Fue en mi primer viaje a Perú, allá por el verano de 2009, cuando después de pasar unos días en Lima, mis amigos nos recomendaron ir a Machu Picchu, por lo que rápidamente compramos los pasajes para llegar primero a Arequipa y luego, tomar un bus nocturno hasta el Cusco.

Recuerdo que el viaje fue horrible. Con la idea de aprovechar de ahorrar una noche de hotel, compramos boletos para un bus salón cama donde pudiéramos dormir. Sin embargo, como la ruta entre Arequipa y Cusco está repleta de cuestas, prácticamente no dormimos nada porque el bus se balanceaba de un lado a otro cuando tomaba las curvas a gran velocidad. Por lo que si vas a optar por el bus para viajar al Cusco, mi recomendación es que te tomes alguna pastilla para conciliar un buen sueño, o bien, hagas el viaje de día, si es que no pretendes ahorrarte una noche de hotel.

Llegamos a la capital del antiguo imperio Inca solo con los boletos del tren para ir a las ruinas de Machu Picchu, así que tras desembarcar, cogimos un taxi que nos llevó hasta el centro, donde encontramos el Casa Grande Colonial Palace, nuestro hotel por las siguientes tres noches.

Situada a 3.400 metros de altura en la cordillera de los Andes, el Cusco fue la capital del imperio Inca y una de las ciudades más importantes en la época colonial española. Declarada Patrimonio de la Humanidad en 1983, todavía conserva restos de templos y construcciones incas en los cimientos de numerosos edificios coloniales, en los que puedes observar esta mezcla de las dos culturas.

En la actualidad, el Cusco cuenta con casi 500 mil habitantes y es una ciudad llena de vida y atractivos, con un estilo colonial bien definido. Aquí se encuentran algunas de las iglesias más bellas del continente, como la Catedral y la Compañía de Jesús.

 LOS LUGARES QUE DEBES VISITAR

 PLAZA DE ARMAS

Pues bien, ya instalados en el hotel, dormimos un par de horas y nos lanzamos a conocer esta hermosa ciudad, partiendo por su Plaza de Armas, rodeada por preciosos portales coloniales en los que se encuentran bares, restaurantes y tiendas, incluidas grandes cadenas como McDonald’s o Starbucks.

Cuenta la leyenda que Manco Cápac y Mama Ocllo llegaron hasta aquí buscando el lugar correcto para fundar el imperio. Les había enviado el dios Inti, padre de Manco Cápac, quien les ordenó que llevaran una vara de oro y, en el terreno en el que ésta se hundiera, era donde se tenía que fundar la nueva ciudad.

Cuando llegaron a Cusco, el lugar donde ahora se encuentra la Plaza de Armas era un pantano, por lo que la vara  se hundió y los fundadores del imperio comenzaron a preparar el terreno para construir lo que sería su capital. Más tarde, el inca Sinchi Roca, sucesor de Manco Cápac, ordenó el secado del pantano para transformar el lugar en el centro administrativo, cultural y religioso de lo que sería el gran imperio Inca.

Durante la época Inca, la Plaza de Armas ocupaba un espacio mucho más extenso del que conocemos ahora, y en torno a ella se encontraban los palacios más importantes como Pachacútec, Huayna Cápac o Viracocha. Además, éste era el punto de partida de la gran red de caminos incas, el Qhapaq Ñan, que conectaban a todo el imperio.

Sin embargo, cuando los conquistadores españoles llegaron a Cusco, destruyeron las construcciones y, sobre sus ruinas, levantaron sus casonas coloniales, así como la catedral y otros templos religiosos, dividiendo la antigua plaza en tres: la Plaza de Armas, la Plaza del Regocijo y la Plazoleta de la Merced.

Cabe destacar que uno de los episodios más importantes de la historia de la Plaza de Armas es el de la ejecución de Túpac Amaru II, cusqueño que comenzó una rebelión en contra de todo aquello relacionado con España. En 1781, fue capturado y condenado a la ejecución. Después de ver cómo asesinaban a sus familiares y amigos, los españoles ataron sus brazos y piernas a cuatro caballos para desmembrarlo. Sin embargo, la historia cuenta que no fueron capaces de matarlo, así que decidieron cortarle la cabeza y exponerla como trofeo.

Sabías que, cada 24 de junio, en la Plaza de Armas se celebra la famosa fiesta inca del Inti Raymi en honor al sol.

 Conoce la capital del Imperio Inca con este free tour y recorre la Plaza de Armas, el barrio de San Blas y mucho más.

 CATEDRAL DE CUSCO 

Ubicada en la Plaza de Armas, la Catedral del Cusco es uno de los más hermosos y significativos monumentos de América. Construida entre los años 1560 y 1664 sobre el Quishuarqancha, antiguo palacio del inca Huiracocha, con enormes bloques de piedras traídas de Sacsayhuamán, esta iglesia es considerada Patrimonio Cultural de la Nación con su mezcla de estilos gótico, barroco y renacentista.

Cuando los españoles llegaron al Cusco, comenzaron la edificación de las iglesias. Sin embargo, la construcción de la catedral demoró más de 100 años, ya que primero, fue levantada sobre el sitio que hoy ocupa la iglesia de El Triunfo, luego en la zona de Cusipata por su amplitud, para finalmente ubicarse sobre los terrenos del Quishuarqancha.

Su fachada está flanqueada por dos torres, sus portadas laterales son manieristas, y la central de tipo barroco. En su interior, cuenta con espléndidos altares de estilo tanto renacentista como barroco y neoclásico.

Uno de los mayores atractivos son su púlpito de madera tallada y la sillería del coro, la cual se ubica en la parte inferior de la nave central y está hecha de cedro puro. Destacan los respaldos adosados a los muros con tallados de medio relieve con figuras de santos.

Los muros están repletos de lienzos de la famosa escuela cusqueña de pintura, la que se originó durante la época colonial. Aquí sobresale “La última cena”, obra hecha por el maestro cusqueño Marcos Zapata en la que el plato principal es el cuy asado.

La sacristía es una de las salas más destacadas de la Catedral. Se encuentra al lado derecho del altar principal y sus paredes están dominadas por los retratos de todos los obispos del Cusco. Entre los tesoros de esta sala, destaca el “Cristo de la agonía”, un enorme retablo de cedro tallado.

La sala de platería, en tanto, es una pequeña capilla lateral que contiene una variada colección de objetos religiosos hechos de piedras preciosas, oro y plata; entre los cuales está un féretro de plata repujada utilizado para llevar la estatua del “Señor de los temblores”, un Cristo moreno crucificado que es el emblema de la Catedral, así como de la cristiandad en el Perú.

Sabías que una antigua leyenda cuenta que cuando la estatua del “Señor de los temblores” era trasladada de Europa a Perú, una tormenta amenazó la vida de las personas a bordo del barco. La desesperación hizo que la tripulación pusiera la estatua de pie y, al instante, la tempestad terminó. Otro mito cuenta que, luego del devastador terremoto de 1650, la estatua hizo que cesaran las réplicas.
Plaza de Armas
Lunes a domingo: 10:00 a 18:00 horas
Adultos: S/. 25 / Estudiantes: S/. 12.50 / * Entrada incluida en el Boleto del Circuito Religioso (Adultos: S/. 30 / Estudiantes: S/. 15), que incluye la Catedral, el Templo de San Blas, el Templo de San Cristóbal y el Museo Arzobispal / * Entrada gratuita en horario de misa, los sábados y domingos a las 7:00 y 19:00 horas

 QURIKANCHA / CONVENTO DE SANTO DOMINGO

Al salir de la Catedral nos dirigimos hacia el Convento de Santo Domingo, construido sobre el antiguo templo inca de Qurikancha, que significa ”templo dorado” en quechua. Se trata del templo más sagrado del imperio Inca, en el que se celebraban las ceremonias más importantes. Estaba dedicado al Sol y se estima que hasta 4 mil sacerdotes habrían vivido dentro de sus muros.

Ricamente decorado con oro, plata y piedras preciosas, el templo fue destruido por los colonizadores que, en el siglo XVI, erigieron el Convento de Santo Domingo sobre sus ruinas. Todavía es posible ver algunas de las paredes originales, hechas de grandes bloques de piedra que encajan perfectamente, un proceso de construcción típico de los incas.

Actualmente, en el interior de este gran edificio de arquitectura colonial, se encuentran obras de arte virreinal y contemporáneo y en sus pasadizos, es posible ver algunos objetos litúrgicos y las vestimentas de la época. Pero, además, Qurikancha es un espacio multicultural en el que se celebran misas, exposiciones de arte e incluso, conciertos.

Sabías que en 1650, apenas 17 años después de la finalización del Convento, un terremoto provocó graves daños en el edificio, pero dejando totalmente intacto el templo de Qurikancha.
Plazoleta de Santo Domingo, Avenida El Sol
Qurikancha: Lunes a sábado: 8:30 a 17:30 horas / Domingo: 14:00 a 17:00 horas / Iglesia de Santo Domingo: Lunes a domingo: 6:00 a 20:00 horas
Qurikancha: Adultos: S/. 15 / Estudiantes: S/. 8 / Menores de 10 años: entrada gratuita / * El ingreso al museo de sitio del Quricancha está incluido en el Boleto Turístico del Cusco / Iglesia de Santo Domingo: S/. 15 / Entrada gratuita durante los horarios de misa a las 7:00 y 19:00 horas



 RUINAS INCAS

Para terminar la tarde, hicimos un tour por varios sitios arqueológicos incas ubicados en las colinas que rodean al Cusco.

SACSAYHUAMÁN

Situadas a unos dos kilómetros de la Plaza de Armas, se encuentran las ruinas de la fortaleza Sacsayhuamán, edificación que, se piensa, empezó a construirse durante el gobierno del inca Pachacútec en el siglo XV.

Se cree que más de 20 mil hombres extrajeron las piedras de las canteras aledañas y las trasladaron hasta la colina de la ciudad del Cusco. Se calcula que Sacsayhuamán conserva solo el 40 por ciento de su antigua estructura, aunque todavía se pueden ver los increíbles muros de grandes bloques de piedra formando tres plataformas superpuestas.

Sacsayhuamán, que en quechua significa “lugar donde se sacia el halcón”, posee construcciones sagradas como edificios residenciales, torreones, almacenes, caminos y acueductos. El muro principal está construido en zigzag con piedras gigantescas de hasta 5 metros de alto y 2,5 metros de ancho, algunas de las cuales alcanzan las 125 toneladas de peso. De hecho, según el cronista Garcilaso de la Vega, Sacsayhuamán fue la mayor obra arquitectónica que construyeron los incas durante su apogeo.

Pero además, Sacsayhuamán ofrece una asombrosa vista del Cusco. Se puede apreciar las cumbres del Ausangate, Pachatusán y el Cinca, las que fueron consideradas sagradas para los incas.

MIRADOR CRISTO BLANCO

Cerca de las ruinas de Sacsayhuamán, visitamos el mirador del Cristo Blanco, una figura de 8 metros de altura, construida en 1945 y donada por la colonia árabe palestina al Cusco. Dicen que con sus brazos abiertos abraza a la ciudad.

Desde aquí se tienen unas vistas panorámicas espectaculares de la ciudad de Cuzco. Ojo que si vas de noche verás la ciudad completamente iluminada.

QENQO

Después, el bus nos llevó hasta Qenqo, que en quechua quiere decir “laberinto”, nombre que hace referencia a las galerías subterráneas y a los canales sobre piedra en forma de zigzag. Cabe destacar que este nombre fue puesto por los españoles tras la conquista, ya que el nombre original inca se desconoce.

Igual que en los anfiteatros romanos, los incas construyeron en Qenqo una plataforma semicircular de 55 metros de longitud rodeada de 19 hornacinas. En medio se encuentra un enorme monolito de piedra de 6 metros erigido en un bloque rectangular. Aunque popularmente se le conoce como anfiteatro, su objetivo aún es incierto. Se presume que este lugar debió servir de centro ceremonial donde se realizaban sacrificios y la momificación de los nobles incas.

Como los incas ofrecían la sangre de diferentes animales para rendir culto a sus dioses, hay un agujero tallado en la roca que desciende en zigzag en el que, se cree, se ofrendaba chicha o sangre de llama.

PUKAPUKARA

A unos 7 kilómetros de la ciudad, en la carretera que conduce a Pisac, nos encontramos con Pukapukara, sitio arqueológico que cuenta con muros macizos, terrazas y escaleras, y que servía como punto de control entre el Cusco y el Valle Sagrado.

Desde el siglo XX, este sitio arqueológico recibió el nombre de Puca Pucara o Pukapukara, que en quechua significa “fortaleza roja”, gracias al color de la tierra con abundante ichu (paja andina). En las tardes, las rocas calizas de gran parte de sus construcciones adquieren una tonalidad rojiza debido a los rayos del sol. Sin embargo, aún no está comprobado si sirvió o no como fortaleza de los incas.

Se piensa que fue un asentamiento para los soldados que protegían al gobernante inca, mientras él pasaba unos días de descanso en los baños de Tambomachay, o que tal vez, era un coto de caza para los incas.

TAMBOMACHAY

Finalmente, el tour nos condujo a Tambomachay, cuya definición proviene de dos palabras quechuas: “Tampu” (alojamiento colectivo) y “Mach’ay” (lugar de descanso). Esto explicaría la función que tuvo como “Baños del Inca” y lugar de culto al agua. Sin embargo, otros estudios señalan que “Machay” quiere decir “cavernas”.

De todas formas, la función principal de Tambomachay era proporcionar agua a los sitios arqueológicos cercanos y servía también como un lugar de descanso del gobernante inca. El complejo posee un extraordinario diseño hidráulico con canales subterráneos tallados en la roca que transportan un flujo constante de agua limpia durante todo el año.

Aquí se encuentra la cascada conocida como los “Baños del Inca”, que hasta el día de hoy discurre con total normalidad. Es posible que otra de sus funciones haya sido la de proveer agua a las zonas de cultivo de Pukapukara.

Sabías que, según los historiadores, los incas calcularon el caudal del agua en los canales, aunque aún no se sabe con exactitud de dónde proviene el agua que fluye en sus acueductos.

Con este tour recorre los lugares imprescindibles del centro histórico y las ruinas que rodean al Cusco: Sacsayhuamán, Tambomachay, Qenqo y Pukapukara.

Lunes a domingo: 7:00 a 18:00 horas
Boleto Turístico del Cusco: S/. 70 (incluye el acceso a Sacsayhuamán, Qenqo, Pukapukara y Tambomachay)

 MACHU PICCHU

Al día siguiente, nos despertamos de madrugada para tomar un taxi hasta la estación, donde subimos al tren que nos llevaría hasta Aguas Calientes o Machu Picchu Pueblo, el lugar en el que se toman los buses que te conducen a las ruinas.

Por cierto, hay dos empresas que ofrecen el servicio de trenes a Machu Picchu: Perú Rail (la que usamos nosotros) e Inca Rail, cada una de las cuales cuenta con distintos servicios, los que puedes revisar, más abajo, en la sección “Transporte” de este post.

Saliendo del Cusco, el tren comenzó a subir en forma de zigzag por una colina, por lo que, de tanto en tanto, se detenía para que la locomotora se fuera hacia el otro extremo y tirara de los carros, y así, ir salvando la pendiente. De las casi 4 horas que dura el viaje hasta Aguas Calientes, les puedo contar que se pasan volando con el ambiente que hay dentro de los vagones, repletos de turistas de todas las nacionalidades, pero, sobre todo, por el paisaje que va cambiando mientras el tren comienza a internarse en la selva incaica. Espero poder mostrarles aunque sea un poquito en estos videos y fotos.

A Aguas Calientes llegamos antes del mediodía. Se trata de un pequeño pueblo en el valle del río Vilcanota, conocido por sus baños termales y por ser el acceso a las ruinas de Machu Picchu. El centro está lleno de restaurantes, hostales y tiendas.

Como habíamos comprado los tickets para Machu Picchu con anticipación, una persona de la agencia nos esperaba para retirar los boletos y subirnos a un bus que nos llevó a las ruinas. El trayecto de unos 10 kilómetros demora una media hora.

Ubicada en el corazón de los Andes peruanos, a 2430 metros sobre el nivel del mar, la gran ciudadela de Machu Picchu fue construida alrededor de 1450, representando la grandeza del imperio inca en el siglo XV.

Construida con enormes bloques de piedra y escondida entre las verdes montañas de Urubamba, su estratégica ubicación, suscita diversas teorías sobre lo que pudo significar para los incas. Unas sostienen que fue construida como un gran mausoleo para el inca Pachacútec, mientras que otras afirman que fue un importante centro administrativo y agrícola, cuyas zonas de cultivo sirvieron para el sustento de sus habitantes. Sin embargo, también se considera que fue utilizada como un necesario nexo entre los Andes y la Amazonía peruana o como una residencia de descanso para el gobernador inca.

Lo cierto es que esta enigmática ciudadela, uno de los más grandes símbolos detrás de lo que fue la impresionante arquitectura e ingeniería del imperio Inca, despierta el interés tanto de turistas como de arqueólogos de todo el mundo. Machu Picchu fue nombrada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1983 y es considerada una de las Nuevas 7 Maravillas del Mundo Moderno.

Pero sigamos con su historia. Durante la colonización española, Machu Picchu fue abandonada paulatinamente por los lugareños, lo que le valió la reputación de “ciudad perdida de los incas”. Aunque no estaba oficialmente ocupada, hay pruebas de que era conocida por los españoles. Sin embargo, la montaña permaneció aislada, incluso después de la independencia de Perú en el siglo XIX.

Machu Picchu fue “descubierto” el 24 de julio de 1911 por el profesor y explorador estadounidense Hiram Bingham en un viaje de exploración acompañado por algunos colegas de la Universidad de Yale. Por recomendación del profesor Albert Giesecke, Bingham fue presentado a Melchor Arteaga, un campesino peruano encargado de guiarlo a Machu Picchu, que ya era conocido por un número desconocido de campesinos locales.

Bingham no fue el primero en visitar las ruinas. El campesino peruano Agustín Lizárraga, en busca de tierras para la agricultura, habría despejado Machu Picchu y registrado su propio nombre en una piedra del Templo de las Tres Ventanas, el 14 de julio de 1902, aproximadamente diez años antes de que los exploradores de Yale llegaran al sitio. Cuando Bingham llegó a Machu Picchu en 1911, encontró la piedra en la que estaba escrito, en carbón, “A, Lizárraga 1902”, que anotó en su diario. Sin embargo, Bingham omitió esta información en los relatos oficiales de la expedición.

Durante el recorrido por el santuario, fuimos siendo testigos de atractivos fascinantes e increíbles, cada uno con su propia historia y significado, pero todos dueños de una gran belleza arquitectónica. Y es que, en total, existen casi 200 puntos dentro de la ciudadela entre complejos arqueológicos, plazas, templos, fuentes de agua, monumentos y residencias.

Se puede observar dos sectores bien marcados y divididos por un muro de aproximadamente 400 metros de largo, uno orientado a fines agrarios y otro más residencial. El área agrícola se caracteriza por la presencia de terrazas o andenes que servían para el cultivo de diversos alimentos. Muy cerca a esta zona, se hallan algunas pequeñas viviendas que pudieron ser morada de los agricultores.

Por otro lado, en el casco urbano se localizan la Residencia Real; la Plaza Sagrada, principal recinto ceremonial de la ciudad, la Pirámide Intihuatana, donde está ubicado el gran reloj solar; el Grupo de las Tres Portadas, conjunto de edificios conformado por tres grandes portales y el Grupo del Cóndor, que incluye templos de uso ceremonial.

Aunque, sin duda, lo que más encanta de Machu Picchu son los magníficos paisajes y vistas que se tienen debido al lugar en el que se encuentra enclavado, en medio de la selva y rodeado de escarpadas montañas que se empinan hasta las nubes. Un espectáculo que sobrecoge y deja sin aliento.

En la entrada te entregarán un mapa con las mejores rutas por las ruinas. Ojo que hay solo 9 turnos para el acceso a Machu Picchu, que van desde las 6 de la mañana hasta las 2 de la tarde, pues el recinto cierra a las 17:30 horas.

Sabías que en Machu Picchu se han registrado 370 tipos de orquídeas, lo que equivale al 20% de las especies identificadas en Perú. Aquí se encuentra la colección de orquídeas nativas más grande del mundo, de acuerdo al American Orchid Society.

 Con este tour de un día desde Cusco descubre toda la grandeza de Machu Picchu, una de las Siete Maravillas del Mundo Moderno. 

Una recomendación es que si quieres obtener una espectacular panorámica de la ciudadela, escales hasta la cima del Huayna Picchu, una montaña ubicada al norte de Machu Picchu a la que se puede subir por estrechos y empinados senderos construidos entre las paredes de la montaña y los acantilados de cientos de metros de altura.

Pero si le temes a las alturas, no te recomiendo ingresar al Huayna Picchu, pues muchas partes del trayecto pueden resultar intimidantes si sufres de vértigo. De hecho, uno de los tramos más populares son las escaleras de la muerte de Huayna Picchu. También es famoso el Templo de la Luna, que está construido dentro de una cueva natural y que para algunos estudiosos, se trata de un observatorio astronómico por su ubicación en lo alto de la montaña.

 ¿Quieres visitar Machu Picchu y realizar una ruta de senderismo por la montaña? Esta excursión te lleva de Cusco a Machu Picchu para conocer la ciudadela inca y para subir al Huayna Picchu.

Lo importante es cuando planees tu visita a Machu Picchu, tendrás que elegir entre uno de los cuatro tipos de entradas: Entrada solo a la ciudadela de Machu Picchu; ticket a la ciudadela y la montaña de Huayna Picchu; boleto para la ciudadela y la montaña de Machu Picchu; o entrada a la ciudadela de Machu Picchu y a la montaña de Huchuy Picchu. Ten en cuenta que si deseas subir a Huayna Picchu, debes reservar tu entrada con unos 3 ó 4 meses de anticipación, ya que son solo 400 boletos los disponibles para ingresar.

Por cierto, hay que recordar también que, desde 2017, es obligatorio hacer la visita a Machu Picchu con un guía, por lo que una opción es reservar un tour a Machu Picchu que incluye el bus y guía en español o bien, coger un guía en Aguas Calientes. Este guía te acompañará durante el tiempo que lo necesites (dos horas aproximadamente) y después puedes continuar la visita por tu cuenta.

Sabías que al salir del circuito, en una ventanilla que está antes de la zona para tomar los buses de bajada, puedes timbrar tu pasaporte con el timbre de la ciudadela de Machu Picchu. Eso sí, mucho ojo, ya que hay países que no te permitirán el ingreso a ellos si tu pasaporte tiene sellos no oficiales como éste, por ejemplo, en algunos países árabes.

 

Lunes a domingo: 6:00 a 17:30 horas
Revisa la información de precios y disponibilidad de entradas en: https://reservas.machupicchu.gob.pe/inicio
https://www.machupicchu.gob.pe/

 MERCADO CENTRAL DE SAN PEDRO 

Después de un día agotador visitando Machu Picchu y de dormir plácidamente, nos levantamos a tomar desayuno para salir a disfrutar de nuestro último día en el Cusco, comenzando por el Mercado Central de San Pedro, el más antiguo y conocido de la ciudad.

Diseñado por el arquitecto francés Gustave Eiffel e inaugurado en 1925, este mercado ofrece puestos con todo tipo de productos típicos de Perú como el maracuyá, la quinoa, el maíz, la yuca y la papa andina, como también frutas y verduras, quesos, panes, flores y hierbas utilizadas en la medicina tradicional.

Y si buscas algún recuerdo de tu viaje, encontrarás toda clase de artesanías y prendas de vestir hechas con lana de alpaca, así como joyas, instrumentos musicales peruanos, máscaras y todo tipo de sourvenirs a precios súper económicos.

Por cierto, aprovecha para comer algún plato tradicional cusqueño por unos pocos soles o tomar un delicioso jugo de frutas recién exprimido, mientras escuchas a los locales conversando en quechua, la lengua de los incas, y observas tradiciones de la cultura andina como el uso de la lliclla, la manta con que las mujeres cargan a sus bebés sobre las espaldas.

Sabías que en el Mercado de San Pedro se venden extractos de ranas. Se trata de una costumbre muy antigua en los Andes que muchas personas siguen practicando, ya que se cree que esta bebida posee propiedades medicinales y afrodisiacas.
Thupaq Amaru 477
Lunes a domingo: 6:30 a 18:30 horas

 BASÍLICA MENOR DE LA MERCED

A unas tres cuadras del mercado, visitamos la Basílica Menor de La Merced, una imponente iglesia con un interior barroco, una sillería de coro plateresco y óleos de gran interés, como el San Laureano de Basilio Santa Cruz Pumacallo del siglo XVII.

La iglesia de la Merced sufrió gravísimos daños con el terremoto de 1650, pero fue reconstruida en un lapso de veinte años con portadas manieristas que contrastan con el exuberante barroquismo de su campanario.

Cabe destacar que, antiguamente, el convento tenía cuatro claustros, de los que quedan dos. Dentro de los claustros se encuentran una gran variedad de cuadros y fragmentos de pinturas murales de la primitiva Iglesia de la Merced, las que representan la vida de Don Pedro de Nolasco, fundador de la orden Mercedaria y que fueron pintados por el maestro Ignacio Chacón. Aquí, uno de los lugares más atractivos es la celda del Padre Salamanca, donde todas las paredes están cubiertas de pinturas con escenas bíblicas que recuerdan su sentir religioso.

Aunque, sin lugar a dudas, lo que más llama la atención en esta iglesia es la famosa “La Custodia de la Merced”, hecha en oro de 24 quilates y que pesa 22 kilos. Con sus 1,25 metros de alto, incrustaciones de 1518 diamantes y 615 rubíes, topacios y esmeraldas, y una gran perla en forma de sirena, es considerada como la segunda más grande del mundo.

Calle Mantas 121, Plazoleta Espinar
 Iglesia: Lunes a sábado: 7:00 a 7:30 y 17:00 a 20:00 horas / Domingo: 6:00 a 13:00 y 18:00 a 20:00 horas / Museo: Lunes a domingo: 8:00 a 12:30 y 14:00 a 17:30 horas
Museo: S/. 10
 https://www.conventolamercedcusco.com/

 IGLESIA DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS

Luego volvimos a la Plaza de Armas para conocer la Iglesia de la Compañía de Jesús, construida en 1576 sobre el templo inca de Amaru Cancha, y que fue se reconstruida completamente después del terremoto que afectó al Cusco en 1650. Para mí se trata de la iglesia barroca más linda del Cusco y su magnífico interior refleja la riqueza de la orden jesuita de aquella época.

La iglesia está construida principalmente con andesitas y tiene una fachada profusamente decorada con dos grandes campanarios. Sobre su puerta de ingreso existe una virgen de la Inmaculada Concepción labrada en berenguela, un material parecido al mármol.

Tiene dos capillas exteriores adosadas a la estructura principal. A la izquierda está la capilla de la Virgen de Loreto, que aún sirve al culto, y hacia la derecha, la capilla de San Ignacio de Loyola, que hoy alberga una librería.

En su interior resalta un imponente altar mayor de madera de cedro tallada y cubierto de pan de oro, de 21 metros de alto por 12 de ancho. Hacia los costados del altar mayor se hallan otros cuatro altares de cedro, tres de ellos dorados y bastante ostentosos. También alberga destacadas obras de arte como el lienzo del matrimonio de Martín García de Loyola con la ñusta Beatriz Clara Coya, así como una colección de lienzos de la vida de San Ignacio de Loyola.

Sabías que cuando el Obispo de Cusco se dio cuenta que la iglesia de los jesuitas amenazaba con superar a la Catedral en belleza y tamaño, presentó una queja ante el Papa Pablo III, quien ordenó la paralización de las obras. Sin embargo, como la ruta de información entre Europa y Sudamérica era bastante larga, la iglesia ya estaba terminada cuando llegó la noticia de la suspensión de la construcción.
 Plaza de Armas
 Lunes a sábado: 8:00 a 11:00 y 13:00 a 17:00 horas / Domingo: 9:00 a 10:30 y 13:00 a 17:00 horas
Adultos: S/. 10 / Estudiantes: S/. 5



 PALACIO ARZOBISPAL

A una cuadra de la Plaza de Armas, el Palacio Arzobispal, donde funciona el Museo de Arte Religioso, fue construido sobre los muros del palacio de Inca Roca. Durante la colonia perteneció a los marqueses de San Juan de Buenavista.

El palacio posee un muro perimetral de piedra y, en su interior, hay un gran patio renacentista con arcos de piedra, azulejos sobre las paredes y una pileta señorial en el centro. También se pueden admirar sus puertas de estilo morisco, los techos de cedro tallados y las espectaculares vidrieras.

En el museo, en tanto, se encuentra la más importante colección de arte religioso virreinal del Cusco. Cuenta con importantes obras de Juan Zapata y otros maestros de la pintura andina, además de la llamada serie del Zodiaco, nueve cuadros que se atribuyen a Diego Quispe Tito y en los que el artista indígena adapta las casillas y signos del zodiaco a parábolas que, a su vez, se relacionan con los meses del año.

PIEDRA DE LOS 12 ÁNGULOS

Pero, además, el Palacio Arzobispal es reconocido porque entre sus muros perimetrales se encuentra la “La Piedra de los 12 Ángulos”, famosa por su gran acabado y bordeado de sus doce ángulos.

Este bloque de piedra es considerado Patrimonio Cultural de la Nación y su gracia es que está encajado de tal forma con las demás piedras que la rodean, que es imposible introducir ni un alfiler. Es un gran ejemplo de la ingeniería inca: muros muy gruesos con piedras tan perfectamente ensambladas que, incluso sin el uso del cemento, impresionantemente siguen en pie después de varios siglos.

Cabe destacar que esta técnica de construcción puede ser observada en varios sitios arqueológicos incas como Qurikancha, Sacsayhuamán y Machu Picchu.

Calle Hatunrumiyoc
 Lunes a domingo: 9:00 a 19:00 horas
Adultos: S/. 15 / Estudiantes: S/. 7.50 / * Entrada incluida en el Boleto del Circuito Religioso (Adultos: S/. 30 / Estudiantes: S/. 15), que incluye la Catedral, el Templo de San Blas, el Templo de San Cristóbal y el Museo Arzobispal

 MUSEO DE ARTE PRECOLOMBINO 

Caminamos por la Calle del Palacio hasta el Museo de Arte Precolombino, el que funciona en la Casa Cabrera, cuya construcción original data de hace más de 500 años y que, según estudios, habría funcionado como yachaywasi (escuela en quechua), en la que se habrían educado los hijos de la nobleza incaica.

Este monumento histórico fue adquirido en 1981 por el Banco Continental y reacondicionado en 2003 por la Fundación BBVA para convertirse en museo. Las 400 obras que aquí se exhiben abarcan desde el 1250 a. de C. hasta el 1532 d. de C. y fueron seleccionadas de la colección de objetos pertenecientes al Museo Arqueológico Rafael Larco Herrera de Lima.

El recorrido del museo se compone de diez salas: Los Orígenes, Madera, Conchas, El Sur (cultura Nazca y Paracas), El Norte (cultura Mochica), El Centro (cultura Huari), Antes de los Incas (estados Chancay y Chimú), Los Incas y además, la Sala del Oro y la Sala de la Plata.

 Plaza de las Nazarenas 231
 Lunes a domingo: 9:00 a 22:00 horas
Adultos: S/. 20 / Estudiantes: S/. 10
https://mapcusco.pe/

BARRIO DE SAN BLAS

Para terminar la tarde, subimos por la calle Hatunrumiyoc para llegar al barrio de San Blas, ubicado en la parte alta de la ciudad y que es el barrio más bohemio y encantador del Cusco con sus pequeñas tiendas de artesanía, galerías de arte y cafés.

Aquí paseamos por sus estrechas y empinadas calles de adoquines, disfrutando de las antiguas casas coloniales y recorriendo los talleres de los artesanos. También visitamos la plazoleta y la Iglesia de San Blas, la más antigua de la ciudad, construida sobre un templo inca y a la que merece la pena entrar para ver su célebre púlpito de estilo barroco, hecho de una sola pieza de cedro y considerado el más fino ejemplar de talla en madera realizado en la América colonial.

Y cuando ya se ponía el sol, caminamos hasta lo más alto de la Cuesta de San Blas para disfrutar de unas preciosas vistas panorámicas del Cusco. El día lo terminamos tomándonos un pisco sour en uno de sus pintorescos locales junto a decenas de otros turistas.

Plazoleta de San Blas
 Lunes a domingo: 8:00 a 18:00 horas
Adultos: S/. 10 / Estudiantes: S/. 5 / * Entrada incluida en el Boleto del Circuito Religioso (Adultos: S/. 30 / Estudiantes: S/. 15), que incluye la Catedral, el Templo de San Blas, el Templo de San Cristóbal y el Museo Arzobispal

Para cerrar los imprescindibles del Cusco, les dejo un par de museos que aunque no logré visitar, me parece bueno recomendarles si viajan a la capital del antiguo imperio Inca.

 MUSEO INKA 

Funciona en una de las más notables casonas coloniales cusqueñas, edificada a principios del siglo XVII por el teniente corregidor Francisco Aldrete Maldonado, llamado el Almirante, quien la habitó hasta su muerte en 1643. Su arquitectura muestra la fastuosidad de la colonia, como el balcón exterior cuya columna central tiene la forma de cariátide y su gran patio con arcos.

En orden cronológico, el Museo Inka muestra el desarrollo de varias culturas preincas como Chavín (1000 a. de C.), Marcavalle (1000 a. de C.), Nazca (1000 a. de C.), Wari (800 d. de C.) y otras hasta el inicio de los incas.

Además, reúne una vasta colección de keros (vasos ceremoniales de madera tallada), tejidos, momias, e idolillos en oro y plata sólidos, así como armas, herramientas y cerámica inca, y hasta la recreación de una tumba inca llamada Mallki Wasi.

 Cuesta del Almirante 103
 Lunes a viernes: 8:00 a 18:00 horas / Sábado: 9:00 a 16:00 horas / Domingo: cerrado
Adultos: S/. 10
http://museoinka.unsaac.edu.pe/



 MUSEO HISTÓRICO REGIONAL

Por último no puedo dejar de mencionar el Museo Histórico Regional, ubicado en la casona colonial del ilustre escritor y cronista cusqueño Garcilaso de la Vega Chimpuocllo. Fue levantada sobre los andenes incaicos que formaban la Plaza Cusipata a fines del siglo XVI y fue habitada por Garcilaso hasta 1560, año en que partió definitivamente a España.

La casona tiene una clara influencia andaluza, con un patio central, una galería de arcos de medio punto, y balcones de piedra y madera en los corredores del segundo nivel. El museo cuenta con 13 salas divididas en dos pisos. En la primera planta hay 6 salas con con objetos paleontológicos y arqueológicos de la época prehispánica en el valle del Cusco. El segundo nivel exhibe siete salas con bienes culturales del periodo virreinal, republicano y contemporáneo.

También cuenta con obras escultóricas notables, entre ellas cinco relieves del laico jesuita italiano Bernardo Demócrito Bitti y la escultura de un “Cristo Crucificado”, el cual estuvo presente en la sentencia y descuartizamiento de Tupaq Amaru II en la Plaza de Armas del Cusco.

 Calle Garcilaso con Heladeros s/n
 Lunes a domingo: 8:00 a 17:00 horas
Adultos: S/. 10 / * El ingreso al Museo Histórico Regional está incluido en el Boleto Turístico del Cusco
https://museogarcilaso.culturacusco.gob.pe/elmuseo.php

 MAPA

 QUÉ Y DÓNDE COMPRAR

Cusco tiene muchos lugares donde comprar, con una increíble diversidad de productos fabricados a mano por artesanos, muchos de los cuales son productos únicos inspirados en la cultura andina.

Resulta imposible no dejarse seducir por los colores de la artesanía con motivos andinos e incas, por lo que seguramente terminarás con algún recuerdo de tu viaje a Cusco en la maleta. En el barrio de San Blas podrás ver el proceso con el que los artesanos producen sus obras, visitando, por ejemplo, los talleres de la familia Olave o de la familia Camero.

Uno de los recuerdos más típicos y populares entre los turistas con las prendas de vestir hechas de alpaca y teñidas con tintes naturales, puesto que es difícil encontrar este material en otros lugares del mundo. Los motivos decorativos tienen que ver con la historia de Cusco, su fauna y flora. Se tejen fajas, ponchos, chales y quepinas, que son las mantas para cargar a los bebés.

Si buscas un regalo para tu esposa o novia, una buena opción es la platería. Hay muchos artistas plateros que trabajan tanto en plata como en alpaca, un metal tradicional de la zona andina. Encontrarás joyas, imágenes religiosas, tupus (alfileres), figuras de animales, campanas, cubiertos, espuelas y muchos objetos más. Por cierto, la chacana, puede ser la mejor forma de recordar Cusco. Se trata de una cruz que está dividida en cuadrantes, cada uno de los cuales representa un mundo de la mitología andina: el mundo de la muerte, del humano y el de los dioses.

La imaginería es una artesanía de tradición ancestral. En el barrio de San Blas encontrarás muchos talleres en los que se fabrican figuras tradicionales y religiosas, como los danzantes de tijeras, el Niño Manuelito o Niño de la Espina (una versión típica cusqueña del Niño Jesús, creada originalmente por el imaginero Antonio Olave), ángeles y figuras de Cristo.

El chullo, típico sombrero andino, también puede ser una buena opción para llevarte como souvenir. Hecho con alpaca, vicuña y oveja, es un accesorio elemental para que te acompañe en tus días más fríos o para llevarlo de viaje alrededor del mundo. Otro recuerdo típico del Cusco son las pequeñas alpacas, las cuales hay en distintos tamaños y colores, y que funcionan perfecto como adorno.

El Cusco goza de uno los mejores chocolates del mundo y son excelentes souvenirs para todos los gustos. Imposible conocer a alguien que no aprecie el chocolate. Por cierto, Los peruanos son conocidos internacionalmente por su comida, así que ¿por qué no llevar a casa algunos de las especias que hacen que su cocina sea tan deliciosa?

Algunos de los lugares en los que puedes encontrar estos recuerdos y souvenirs son el Mercado de San Pedro y el centro artesanal Cusco, ubicado en el cruce de la avenida Tullumayo con avenida El Sol.

 QUÉ Y DÓNDE COMER

La gastronomía cusqueña resalta por el uso de tradicionales alimentos autóctonos ricos en carbohidratos como la papa, el maíz y la quinua. Asimismo, por los diferentes tipos de ajíes y variados tipos de carne como el cuy, alpaca, chicharrón, carnero, entre otros. Pero además, no podemos olvidarnos que la condimentación es la encargada de ponerle el sabor especial a cada plato típico cusqueño.

Lo primero es empezar con un desayuno que te llene de energía para caminar por toda la ciudad. En el Mercado de San Pedro encontrarás diversos puestos de comida en los que venden grandes desayunos a un módico precio. Lo mejor es la gran oferta de jugos de frutas, desde los típicos de fresa, naranja o plátano hasta los más exóticos de papaya, mango o maracuyá, que podrás acompañar con un exquisito sándwich de lechón o un tamal cusqueño, hecho a base de maíz y relleno de diferentes carnes. Además, si quieres combatir el soroche o mal de altura, puedes completar tu desayuno con un mate de coca.

Ya pensando en el almuerzo, existen varios platos típicos por los que puedes optar, como el timpu o puchero, una sopa hecha con vaca, cordero, tocino, papa y diversas verduras. Se sirve primero el caldo y después el resto de ingredientes sancochados. Ideal para los días de frío y lluvia.

El chuño cola es un plato que puedes encontrar durante todo el año y se trata de un caldo picante hecho a base de chuño, unas papas deshidratadas y secadas al sol. Esta sopa se acompaña con garbanzos, arroz y carnes diversas.

Pero uno de los platos que más llama la atención es el cuy chactado, una especie de conejillo de indias frito en abundante aceite debajo de una piedra que lo tapa. Cuando está bien crocante se saca y se sirve acompañado de papas al horno y ají huacatay.

Por otra parte, el olluquito con charqui está hecho a base de dos ingredientes que se dan sólo en algunos países de Sudamérica. Por un lado está el olluco, una especie de tubérculo andino, y por el otro el charqui, carne deshidratada de llama o alpaca, servida en pequeños pedazos que se mezclan con el olluco.

Un plato típico no solo de Cusco, sino de todo Perú, es el chicharrón, carne de cerdo frito hecha en su propia grasa y que, para el almuerzo o la cena, se sirve con salsa criolla (ensalada de cebolla, limón y cilantro), papas sancochadas y choclo fresco.

Y por supuesto no puede faltar la quinua, en sopa, en ensalada. Cusco es uno de los grandes productores de quinua, por lo que aquí encontrarás platos hechos a base de este cereal de todas las formas y colores.

Por último, si quieres acompañar tus platos con una bebida típica, tienes que pedir una chicha morada o una chicha de jora. La primera se hace a base de maíz morado, muy abundante en las montañas andinas. La segunda es una bebida alcohólica que está compuesta principalmente por maíz malteado. Sea cual sea la que elijas, estarás probando una elaboración que viene desde la época prehispánica.

Lo bueno es que en el Cusco encontrarás todo tipo de lugares para comer, desde puestecillos donde comer un menú buenísimo por apenas 10 soles, hasta restaurantes de alta cocina que serían impensable visitar de encontrarse en otro país.

 Deleita a tu paladar con los ricos sabores de la cocina peruana con este tour gastronómico por Cusco. 

  • Picantería Quinta Waly (Avenida Alta 506): Es un restaurante local, de calidad y a buen precio que sirve comida típica cuzqueña auténtica. Un plato principal de carne con guarnición cuesta 20 soles, No te vayas sin probar la frutillada, una bebida típica de la zona a base de fresas, chicha, azúcar y algo de alcohol.
  • Limo (Portal de Carnes 236, piso 2): Con vistas a la Plaza de Armas, este restorán se especializa en la la archifamosa cocina nikkei, mezcla de la comida japonesa y peruana. De hecho, Nikkei viene de “ni queistuviéramos en Japón”.
  • Viewhouse Restobar (Kiskapata 100, San Blas): Si lo que buscas es un restaurantes con vistas de la ciudad, este bar-restaurante ubicado en el Barrio de San Blas es un lugar perfecto para ver el atardecer y tomar algo.
  • Chicha (Plaza Regocijo): Propiedad del afamado Gastón Acurio, el chef más conocido de Perú y embajador de la cocina peruana en el mundo, en este restorán puedes probar su cocina. Eso sí, prepara los billetes porque no es barato, aunque vale la pena si te lo puedes permitir.
  • Salvajes Perú (Calle San Agustín 275): Un restaurante que apostó por tener como primera sede al Cusco, ofreciendo comida y cócteles veganos, y en el que también se puede cantar y bailar. Hay noche de karaoke los miércoles, lecciones de salsa los martes y banda en vivo los jueves.
  • Qura (Calle Arequipa 250): Aunque su carta parece una opción vegana o vegetariana, no lo es. Aquí hay desde pokes de vegetales y frutas hasta trucha a la plancha o fideos chinos como toppins. Lo que prima en Qura es la comida internacional, como los patacones colombianos con un agregado de mango local encima o el curry de la india con quinoa.
  • Museo del Pisco (Santa Catalina Ancha 398): Es el lugar ideal para ir a tomar unos piscos por la noche. La carta de piscos es enorme y suele haber música en directo. Además, si tienes hambre también se puede comer algo.

 CLIMA

El clima en la ciudad del Cusco es relativamente templado, con días soleados y noches frías y con mucho viento, especialmente en los meses de mayo y junio. Las temperaturas varían de los 0º a los 21ºC. El tiempo es muy cambiante, puede pasar de un sol radiante a una lluvia torrencial en solo minutos. Así que sin importar la época del año en la que decidas visitar Cusco, siempre deberás estar preparado para el sol y la lluvia.

Ahora bien, lo que hay que saber es que el clima en la región de Cuzco se divide en dos estaciones: la temporada seca, que va desde abril hasta octubre, y la temporada de lluvias, que se extiende entre noviembre y marzo.

Durante la temporada seca, los días son cálidos con una temperatura media de 17ºC, aunque las noches son más frías, no siendo raro que en junio y julio, las temperaturas desciendan por debajo de los 0ºC. La estación seca es considerada el mejor momento para viajar, pero también es la época con mayor afluencia de turistas, por lo que es recomendable comprar los boletos a todos los atractivos turísticos con anticipación.

Por otra parte, en la estación lluviosa se presenta la mayor cantidad de precipitaciones de todo el año, sobre todo en los meses de enero y febrero, que son los que presentan las lluvias más fuertes de la temporada. En esos meses, la temperatura durante el día promedian los 18ºC. Pocas personas eligen visitar Cusco en la temporada de lluvias, Sin embargo, las lluvias hacen que Cusco se vea más verde, por lo que es una buena oportunidad para conseguir las mejores fotos.

Así todo, mayo resulta el mejor mes para viajar a Cusco, ya que es uno de los meses con mejor clima y con menor número de turistas, por lo que se pueden recorrer los atractivos turísticos tranquilamente. Las semanas previas a Navidad y Año Nuevo también son consideradas buenos momentos para visitar la ciudad. Otra de las festividades a tomar en cuenta es la famosa fiesta del “Inti Raymi” (Fiesta del Sol), la que se celebra todos los 24 de junio.

 ALOJAMIENTO

Las mejores zonas donde alojarse en Cusco son la Plaza de Armas y alrededores y el barrio de San Blas. Ambas zonas conforman su centro histórico, por lo que hospedarte aquí te permitirá estar a un paso de los principales atractivos turísticos.

 

Centro Histórico: Este distrito engloba a diversos barrios como San Blas y áreas como la Plaza de Armas, una zona altamente turística, en la que muchos de los inmuebles están ocupados por alojamientos, de todos los tipos y precios, tiendas y restaurantes. En esta zona se encuentran la Basílica Menor de la Merced, la Iglesia de Santo Domingo y el Palacio Arzobispal; además de lugares sagrados de los incas como Qorikancha.

Barrio de San Blas: Conocido como el “Balcón de Cusco”, comienza en la zona noroeste del Centro Histórico hasta acabar en el límite de la ciudad, desde donde se puede llegar también a dos templos de las afueras: Qenqo y el Templo de la Luna. Se trata de una zona mucho más residencial que la Plaza de Armas. De hecho, es un barrio de artesanos y artistas con muchas calles empedradas y casas bajas de estilo colonial.

Alrededores de Sacsayhuamán: Al norte de Cusco, ya en las afueras, se encuentra la antigua fortaleza de Sacsayhuamán, una zona que no es de las más populares para alojarse en Cusco, sino más bien un lugar para visitar. Por ello, los alojamientos más cercanos están en la zona de San Cristóbal, al sur, donde se puede elegir entre hostales y hoteles.

Aeropuerto: Se encuentra en el distrito de Wánchaq, que se extiende desde el suroeste del Cusco hasta el Centro Histórico. En este distrito, hay una serie de barrios que, aunque son mayormente residenciales, poseen una buena cantidad de alojamientos, especialmente al norte, en torno al autopista 3S. Uno de los atractivos de esta zona es el Mercado de Wánchaq, en la avenida Huáscar, que abre todos los días y que cuenta con una amplia oferta de productos.

 TRANSPORTE

Cómo ir del Cusco a Machu Picchu

Hay varias maneras de ir del Cusco a Machu Picchu:

TRECKING

Si estás en buena forma, no sufres mal de altura y tienes días suficientes, una buena idea es hacer el Camino Inca o Inka Trail. Este mítico camino de 43 kilómetros, que sigue la antigua ruta que hacían los incas para llegar a Machu Picchu.

El Camino Inca fue revelado al mundo en 1915, mientras se excavaba en la Ciudad Inca. Tres décadas después, la ruta fue trazada por la expedición Viking en 1942. Hoy, miles de visitantes deciden recorrer los 43 kilómetros hasta la Puerta del Sol, la entrada principal a las ruinas. Sin embargo, Machu Picchu no es el único sitio arqueológico que verás en el Camino Inca, pues en el trayecto también te encontrarás con las ruinas de Llactapata, el recinto arqueológico de Runkurakay, Saycamarca, Phuyupatamarca y Wiñaywayna.

La mejor época para realizar este camino es durante la temporada seca, que va de abril a octubre, recordando siempre que en febrero está cerrado por las lluvias y el resto de los meses, puedes encontrar el camino lleno de barro y con una espesa niebla que puede tapar las ruinas del Machu Picchu.

Es importante que tengas en cuenta que, debido a la alta demanda de entradas, deberás comprar los boletos de ingreso al Camino Inca con unos seis meses de anticipación. La compra se realiza únicamente por internet, a través de la página web de una agencia de turismo autorizada.

En total, unas 500 personas ingresan a los senderos del Camino Inca cada día. De ellos, solo 200 son turistas. El resto es personal de apoyo como cocineros, porteadores y guías, todos quienes están incluidos en el boleto para ingresar al Camino Inca.

Existen dos versiones necesarios para recorrer el Camino Inca, dependiendo del tiempo con el que cuentes:

Camino Inca Clásico (43 kilómetros): 4 días y 3 noches

Día 1: Cusco – Wayllabamba (13 kilómetros): El Camino Inca comienza en el kilómetro 82 de la vía férrea que conduce a Machu Picchu (a 2 horas y 30 minutos en bus desde el Cusco). Luego comienza el ascenso hacia el valle de Cusichaca, recorriendo las ruinas de Llactapata hasta alcanzar el pueblo de Huayllabamba.

Día 2: Wayllabamba – Pacaymayo (11 kilómetros): Es el día más difícil debido a la exigencia física, ya que se asciende hacia el Warmiwañuska, el punto más alto del recorrido (4.215 m.s.n.m.), desde donde es posible divisar el recinto arqueológico de Runkurakay.

Día 3: Pacaymayo – Wiñay Huayna (16 kilómetros): El tercer día se desciende vertiginosamente hasta el valle del río Pacaymayo. El tramo baja por una pendiente escalonada de casi 1.600 metros hasta el recinto de Sayaqmarca. Aquí la vista es extraordinaria.

Día 4: Wiñay Huayna – Machu Picchu (3 kilómetros): El último día esconde algunas de las mejores muestras incas, como Phuyupatamarka y Wiñaywayna. Al dejar estas ruinas, se emprende un descenso gradual que se torna más complicado al final, hasta llegar al Intipunku o Puerta del Sol. Desde allí se camina otros 30 minutos hasta Machu Picchu.

Camino Inca Corto (12 kilómetros): 2 días y 1 noche

Día 1: Cusco – Km. 104 – Aguas Calientes (11 kilómetros): El Camino Inca Corto inicia en el kilómetro 104 de la vía férrea Ollantaytambo – Machu Picchu (a 2 horas 45 minutos de la ciudad de Cusco en auto). Desde allí se asciende por paisajes tropicales hasta el sitio arqueológico de Wiñay Huayna, desde donde se continúa hasta llegar a Machu Picchu.

Día 2: Aguas Calientes – Machu Picchu: Se parte en bus desde Aguas Calientes hasta la puerta de ingreso a Machu Picchu, para conocer la Ciudad Inca junto a su guía turístico.

BUS Y CAMINATA

Si dispones de tiempo y quieres ahorrar en transporte, la forma más barata para ir de Cusco a Machu Picchu es tomar un bus hasta la Central Hidroeléctrica, que tarda 7 horas, y desde allí caminar hasta Aguas Calientes por una ruta que te demandará unas tres horas.

Si no cuentas con tiempo suficiente para llegar de día a Aguas Calientes, puedes alojar en el poblado de Santa Teresa, situado a media hora en taxi de la Hidroeléctrica. Los billetes cuestan unos 20 dólares el trayecto y los puedes comprar en las agencias turísticas situadas alrededor de la Plaza de Armas.

 COLECTIVO Y TREN

Otra opción es hacer el tramo del Cusco hasta el pueblo de Ollantaytambo en un colectivo que sale desde la calle Pavitos. El precio varía entre 10 y 15 soles.

Una vez en Ollantaytambo, deberás dirigirte a la estación y abordar el tren hasta Aguas Calientes. Ojo que deberás tener tus tickets previamente reservados. El viaje de Ollantaytambo a Aguas Calientes toma un poco menos de 2 horas.

TOUR

Si no quieres complicaciones y no tienes demasiado tiempo o dinero, pero quieres realizar una visita guiada a la ciudadela inca, existe un tour por el Valle Sagrado y Machu Picchu de dos días, partiendo desde el Cusco en un bus turístico que va haciendo paradas a lo largo del Valle Sagrado hasta llegar a Ollantaytambo.

Desde este pueblo tomarás el tren hacia Aguas Calientes. Al día siguiente, por la mañana, un autobús te dejará en la puerta del complejo arqueológico.

Ahora bien, si quieres bajar el costo de tu visita al máximo, hay una alternativa que reemplaza el trayecto en tren por un traslado en bus, más una caminata de tres horas por las vías del tren.

TREN

Al no existir una carretera entre el Cusco y Machu Picchu, la mayoría de la gente opta por el tren, ya que es la alternativa más cómoda y rápida para llegar hasta Aguas Calientes, el pueblo desde donde salen los buses que te trasladan al complejo arqueológico.

Hay dos empresas que ofrecen el servicio de trenes:

Peru Rail (https://www.perurail.com/es/)

Ofrece tres tipos de servicios saliendo desde la estación de tren de Poroy, que se encuentra a 20 minutos del centro de la ciudad.

Expedition: es el tren más económico y sale dos veces al día desde Poroy a las 6:40 y 8:25, y llegando a Aguas Calientes a las 9:54 y 12:11, respectivamente. Sólo se permite equipaje de mano.

Vistadome: es un tren que cuenta con ventanas panorámicas y coche observatorio. Sale dos veces por día, a las 6:40 y 8:25, con llegada a Aguas Calientes a las 9:54 y 12:11, respectivamente.

Hiram Bingham: es un tren de lujo decorado al estilo de los coches Pullman de los años veinte, con amplios y cómodos sillones. Este tren sale una vez al día, de martes a jueves, a las 9:05 y llega a la estación Aguas Calientes a las 12:24. El servicio incluye show de bienvenida con danzas típicas de la región, almuerzo, servicio de té por la tarde en Machu Picchu, autobús desde Aguas Calientes a la ciudadela, entrada y visita guiada por Machu Picchu.

Ten en cuenta que para cualquiera de los servicios, es aconsejable reservar el billete con al menos de 20 días de anticipación. Es necesario, antes de comprar tu ticket, verificar la disponibilidad de entradas a Machu Picchu y Huayna Picchu para la fecha elegida.

Vive una experiencia única a través de los Andes, viajando en tren hasta Machu Picchu, una de las Siete Nuevas Maravillas del Mundo Moderno.

Inca Rail (https://incarail.com/es/)

Cuenta con 4 tipos de servicios:

The Voyager: es un tren con cómodos asientos y que ofrece una variedad de bebidas naturales de cortesía. En su versión Premium & Lounge dispone del Observatory-lounge y un balcón al aire libre. Este tren sale desde la estación de San Pedro en Cusco a las 8:28 y llega a Aguas Calientes a las 12:41. También hay un servicio bimodal (bus hasta Ollantaytambo y luego, tren hasta Aguas Calientes) que sale desde Avenida El Sol 843, a las 4:10 y 16:15, para llegar a Machu Picchu Pueblo a las 8:01 y 21:09 respectivamente.

The 360º: se trata de un tren panorámico con amplias y altas ventanas, y un vagón observatorio al aire libre para disfrutar del paisaje. Ofrece un box lunch y una selección de bebidas frías y calientes. Este servicio sale desde la estación de San Pedro a las 5:00 para llegar a Aguas Calientes a las 8:48. La opción bimodal sale de Avenida El Sol 843 a las 8:50 y 9:55, arribando a Aguas Calientes a las 13:06 y 14:00 horas, respectivamente.

The First Class: ofrece la máxima comodidad y espacio a bordo, disfrutando del paisaje en el Observatory-Lounge con música en vivo, menú gourmet, bar y un balcón al aire libre. Este servicio incluye transporte privado desde Aguas Calientes a Machu Picchu. Además, hay degustación de pisco y un menú gourmet de 3 platos preparado con ingredientes andinos. Sale desde San Pedro a las 8:28 y llega a Aguas Calientes a las 12:41.

The Private: es uno de los servicios más exclusivos del mundo, un vagón exclusivo para 8 personas, bellamente decorado y con amplios asientos. Tiene un costo de 11 mil dólares e incluye champagne de cortesía, menú gourmet, bus privado a Machu Picchu, show de música en vivo, bar libre, así como todas las comodidades a bordo. La salida de este servicio es desde la estación de Ollantaytambo a las 6:40, 11:15 y 16:36, para llegar a Aguas Calientes a las 8:01, 12:45 y 18:09, respectivamente.

Debido a la gran demanda, es conveniente reservar el billete con varios días de anticipación, verificando al mismo tiempo, la disponibilidad de entradas a Machu Picchu.

Cómo moverse en el Cusco

El transporte dentro de la ciudad de Cusco se realiza básicamente a través de minibuses (colectivos y combis), aunque también resulta conveniente tomar taxi, incluso para visitar los complejos arqueológicos cercanos.

CAMINAR

El centro histórico de Cuzco se puede recorrer a pie perfectamente, aunque lo de perfectamente es relativo, porque los 3.400 metros de altura se notan y mucho.

Así que, si la altura te afecta, te recomiendo usar algún medio de transporte y evitar las caminatas demasiado largas, aún dentro del casco histórico.

AUTOBUSES (COLECTIVO, MICRO Y COMBI)

Los colectivos del Cusco son privados y hay decenas de empresas, cada una con ruta propia. No tienen número, sólo un gran letrero en el frente con el nombre de la empresa a la que pertenecen.

Para saber hacia dónde se dirige el colectivo, hay que leer los letreros que llevan en el parabrisas o en las ventanillas. Las principales paradas, llamadas “paradores”, están en Avenida del Sol, Avenida Grau y Avenida de la Cultura.

El billete mínimo cuesta S/. 0,70, aunque el precio depende de tu destino. Se paga a bordo, a un ayudante del conductor que cobra los billetes, abre y cierra las puertas y anuncia las paradas.

Los viajes a sitios más alejados, como Valle Sagrado y Sacsayhuamán, se hacen en colectivo o combi, unos minibuses con capacidad de hasta 40 pasajeros. La mayoría salen de los terminales en Calle Puputi s/n, Calle Collasuyo o Avenida Grau, dependiendo del destino.

Ojo, no te alarmes si ves que un autobús cambia su ruta de un día para otro, ya que suelen hacerlo cuando hay atascos de tránsito.

 TRANVÍA

El tranvía turístico de Cusco es un vagón de los antiguos tranvías tirados por caballos, que ahora funciona mecánicamente. Es una excelente opción para recorrer la ciudad y ver los principales sitios turísticos.

Cuenta con un guía que va explicando cada uno de los sitios que se ven en el recorrido. Pasa por alrededor de 40 atracciones, incluyendo Sacsayhuamán, el Cristo Blanco y la Iglesia de la Merced. Sale todos los días desde la Plaza de Armas a las 10:00, 11:30, 14:00, 15:30 y 17:00 horas. El billete cuesta S/. 20.

TAXIS

Los taxis en el Cusco son blancos, con unas bandas laterales en negro y amarillo. En el techo llevan un letrero con el número de teléfono de la empresa a la que pertenecen, ya que todos los taxis son privados.

No tienen taxímetro, por lo que debes pactar el precio del viaje antes de subir. En general, puedes viajar a cualquier punto dentro del Cusco por S/. 5. Para destinos más alejados como Sacsayhuamán, por ejemplo, el precio del viaje va de los 7 a los 10 soles.

 TIPS VIAJEROS

El primer consejo que te comparto para tu viaje a Cusco es que existen dos tipos de boletos turísticos, que incluyen el ingreso a varios de los principales atractivos de la ciudad.

Boleto turístico integral: Este boleto es válido durante 10 días consecutivos y te da acceso a 16 lugares: Moray, Chinchero, Ollantaytambo, Pisac, Tambomachay, Qenqo, Pukapukara, Saqsayhuamán, Tipón, Pikillacta, Museo de Sitio de Qoricancha, Museo Municipal de Arte Contemporáneo, Museo Histórico Regional, Museo de Arte Popular, Centro Qosqo de Arte Nativo y Monumento a Pachacuteq. El precio es de 130 soles.

Boleto turístico parcial: Si no vas a estar muchos días en el Cusco, este boleto es más conveniente y te permite elegir entre 3 circuitos:

  • Circuito 1: es válido por un día. Incluye la entrada a: Sacsayhuamán, Qenqo, PukaPukara y Tambomachay. El precio es de 70 soles.
  • Circuito 2: es válido por 2 días y permite el ingreso a los siguientes lugares: Museo Histórico Regional, Museo de Arte Contemporáneo, Museo de Arte Popular, Museo de Sitio de Qorikancha, Centro Qosqo de Arte Nativo, Monumento al Inca Pachacutec, Parque Arqueológico de Tipón y Parque Arqueológico de Pikillacta. El precio es de 70 soles.
  • Circuito 3: es válido por 2 días y te permite el ingreso a los centros arqueológicos ubicados en el Valle Sagrado de los Incas: Pisac, Ollantaytambo, Chinchero y Moray. El precio es de 70 soles.

Reserva tu Boleto Turístico del Cusco y ten acceso a atracciones como yacimientos arqueológicos, museos y lugares históricos del Cusco.

  • Como en toda ciudad turística, guarda bien tus objetos de valor y no los andes trayendo a la vista, como las cámaras fotográficas. Si vas a usar el transporte público, guárdalos bien antes de subirte. Siempre lleva tu mochila cerrada y a tu vista, incluso cuando vayas caminando.
  • El mal de montaña, también llamado “soroche”, es un conjunto de síntomas como dolor de cabeza, náuseas, mareos y fatiga, que pueden empezar a sentirse cuando el cuerpo no tiene tiempo de adaptarse a la altitud. Algunos consejos para cuidarte son mantenerte bien hidratado, evitar el esfuerzo físico, comer ligero (en la altura, la digestión es menos eficiente), respirar profundamente y caminar despacio.
  • Por la misma razón, si vas a hacer el Camino Inca, es recomendable pasar 1 ó 2 días en la ciudad del Cusco para aclimatarse.
  • Si es necesario, algunos hoteles tienen oxígeno disponible gratuitamente para sus huéspedes. También las farmacias venden botellas pequeñas, por ejemplo, oxishot.
  • Otras opciones para el mal de altura son tomar mate de coca, tomar una pastilla (como Sorojchi Pills o Gravol), o bien, según la experiencia de muchos viajeros, poner unas gotas de clorofila en el agua que bebes a diario. Esto aumenta la cantidad de glóbulos rojos en tu sistema, permitiendo absorber más oxigeno por tu sangre.
  • Dentro de Machu Picchu no hay baños, así que considera pasar antes de entrar, piensa que dentro del circuito estarás al menos 3 horas. Una vez dentro de la ciudadela, si sales, ya no puedes volver a entrar.
  • En el Cusco siempre necesitarás una casaca para el frio de la noche y para las primeras horas de la mañana. También incluye en tu equipaje gafas para el sol, bloqueador solar, un poncho para la lluvia, guantes, ropa ligera, poleras de manga larga, y por supuesto, calzado cómodo.
  • El agua de la llave en Perú no es bebible, por lo que siempre compra agua embotellada en algún supermercado o tienda. Evita, también, comer en puestos callejeros.
  • Desde el primer momento en el que pises Cusco, te darás cuenta que por todos lados, se te va a acercar gente ofreciéndote tours. Para elegir bien con quién hacer tu excursión, no te vayas por la primera opción, pregunta qué te ofrece y qué no, duda de aquellos lugares en los que te brinden un “descuento especial” muy considerable con respecto a las otras, siempre pide que te lleven a las instalaciones de la agencia, e investiga a la agencia en internet.
  • No te tomes fotos con animales, pues la gran mayoría se pasan horas y horas bajo el sol o el frío, amarrados y esperando que los turistas se tomen fotos con ellos.
  • En muchos sitios no aceptan tarjetas o más bien, no quieren aceptarlas. Incluso, es posible que te digan que te aceptan pagar con tarjeta, pero con una comisión del 3% al 5%. En muchas tiendas, puestos de artesanías y comercios más pequeños, solamente aceptan efectivo.
  • Si vas a cambiar dinero a soles, vas a toparte con mucha gente en la calle que te van a ofrecerá el servicio. Mi recomendación es que solo cambies en lugares establecidos. También te aconsejo verificar que los billetes que te den no sean falsos.

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