TRANVÍA

Existen 3 líneas de tranvías, además del Tranvía Nostálgico que hace un recorrido por la zona histórica. De las cuatro líneas en funcionamiento, la T1 es la que pasa por casi todos los puntos de interés turístico.

Funciona entre las 6 de la mañana y las 12 de la noche, con una frecuencia de 10 o 15 minutos. El precio de las líneas normales es de un jeton. El tranvía nostálgico tiene un precio menor y se paga directamente al conductor.

  • T1: Va desde el distrito de Bağcılar a Kabataş por la costa del Mar de Mármara, y pasa por el Gran Bazar, el Bazar de las Especias, la Mezquita Azul y Sultanhamet. Cruza el Puente del Gálata y pasa por la Plaza Karaköy. En Kabataş pasa por las terminales de ferry y la parada del funicular. Llega hasta la Plaza Taksim.
  • T3: Kadıköy-Moda
  • T4: Topkapi-Habibler

 FERRY / BARCO

El barco es un medio de transporte fundamental para muchos ciudadanos de Estambul, especialmente para aquellos que trabajan en distintos continentes. Los tipos de barcos en Estambul son:

  • Seabus (deniz otobüs, autobús marítimo): Es un servicio rápido de catamaranes o transbordadores por el Estrecho del Bósforo y el Mar de Mármara. Por su velocidad, son los que se usan para los recorridos más largos. No son los mejores para los visitantes, ya que no llevan, en general, a sitios de interés turístico, excepto las Islas Príncipe. La terminal más importante, Yenikapı Feribot, se encuentra en Yenikapi, cerca de la Plaza Aksaray.
  • Ferrys: La empresa IDO opera también los transbordadores clásicos o ferry, con una flota de más de 20 ferrys, y rutas que cubren 27 puertos diferentes, a lo largo del Estrecho del Bósforo (sobre ambas márgenes) y el Mar de Mármara.

Los muelles más importantes en la parte asiática son Üsküdar (al norte) y Kadıköy (al sur). En la parte europea se encuentran Eminönü (al sur del Puente Gálata), Karaköy (al norte del Puente del Gálata) y Beşiktaş (entre los dos puentes del Bósforo).

No todas las rutas tienen los mismos horarios, por lo que es necesario revisar en la boletería al comprar el billete. Los precios también varían, dependiendo del trayecto, aunque el mínimo es 1,5 TL. Los barcos turísticos que recorren el Bósforo comienzan a partir de 7,50 TL.

 BUSES

El servicio de autobuses cuenta con unas 500 líneas diferentes y más de 8.000 paradas, por lo que puede ser difícil de entender.

Hay dos clases de autobuses: autobuses normales (públicos y privados) y minibuses o dolmus. Los autobuses públicos están operados por la empresa IETT y generalmente van muy llenos y son algo lentos.

Los autobuses privados están operados por distintas empresas y cubren las rutas más transitadas. El precio del billete es el mismo que para los autobuses públicos. La única diferencia es que, en algunas líneas, se puede pagar el billete en efectivo en el mismo autobús. Los autobuses privados son de color verde o celeste.

Ambos sistemas de autobús funcionan entre las 6 de la mañana y las 11 de la noche. El precio es de 2 TL (1 jeton). Con Istanbulkart 1,65 TL.

 FUNICULAR

Los funiculares de Estambul conectan las partes bajas de la ciudad con la Plaza Taksim y sus proximidades.

Existen dos líneas: FN1 que va de Karaköy a Beyoğlu Tünel, y FN2 que va de Kabataş a la Plaza Taksim. El viaje tarda un minuto y medio, y la frecuencia aproximada de salida es de 3 minutos y medio aproximadamente. Cabe destacar que el funicular de Tünel, en funcionamiento desde 1875, es el segundo transporte subterráneo más antiguo del mundo por detrás del metro de Londres.

Los funiculares funcionan entre las 6 de la mañana y las 12 de la noche. El billete del FN1 cuesta 1 TL, mientras que el FN2 cuesta 2 TL (o un jeton).

 TAXIS

Los taxis de Estambul son de color amarillo y llevan el letrero “Taksi” en el techo del vehículo. Si bien son un medio de transporte rápido y bastante económico, el viaje en taxi puede resultar una mala experiencia, ya que la mayoría de los choferes no hablan inglés, son poco prudentes al conducir, generalmente no tienen cambio para dar el vuelto y es habitual que hagan un trayecto más largo que lo necesario si detectan que no conoces bien el recorrido.

Te recomiendo insistir en que el conductor haga funcionar el taxímetro antes de comenzar el viaje. Asimismo, no es recomendable acordar de antemano un precio por el viaje. Lo mejor es no tomar taxi en la calle, sino pedirlo en el hotel, o bien tomar alguno de los taxis que están en las paradas frente a los hoteles.

La bajada de bandera es de 3,45 TL y 2,10 TL por kilómetro recorrido. El precio mínimo por trayecto es de 8,70 TL y si en éste se atraviesan los puentes del Bósforo, el cliente debe pagar el peaje.

 CONSEJOS

  • Cuando visitas Estambul debes tener en cuenta que los viernes es el día del rezo, por lo que no podrás acceder al interior de las mezquitas. El resto de los días puedes entrar a ver una misa islámica y la verdad es que vale la pena, especialmente cuando llega el momento final de la oración.
  • Como manda la tradición islámica, a las mezquitas hay que entrar descalzos. Se puede dejar los zapatos a la entrada o meterlos en una bolsa. Las mujeres deben llevar los hombros y el pelo tapado. Y aunque en la entrada facilitan todo lo necesario para adecuar la vestimenta, para las mujeres, lo más práctico es llevar siempre un pañuelo en la mochila. Actúa como si estuvieras en cualquier otro templo, no hagas fotos donde no esté permitido, trata de pasar desapercibido y haz tu visita en silencio.
  • No te preocupes de llevar liras. Los turcos son grandes comerciantes y encontrarás oficinas de cambios de moneda por todas partes con 0 comisiones (en el aeropuerto sí las cobran). ¡Ojo con el tema del regateo! Los comerciantes suelen ser muy vivos, así que intenta ser más avispado que ellos.
  • El té es muy importante en Turquía, parte clave de su cultura. Es común que sea ofrecido en cualquier parte, incluso en el interior de las tiendas a los clientes, sirviendo de excusa perfecta para comenzar una conversación con el anfitrión. Por lo tanto, rechazarlo es considerado como un signo de descortesía.

8 COMENTARIOS

  1. Hola Andi, buenas tardes, hemos coincidido con tu blog de viajes y debemos feliciar tu iniciativa cultural, es muy valiosa tu informacion de viajes, gracias por darte el trabajo de invertir tanto tiempo y talento en este blog, mi madre va de viaje a Estambul y le ha encantado tu articulo sobre este destino, recibe saludo de nuestra parte, un gran viaje y gracias por compartir tan valiosa información!!!

    • Muchas gracias Juan por tus comentarios. Soy feliz viajando y compartiendo mis experiencias para que otros se animen a viajar. Así que nada más que desear que tu madre tenga un viaje maravilloso a Estambul… de seguro, la va a disfrutar muchísimo!

  2. UN informe muy completo para solo tres dias !!! Estuvimos con mi señora dos veces, la última en enero y a pesar de estar 7 dias nos quedamos cortos… Y eso que en el 18 estuvimos 4/5 dias !!!!! Estambul siempre te espera con una sorpresa ! es magética

    • Exacto Jorge, Estambul es magnética y desde siempre quise conocerla. Lamentablemente, mis tiempos son limitados y viajar desde Chile se hace muy complicado, así que cuando la visité, solo fue por 3 días… aunque en algún momento de la vida espero volver y disfrutarla mucho más.

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