Estando en Barcelona, mi amigo Rodrigo nos sugirió ir a Girona, aprovechando la 64ª versión del Festival Temps de Flors, fiesta que consiste en la exposición de flores en monumentos, patios y jardines por toda la ciudad, además del desarrollo de concursos de fotografía y escaparates.

“Temps de Flors” constituye una de las fiestas primaverales más espectaculares de toda España, donde todos los rincones de Girona se llenan de composiciones florales, una ocasión ideal para conocer la ciudad, capital de la provincia homónima.

Pues bien, después de tomar desayuno, fuimos hasta la estación de Francia y tomamos un tren regional con dirección a Girona. Después de poco más de una hora y cuarto y varias paradas en pueblos intermedios, llegamos a la estación, donde aprovechamos de pedir información del festival.

LOS 15 IMPRESCINDIBLES

Así que caminamos hacia el casco antiguo, como lo hacía toda la gente. Y la verdad es que mi primera impresión fue la de una ciudad preciosa, pero abarrotada de turistas que querían disfrutar del festival de flores, más que de conocer la ciudad, por lo que desde un principio sospeché que no iba a ser fácil recorrer los sitios más turísticos y menos lograr tomar una buena foto.

Pero en fin, ya les iré contando de eso. Vamos con nuestro recorrido por Girona, ciudad fundada por los romanos hace más de dos mil años y que por su situación estratégica, ayudó a controlar las comunicaciones entre el norte y el sur. Fue así como los romanos construyeron la famosa Força Vella, una fortaleza protegida por muros de piedra con un un perímetro en forma de triángulo.

 PUENTE DE LAS PEIXATERIES VELLES O PUENTE DE EIFFEL 

Llegando al río Oñar, nos encontramos con el Puente de las Peixateries Velles, Puente de Hierro o Puente de Eiffel, uno de los once que cruzan el río y, sin duda, el más llamativo por su intenso color rojo y porque parece una pequeña torre Eiffel tumbada.

Construido por Gustave Eiffel en 1876, diez años antes que levantara la famosa torre de París, significó un gran avance pues unió directamente el corazón de la ciudad antigua con el de la ciudad nueva, conectando la Carrer de Santa Clara y la zona del Mercadal con la Rambla de la Llibertat y la Carrer de l’Argenteria. Como dato curioso les cuento que la ciudad pagó 22.500 pesetas a la empresa de Eiffel por la construcción del puente, el equivalente a 135€.

Sabías que el nombre de “Peixateries Velles” hace referencia a que en este lugar y durante muchos siglos estuvieron las pescaderías de la ciudad.

CASAS COLGANTES DEL OÑAR

Visibles desde el puente, las casas colgantes del Oñar son una de las postales típicas de la ciudad. Y a pesar que estas casas de colores en la ribera del río, con la catedral y la torre de la basílica de Sant Feliú asomándose al fondo, están firmemente apoyadas en la roca, se conocen como las casas colgantes de Girona.

Cabe destacar que todas las fachadas fluviales están pintadas en tonos amarillos y rosados, siguiendo la paleta cromática conferida por Enric Ansesa, Jaume Faixó y los arquitectos J. Fuses y J. Viader. Una imagen que recuerda un poco a Florencia.



 CASA MASÓ

Sobre la Carrer de les Ballesteries está la Casa Masó, la única casa que da al río que se puede visitar y que mantiene su fachada pintada de color blanco con las ventanas azules y las persianas amarillas.

La Casa Masó, obra maestra del arquitecto Rafael Masó, es la culminación del Novecentismo, movimiento creado como alternativa al Modernismo, y que tuvo como principales características la sobriedad, los elementos tradicionales catalanes y una pizca de estilo secesión, el “modernismo” austriaco.

Fue así como cuando reestructuró su hogar, Masó plasmó todas sus ideas. El resultado son cuatro edificios unidos que fueron rehabilitados a principios del siglo XX y que sorprenden, pues aunque desde la fachada hacia el río no lo pareciera, al entrar, el suelo está a la misma altura en todas partes.

Sin embargo, pese a ser su obra más apreciada no llegó a disfrutarla, pues tuvo que abandonarla en 1912 cuando se casó. Su futuro suegro exigió que su hija siguiera viviendo en su casa después de casada y Masó tuvo que mudarse.

Lo más llamativo de la Casa Masó es que está tal y como él la dejó tras la reforma (1910-1918). A lo largo de los años, ha ido pasando de padres a hijos o sobrinos de la familia, que continuaron viviendo en ella, hasta 2006, cuando los últimos herederos la donaron al ayuntamiento y se creó la Fundación Masó. Y aunque no pudimos entrar, ya que es necesario hacer reserva, es una visita más que recomendada en Girona.

 Carrer de les Ballesteries, 29
Lunes a domingo: 10:00 a 18:30 horas
 Entrada general: 6€ / Estudiantes y jubilados: 3€ / Menores de 16 años: entrada gratuita / Se debe hacer la reserva en: http://www.rafaelmaso.org/cat/casa_reserves.php
 http://www.rafaelmaso.org/cat/casa.php

 PASEO DE LA MURALLA

En dirección al jardín de John Lennon, fuimos viendo más instalaciones del festival Temps de Flors, algunas que llamaban la atención por su creatividad, adaptación al espacio, buena factura, colorido y belleza; y otras que de verdad, nos causaron perplejidad por su mal gusto y pésima confección. El punto es que para bien o mal, los turistas estaban vueltos locos fotografiando cada cosa, independiente de su buen gusto o no.

Subiendo la pendiente del Paseo Arqueológico, entre jardines y exquisitas terrazas que permiten descansar un rato, llegamos a las murallas de Girona, las que datan de la época romana, pero que fueron ampliadas en dos ocasiones: en la época de Carlomagno y en en siglo XIV. Hoy en día, la muralla es el mejor mirador de la ciudad. Desde aquí se pueden ver no sólo los tejados, sino también la Catedral e, incluso, los Pirineos al fondo.

En el siglo I a. de C., los romanos levantaron una poderosa fortaleza, una especie de acrópolis muy bien protegida por muros construidos con piedra arenisca y que tienen una altura de 60 metros y un recorrido total de unos 2 kilómetros. Un camino de ronda en lo alto de los muros que permitía a los soldados vigilar el exterior.

Nosotros caminamos hasta la Torre De Sant Domènec, ubicada justo detrás de la Facultad de Letras de la Universidad de Girona, paseo que aprovechamos para tomar hermosas panorámicas de la ciudad en día soleado.

Sabías que la ampliación de las murallas romanas en época medieval permite hoy día pasear por el antiguo camino de ronda y recorrer los tramos de muralla carolingia más extensos de Europa.

 PUJADA DE SANT DOMÈNEC

Luego, pasando frente a la Universidad, comenzamos a bajar por la Pujada de Sant Domènec hasta encontrarnos con la Iglesia de Sant Martí Sacosta, uno de los rincones más hermosos de Girona.

Y es que el espacio enmarcado por la iglesia del antiguo convento de Sant Martí con su delicada fachada y las escaleras barrocas que la preceden, y la casa-palacio Agullana, con su gran arco cubierto y oblicuo, constituyen una de las imágenes más singulares de la ciudad.

En cuanto a la iglesia de Sant Martí, ésta se levantó sobre la antigua iglesia románica del siglo XI, aprovechando las paredes maestras para construir un templo de una nave con capillas a cada lado. Pero lo que resalta es su fachada principal, potenciada al encontrarse en lo alto de las escalinatas. Un juego de molduras y frontones curvos, columnas cilíndricas, con la imagen de San Martín y el escudo de los Austrias arriba.

 EL CALL

Seguimos bajando hacia El Call, el barrio judío de Girona, un laberinto de callecitas y patios encantadores ideales para perderse por unos minutos y dejarse llevar por el espíritu medieval.

La antigua judería forma parte del barrio viejo de la ciudad, junto a la orilla del río Oñar. Su origen se remonta al siglo XII y estuvo habitada por la comunidad judía desde el siglo XII hasta 1492, año en que los judíos fueron expulsados del país. Se calcula que en el barrio llegaron a vivir unas 800 familias, siendo una de las juderías mejor conservadas de Europa.

Una de los edificios principales es el Centre Bonastruc ça Porta, que está ubicado en la que fue la última sinagoga de la ciudad y que actualmente acoge un centro de estudios y al Museo de Historia de los Judíos.

Sabías que “El Call” es el nombre que reciben los barios judíos en Cataluña.

Sigue las huellas de una de las comunidades judías más importantes de España con este tour por el barrio judío de El Call.

 CATEDRAL DE GIRONA

Caminando por la Carrer de la Força hacia el norte, llegamos a la magnífica escalinata de la Catedral de Girona, construida entre los años 1686 y 1699, con noventa escalones, distribuidos en tres tramos, y balaustrada de piedra a sus lados.

La Catedral de Girona se comenzó a construir en el año 1015 y se finalizó en el 1036, siendo consagrada a Santa María el 21 de septiembre. Sin embargo, de la catedral románica sólo quedan los claustros y la mitad norte del campanario, ya que la otra mitad tuvo que ser derribada para construir una nueva nave gótica actual a partir de 1312.

La nueva catedral debía tener tres naves, pero en la segunda mitad del siglo XIV, el proyecto fue modificado y se optó por una única nave. Finalmente, tras la suspensión de las obras y una discusión que duró 50 años, el resultado fue una gran nave gótica de 23 metros, la más ancha del mundo en su tipo y la segunda más ancha tras la Basílica de San Pedro del Vaticano.

El campanario de estilo lombardo, conocido como Torre de Carlomagno, no fue derribado y se utilizó como contrafuerte del nuevo edificio. La primera piedra de la fachada, en tanto, se colocó en 1606, pero no fue terminada hasta entrado el siglo XX, lo que resultó en una estructura mezcla entre barroca y clasicista.

Por su parte, el claustro de estilo románico, está fechado en la segunda mitad del siglo XII y es de los más interesantes y hermosos de Cataluña debido a su curiosa planta trapezoidal, en la que sobresalen la riqueza escultórica de capiteles y frisos de sus pilares. Los arcos de medio punto embellecidos con guardapolvos son soportados por parejas de columnas.

MUSEO DEL TESORO DE LA CATEDRAL 

Pegado a la iglesia está el Museo del Tesoro de la Catedral, al que pude entrar ya que está incluido en el precio de la entrada. Aquí destacan dos piezas de gran valor artístico: el Tapiz de la Creación, uno de los escasos testimonios textiles románicos; y el Beato de Girona, un manuscrito ilustrado del siglo X con los comentarios al Apocalipsis del Beato de Liébana con más de 100 miniaturas a página entera… un maravilloso bordado con los detalles de Adán, Eva y los animales, que sorprende al pensar que ha sido conservado en perfectas condiciones hasta el día de hoy.

 Plaça Catedral, s/n
 Abril a octubre: Lunes a domingo: 10:00 a 18:30 horas (en julio y agosto hasta las 19:30 horas) / Noviembre a marzo: Lunes a domingo: 10:00 a 17:30 horas
 Entrada general: 7€ (incluye audioguía) / Estudiantes y jubilados: 5€ / Menores de 16 años: 1,2€ / Menores de 7 años: entrada gratuita
 http://www.catedraldegirona.cat/es/catedral-de-girona-y-basilica-de-san-felix.aspx

 BASÍLICA DE SANT FELIU

A unos pasos de la Catedral aproveché de visitar la Basílica de Sant Feliu, que también estaba incluida en el precio de la entrada. La que fuera primera catedral de Girona, papel que desempeñó hasta el siglo X, es uno de los edificios góticos más representativos de la ciudad, sobre todo por su esbelto campanario, erigido entre los siglos XIV y XVI.

Su construcción comenzó en el 882, sin embargo, su aspecto acastillado data del siglo XIV, cuando la cabecera románica se completó con las naves góticas y la fachada barroca. En su interior se conservan destacadas obras de arte, como los ocho sarcófagos paganos y paleocristianos del siglo IV que fueron encontrados durante su construcción, y el Cristo yacente del maestro Aloi, fechado en el siglo XIV.

Aquí el sepulcro más llamativo es el de San Narciso, patrono de Girona. Cuenta la leyenda que de allí salieron cientos de moscas para defender la ciudad del asedio de Felipe II de Borgoña. Las moscas mataron a miles de soldados e incluso al propio rey. Sin embargo, la explicación razonable es que la zona fuera de la muralla, donde acampaban las tropas enemigas, era pantanosa, por lo que fueron las enfermedades transmitidas por los insectos las que acabaron con los guerreros.

 Pujada de Sant Feliu, 29
 Lunes a sábado: 10:00 a 17:30 horas / Domingos y festivos: 13:00 a 17:30 horas
 Entrada general: 7€ (incluye audioguía) / Estudiantes y jubilados: 5€ / Menores de 16 años: 1,2€ / Menores de 7 años: entrada gratuita
 http://www.catedraldegirona.cat/es/catedral-de-girona-y-basilica-de-san-felix.aspx

 BAÑOS ÁRABES

Como parte de las instalaciones del festival Temps de Flors llegamos a los Baños Árabes, un edificio de estilo románico que tal y como indica su nombre, pretendía copiar los clásicos baños musulmanes, por lo que su mezcla cultural arquitectónica es muy curiosa.

El cuento es que los Baños Árabes de Girona fueron construidos en 1194 imitando el estilo islámico y usados como baños públicos hasta 1618, cuando fueron adquiridos por una comunidad de monjas capuchinas que los usaron como cocina y despensa de su convento.

Finalmente, en 1929, la Diputación de Girona recuperó la estructura original, con cinco partes diferenciadas: los vestuarios, la sala fría, la sala tibia, la sala caliente y la sala del horno y la caldera. Fueron abiertos al público en 1932.

Lamentablemente, entre las instalaciones florales que llenaban todos los espacios y la fila india de gente que se detenía a mirar y tomar fotografías, fue bien poco lo que pudimos apreciar de este edificio.

Disfruta de un completo tour por el centro histórico de Girona y conoce el pasado de esta preciosa ciudad catalana.

 Ferran el Catòlic s/n
 Abril a septiembre: Lunes a sábado: 10:00 a 19:00 horas / Domingos y festivos: 10:00 a 14:00 horas / Octubre a marzo: Lunes a sábado: 10:00 a 18:00 horas / Domingos y festivos: 10:00 a 14:00 horas
 Entrada general: 2€ / Menores de 16 años, estudiantes y jubilados: 1€
 https://www.banysarabs.cat/es/

 PLAÇA DELS RAÏMS 

Tras recorrer los Baños Árabes, buscamos un lugar donde almorzar y en la Carrer General Fournàs nos sorprendimos al encontrarnos con “Copihue”, un restorán chileno en medio de Girona. La pena es que justo estaban cerrando por el horario de siesta, así que nos quedamos con las ganas de un pisco sour.

A unos pasos de ahí, finalmente comimos en Maguey, un restorán mexicano al que pudimos entrar sin tener que esperar y en el que hicimos buenas migas con su simpatiquísimo dueño. Luego, fuimos a la diminuta Plaça dels Raïms, la plaza más pequeña de Europa, con sólo 24 metros cuadrados.

Y aunque parezca increíble debido a su tamaño, antiguamente allí había un mercado de uvas (raïm en catalán), por lo que de ahí proviene su nombre.

 RAMBLA DE LA LLIBERTAT 

Muy cerca de la pequeña plaza, caminamos por la Rambla de la Llibertat, la calle más concurrida y animada de la ciudad.

Urbanizada hacia el siglo XIII para la celebración del mercado, la Rambla corre paralela al río Oñar y su elemento más característico son los soportales, de techos bajos y arcadas desiguales. Sin embargo, su configuración actual data de 1885, cuando el arquitecto Martí Sureda i Deulovol unificó la plaza de las Coles con la calle de los Abeuradors, convirtiendo el espacio en un paseo con árboles y bancas.

Se llamó La Rambla de la Llibertat en honor al árbol de la libertad que se plantó para celebrar el triunfo de la Gloriosa o Revolución de 1868. En la Rambla se concentran varios edificios de interés, como la Casa Norat (1912), que cuenta con una notable fachada modernista.

Sabías que una de las tradiciones más arraigadas de los gerundenses es ir a hacer el vermut en alguna de las cafeterías o bares de la Rambla de la Llibertat. Otra costumbre es comprar flores en las tiendecitas que se instalan en la calle cada sábado.

 PUENTE DE PIEDRA

Por la Rambla de la Llibertat llegamos hasta el Puente de Piedra, construido durante el reinado de Isabel II, para sustituir al puente medieval de San Francisco, que tenía tres arcos góticos y una torre defensiva.

Su construcción se inició en 1850 con bloques de la típica piedra gerundense y fue levantado encima de 3 arcos que reposan encima de 2 pilares. Fue inaugurado en 1856 y formaba parte de la carretera que unía Madrid con Francia.



 ROCAMBOLESC 

Al otro lado del Oñar, sobre la Carrer de Santa Clara está Rocambolesc, una heladería en la cual nada más entras, te sumerges en un mundo de fantasía con paredes de tuberías que simulan bastones de caramelo, relojes analógicos, bicicletas antiguas y válvulas con compuertas que se mezclan con máquinas de helado soft, decenas de toppings, sorbetes tropicales y pequeñas esculturas hechas polo.

Fundada por Jordi Roca, el pastelero del restaurante El Celler de Can Roca, y su señora Alejandra Rivas, en Rocambolesc hay helados en todas las formas: polos, cucuruchos, tarrinas e incluso a modo de bocadillo.

Desgraciadamente, la fila para comprar un helado era eterna, y como no tengo mucha paciencia para esperar, desistí de probarlos. Ojo que aunque el local de Girona es el original, ya se han abierto sucursales en Barcelona, Madrid y Alicante… por si no quieres irte de España sin saborear alguno de sus curiosos y únicos sabores.

 Carrer de Santa Clara 50
 Domingo a jueves: 11:00 a 23:00 horas / Viernes y sábado: 11:00 a 00:00 horas
 http://www.rocambolesc.com

 PLAZA DE LA INDEPENDENCIA

Unos pasos más al norte por la Carrer de Santa Clara nos encontramos con la Plaza de la Independencia, una de las plazas más conocidas y frecuentadas de Girona. Situada en el Barrio de Mercadal, en el centro de la ciudad, la plaza se halla donde hasta 1835 estuvo el convento de San Agustín, por lo que también se conoce como Plaza de San Agustín.

Las proporciones simétricas de la plaza corresponden a la intervención del arquitecto Martí Sureda, quien ideó una plaza cerrada y porticada con austeros e idénticos edificios neoclásicos de color amarillo. En el centro se levanta desde 1894, el monumento creado por Antoni Parera y dedicado a los defensores de la ciudad durante los asedios de 1808 y 1809.

Actualmente, esta plaza es una de las más concurridas de la ciudad gracias a la progresiva instalación de terrazas, cafés y restaurantes, dentro de los cuales resaltan por su historia y antigüedad, el Café Royal, el Cine Albéniz y la Casa Marieta.

 PARQUE DE LA DEVESA

Para finalizar nos dirigimos al Parque de la Devesa, el parque urbano más grande de Cataluña con más de 40 hectáreas y 2600 plataneros, que ubicados en hileras forman verdaderas avenidas en la confluencia de los ríos Ter, Güell y Oñar, al oeste del casco histórico de la ciudad.

El jardín cuenta con diversas áreas entre las que se encuentran espacios abiertos y soleados, zonas para realizar deportes, explanadas de tierra, senderos para pasear y correr e incluso varios edificios y equipamientos culturales como la Feria de Girona y el Auditorio-Palacio de Congresos. Aquí también se ubican campos de tiro y de aeromodelismo, el campo municipal de fútbol Fèlix Farró y las instalaciones de la Sociedad Hípica de Girona.

Sin embargo, una de las características más relevantes de este parque son los árboles, muchos de los cuales fueron plantados hacia 1850 y alcanzan, en algunos casos, más de 55 metros de altura. Se trata de un espacio genial para dar un paseo, hacer deporte, montar un picnic o simplemente descansar para terminar el día.

Sabías que los plataneros son la joya de este parque hasta el punto de que fueron catalogados como Bien Cultural de Interés Nacional en 1943.
 Passeig de la Devesa, 38
 Abierto las 24 horas
 Entrada gratuita

 MAPA

CLIMA

Girona tiene un clima subtropical húmedo, el que se caracteriza por inviernos templados y suaves, veranos calurosos y poco lluviosos, y por otoños y primaveras variables, tanto en temperaturas como en precipitaciones. Las temperaturas medias oscilan entre los 13º y 17°C. En otoño e invierno es frecuente la niebla, ocasionalmente de gran densidad, así como los días nublados.

Y aunque Girona se puede visitar durante todo el año, en pleno verano la ciudad se llena de turistas, por lo que la mejor época para viajar a Girona es entre abril y junio (primavera), cuando el clima es favorable, con una temperatura media de 19°C y precipitaciones de 40 milímetros mensuales. Por su parte, de agosto a noviembre (otoño), el clima también es agradable, con una temperatura máxima de 17ºC en noviembre.

¿CUÁNTOS DÍAS ESTAR?

Girona es una de las ciudades históricas más importantes de Cataluña, cuyo pasado se remonta a la época del Imperio Romano, por lo que cuenta con un casco histórico único. Además, en los últimos años varias escenas de la famosa serie Juego de Tronos han sido rodadas aquí, lo que constituye otra razón para visitar la ciudad.

Hay mucho que ver y hacer en Girona, por lo que creo que dos días son necesarios para recorrer la ciudad y sus alrededores. El primero para conocer los atractivos de Girona, y el segundo para hacer una escapada a los alrededores, como la Costa Brava o Figueres, donde se halla el Museo de Dalí.

ALOJAMIENTO

La oferta de alojamiento en Girona es muy amplia y para disfrutar de su ambiente, lo mejor es alojarse en el centro histórico.

Casco antiguo: El Barri Vell o Ciutat Vella alberga monumentos únicos y está delimitado por el Paseo de la Muralla. Comprende el casco antiguo entre la Torre Gironella y el río Oñar. Desde aquí se puede recorrer el Paseo Arqueológico con un excelente mirador sobre la ciudad. En esta área también se encuentra El Call o barrio judío y las casas colgantes sobre el río Oñar, reconocidas por sus fachadas de vivos colores. Al ser una zona muy visitada, cuenta con hoteles de diversos precios, todos con fácil acceso a los monumentos.

Cerca de la Estación de Trenes: Justo en el centro urbano, al sur de la Ciutat Vella y en la Plaça d’Espanya, se ubica la estación de trenes, que al ser una zona de mucho movimiento cuenta con alojamientos que van desde albergues, hasta apartamentos, pensiones y hoteles de cadena. Las ventajas son que se trata de una zona relativamente céntrica y con buenas conexiones de transporte.

TRANSPORTE

AUTOBUSES

Girona tiene 10 líneas de autobuses urbanos que conectan con casi todos los barrios de la ciudad, aunque también hay buses que se desplazan a los pueblos más cercanos. Los billetes se compran dentro del mismo autobús o en los puntos de venta o de recarga de las tarjetas y hay diversas modalidades: billetes sencillos o multiviajes.

TRENES

El tren conecta la ciudad con otros pueblos de la región y del país. Sin embargo, dentro de la ciudad no es el transporte más adecuado ya que no se desplaza en algunos barrios. Es una opción cómoda para ir a Barcelona o a los pueblos costeros de la región.

TAXI

En Girona hay varias compañías que ofrecen sus servicios de taxi. Las paradas principales están en la estación de autobuses, en los trenes Adif de Girona, en la Plaza de la Independencia y en la calle Joan Maragall. Pueden pararse por la calle o llamar por teléfono, todos llevan taxímetro (el precio aumenta durante los viajes nocturnos) y los vehículos acostumbran a ser blancos.

BICICLETA

Girona es una de las regiones de Cataluña y de España con mayor tradición ciclista. Su entorno natural hace que sea uno de los deportes más practicados y la cercanía con Francia, hace que el deporte se haya extendido. Moverse en bici por Girona es una buena manera de descubrir la ciudad. Hay diversas empresas que las alquilan y podrás moverte por los carriles habilitados para bicicletas que hay repartidos por la ciudad.

CAMINAR

Al tratarse de una ciudad pequeña y con un casco histórico de calles estrechas y empinadas, Girona es ideal para ser recorrida a pie e ir descubriendo y disfrutando cada uno de sus rincones.

CONSEJOS

  • Un buen lugar para comer bien y barato es König. Hay platos combinados, hamburguesas, bocadillos, ensaladas y tapas, con precios muy asequibles, se puede comer perfectamente por menos de 10€.
  • Al contar con un centro histórico con calles estrechas e intrincadas, es recomendable que planifiques tu ruta en el mapa para evitar estar dando vueltas y pasando por el mismo lugar más de una vez.

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