Eran alrededor de las 9 de la mañana cuando llegamos a Berna. Después de una hora y media de viaje desde Zúrich en un cómodo FlixBus, el bus nos dejó en Car-Terminal Neufeld, en un descampado prácticamente en la entrada de la ciudad, bastante lejos del centro.

Así que lo primero fue descubrir qué bus tomar que nos dejara cerca de nuestro hotel y luego, luchar para entender cómo funcionaban las máquinas de venta de boletos. Pero en fin, después de desembolsar como 10 CHF para comprar los tickets (¿ya les conté lo carísimo que es todo en Suiza?), nos subimos al bus 11 que ya estaba en la parada. El bus enfiló por la calle Neubrückstrasse y literalmente bajó unos 2,5 kilómetros hasta el centro de la ciudad, para dejarnos junto a la Estación Central. A pesar de que en el mapa la distancia se veía cerca, hubiera sido imposible hacer el trayecto a pie.

Una imagen del casco antiguo de Berna y la Catedral
El Marktgasse se extiende desde el Käfigturm hasta el Zytglogge

Después de instalarnos en el Hotel City am Bahnhof, nos lanzamos inmediatamente a conocer Berna, fundada en 1191 cuando la poderosa familia Zähringen, la levantó con el objetivo de reforzar su posición en el espacio pre-alpino. En torno a su nombre han surgido una serie de leyendas. Sin embargo, la más popular sostiene que su origen tiene que ver con “Bär”, el nombre alemán para oso, supuestamente el primer animal cazado por los fundadores de la ciudad.

Con el paso de los años, la ciudad se convirtió en centro del comercio en la planicie central, adquiriendo cada vez más poder político y militar que utilizó para poner bajo su control varios territorios sometidos, hasta que en 1353, se convirtió en el octavo cantón de la Confederación Helvética, siendo uno de sus miembros más poderosos.

En 1798, la invasión francesa puso fin a la hegemonía, pero Berna consiguió mantener una posición privilegiada dentro de la Confederación, tanto así que en 1834 se convirtió en capital federal del estado suizo.

La Zähringerbrunnen y la Torre del Reloj de fondo
Cruzando el Untertorbrücke

LOS LUGARES QUE DEBES VISITAR

BAHNHOFPLATZ

Pues bien, continuando con lo que nos convoca, lo primero fue recorrer Bahnhofplatz, una plaza en el casco antiguo de la ciudad, construida después de la destrucción de la Christoffelturm, una torre que había sido parte de la tercera muralla de la ciudad. En torno a la plaza se encuentran el Hotel Schweizerhof, la Heiliggeistkirche, la Estación Central y una parada de buses y tranvías con una espectacular cubierta de vidrio que semeja una ola.

La primera estación de trenes de Berna fue construida en 1860, pese a que el ferrocarril había llegado a la ciudad en 1857, pero a una estación provisional, pero dos incendios la afectaron, por lo que en 1914, se retomaron los debates para levantar una nueva terminal, hasta que en 1956, se decidió edificar una nueva estación en el lugar existente, la que fue inaugurada en 1974.

La Estación Central de Berna, inaugurada en 1974
La Heiliggeistkirche o Iglesia del Espíritu Santo, construida entre 1726 y 1729

Posteriormente, en 1999 se reemplazó la fachada por una de estilo más moderno y se construyó RailCity, un centro comercial integrado a la estación, que fue inaugurado en diciembre de 2004. Pues bien, fue aquí que aprovechamos de tomar desayuno antes de partir nuestro recorrido.

Como les mencioné, en la misma Bahnhofplatz está la Heiliggeistkirche o Iglesia del Espíritu Santo, que es un valioso ejemplo de la arquitectura barroca protestante. Construida entre 1726 y 1729 por Niklaus Schildknecht, destaca su majestuoso interior levantado por 14 columnas monolíticas hechas de arenisca y su profusa decoración de estucos. Con capacidad para unas 2.000 personas, es una de las mayores iglesias protestantes de toda Suiza. Hoy en día también se utiliza como un espacio para exposiciones, conciertos y otros eventos.

Algunos de los edificios que rodean la Bahnhofplatz
La parada de buses y tranvías con una cubierta de vidrio que semeja una ola

PFEIFERBRUNNEN / TORRE DE LA PRISIÓN (KÄFIGTURM)

Adentrándonos por Spitalgasse, llegamos a la Pfeiferbrunnen, una de las fuentes de agua más conocidas de las más de 100 que hay en Berna. Conocida en español como la fuente del Tocador de Cornamusa, fue creada por Hans Gieng entre 1544 y 1546; y está basada en el grabado en madera de 1511 “El Gaitero” de Alberto Durero.

Continuando por Spitalgasse nos topamos con la Torre de la Prisión (Käfigturm), construida entre 1256 y 1344 como la segunda puerta al oeste de la ciudad. Fue demolida en 1640 y reconstruida poco después, en 1641, con el fin de convertirse, como lo indica su nombre, en una prisión, misión que cumplió hasta 1897. Cabe destacar que en 1691, se le agregó el histórico reloj con que la podemos reconocer actualmente.

La Pfeiferbrunnen fue inspirada en el grabado en madera “El Gaitero” de Alberto Durero
La Torre de la Prisión fue construida como la segunda puerta al oeste de la ciudad
Marktgasse 67
Lunes: 14:00 a 18:00 horas / Martes a viernes: 10:00 a 18:00 horas / Sábado (durante las exposiciones): 10:00 a 16:00 horas
Entrada gratuita

BUNDESPLATZ

Los 26 chorros de agua que representan a los cantones suizos en Bundesplatz

Antes de cruzar la torre, giramos a la derecha por Barenplatz y caminamos una cuadra hasta la Bundesplatz o Plaza de la Federación, la plaza más grande e importante de la ciudad antigua de Berna.

Rediseñada y reformada en 2003, la plaza está flanqueada al sur por los edificios del gobierno y del parlamento de la Confederación Suiza, al este por las oficinas centrales del Banco Nacional Suizo, y al oeste por las oficinas centrales del Banco Cantonal de Berna.

Sabías que desde hace más de un siglo, la Bundesplatz ha sido lugar de reunión para mítines políticos, conciertos y, en la actualidad, también eventos deportivos. Además, es aquí donde el gobierno suizo recibe a las visitas de estado y donde dos veces por semana se instala un colorido mercado de frutas, verduras y flores.

PALACIO FEDERAL DE SUIZA

Aquí, el Palacio Federal o Palacio del Parlamento, con su enorme cúpula verde es el que sobresale. Y es que después de que Berna fuera nombrada capital suiza en 1848, tuvo que erigirse un nuevo edificio para el parlamento, por lo que en 1852 se inició su construcción, la que finalizó en 1902, cuando se completó el imponente edificio central, con su cúpula revestida de cobre con nervaduras doradas.

El edificio está hecho con piedras provenientes de varios de los cantones de la confederación y su decoración interior fue encargada a 38 artistas de todas las regiones de Suiza. Puede acudirse a las sesiones de forma gratuita, como también realizarse visitas guiadas al Palacio. Si quieres información al respecto, visita: https://www.parlament.ch/en/services/visiting-the-parliament-building

Sabías que atravesando uno de los portales del Palacio, se accede a la Bundeshausterrase, desde donde hay unas preciosas vistas panorámicas de la ciudad y el río Aar. Es un lugar perfecto para hacer fotografías y para disfrutar de la belleza del paisaje.
El Palacio Federal está hecho con piedras de varios cantones de la confederación
Una vista del Palacio Federal desde el Kirchenfeldbrücke
Bundesplatz 3
Visitas guiadas: https://www.parlament.ch/en/services/visiting-the-parliament-building/guided-tours-of-the-parliament-building

Siguiendo por esta terraza hacia el este, se llega al Hotel Bellevue Palace y al Casino de Berna, justo donde comienza el Kirchenfeldbrücke, puente que cruza el Aar a 37 metros de altura. Inaugurado en 1883, sus 229 metros de largo conectan Casinoplatz en el casco antiguo con Helvetiaplatz en el distrito Kirchenfeld.

MUSEO DE HISTORIA DE BERNA

Precisamente en Helvetiaplatz está el Museo de Historia de Berna, el segundo mayor museo histórico en Suiza, diseñado por el arquitecto André Lambert, quien se inspiró en varios castillos de los siglos XV y XVI. Abierto en 1894, el museo cuenta con colecciones sobre la historia de Berna desde la prehistoria hasta el presente, así como otros artículos provenientes de Asia, Oceanía, América y Egipto.

El Museo de Historia de Berna es el segundo mayor museo histórico en Suiza
El interior de un salón del siglo XVIII
Helvetiaplatz 5
Martes a domingo: 10:00 a 17:00 horas / Lunes: cerrado
Adultos: 16 CHF / Niños de 6 a 16 años: 8 CHF
https://www.bhm.ch/en/



KORNHAUSPLATZ / KINDLIFRESSERBRUNNEN 

La Kindlifresserbrunnen, obra de Hans Gieng
La fuente representa a un ogro tragándose a un niño

Regresando al Alstadt y cruzando el casco antiguo de sur a norte, nos encontramos con la Kornhausplatz, donde se encuentra la fuente más popular de la ciudad: la Kindlifresserbrunnen, obra realizada por Hans Gieng en 1546 y que representa a un ogro  que se traga a un niño desnudo. Hay varias interpretaciones de lo que significa la estatua, sin embargo, la explicación más probable es que la estatua simboliza la figura del ogro que asusta a los niños desobedientes.

Originalmente, Kornhausplatz era la zanja alrededor de la primera muralla de la ciudad, pero después del gran incendio de 1405, la zanja fue rellenada para formar una plaza. Más tarde, en 1711, en el lado occidental construyó la Kornhaus, una de las principales obras de la época barroca de Berna y razón por la cual la plaza pasó a ser conocida con su nombre actual. No obstante, a principios del siglo XIX, Kornhaus perdió su función de granero y en 1893 fue remodelado como un local de fiestas.

Sabías que en 1998 se inauguró el nuevo Kornhaus, con un moderno centro cultural en la parte superior y dos restaurantes junto a la plaza: Kornhauskeller y Kornhauscafé. 

TORRE DEL RELOJ (ZYTLOGGETURM)

Fue construida entre los años 1191 y 1256, y en 1530 se le agregaron el reloj astronómico y el carillón
La Torre del Reloj (Zytgloggeturm) es uno de los monumentos más característicos de Berna

Por el lado sur de la plaza está la Torre del Reloj (Zytgloggeturm), uno de los monumentos más característicos de Berna. Se trata de un campanario que constituyó la primera puerta oeste de la ciudad, y que fue construido entre los años 1191 y 1256. Posteriormente, en 1530, le fueron añadidos el característico reloj astronómico y el carillón.

La campana que toca la hora, ambos relojes de la torre, el juego de figuras y el reloj astronómico son accionados por un sistema mecánico común, que cada hora en punto, reúne a un gran número de personas para presenciar este espectáculo único.

Bim Zytglogge 3
Se puede visitar la Torre del Reloj solamente con un tour. Hay un tour todos los días (excepto en los meses de invierno), a partir de 14:30 horas. Más información en: http://www.zeitglockenturm.ch/en/tours/
http://www.zeitglockenturm.ch/en/

Con este tour privado por Berna, pasearás por su casco antiguo declarado Patrimonio de la Humanidad y descubrirás la historia de esta hermosa ciudad.

KRAMGASSE

Comenzando en la Torre del Reloj hacia el oriente está Kramgasse, una de las calles más antiguas del trazado medieval bernés, que data de finales del siglo XII. A ambos lados hay preciosas casas con fachadas barrocas ornamentadas y con soportales de piedra, ideales para buscar la sombra en verano y protegerse del frío en invierno.

Particularmente bonito es ver las banderas que ondean en algunas de las casas y por supuesto, las cuatro fuentes que decoran la calle a lo largo de sus poco más de 600 metros.

La primera de oeste a este es Zähringerbrunnen, construida en 1535 en honor a Berchtold von Zähringer, fundador de Berna. La estatua es un oso con armadura completa, con otro cachorro de oso a sus pies. El oso representa al que según la leyenda, Berchtold disparó en la península de Aare mientras buscaba un sitio para construir una ciudad.

Zähringerbrunnen, construida en honor a Berchtold von Zähringer, fundador de Berna
La Simsonbrunnen representa la historia bíblica de Sansón matando a un león

Unos pasos más al oriente, Simsonbrunnen, obra de Hans Gieng y que data de 1544, representa la historia bíblica de Sansón matando a un león. Y casi en la intersección con Krauzgasse, la tercera fuente Kreuzgassbrunnen fue erigida en 1779 según un proyecto de Niklaus Sprungli con forma de obelisco y con piedra caliza de Solothurn.

Por último, Gerechtigkeitsbrunnen o “Fuente de la Justicia” es una fuente del siglo XVI, también obra de Hans Gieng. La estatua de la “Iustitia” que vemos hoy es una copia de la original, que fue destruida en gran parte por un grupo de vándalos en 1986.

La Kreuzgassbrunnen fue erigida en 1779 con forma de obelisco
La Gerechtigkeitsbrunnen o “Fuente de la Justicia” data del siglo XVI

En su tramo final, la Kramgasse desemboca en Nydeggasse, que luego da paso al Nydeggbrücke, puente que conecta la parte este de la ciudad vieja con la parte nueva. Con 190 metros de largo, su construcción tardó cuatro años, entre 1840 y 1844.

FOSA DE LOS OSOS (BÄRENGRABEN)

Ya en el lado este nos dirigimos a Bärengraben, la famosa fosa de los osos, una de las principales atracciones de la ciudad. Y es que el oso, símbolo inconfundible de Berna (aparece en su escudo), ha sido parte de la ciudad desde la construcción de la primera fosa en 1513, por lo que se entiende el cariño que le tienen los berneses.

Una vista del casco histórico de Berna desde el mirador del Bärengraben
El Nydeggbrücke conecta la parte este de la ciudad vieja con la parte nueva

En 2009 la fosa fue renovada y se erigió un enorme recinto de 6 mil metros cuadrados junto al río Aar, especialmente diseñado para ellos. Lamentablemente, nuestras expectativas de ver algún oso se vieron frustradas y tuvimos que conformarnos con algunas de las estatuas que repletan la ciudad. No hay que olvidar que los osos pasan gran parte del tiempo dormitando, así que solo si tienes suerte, podrás verlos hacer de las suyas. El parque se encuentra abierto todos los días del año a cualquier hora y la entrada es gratuita.

En fin, sin ver a los osos, aprovechamos de comprar unas bebidas, tomarnos una foto junto a la estatua de Einstein sentado en una banca y de claro, descansar un rato contemplando las maravillosas vistas del casco antiguo de la ciudad.

Grosser Muristalden 6
Todos los días, las 24 horas
Entrada gratuita
https://www.tierpark-bern.ch/index-en.php?frameset=200

UNTERTORBRÜCKE

Bajando hacia el río, dimos con el Untertorbrücke, uno de los puentes más antiguos de Berna. El primer puente fue construido en madera en 1256, sin embargo, en 1460, una grave inundación causó graves daños en su estructura, por lo que fue reemplazado por uno con forma de arco de piedra fortificada. El nuevo puente fue levantado entre los años 1461 y 1489, y hasta 1834 fue el único puente de la ciudad.

Creo que desde aquí se tiene una de las postales más lindas de la ciudad, con las aguas turquesas del Aar contrastando con el verde de los árboles, el azul intenso del cielo y el suave color ocre de las casas e iglesias.

El Untertorbrücke es uno de los puentes más antiguos de Berna
Una foto en el Untertorbrücke

PLAZA DEL AYUNTAMIENTO

En el Ayuntamiento se reúne todos los jueves el consejo municipal
La Iglesia de San Pedro y San Pablo, construida entre 1858 y 1864

De regreso en el casco histórico caminamos por Postgasse en dirección a Rathausplatz o Plaza del Ayuntamiento, donde se encuentra el edificio en el que tienen lugar las sesiones del parlamento estatal y municipal.

Construido entre 1406 y 1416 en estilo gótico tardío del siglo XV, en el Ayuntamiento se reúne todos los jueves el consejo municipal. Entre tanto, el Gran Consejo, el parlamento cantonal, se concentra cuatro veces al año para celebrar sus sesiones públicas, momentos en se iza la bandera de Berna en el tejado.

Hacia la esquina norponiente de la plaza está la Iglesia de San Pedro y San Pablo, que es la catedral de la Iglesia Católica Cristiana de Suiza. Se construyó entre 1858 y 1864, imitando el lenguaje visual del románico y del gótico temprano. En su interior resaltan las pinturas del techo y las ventanas de cristal que son de la época del Art Nouveau, mientras que el coro fue rediseñado recientemente, en 1998.

De nuevo en Kornhausplatz, nos acercamos al Kornhausbrücke, puente que une el Alstadt con la parte norte de la ciudad. Muy cerca de ahí, la estatua ecuestre de Rudolf von Erlach, legendario ganador de la Batalla de Laupen, permanece frente al Teatro de Berna desde 1961, cuando fue trasladada desde la Plaza de la Catedral.

Ya entrada la tarde, volvimos a la Bundesplatz, donde bajo un sol radiante, los niños jugaban a mojarse en los 26 chorros de agua que representan a los cantones suizos. De ahí seguimos hacia la Waisenhausplatz, donde a esa hora funcionaba un ajetreado mercado. Allí nos sentamos en un Starbucks a tomar un frapuccino mientras mirábamos a la gente pasar y a un grupo de hombres jugar en un ajedrez gigante.

La fuente de Vennerbrunnen situada delante del Rathaus
La estatua ecuestre de Rudolf von Erlach, legendario ganador de la Batalla de Laupen

EINSTEINHAUS

Einstein vivió en el segundo piso de la casa con su esposa Mileva Marić y su hijo
Einsteinhaus, la casa donde vivió Albert Einstein entre 1903 y 1905

Para continuar la tarde, anduvimos otra vez más por Kramgasse hacia el número 49, donde se encuentra la Einsteinhaus, la casa donde vivió Albert Einstein entre 1903 y 1905, época en la que desarrolló su teoría de la relatividad.

El departamento funciona hoy como museo y está abierto al público. En él se muestra mobiliario de la época y se documenta la vida del físico en Berna, incluido 1905, el año en que desarrolló sus obras científicas más creativas.

Kramgasse 49
1º de febrero al 21 de diciembre: Lunes a domingo: 10:00 a 17:00 horas
Adultos: 7 CHF / Niños de 8 a 15 años: 4 CHF
http://www.einstein-bern.ch

CATEDRAL DE BERNA

Caminando otros 3 minutos hacia la Münsterplatz, nos encontramos con Münsterkirche, la Catedral de Berna, que con su basílica de tres naves corona los tejados del casco histórico. Su construcción comenzó en 1421 y los trabajos duraron varias generaciones hasta su culminación en 1893. Se trata de un magnífico ejemplo del estilo gótico tardío, donde una de sus principales características es el portal central, en el que se puede admirar la representación del Juicio Final. El patrono de la catedral es San Vicente de Zaragoza, mártir del siglo IV.

Todo un panorama es subir los 312 escalones hasta el mirador que se encuentra en su torre de 100 metros de altura, para presenciar la belleza de la capital suiza con sus tejados color marrón y el Aar serpenteando la ciudad. En días despejados es posible ver hasta la región del Mittelland bernés y las montañas nevadas del Oberland bernés. Les dejo un video que grabé desde allí arriba.

A los pies de la Catedral, hacia el río Aar, los jardines de Münsterplattform, con sus áreas verdes y la sombra de los castaños, ofrecen un perfecto lugar para el descanso. No es raro ver aquí a las familias con sus niños haciendo picnic, a los ancianos jugando a la petanca, a los jóvenes en las mesas de ping-pong, y a otros tantos gozando de las impresionantes vistas de la ciudad, el río y los picos de los Alpes.

Desde Münsterplattform se tienen hermosas vistas de la ciudad
Después de subir los 312 escalones hasta el mirador, asoman los tejados color marrón
Münsterplatz 1
Horarios de apertura de la iglesia y la torre en: https://www.bernermuenster.ch/de/berner-muenster/infos-kontakt/oeffnungszeiten.php
Iglesia: entrada gratuita / Torre: Adultos: 5 CHF / Niños de 7 a 16 años: 2 CHF



LAUBEN

Ya para terminar el día, paseamos por algunas de las típicas galerías o “Lauben”, arcadas que datan de los siglos XVI y XVII, en las que se encuentran una gran cantidad de tiendas de todo tipo, cafés y restoranes, los que suelen llenarse de gente durante la mañana y la tarde.

En Berna hay más de 6 kilómetros de “Lauben” o portales
Los portales más antiguos datan de la Edad Media

En estas galerías techadas se concentran las tiendas más exclusivas junto con las más asequibles. Desde boutiques finas y elegantes hasta pequeños centros comerciales para hacer todo tipo de compras. Son ideales para ir descansando mientras se anda de compras, pues no hay nada mejor que sentarse en alguna terraza a tomar un café o en un restorán para comer o cenar. Ideales también para los días de lluvia o para cuando todos buscan algo de sombra, algo que parece que tenían muy claro en la Edad Media.

Sabías que Berna cuenta con 6 kilómetros de arcadas o “Lauben”, que constituyen uno de los paseos de compras más largos y protegidos contra la intemperie de Europa.

ROSENGARTEN

Cruzamos nuevamente el Nydeggbrücke, pero esta vez en dirección a la colina donde se halla el Rosengarten, uno de los parques más bellos de la ciudad, que ofrece unas vistas impresionantes del casco histórico y del meandro del Aar.

Los bellos jardines de Rosengarten
En el mirador de Rosengarten

Como su nombre indica, el parque es famoso sobre todo por sus flores. En el Jardín de las Rosas pueden observarse 223 clases de rosas, 200 de iris y 28 de rododendros, además de un encantador estanque de nenúfares. Una glorieta y un jardín de lectura hacen de este parque un lugar ideal para el descanso, pero también para unas maravillosas fotos de recuerdo. Sin embargo, Rosengarten no fue siempre un parque, ya que desde 1765 a 1877, sirvió de cementerio y solo desde 1913 está abierto al público.

En el mirador esperamos el atardecer, hasta que las luces de la ciudad comenzaron a encenderse lentamente. No puedo describirles lo hermoso del paisaje, las tonalidades que fueron tomando los edificios, el cielo y las montañas de fondo. Parecía un anochecer sacado de un cuento. Espero que las fotos y videos que les comparto le hagan juicio a ese maravilloso momento.

De regreso al hotel, las calles iluminadas estaban casi vacías, escenario perfecto para tomar unas últimas fotos. Claro, es que no hay otra ciudad que haya logrado conservar sus características históricas como Berna, a tal punto de que su casco antiguo es Patrimonio Mundial de la Unesco desde 1983.

Y es que con sus numerosas fuentes, fachadas de arenisca, callejones y torres históricas, Berna tiene un aire provinciano y medieval, pero sobre todo, romántico. Las boutiques, bares y teatros del casco antiguo, ubicados en sus famosas “Lauben”, así como los pequeños cafés invitan a recorrer y disfrutar la ciudad. Porque no hay mejor forma de conocer Berna que explorándola a pie. Sin duda, una ciudad a la que te recomiendo ir.

MAPA

CLIMA

El clima de Suiza es de tipo continental alpino, que se caracteriza por una gran variabilidad, con cambios bruscos y repentinos en las condiciones climáticas y abundantes precipitaciones, sobre todo en los meses de verano. Las grandes masas de agua de los lagos también contribuyen a la creación de microclimas.

La mejor época para viajar a Berna son los meses más cálidos, entre abril y septiembre, aunque como les señalé, las lluvias son frecuentes en verano. Entre junio y agosto, las temperaturas mínimas medias bordean los 10ºC, mientras que las máximas superan fácilmente los 22ºC. En contraparte, en los meses de invierno, las mínimas llegan a los -3ºC y las máximas fluctúan los 4ºC.

QUÉ Y DÓNDE COMPRAR

Los ositos almendrados de Berner Mandelbärli son típicos de Berna

Si hablamos de Suiza, resulta obvio que sus chocolates son mundialmente famosos, por lo que en tu viaje no puedes dejar de probar y comprar sus deliciosos chocolates. Un buen sitio para comprarlos es Läderach, cuya tienda está situada en Spitalgasse 2.

Otro recuerdo típico de Berna son los ositos almendrados de Berner Mandelbärli, con sabores que van del chocolate a la miel, y de la vainilla y al limón. Están ubicados en Waisenhauspl. 21.

Los relojes son otro símbolo del país. Entre las marcas de relojes suizos más famosas están Rolex, Chopard, Breitling, Omega, Swatch y muchas otras, que puedes encontrar en varias tiendas en la ciudad.

En cualquier viaje merece la pena comprar recuerdos del destino como tazas, llaveros, postales, camisetas y muchos otros artículos, ya sea para regalar o como recuerdo. Recomendable es la galería de arte Holz, que vende cosas de madera artesanales muy interesantes, como relojes de cuco.

Y si visitas Berna el primer sábado del mes, anda al mercado Kunsthandwerkermarkt, donde los artesanos presentan sus artesanías hechas de madera y estaño, ropa de estilo nacional, obras de arte originales y adornos.

 

QUÉ Y DÓNDE COMER

La cocina típica suiza es una mezcla de tradiciones de los tres principales cantones, por lo que está influenciada por la gastronomía francesa, alemana, austriaca y, en parte, italiana.

Una de las comidas típicas de la ciudad y de toda Suiza es el fondue. Hay tres tipos: de queso, de carne y de chocolate. El primero es típico introducir trozos de pan en queso derretido; en el segundo se colocan trozos de carne en aceite caliente; y en el tercero, se ponen trozos de fruta en chocolate caliente.

Hay varios restaurantes en Berna donde comer este plato tan típico, sin embargo, hay que tener en cuenta el precio, ya que en el mejor de los casos, estamos hablando de 40 a 50 euros por persona. Así que aunque no es barato, mi recomendación es probar el de carne o el de queso.

El Berner Platte, como su nombre indica, es otra especialidad típica de Berna. Se trata un plato creado para celebrar la victoria de los berneses contra los franceses el 5 de marzo de 1798 y que se compone de jamón, speck, costillas, patas, tuétano con chucrut, frijoles y patatas.

El Älplermagronen, en tanto, es un plato que consta de pasta, patatas, nata, queso y cebolla. Su nombre se puede traducir como “pasta del alpigiano” y es un clásico de la cocina suiza, que fue traído por trabajadores italianos tras la construcción del túnel del San Gotardo.

Un fondue de queso en el que se introducen trozos de pan en queso derretido
El Älplermagronen es un plato que consta de pasta, patatas, nata, queso y cebolla

A pesar de ser una preparación típica del sur de Alemania, el Spätzle también es muy popular en Suiza. Son unas bolas de masa que se basan en harina de trigo blando, huevos y agua.

Y, por cierto, no podemos dejar fuera el chocolate, que es uno de los símbolos de Suiza, pese a que el país no tiene un clima propicio para el cultivo del cacao. La fama mundial del chocolate suizo se debe a las ideas innovadoras de los chocolateros suizos del siglo XIX. Hasta la fecha, Suiza es una de los países con mayor producción de chocolate del mundo y la de mayor consumo de chocolate per cápita.

Como ya he comentado, Berna (y todo Suiza) es una ciudad cara, por lo que la opción de los restaurantes de comida rápida siempre es una alternativa, con precios no bajan de los 10 euros por menú (combo).

  • Da Rina (Eigerplatz 10): Aunque está ubicado un poco lejos del centro histórico, este restaurant es uno de los más recomendados y más baratos de la ciudad. Especializado en comida italiana, te recomiendo probar sus pizzas (la margarita cuesta 12 CHF) y sus pasta por 13-14 CHF. Además de estos platos tienen varios menús que van desde los 12 CHF a los 17 CHF.
  • Migros Marktgasse (Marktgasse 46): Ubicado en pleno centro de la ciudad, se trata de un supermercado en el que una de las plantas está habilitada como restaurante, en el que puedes encontrar opciones como pasta, pollo, carne, ensaladas, etc., tipo buffet, por una media de 10 a 12 CHF. También pedir la comida para llevar y si hay buen tiempo, comer en alguna de las áreas verdes de la ciudad.
  • Kornhauskeller (Kornhausplatz 18): Una verdadera institución en Berna, construida entre 1771 y 1778 inicialmente como granero, fue luego transformada en restaurante. Ofrece platos típicos y excelentes vinos, y también está abierto por la mañana para un buen desayuno.
  • Rosengarten (Alter Aargauerstalden 31B): Ubicado dentro del Rosengarten, uno de los parques más bellos y populares de Berna, cuenta con mesas al aire libre y un salón interno, ambos con una hermosa vista de la ciudad y el río Aar.
  • Sous le Pont (Neubrueckstrasse 8): Ofrecen cocina europea con opciones veganas y vegetarianas con un rango de precios en torno a los 13-17 CHF. Se trata de un local súper animado que ofrece conciertos en vivo, además de noches especiales con platos en torno a un tema cada miércoles. 
  • Altes Tramdepot (Grosser Muristalden 6): Una microcervecería y un punto de encuentro muy popular. Sus cervezas de fabricación casera incluyen estilos como la Viena y las bávaras. El menú incluye salmón frito, platones de queso local, salchichas bávaras con mostaza, strudel de manzana casero y una buena selección de aperitivos.
  • Einstein Café & Bel Étage (Kramgasse 49): En la planta baja de la casa de Albert Einstein se encuentra esta cafetería que sirve delicias como antipasto de carne de res suiza, tartar de filete de res, salchichas locales con mostaza y pan crujiente, ensaladas frescas, tartas de frutas y una gran selección de cervezas de temporada, cocteles y vinos suizos.

ALOJAMIENTO

Lo primero es contarte una buena noticia: alojar en Berna es bastante más barato que en otras ciudades suizas como Ginebra o Zúrich.

El Teatro de Berna, ubicado en un extremo de Kornhausplatz
Las calles vacías de la ciudad cuando cae la noche

Centro histórico: Berna es una ciudad pequeña pero preciosa, así que te aconsejo al menos, pasar una noche para descubrir sus imprescindibles, la mayoría concentrados en su centro histórico. Por eso, ésta es la zona que cuenta con mayor oferta hotelera y la mejor donde alojar, ya que tendrás todos sus atractivos cerca, además de muy buenos restaurantes.

Kirchenfeld-Schlosshalde: El distrito IV de la ciudad, ubicado al sureste y conocido como zona de los museos, es otra muy buena opción. Aquí puedes visitar el Museo de la Comunicación, el Museo Histórico de Berna o la Kunsthalle, todos ubicados a minutos a pie del centro histórico, cruzando el Kirchenfeldbrücke.

Mattenhof-Weissenbühl: Justo al sur de la Estación Central, el distrito III si bien es una zona poco atractiva a nivel turística, cuenta con bastantes hoteles, especialmente en el barrio de Monbijou. Al encontrarse cerca de la estación es una alternativa bastante cómoda si viajas en tren por Suiza y deseas estar bien comunicado.

TRANSPORTE

Berna se caracteriza por contar con un sistema de transporte público puntual, con tiempos de espera breves y con vehículos modernos y cómodos. Tiene una red que cubre prácticamente el 100% de la ciudad.

Bernmobil es la empresa encargada de brindar este servicio y cuenta con cinco líneas de tranvía, tres líneas de trolebus y catorce de autobús. Los billetes pueden adquirirse en las máquinas expendedoras ubicadas en las paradas y en la tienda Libero en la Estación Central. En los autobuses y tranvías no se venden billetes.

Ahora, si te alojas en la ciudad no tienes que preocuparte por los tickets. A partir de la primera noche en uno de los alojamientos dentro de la ciudad de Berna, te regalan el Bern Ticket, con el que puedes disfrutar de transporte gratuito en las zonas 100/101. Además se incluye el funicular de Gurten, el funicular de Marzili y el ascensor de la Plataforma de la Catedral, así como el viaje de ida y vuelta desde el aeropuerto de Berna.

 AUTOBUSES

La red de autobuses se conecta con la de tranvías y ambos a su vez con el servicio de trenes. Hay múltiples paradas y debes recordar validar tu ticket una vez que subes al bus. Hay autobuses nocturnos, Moonliner, que funcionan las noches de los jueves, viernes y sábados. Veinte líneas en total que parten de la plaza de la estación principal de la ciudad.

 TRANVÍAS

La red de tranvías urbanos tiene casi 29 kilómetros de largo y hay cinco rutas con distintos números. Comenzaron a funcionar a fines del siglo XIX, a vapor, y después fueron electrificados. Son casi un patrimonio histórico y por eso, incluso hay un Museo del Tranvía.

 TAXIS

Otra opción para moverse por la ciudad son los taxis. Aunque son un poco caros, son eficientes y fáciles de conseguir. Puedes tomarlos en cualquier lugar, pero los sitios de referencia más comunes son la Estación Central, el aeropuerto y el casco antiguo. No obstante, los taxis tienen la obligación de indicar sus tarifas en lugar bien visible tanto dentro como fuera del vehículo. Como referencia, el trayecto al aeropuerto cuesta unos 50 CHF.

BICICLETAS

A partir de junio de 2018, existe Publibike, un servicio de alquilar bicicletas convencionales y eléctricas en estaciones fijas distribuidas por toda la ciudad. Las bicicletas se pueden alquilar con la tarjeta SwissPass o la aplicación PubliBike-App, utilizarlas y devolverlas en otra estación. Más información pinchando aquí.

 CAMINAR

Gracias a su tamaño, el centro histórico de Berna puede explorarse fácilmente a pie y conocer los principales atractivos. Y ni siquiera hace falta paraguas, ya que las arcadas o “Lauben” te protegerán de la lluvia y te darán sombra en los días calurosos.

TIPS VIAJEROS

  • En muchos restaurantes y centros comerciales es posible pagar con tarjeta de crédito, así que en caso de necesitar cambiar dinero es mejor hacerlo en los bancos, ya que en las oficinas de cambio pueden cobrarte hasta un 5% de comisión.
  • La mayor parte de las tiendas y centros comerciales abren desde las 9:00 hasta las 18:00 o 19:00 horas de lunes a viernes, mientras que el sábado el horario suele ser más corto. El domingo se considera día festivo.
  • Los berneses son muy puntuales, por eso hasta el más mínimo retraso puede ser considerado una falta de respeto.
  • Por lo general, la propina está incluida en el precio de todos los servicios. Sin embargo, en los restaurantes conviene redondear el importe hacia arriba.
El meandro del río Aar rodea el casco antiguo de la ciudad
El cielo de Berna comienza a tornarse anaranjado

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