El tren llegó a eso de las 11:30 del sábado a la estación Santa Maria Novella de Florencia, construida entre 1932 y 1934 en el mismo lugar donde antes existió la estación Maria Antonia.

Proyectada durante la época fascista, el diseño recayó en el Grupo Toscano de arquitectos, quienes se mostraron partidarios de realizar un edificio moderno y funcional, acorde a los nuevos tiempos. Fue así como se convirtió en la primera estación italiana que se construyó bajo estos nuevos preceptos, causando un gran impacto en la sociedad y provocando una división entre quienes se mostraban a favor de proyectar edificios modernos en proximidad a los cascos históricos de las ciudades, y los que optaban por una postura más conservadora.

A un par de cuadras de la estación, el Hotel Bonciani fue nuestro hospedaje durante las tres noches siguientes. Situado en un palacio del siglo XVI, la verdad es que no se los recomiendo por lo lúgubre y lo descuidado. El hotel necesita urgente una buena remodelación, porque sus instalaciones parecen sacadas del mismo siglo XVI en que se inauguró el palacio. En fin, seguro encontrarán un mejor lugar para alojar en Florencia.

 LOS LUGARES QUE DEBES VISITAR

 PIAZZA DEL DUOMO

Aprovechando que nos quedaba la tarde, decidimos tomar un tren a Pisa, para conocer la célebre torre inclinada. Así que al regreso, nuestro primer destino fue, obviamente, la Catedral de Florencia, conocida como Santa Maria dei Fiore y localmente como “Duomo”, es una de las iglesias más grandes de la cristiandad, con 160 metros de longitud, 43 metros de ancho y 90 metros en su nave transversal. Su construcción comenzó en 1296, más de dos siglos después que las catedrales de ciudades cercanas como Pisa o Lucca, y duró 72 años, para finalizar en 1368.

Pero sin duda, una de las cosas que define a la Catedral de Florencia es su grandiosa cúpula, reto arquitectónico que estuvo a cargo de Filippo Brunelleschi y que le llevó 14 años. Levantada casi un siglo después de la finalización de la catedral, el enorme domo alcanza los 114 metros de altura y 45 metros de diámetro y, hasta el día de hoy, sigue siendo la cúpula más grande del mundo.

La decoración interior de la cúpula es obra de Giorgio Vasari y Federico Zuccari, quienes entre 1568 y 1579, pintaron distintas escenas que representan el Juicio Final. Por su parte, los coloridos mármoles que decoran los pavimentos interiores de la iglesia datan del siglo XVI y son obra de los arquitectos Baccio d’Agnolo y Francesco da Sangallo.

Cabe destacar que cerca de la entrada se encuentra una bajada a una pequeña cripta donde se puede ver la tumba de Brunelleschi, descubierta a mediados del siglo XX. Otra curiosidad es que la primera fachada de la Catedral fue demolida entre 1587 y 1588, por orden del gran duque Francisco I de Médicis, ya que la consideró pasada de moda. La fachada permaneció desnuda hasta 1887, cuando fue totalmente reconstruida en estilo neogótico por Emilio de Fabris a partir del diseño original de Giotto.

Sabías que en la catedral se puede ver una gárgola con forma de toro, la que según cuenta la historia se debe a una mujer que le era infiel a su marido con un hombre que trabajaba en la decoración de la catedral, quien, para jactarse del marido, elaboró la estatua del animal. 

 Recorre el interior de una de las joyas del Renacimiento italiano con esta visita guiada por la Catedral de Florencia. 

Acompañando a la Catedral está el campanario o Campanile de Giotto, obra que inició Giotto en 1334 y que, tras su muerte, Andrea Pisano y Francesco Talenti finalizaron en 1359. La torre de estilo gótico y 84 metros de altura, en su parte inferior está decorada con 54 bajorrelieves y cuenta con un revestimiento de mármol blanco, verde y rojo similar al de la Catedral.

El baptisterio es el tercer elemento de la Piazza del Duomo. Ubicado frente a la fachada de la Catedral, está dedicado a san Juan Bautista (San Giovanni) y es el edificio más antiguo de Florencia. De planta octogonal, también cuenta con un revestimiento de mármol blanco y verde.

En su interior, lo más sorprendente es el mosaico bizantino de la cúpula, cuyos dorados recuerdan a los de la Basílica de San Marcos en Venecia. Aquí también se halla la tumba del antipapa Juan XXIII, sepulcro diseñado por Donatello y su discípulo Michelozzo Michelozzi.

Cuento aparte son sus tres puertas de acceso, de las cuales la más importante es “La Puerta del Paraíso”, situada en la cara orientada a la Catedral, obra de Lorenzo Ghiberti, que dedicó 26 años de trabajo para confeccionar los diez paneles que la componen y que representan escenas del Antiguo Testamento.

 Piazza del Duomo / Autobuses: 6, 11, 14, 23, C1, C2 / Tranvía: Alamanni, T1 / Autobuses: líneas 6, 11, 14, 23, C1, C2
 Catedral: Lunes, martes, miércoles y viernes: 10:00 a 17:00 horas / Jueves: 10:00 a 15:30 horas (depende del mes) / Sábado: 10:00 a 16:45 horas / Domingo y festivos: 13:30 a 16:45 horas / Baptisterio: Lunes a viernes: 8:15 a 10:15 y 11:15 a 19:30 horas / Sábado: 8:15 a 18:30 horas / Domingo: 8:15 a 13:30 horas / Campanile: Lunes a domingo: 8:15 a 19:00 horas
 Adultos: 18€ (incluye catedral, cúpula, baptisterio, cripta, campanile y el Museo de la Ópera del Duomo / Niños entre 6 y 11 años: 3€ / Menores de 6 años: entrada gratuita
 https://www.museumflorence.com

 PIAZZA DELLA REPUBBLICA

Luego, caminando por la Via Roma hacia el sur, llegamos a la Piazza della Repubblica, una de las plazas más grandes de la ciudad, cuyos orígenes se remontan a la época romana cuando era un foro con pórticos alrededor y un gran Templo Capitolino. En la Edad Media se transformó en un mercado abarrotado de puestos ambulantes y después del siglo XVI, llegó a conocerse como el Mercato Vecchio.

Eso hasta 1865, cuando Florencia se transformó en la capital de Italia y se llevaron a cabo transformaciones urbanísticas con amplios espacios y bulevares, como en París. La zona que ocupaba el Mercato Vecchio fue completamente derrumbada y, en su lugar, se construyó la Piazza della Repubblica, rodeada por grandes palacios y un impresionante arco de triunfo en su lado oeste.

En el centro de la plaza se mantiene la Columna de la Abundancia, corazón de la ciudad y símbolo del lugar donde se cruzan las principales calles de la antigua ciudad romana, la Cardo y la Decumano. Actualmente, un precioso carrusel completa el escenario de esta elegante plaza.

 MERCADO NUEVO

Otro par de cuadras más al sur, el Mercado Nuevo o del Porcellino, construido a mediados del siglo XVI por deseo del duque Fernando I de Médici y dedicado, en sus inicios, a comercializar la seda y artículos de lujo. Uno de los productos típicos del mercado eran los sombreros de paja, que aún puedes conseguir en el mercado, junto a artículos de cuero, bordados y souvenirs.

Cuando visites el mercado, no te olvides de poner atención a la llamada “Piedra del Escándalo”, un círculo de mármol blanco y verde que está en el suelo, casi en el centro, y que era el lugar donde se castigaba públicamente a los deudores insolventes en la época del Renacimiento. El castigo consistía en encadenar al deudor, bajarle los pantalones y golpearle las nalgas contra la piedra repetidamente.

El nombre de “Porcellino” con que se conoce al mercado proviene de la Fontana del Porcellino, una escultura en bronce de un jabalí realizada en el siglo XVI por Pietro Tacca. La leyenda dice que tocar la estatua trae buena suerte, pero para que esto se cumpla hay que primero, frotar la nariz del jabalí y luego ponerle una moneda en la boca, tratando de que ésta haga todo el recorrido hasta caer en el agua. Si esto sucede, tendrás suerte y volverás a Florencia.

 PONTE VECCHIO

Nuevamente hacia el sur por la Via Por Santa Maria, se llega a la que es quizás, la imagen más conocida y representativa de la capital toscana: el Ponte Vecchio. Los orígenes del “Puente Viejo” se remontan al año 1345, lo que le convierte en el puente de piedra más antiguo de Europa. Con una longitud de 63 metros, su estructura se compone de tres arcos y une la zona más estrecha del río Arno.

En los siglos XV y XVI sus casas colgantes estuvieron ocupadas por carniceros y matarifes pero, cuando la corte se mudó al Palacio Pitti, Fernando I ordenó cerrar las tiendas por el mal olor en 1593. Desde entonces, fueron sustituidos por joyeros y orfebres. De hecho, en el centro del puente puede verse el busto de un célebre artesano, Benvenuto Cellini.

Un curioso detalle que notarás al cruzar el puente es que sobre las tiendas hay un piso superior que recorre todo el puente. Se trata del llamado Corredor Vasariano, mandado construir por los Medici en 1565, un largo pasillo cerrado que unía el Palazzo Vecchio y el Palacio Pitti, en la orilla sur del río, pasando por la Galería de los Uffizi y el Ponte Vecchio.

Durante la Segunda Guerra Mundial, el Ponte Vecchio fue el único de los puentes de Florencia que no fue destruido por las tropas alemanas. Se dice que Hitler se enamoró de la vista que se tenía de la ciudad desde él y dio órdenes directas de no destruirlo.

 Sigue los pasos de Miguel Ángel, Da Vinci o Botticelli con este fantástico tour por el centro histórico de Florencia.

 PONTE SANTA TRINITA

Por la ribera norte del Arno hacia el poniente, llegamos a otro puente, el de Santa Trinita, denominado así por su cercanía a la iglesia del mismo nombre. El primer puente fue construido en madera en 1252, pero se derrumbó en 1259 durante un espectáculo. Fue reconstruido de piedra en 1333, pero una crecida se lo llevó en 1557.

El puente actual fue construido por el arquitecto Bartolomeo Ammanati entre 1567 y 1569, con la ayuda de su maestro Miguel Ángel, que diseñó unos arcos elípiticos para resistir las riadas. En 1608, para celebrar la boda de Cosme II con Magdalena de Austria, se pusieron en el puente las estatuas de la Primavera, el Verano, el Otoño y el Invierno. Sin embargo, durante el verano de 1944, el ejército alemán destruyó el puente, que fue reconstruido rescatando las piedras del Arno y siguiendo fielmente el diseño original, entre 1955 y 1958 por Riccardo Gizdulich.



 SAN FREDIANO

Cruzando el puente, aprovechamos de tomar unas preciosas fotos del Ponte Vecchio y el Arno mientras atardecía, antes de llegar al barrio de San Frediano, proclamado por Lonely Planet como el barrio más cool del mundo. Y la verdad es que sí, porque una de las características de San Frediano es estar repleto de restaurantes, tiendas y bares, pero además conservar el ambiente de barrio y la belleza de sus calles que hace que te transportes en el tiempo.

Y es que en San Frediano aún es posible ver plazas con niños jugando, escuelas y tiendas de barrio. Pasear en sus calles es realmente bonito y relajante, pues esconde rincones encantadores, cuenta con verdaderas joyas artísticas como la iglesia de Santo Spirito, la basílica de Santa María del Carmine y la iglesia de San Frediano en Cestello.

 BASÍLICA DE SANTA MARIA NOVELLA

La mañana del domingo, nuestro recorrido partió por la Basílica de Santa Maria Novella, edificada sobre una pequeña iglesia de monjes dominicanos, que habían llegado a Florencia alrededor del año 1200. Las obras empezaron en 1279 y terminaron a mediados del siglo XIV, aunque la fachada estuvo sin terminar hasta que Giovanni Rucellai, un rico mercader florentino, la financió. De estilo gótico-renacentista en mármoles verdes y blancos, fue realizada entre 1456 y 1470 por Leon Battista Alberti.

La parte inferior de la fachada está decorada con emblemas y escudos de armas de las familias que fueron enterradas en la Basílica. De 1572 son los relieves de elementos astronómicos y de 1616 las escenas bíblicas y las que representan a Tomás de Aquino.

El interior está dividido en tres naves con arcos con decoraciones de mármol blanco y verde. Una de las primeras obras que vemos al entrar es el enorme Crucifijo de Giotto, realizado en 1288 o 1289, y que originalmente estaba ubicado en el altar mayor.

La vidriera del rosetón en la fachada representa la “Coronación de la Virgen” de 1365. En el centro, detrás del altar, está la capilla Tornabuoni, cuyos frescos son de Domenico Ghirlandaio (1485-1490) y, quizás, de su alumno Miguel Ángel. Los frescos reproducen escenas de la vida de la Virgen y de San Juan, ambientadas en la Florencia renacentista. En el altar se encuentra el crucifijo de Gianbologna.

Otras obras del interior de la basílica son los frescos de Filippo Lippi en la Capilla Strozzi, los frescos de Duccio en la Capilla Baldi, y el Crucifijo de Brunelleschi en la Capilla Gondi, única escultura en madera del artista que, se dice, fue hecha en contraposición al Cristo de Donatello ubicado en la Basílica de Santa Croce.

 Piazza di Santa Maria Novella / Autobús: líneas C2, 1, 2, 4, 6, 11, 13, 14, 17, 22, 23, 28, 36 y 37
 Lunes, jueves, viernes y sábado: 10:00 a 17:00 horas / Domingo: 13:00 a 17:00 horas / Martes y miércoles: cerrado
 Adultos: 7,50€ / Jóvenes de 11 a 18 años y mayores de 65: 5€ / Menores de 11 años y personas con movilidad reducida: entrada gratuita
 https://www.smn.it/en/

 IGLESIA DE SANTA MARIA MAGGIORE

Tras visitar la Basílica de Santa Maria Novella, nos dirigimos a la iglesia de Santa Maria Maggiore, una de las más antiguas de la ciudad. Fundada antes del siglo XI en estilo románico y reconstruida en estilo gótico en la segunda mitad del siglo XIII, recibió el nombre de “la Mayor”, porque era la iglesia más grande dedicada a la Virgen María antes de la construcción de la Catedral de Santa Maria del Fiore.

Su interior es muy sencillo, pero cuenta con importantes obras de arte, entre las que destaca un bajorrelieve de La Virgen con el Niño, de origen poco claro, aunque se cree bizantino. Además, en la Capilla Mayor, podemos ver interesantes frescos con episodios de la historia de Herodes, que muestran la masacre de inocentes, y que fueron realizados a partir del final del siglo XIV.

Sabías que aquí se encuentra la tumba de Salvino degli Armati, desde hace años erróneamente considerado como el inventor de los lentes.
 Vicolo di Santa Maria Maggiore, 1 / Autobús: líneas 4, 6, 11, 12, 14, 22, 23, 36, C1, C2
 Lunes a sábado: 7:30 a 12:00 y 16:00 a 19:00 horas / Domingos y festivos: 8:30 a 12:00 y 16:00 a 22:00 horas
 Entrada gratuita

De vuelta en la Piazza del Duomo, nuestra intención fue entrar a la Catedral y subir al Campanile. El ticket, que cuesta 18 euros, incluye la catedral, la cúpula, el baptisterio, la cripta, el campanile y el Museo de la Ópera del Duomo. Sin embargo, por la excesiva demanda, no había horarios disponibles para subir al domo hasta varios días después.

Así que lo primero fue entrar al baptisterio, en cuyo interior me sorprendió el mosaico bizantino de la cúpula, cuyos colores dorados recuerdan a los de la Basílica de San Marcos en Venecia. Aquí también se halla la tumba del antipapa Juan XXIII, diseñada por Donatello y su discípulo Michelozzo Michelozzi.

Después fue el turno del Campanile, al que logré subir después de hacer una fila de unos 45 minutos. Pero valió la pena, ya que después de subir los 414 escalones y a más de 80 metros de altura, gocé de unas espectaculares vistas de Florencia en 360 grados. Luego, unos minutos más de espera en otra fila y logramos entrar a la Catedral, de la que como les conté, impresionan sus enormes dimensiones.

 BASÍLICA DE SAN LORENZO

Ya pasado el mediodía, nos dirigimos a la Basílica de San Lorenzo, consagrada en el año 393 y que fue la Catedral de la ciudad durante 300 años, hasta que fue reemplazada por Santa Reparata. En 1059 se produjo la primera ampliación, pero en 1419, los Medici, que usaban San Lorenzo como parroquia familiar, decidieron agrandarla, entregándole la tarea a Filippo Brunelleschi. El resultado fue la primera iglesia maestra renacentista que más tarde se convertiría en un punto de referencia para toda la arquitectura religiosa.

Una de las principales características de la Basílica es el contraste entre la piedra bruta de la fachada y la armonía de su interior, dividido en tres naves con columnas corintias y arcos de medio punto en piedra gris, que contrastan con el yeso blanco de las paredes.

 Piazza di San Lorenzo, 9 / Autobús: línea C1, parada Panzani; línea D, parada San Lorenzo; línea C2, parada Santa Caterina
 Lunes a sábado: 10:00 a 17:00 horas / Domingo: 13:30 a 17:00 horas
 Entrada general: 7€ (el boleto incluye acceso al Museo del Tesoro de San Lorenzo), 9,5€ (boleto acumulativo con la Biblioteca Laurentiana)

Junto a la Basílica, la Capilla de los Medici alberga las tumbas de 50 miembros de la familia. Dentro de las capillas se incluyen la Sacristía Nueva, de Miguel Ángel; y la Capilla de los Príncipes, de Buontalenti, una sala octogonal revestida en mármol y piedras semipreciosas, y coronada por una cúpula que recuerda a la de Santa Maria del Fiore.

 Piazza di Madonna degli Aldobrandini, 6 / Autobús: línea C1, parada San Lorenzo
 Lunes: 8:15 a 13:20 horas / Martes a domingo: 8:15 a 16:20 horas
 Entrada general: 9€
 http://www.bargellomusei.beniculturali.it/musei/2/medicee/

 MERCADO CENTRAL

Muy cerca, recorrimos el Mercado Central, cuyos orígenes datan del siglo XIX, cuando el “Mercado Viejo” fue derribado para dar lugar a la Piazza della Reppublica, y el Mercado del Porcellino o Mercado Nuevo no era suficiente para abastecer a la ciudad. Fue entonces que en 1874, para la Exposición Internacional de Agricultura, se inauguró este mercado, muy cerca de la Basílica de San Lorenzo y la Galleria dell’Accademia.

El edificio de hierro tiene dos pisos. En la planta baja se venden carnes, pescados, quesos y productos típicos, mientras que en la planta alta se comercializan verduras, frutas, plantas y flores. También hay un enorme espacio donde degustar comidas preparadas con productos frescos. Pero además, alrededor del Mercado Nuevo funciona un mercado abierto, conocido como Mercado de San Lorenzo, en el que se vende ropa, accesorios y souvenirs.

 Piazza del Mercato Centrale, Via dell’Ariento 10/14 / Autobús: líneas 81, C1 / Tranvía: Valfonda – Stazione Santa Maria Novella, T1
 Lunes a jueves: 10:00 a 16:00 horas / Viernes a domingo: 10:00 a 18:00 horas
 Entrada gratuita
 https://www.mercatocentrale.com/florence/ 

 IGLESIA DE SANTI MICHELE E GAETANO

Retornando hacia el sur, llegamos a la iglesia de Santi Michele e Gaetano, ubicada junto a la Piazza Antinori. Se trata de una iglesia cuyo exterior no hace justicia a la belleza de su interior, un buen ejemplo del arte barroco de Florencia. Y es que las capillas laterales, decoradas con madera, resultan muy escenográficas porque de ellas sobresale una serie de estatuas de mármol de Apóstoles y Evangelistas del siglo XVII. El colorido del altar también hace que esta iglesia quede en la memoria.

Dedicada al arcángel San Miguel, su construcción se llevó a cabo entre 1604 y 1648, y a ella contribuyeron entre otras, la familia Medici. Que la iglesia esté dedicada tanto a Santi Michele como a Gaetano tiene una explicación, pues la iglesia está localizada en el lugar donde anteriormente se encontraba la iglesia románica de San Michele Bertelde, mientras que Santi Gaetano fue uno de los fundadores de la orden.

 VIA DE TORNABUONI

Es en la misma Piazza Antinori donde comienza la Via de Tornabuoni, una de las calles más lujosas de Florencia desde la época del Renacimiento y que en la actualidad, se caracteriza por contar con los hoteles más elegantes, cafés y restaurantes, boutiques de alta costura, como Gucci y Salvatore Ferragamo, y joyerías como Tiffany y Bulgari. La calle se extiende hasta el puente Santa Trinita.

En la antigüedad, las murallas romanas pasaban por aquí y, cerca del actual Palazzo Strozzi, se encontraba la Puerta de Brancazio. En cambio, en el periodo del Gran Ducado fue un lugar popular donde se realizaban desfiles, cortejos y juegos callejeros como carreras de caballos, partidos de pelota o fútbol en trajes de época.

Sabías que la calle toma su nombre de una famosa familia florentina de comerciantes y políticos, entre los que se encontraba la madre de Lorenzo el Magnífico, Lucrezia Tornabuoni.

 IGLESIA DE SANTA TRINITA

Pero antes de llegar al puente, junto a la plaza del mismo nombre, está la iglesia de Santa Trinita, fundada por los monjes vallombrosianos en el siglo XI y que en el siglo XIV, obtuvo el título de abadía, por lo que fue reestructurada en estilo gótico.

En el interior, dividido en tres naves separadas por pilastras que se elevan hasta los arcos góticos, se conservan en la Capilla Bartolini Salimbeni, frescos con historias de la Virgen, de Lorenzo Monaco; mientras que en el transepto, la Capilla Sassetti cuenta con un ciclo de frescos dedicado a San Francisco de Asís, obra de Ghirlandaio.

 Piazza Santa Trinita
 Lunes a sábado: 8:00 a 12:00 y 16:00 a 17:45 horas / Domingos y festivos: 8:00 a 10:45 y 16:00 a 17:45 horas
 Entrada gratuita



 PALACIO PITTI

Al otro lado del Arno, en la ribera sur, fue el turno del Palacio Pitti, construido en 1458 por el banquero florentino Luca Pitti, quien quería que su nueva residencia fuera la más imponente de la ciudad. Por eso, Pitti compró, además, todas las casas que se encontraban entre su nuevo palacio y la ruta al pie de la colina, para demolerlas y construir un gran jardín, llamado Giardino Boboli.

El palacio es una obra del Quattrocento, cuyo diseño se atribuye a Brunelleschi, aunque esto no está comprobado. Tras la muerte de Pitti, fue vendido en 1549 a Leonor de Toledo, duquesa consorte de Cosme I de Medici, convirtiéndose desde entonces en residencia oficial de importantes duques. Para el siglo XIX, fue utilizado como base militar de Napoleón I y como vivienda oficial de los Reyes de Italia, aunque no por mucho tiempo.

Fue a comienzos del siglo XX, cuando el palacio fue donado con todo su contenido al pueblo italiano, abriéndose sus puertas al público y convirtiéndose en unas de las más importantes y grandes galerías de arte florentinas, donde pueden verse la Galería Palatina, compuesta de 28 salas que albergan obras de artistas famosos; los Apartamentos Reales usados por los Medici; la Galería de Arte Moderno, una colección de pinturas que comprenden los años de 1800 a 1939; el Museo de la Plata, con objetos pertenecientes a la colección de Lorenzo de Medici; el Museo de la Porcelana; la Galería del Vestuario, una muestra del vestuario teatral de los siglos XVI al XXI; y el Museo de Carruajes, compuesto de carrozas y enganches usados por la corte gran ducal entre los siglos XVIII y XIX.

Sabías que las enormes ventanas del palacio se deben a que los Pitti querían tenerlas más grandes que las puertas del palacio Medici-Riccardi. Y es que en esos años, la competencia entre casas llegaba hasta este punto. 

 Descubre el lugar de residencia de los Médici y fascínate con una de las mayores colecciones de arte de Italia con esta visita guiada por el Palacio Pitti y la Galería Palatina.

 Piazza Pitti, 1 / Autobús: líneas 36, 36A, 37, 11 (el palacio se ubica a unos 300 metros de la parada Campuccio)
 Martes a domingo: 8:30 a 18:30 horas
 Entrada única para todas las colecciones del Palazzo Pitti (Galería Palatina, Galería de Arte Moderno, Tesoro de los Grandes Duques, Museo del Traje y la Moda): 16€ /
 https://www.uffizi.it/en/pitti-palace

Pero claro, como ya les he contado, no me llaman la intención las colecciones de arte, así que solo disfrutamos del palacio por fuera, justo cuando se puso a llover con truenos y relámpagos, por lo que nos metimos a un restorán y aprovechamos de almorzar. Como la tormenta no cesó, las ganas de ir a los jardines del Boboli quedaron en ganas, y optamos por regresarnos al hotel.

La mañana del lunes salimos muy temprano para tomar un tren a La Spezia para recorrer los pueblos de Cinque Terre, pero eso es harina de otro costal, que les contaré en otro post.

 IGLESIA DE SAN SALVATORE IN OGNISSANTI

El último día en Florencia lo iniciamos visitando la iglesia de San Salvatore in Ognissanti, construida a partir de 1251 por la orden lombarda de los Humillados. Estos monjes, con voto de pobreza y trabajo, a finales del siglo XIII eran muy prestigiosos en la ciudad, por lo que gracias a su importancia y a la sólida posición socio-ecónomica de las familias del barrio, el complejo religioso se llenó de extraordinarias obras de arte.

Pero en 1561, los Humillados dejaron tanto la iglesia como el convento, que fueron cedidos a los Franciscanos, quienes trajeron decoraciones, obras de arte y el sayo que se había puesto San Francisco De Asís en 1224, cuando recibió los estigmas en la Verna. Más tarde, en 1582, la iglesia fue reestructurada en estilo barroco y dedicada a San Salvador y a Todos los Santos (“Ognissanti”).

En el interior se encuentra la tumba de Botticelli y dos frescos: “San Agustín” de Botticelli (a la derecha) y “San Jerónimo” de Ghirlandaio (a la izquierda). Pero sin duda, la obra más importante que contemplar aquí es “La Última Cena” de Domenico Ghirlandaio, la que se encuentra en el refectorio abovedado del convento anexo a la iglesia.

 Borgo Ognissanti, 42
 Lunes a sábado: 9:30 a 12:30 y 16:00 a 19:30 horas / Domingo y festivos: 16:00 a 19:30 horas / Miércoles: cerrado
 Entrada gratuita
 https://chiesaognissanti.it

 BASÍLICA DE SANTO SPIRITO

Otra vez al otro lado del Arno, nos dirigimos a la Basílica del Santo Spirito en el barrio de Oltrarno. Considerada la última obra maestra de Brunelleschi, lo que caracteriza a esta iglesia es la sencillez y elegancia de su fachada. Las obras empezaron en 1446, pero dos años después, tras la muerte del arquitecto, sus alumnos se ocuparon del trabajo, quienes al no comprender bien el proyecto original, solo realizaron sólo una parte y la fachada que mira hacia el Arno se quedó sin terminar.

Adentro se encuentran varias obras, entre las que destaca el “Retablo Neri” de Filippino Lippi, con la “Virgen con el Niño entre Santos”, y el “Crucifijo de Madera” de Miguel Ángel, ubicado en el altar mayor y que realizó como agradecimiento por la hospitalidad con la que había sido acogido cuando tenía 17 años.

Junto a la Basílica, la plaza del mismo nombre, es una de las zonas más vivas de toda Florencia, ya que todas las mañanas se instala un mercado de frutas, verduras y ropa, que pudimos presenciar y recorrer. Por las noches, en tanto, se transforma en el lugar donde los jóvenes se reúnen, ya que, en la zona, se hallan muchos talleres de artistas y artesanos, restaurantes y locales nocturnos.

 Piazza Santo Spirito, 30
 Lunes a domingo: 10:00 a 12:30 y 16:00 a 18:00 horas / Miércoles: cerrado
 Entrada gratuita
 http://www.basilicasantospirito.it/la-basilica/

 GIARDINO DELLE ROSE

Después, bordeando el Arno y subiendo por la colina Monte alle Croci, llegamos al Giardino delle Rose, un lugar que no suele estar en la ruta habitual de los turistas, lo que lo hace especial. Esta rosaleda fue creada en 1865 por encargo al arquitecto Giuseppe Poggi, pero recién fue abierta al público en mayo de 1985. Desde aquí se tiene una de las mejores vistas panorámicas de Florencia.

Así que les doy una recomendación. Merece la pena perderse aunque sea media hora y relajarse entre sus casi 400 variedades de rosas, respirar profundo y disfrutar de Florencia desde uno de los lugares, para mi gusto, más idílicos de la ciudad.

 Viale Giuseppe Poggi, 2
 Lunes a domingo: 8:00 a 20:00 horas
 Entrada gratuita

 PIAZZALE MICHAELANGELO

En fin. Subiendo un poco más alcanzamos la meseta donde está el mejor mirador de la ciudad: la Piazzale Michaelangelo. Cuenta la historia que cuando Florencia era la capital de Italia y la ciudad se había inmerso en una ola de renovación y modificaciones, en 1869 se construyó esta plaza según los planos del arquitecto Giuseppe Poggi.

Y la verdad es que las vistas que se tienen de esta explanada son sublimes. De tan solo recordar, se me eriza la piel. La panorámica abarca todo el casco histórico de la ciudad, incluyendo el Fuerte Belvedere, la Basílica de Santa Croce, los puentes sobre el Arno, el Palazzo Vecchio y, por supuesto, la magnífica cúpula del Duomo.

Estar contemplando Florencia desde lo alto me pareció lo más cercano a estar viviendo en una pintura de variados múltiples colores y nubes tipo algodón incluidas. Un paseo que no te puedes perder si visitas la capital toscana. Una recomendación eso sí es que si quieres tomar buenas fotos, la mejor hora para subir a la plaza es al mediodía, ya que si lo haces al atardecer, tendrás que luchar con el sol a contraluz.

Por cierto, la plaza fue dedicada a Miguel Ángel, motivo por el cual se expone una réplica en bronce de su mundialmente reconocido “David”.

Sabías que justo debajo del muro de estilo necolásico de la logia Poggi se encuentra una inscripción que recuerda su obra: Giuseppe Poggi architetto fiorentino volgetevi attorno ecco il suo monumento MCMXI

 BASÍLICA DI SANTA CROCE

Bajando a la ciudad y cruzando por el Ponte alle Grazie, llegamos a la Piazza Santa Croce, una plaza flanqueda por elegantes palacios del siglo XVI y que está dominada por la Basílica del mismo nombre, junto a la que se encuentra la estatua de Dante Alighieri, el gran poeta florentino autor de la “Divina Comedia”.

En el siglo XIII, esta zona, que era pantanosa, fue ocupada y saneada por los monjes franciscanos, quienes construyeron un pequeño oratorio donde se reunían las multitudes de fieles para escuchar las prédicas. Más tarde, en el siglo XV, se empezaron a celebrar ferias, fiestas ciudadanas, torneos caballerescos y los partidos de “calcio” histórico.

Pero a lo que vinimos, la Basílica de Santa Croce, la iglesia franciscana más grande del mundo y el auténtico panteón de Florencia con casi 300 tumbas, incluidas las de Miguel Ángel y Galileo. La construcción de la iglesia comenzó en 1294 en el mismo lugar en que años antes, se levantó una pequeña capilla para conmemorar la muerte de San Francisco de Asís.

En los siglos posteriores, la Basílica fue creciendo y embelleciéndose, aunque la fachada permaneció sin terminar. En el siglo XV, la familia Quarantesi financió la fachada con la condición de que se colocara en el centro el escudo de la familia, pero los monjes se negaron y la fachada estuvo sin terminar hasta finales del siglo XIX, en estilo neogótico.

En 1966, la fatídica inundación de Florencia provocó graves daños a la iglesia, que se convirtió en el símbolo de las pérdidas artísticas de la ciudad, pero también, del posterior renacimiento gracias a un minucioso trabajo de restauración.

Y aunque el interior de la iglesia no es tan llamativo como el de Santa Maria Novella, las esculturas y las pinturas que adornan sus paredes tienen un gran valor. En sus capillas se pueden ver frescos de artistas como Giotto, Brunelleschi o Donatello.

Sin embargo, la importancia de Santa Croce está en las casi 300 tumbas que hay en la iglesia y en cuyas lápidas se leen fechas que van entre los siglos XIV y XIX. Aquí puedes observar las sepulturas de personajes tan famosos como Galileo Galilei, Maquiavelo, Lorenzo Ghiberti y Miguel Ángel. Especial atención al sepulcro de este último, en el que están las estatuas de la Pintura, la Escultura y la Arquitectura, proyectadas por Vasari.

 Descubre el arte en el interior de la Basílica de la Santa Croce con esta visita guiada.

 Piazza si Santa Croce / Autobús: líneas C1, C2 y C3
 Lunes a sábado: 9:30 a 17:00 horas / Domingo y festivos: 14:00 a 17:00 horas
 Adultos: 8€ / Jóvenes entre 12 y 17 años: 6€ / Menores de 12 años y personas con movilidad reducida: entrada gratuita
 http://www.santacroceopera.it/en/default.aspx

 IGLESIA DE ORSANMICHELLE

A continuación, nos dirigimos hasta otra iglesia, la de Orsanmichelle, uno de los tres edificios medievales más importantes de Florencia. La historia cuenta que en el siglo IX, sobre las ruinas de un antiguo templo de Isis se levantó un oratorio dedicado a San Miguel, el que para el siglo XIII se encontraba en muy mal estado, por lo que se decidió construir es su lugar un mercado de granos, que posiblemente resultó destruido en el incendio de 1304.

En 1337 se encargó la construcción de un nuevo edificio, al que se llamó Orsanmichele, ya que estaba erigido sobre lo que se suponía había sido el huerto del oratorio (Orsanmichele es una contracción de Orto di San Michele). En la galería que se usaba para la venta de granos, se colocó en 1347 la imagen Madonna con Niño y Ángeles, de Bernardo Daddi, para reemplazar a una similar que se perdió en el incendio.

Rumores sobre una misteriosa aparición de la Virgen convirtieron al mercado en sitio de peregrinaje, por lo que en 1380, la galería inferior se cerró con vidrieras y se construyeron dos pisos más. El mercado de granos fue trasladado y la planta baja del edificio fue convertida en iglesia. En los dos pisos superiores hay un pequeño museo.

Como el interior fue conservado, resulta algo extraño para una iglesia. No hay nave central, pero sí dos naves separadas por pilares y por una galería central. Las bóvedas están decoradas con frescos con escenas bíblicas. En la nave de la izquierda está el altar de madera de Santa Ana, ya que la iglesia fue dedicada a esta santa. En la nave de la derecha está el tabernáculo de mármol donde se guarda la milagrosa imagen de la Virgen pintada por Bernardo Daddi.

 PIAZZA DELLA SIGNORIA

Ya para finalizar nuestro viaje a Florencia, nos fuimos hasta la Piazza della Signoria, centro del poder civil y la zona más animada de la ciudad. Durante el Imperio Romano, aquí se localizaban unas termas y una gran lavandería, pero durante la Edad Media estos edificios fueron abandonados y reutilizados por artesanos. La cara actual de la Piazza della Signoria fue tomando forma a mitad del siglo XIII y para finales del siglo XIV ya estaba pavimentada.

Entre los edificios que rodean la plaza destaca el Palacio Vecchio, que con su forma de castillo y su torre de 94 metros de altura se ha convertido en uno de los estandartes de Florencia. Construido entre 1299 y 1314, sobre el lugar que ocupaban las termas, como vivienda y lugar de trabajo de los funcionarios de la república.

En la actualidad, el palacio alberga un museo. En la entrada puedes observar dos grandes estatuas: a la izquierda la copia del David de Miguel Ángel (la original se trasladó a la Academia) y a la derecha Hércules y Caco, obra de Baccio Bandinelli.

 Piazza della Signoria / Autobús: líneas C1, C2 y D
 Desde el 1º de abril hasta el 30 de septiembre: Viernes a miércoles: 9:00 a 23:00 horas / Jueves: 9:00 a 14:00 horas / Desde el 1º de octubre hasta el 31 de marzo: Viernes a miércoles: 9:00 a 19:00 horas / Jueves: 9:00 a 14:00 horas
 Torre y almenas: Adultos: 12,5€ / Jóvenes entre 18 y 25 años: 10€ / Menores de 18 años: entrada gratuita / Museo y yacimiento arqueológico: Adultos: 20€ / Jóvenes entre 18 y 25 años: 16,5€ / Menores de 18 años: entrada gratuita / Museo, torre y yacimiento: Adultos: 23,5€ / Jóvenes entre 18 y 25 años: 20,7€ / Menores de 18 años: entrada gratuita

Al sur de la plaza está la Logia dei Lanzi, creada entre los años 1376 y 1381 por Cione y Talenti. Su estructura de pórtico albergaba las asambleas de la ciudad hasta el siglo XV. Luego, en 1555, pasó a ser una exhibición al aire libre de las obras de los Medici, como el Perseo de Cellini o el Rapto de las Sabinas de Giambologna.

Otro de los atractivos de la plaza es la Fuente de Neptuno, la primera fuente pública de la ciudad, creada por Ammannati en 1563 y que adquirió más valor artístico con el pasar del tiempo, probablemente porque el Neptuno tenía la apariencia de Cosme de Medici. En otro lado de la plaza, se aprecia la estatua ecuestre de Cosme I, obra de Giambologna en 1594.

Más edificios de interés en torno a la Piazza de la Signoria son el Palacio Uguccioni de 1550; el Tribunal de las Mercancías, que funcionaba para arreglar las disputas de los sindicatos y artesanos; y el Palacio de las Aseguraciones de 1850, donde actualmente se encuentra el Café Rivoire.

 GALERÍA DEGLI UFFIZI

A pasos de la plaza, la Galería de los Uffizi cuenta con una de las colecciones de pintura más ricas y famosas del mundo. La construcción de este edificio comenzó en 1560 por orden de Cosme I de Medici para sustituir al Palacio Vecchio como residencia. En 1581 finalizaron las obras y el edificio comenzó a albergar las innumerables obras de arte que había reunido la familia Medici durante décadas.

Y a pesar de que no tuvimos interés en entrar, les cuento que las salas de pintura están ordenadas cronológicamente y que la parte más famosa es, obviamente, la referente al renacimiento italiano, con las obras de genios como Botticelli, Leonardo da Vinci, Miguel Ángel, Rafael o Tiziano.

Especialmente conocidas son el Nacimiento de Venus, de Sandro Botticelli (1484); la Adoración de los Magos, de Leonardo da Vinci (obra inacabada de 1481); La Anunciación de Leonardo da Vinci; la Virgen del Jilguero, de Rafael (1506); y La Venus de Urbino, de Tiziano (1538).

 Piazzale degli Uffizi, 6 / Autobús: líneas 23 y C1
 Martes a domingo: 8:15 a 18:50 horas / Cerrado: lunes, 1º de mayo, 25 de diciembre y 1º de enero / Durante los mesede verano cuenta con horario especial de apertura algunas tardes
 Desde marzo hasta octubre: Adultos: 20€ / Jóvenes entre 17 y 25 años: 10€ / Desde noviembre hasta febrero: Adultos: 12€ / Jóvenes entre 17 y 25 años: 6€ / Primer domingo del mes y menores de 18 años: entrada gratuita
 https://www.uffizi.it/en/the-uffizi

 Conoce las obras de Botticelli, Rafael y Da Vinci con esta espectacular visita guiada por la Galería Uffizi.

 GALLERIA DELL’ACCADEMIA 

Y aunque no me gustan mucho los museos y tampoco tuvimos el tiempo que hubiéramos querido, para el final dejé dos lugares que merecen una visita en Florencia, como son la Galleria dell’ Accademia y los Jardines de Boboli, que no visitamos porque nos pilló una lluvia torrencial.

Con una gran colección de escultura, pintura e instrumentos musicales, la Galleria dell’ Accademia destaca por albergar en su interior una de las esculturas más famosas de todos los tiempos, el David de Miguel Ángel, una escultura de mármol blanco de 5,17 metros de altura que representa a David antes de enfrentarse con Goliat.

La escultura fue realizada entre 1501 y 1504 en los talleres de la Opera del Duomo y al ser finalizada, fue trasladada a las puertas del Ponte Vecchio en la Piazza della Signoria. Para protegerla de los fenómenos meteorológicos fue trasladada a la Academia en 1873.

Pero además del David, la galería cuenta con otras salas como la “Sala de los Esclavos”, donde en el siglo XIX, fueron trasladadas las estatuas no terminadas de Miguel Ángel. Las obras principales son las cuatro esculturas llamadas Esclavos o Prisioneros, parte del grupo de 40 estatuas que decorarían la tumba del Papa Julio II. Miguel Ángel comenzó a trabajar en ellas en 1505, pero en 1506 el Papa canceló el proyecto.

La Galleria dell’ Academia es el segundo museo más visitado de Florencia, por detrás de los Uffizi y se ha convertido en el museo favorito para los amantes de las bellas artes y la escultura por su rico material en estas áreas. 
 Via Ricasoli 58-60 / Autobuses: líneas 1, 17, 19, 23, 31, 32
 Martes a domingo: 8:15 a 18:50 horas / Lunes: cerrado
 Entrada general: 12€ / Jóvenes entre 18 y 25 años: 2€ / Menores de 18 y mayores de 65 años: entrada gratuita
 http://www.galleriaaccademiafirenze.beniculturali.it/



 JARDINES DE BOBOLI

Por último, los Jardines de Boboli, son el área verde más grande de la ciudad de Florencia y un verdadero museo a cielo abierto, por la cantidad de estatuas, fuentes y grutas decoradas al estilo renacentista que se reparten en un área de 45.000 m2.

La historia de los jardines comenzó cuando la familia Médici compró el Palazzo Pitti en 1550. En sus inicios el parque abarcaba sólo la parte comprendida entre el palacio y el Forte di Belvedere. Fue en el siglo XVII cuando se extendió hasta el suroeste. Los jardines fueron abiertos al público en 1766.

Entre los atractivos del parque están grutas, fuentes, pérgolas, un pequeño lago y cientos de estatuas de mármol. Sin embargo, uno de los lugares más importantes del jardín es el antiguo anfiteatro, en cuyo centro se encuentra un obelisco egipcio que fue llevado desde la Villa Médici en Roma.

 Piazza Pitti, 1 / Autobuses: líneas 11, 36 y 68
 Desde noviembre hasta febrero: Lunes a domingo: 8:15 a 16:30 horas / Marzo y octubre: lunes a domingo: 8:15 a 17:30 horas / Abril, mayo y septiembre: lunes a domingo: 8:15 a 18:30 horas / Junio, julio y agosto: lunes a domingo: 8:15 a 19:30 horas / Cerrado el primer y último lunes de cada mes.
 Desde marzo hasta octubre: Adultos: 10 / Jóvenes entre 18 y 25 años: 2 / Desde noviembre hasta febrero:
Adultos: 6 / Jóvenes entre 18 y 25 años: 2 / Primer domingo del mes y menores de 18 años: entrada gratuita
 https://www.uffizi.it/en/boboli-garden

Al concluir nuestro viaje y tomar el tren a Venecia, nuestro próximo destino, mi conclusión fue que Florencia se transformó en una verdadera explosión de arte, historia y belleza, y que nos hubiera gustado tener más tiempo para recorrer sus rincones y aprender más aún de ella. Así que no cabe duda que después de haber tocado la nariz del Porcellino y haber arrojado la moneda por su boca para que cayera en el agua, si la leyenda es cierta, volveremos a Florencia.

 MAPA

 QUÉ Y DÓNDE COMPRAR

Florencia es un buen lugar para ir de compras. Lo bueno que tiene es que se pueden encontrar desde las tiendas más lujosas, hasta los típicos mercadillos con precios más asequibles.

Otra tradición comprar joyería en el Ponte Vecchio, trabajos de alta calidad, pero a precios que no son para nada una ganga. También es tradición comprar artesanía, joyas y antigüedades en el mercado florentino de San Spirito, donde los precios son más económicos.

La marroquinería en Florencia está muy por encima del resto de artesanías tradicionales. Desde Via Tornabuoni y Via della Vigna Nuova encontrarás bolsos, zapatos, chaquetas, cinturones y guantes de la mejor calidad. Si buscas un sitio especializado tienes que visitar Scuola del Cuoio, uno de los más prestigiosos de la ciudad, aunque en el Mercato de San Lorenzo es donde se pueden encontrar los mejores en cuanto a relación calidad-precio, además de puestos de souvenirs y diversas antigüedades.

Italia es pasión por la moda, por lo que en Florencia puedes comprar en las tiendas de los mejores diseñadores. Creadores como Roberto Cavalli, Salvatore Ferragamo o Gucci iniciaron sus carreras en Florencia. La Via de Tornabuoni tiene la mayor concentración de tiendas de moda italiana de toda la ciudad. Otras calles  recomendadas son la Via Santa María, Via Calimala o sus calles perpendiculares y paralelas.

El amor por lo artístico ha trascendido a las grandes familias florentinas y resulta habitual. Paseando por las calles del centro, encontrarás tiendas especializadas en lápices, pinturas, óleos, acuarelas y demás utensilios para dibujar.

En cuanto a la gastronomía, en el Mercato Centrale puedes disfrutar no solo de la pasta y el queso, también de los exquisitos embutidos italianos. La pasta es la compra más habitual y puedes encontrarla en tiendas dedicadas a productos gourmet o en los mercados de la ciudad a precios realmente módicos. En los quesos, destaca el parmesano o el pecorino romano.

El vino de la Toscana también es muy famoso, pues en los viñedos de la toscana es donde se produce la Denominación de Origen Chianti Colli Fiorentini. Aquí el vino está entre los productos más adquiridos y donde puedes contar con un vino de excepcional calidad.

Por último, son muy comunes los souvenires y recuerdos como tazas, estatuillas, copas, platos, pañuelos, camisetas, gorras, etc.; todo decorado con motivos y diseños artísticos de los atractivos de la ciudad. Por ejemplo, hay unos divertidos delantales de cocina o ropa interior masculina con estampados de la parte delantera del David de Miguel Ángel.

 QUÉ Y DÓNDE COMER

¿Quién no conoce la comida italiana? Si hay una gastronomía mundialmente conocida, es la italiana. La cocina de la Toscana está basada en platos tradicionales elaborados con productos de temporada de la región: aceite, verduras, embutidos, quesos y pastas son algunos de los ingredientes.

Algunos de los platos típicos de Florencia son el bistecca alla fiorentina (chuletón de ternera poco pasado), la trippa alla fiorentina (tripas de cordero con salsa de tomate), el cinghiale in umido (jabalí con tomate) y el pollo al mattone (pollo asado aplastado con un ladrillo). Puedes acompañar todos estos platos con un Chianti, el vino típico de la toscana interior.

Para finalizar la comida, nada mejor que tomar un cappuccino acompañado de un vasito de limoncello, uno de los licores italianos más conocidos.

Si después de comer quieres endulzarte con un postre típico, puedes probar los cantucci, unos bizcochos con almendras que encontrarás en todas las pastelerías. Algunos italianos recomiendan mojarlos con vino dulce. Y al igual que en Venecia, los helados en Florencia son un punto aparte. El precio de los helados en las calles más turísticas comienza en 2 , aunque puedes encontrar helados desde 1,50 €.

En Florencia hay varios tipos de restaurantes. Ordenados por precio de mayor a menor, tenemos: Restaurantes, que son locales habitualmente más caros y lujosos; trattorías, que pueden definirse como pequeños restaurantes familiares y que suelen tener un plato del día a precio fijo; y las pizzerías y puestos de pizza al taglio, en los que puedes comprar pizza al peso.

  • La Prosciutteria (Via de’ Neri, 54): Situada entre la Piazza della Signoria y la de Santa Croce,
    en este local podrás comer unas increíbles tablas de quesos, embutidos y encurtidos de gran calidad por unos 12 € por persona o llevarte un delicioso panini. Al no haber camareros , tienes que pedir en la barra y llevártelo a tu mesa y si quieres una bebida, cogerla directamente de una pequeña nevera o coger agua gratis.
  • Salumeria Verdi (Via Giuseppe Verdi, 36): En este sitio encontrarás un contundente panini o focaccia caliente llena de productos frescos de primera calidad por menos de 5 €. Si quieres sentarte evita ir en las horas punta.
  • I’Tuscani 2 (Via de Federighi, 37R): Uno de los mejores restaurantes donde probar la famosa bistecca alla fiorentina, un corte grueso de solomillo de ternera hecho a la brasa. El precio medio es de unos 30 € por persona, aunque puedes pedir un menú para dos por 75 € que incluye entrante, el plato de carne, postre y vino de la casa.
  • I’Pizzacchiere (Via San Miniato 2): Aquí la pizza y el calzone son los platos estrella. Sirven deliciosas y contundentes pizzas caseras hechas al horno por unos 10 €, incluyendo la bebida.
  • La Strega Nocciola (Via Ricasoli 16R): Situada a pocos metros de la Piazza del Duomo, es una de las mejores heladerías artesanales de Florencia. Entre sus helados cremosos llenos de sabor destacan los de pistacho y nocciola.
  • Degusteria Italiana agli Uffizi (Via Lambertesca, 7): Situado entre las calles del casco antiguo, los platos de pasta con trufa son su especialidad, aunque también puedes disfrutar de sus rissotos, tartar, quesos y buenos vinos.
  • All’antico Vinaio (Via dei Neri, 65): La especialidad de la casa es la schiacciata, un bocata de pan plano cuadrado y crujiente que se rellena con los ingredientes que tu elijas. El precio de todas las schiacciatas es de 5 €, independientemente de los ingredientes.
  • l’Brindellone (Piazza Piattellina, 10): Tiene la fama de preparar la mejor fiorentina de la ciudad, una chuleta de ternera típica de la zona.
  • Da Nerbone (Piazza del Mercato Centrale): El lugar ideal para probar los platos típicos de la Toscana y conocer la cultura y las costumbres florentinas. Uno de sus mejores platos es el lampredotto, que son tripas de vacas. Ojo que van personas de todo tipo con las que te toca compartir mesa.
  • Trattoria Da Rocco (Via della Mattonaia, 3R): Ubicado en el Mercado de Sant’Ambrogio, es un negocio familiar y muy frecuentado que ofrece platos típicos, sabrosos y a buen precio.

 CLIMA

El clima de Florencia es de tipo continental húmedo, también conocido como mediterráneo templado. Esto significa que las temperaturas de verano son más altas que en las ciudades de la costa y que las lluvias son pocas en esta estación. El invierno es lluvioso y muy frío, e incluso se presentan nevadas. Además, el clima de Florencia está influenciado por su ubicación en un valle al pie de los Apeninos al norte y cercado por las colinas de Chianti al sur.

En verano, la temperatura promedio es alrededor de 30°C, y algunas temperaturas máximas llegan a los 40°C, siendo julio y agosto los meses más calurosos. El otoño es la época más lluviosa del año y los meses con más precipitaciones son noviembre y diciembre. Esta estación es fría, la temperatura puede bajar hasta unos cuantos grados bajo cero.

El invierno en la capital toscana presenta temperaturas promedio que van de los 2º a los 12°C. Cabe destacar que en al menos 41 días del año, se presentan heladas, es decir, temperaturas menores a 0°C. La primavera es una de las estaciones más agradables del año, las temperaturas fluctuan alrededor de los 13°C y los días de lluvia son pocos.

Teniendo en cuenta lo anterior, la mejor época para viajar a Florencia es la primavera, cuando el clima es agradable, las precipitaciones son esporádicas y los días son largos, ideales para pasear al aire libre y recorrer la ciudad.

 ALOJAMIENTO

Centro histórico: es la mejor zona donde dormir en Florencia, así que si tienes la suerte de encontrar alojamiento, no lo pienses dos veces. Eso sí, si quieres un hotel sin gastar más de 70€ por noche, tendrás que conformarte con alguno bastante anticuado. Y es que en Italia, en general, los hoteles son bastante “clásicos”. Por cierto, el centro histórico es la zona más animada, sobre todo cerca de la catedral de Santa Maria del Fiore, donde hay muchos bares y pubs.

Tornabuoni: situada al oeste del Duomo, esta zona ofrece bastantes alojamientos a buenos precios. Entre sus principales atractivos están la iglesia de Santa Trinita y el Palazzo Strozzi, y se ubica cerca de la estación, a menos de 10 minutos andando hasta el centro de la ciudad. Y aunque los hoteles suelen ser bastante anticuados también, es una gran opción si buscas alojamiento barato.

Fortezza da Basso: ubicada al noreste de la estación de Santa Maria Novella, después del centro histórico de la ciudad, es la zona que dispone de más alojamientos y aunque no está muy central, en menos de 15 minutos puedes llegar a la plaza del Duomo.

Porta al Prato: al oeste de la ciudad, junto al río Arno, esta zona está a unos 20 minutos andando del centro de la ciudad y dispone de muchos establecimientos donde poder dormir barato. La zona cuenta con su propia estación Firenze Porta al Prato, que está conectada con la estación de Santa Maria Novella con un tranvía.

 TRANSPORTE

Florencia es una ciudad que se puede recorrer perfectamente a pie, especialmente su centro histórico, donde se concentran las principales atracciones turísticas, como la Piazza del Duomo, la Piazza della Signoria, la Basílica San Lorenzo o el Ponte Vecchio. De hecho, el tránsito de vehículos está prohibido en esa zona.

Ahora si, de todos modos, no quieres caminar, existe una red de transportes administrada por la empresa de transportes públicos de Florencia, ATAF (Azienda Trasporti Area Fiorentina), que controla los tranvías y autobuses, tanto eléctricos como regulares.

 AUTOBUSES

En Florencia hay líneas de autobuses diurnos, cuatro líneas de autobuses eléctricos que circulan por el centro histórico, y un servicio de autobuses nocturnos llamado “Nottetempo”.

Más de 70 líneas de autobuses diurnos cubren toda la ciudad, exceptuando el centro histórico, los que funcionan entre 6:00 y las 22:00 horas, aunque algunas líneas comienzan el recorrido un poco más temprano. Los billetes se pueden comprar en las mismas paradas o en el interior del autobús, y se validan en las máquinas validadoras ubicadas junto a las puertas delantera y/o trasera.

Por su parte, hay cuatro líneas de autobuses eléctricos que circulan por el centro histórico: C1 que tiene paradas en la Galleria dell’Accademia, Santa Maria Novella, la Basílica de San Lorenzo, las Capillas Mediceas y la Galleria degli Uffizi; C2 con paradas en Santa Maria del Fiore, Santa Maria Novella, Museo Bargello; C3 con estaciones en Ponte Vecchio y Palazzo Pitti; y C4 cuyas paradas están en la Galleria dell’Accademia, Santa Maria Novella, Palazzo Pitti, Ponte Vecchio.

Además, se ha implementado un sistema llamado Nottetempo que funciona entre las 22:00 y las 02:00 horas, a pedido. Para usar el servicio hay que llamar al 055-5650555 y consultar los horarios y zonas que recorrerán los autobuses, además de acordar dónde y en que momento te subirás.

 TRANVÍAS

Aunque el tranvía de Florencia cuenta con 3 líneas operativas, desde el punto de vista turístico, es una de las opciones de transporte menos interesantes, ya que ninguna de sus líneas recorre el centro histórico de la ciudad.

Los billetes de tranvía se pueden comprar en las propias estaciones y el horario de funcionamiento va desde las 5:30 a las 00:00 horas, con frecuencias que van desde los 3 o 4 minutos durante el día a los 12 minutos durante la noche.

 TAXIS

Si bien Florencia es una ciudad en la que se puede llegar a todas parte a pie, en ocasiones puede ser necesario tomar un taxi, los que resultan tan caros como en otras ciudades europeas. Por ejemplo, es extraño que una carrera baje de los 7 u 8 euros debido a las tarifas y a la disposición de la ciudad.

Bajada de bandera diurna de 6:00 a 21:00 horas: 3,30€. Bajada de bandera sábados, domingos y festivos: 5,30€. Precio por hora de espera: 24€.

 CAMINAR

Como ya les mencioné, Florencia es una ciudad ideal para ser recorrida a pie, por lo que no queda más que animarse a descubrir cada uno de sus preciosos rincones.

 TIPS VIAJEROS

  • Si quieres visitar la Galería de los Uffizi, el museo más famoso de Florencia, lo ideal es reservar los billetes online para así evitar colas y asegurarte la entrada, sobre todo en temporada alta, ya que es uno de los museos más visitados de Italia. La entrada cuesta 12€ en temporada baja y 20€ en temporada alta. Puedes reservar los billetes aquí (cobran 4€ por la reserva).
  • En el caso de la Galleria dell´Accademia, donde se encuentra el David de Miguel Ángel, la compra adelantada de los billetes cuesta 8€ y puedes reservarla aquí (ojo que tampoco te libras de los 4€).
  • Ojo con comer en la calle, ya que desde septiembre de 2018 existe una normativa con la que se multará con 500€ a los turistas que coman de pie en cuatro puntos del centro de la ciudad: Via de’Neri, Piazzale degli Uffizi, Piazza del Grano y Via della Ninna.
  • En toda Italia, los museos son gratis el primer domingo de cada mes. ¡Aprovecha! Eso sí, madruga, sobre todo en temporada alta, si no quieres hacer horas de cola.
  • Es habitual dejar propina en los restaurantes, alrededor del 10% del total de la cuenta.
  • Recuerda llevar siempre dinero en efectivo, ya que no en todos lados aceptan tarjeta de crédito.

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