Cinque Terre o las “cinco tierras” es una de las zonas mediterráneas más hermosas de Liguria, ubicada en la parte este de la región y compuesta por cinco pueblos localizados a orillas del mar y rodeados por colinas y viñedos.

Monterosso, Vernazza, Corniglia, Manarola y Riomaggiore son pequeñas localidades salidas como de una postal, razón más que suficiente para animarse a conocerlas, pues ofrecen un escenario de ensueño gracias a sus escarpados acantilados, su acogedor ambiente y su exquisita gastronomía.

Tanto así que en 1997, fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, mientras que en 1999 se creó el Parco Nazionale delle Cinque Terre.

Lo primero que tienes que saber es que para llegar a Cinque Terre hay varias opciones. La primera es hacerlo en auto desde Florencia, Pisa o Génova, pero esto tiene una desventaja enorme que es que tendrás que estacionar algo lejos del centro de los pueblos y necesitarás el tren para desplazarte entre algunos de ellos. También puedes contratar un tour de un día desde Florencia, que por unos 75€ te recogerá en el hotel y conocerás los cinco pueblecitos sin complicaciones.

Sin embargo, la alternativa que me parece más conveniente por ser más económica y porque te da la libertad de recorrer los pueblos a tu gusto, es el tren, el que puedes coger desde Florencia, Pisa o Génova.

En nuestro caso, decidimos ir por el día a Cinque Terre, por lo que tomamos un tren en la estación Santa Maria Novella de Florencia y en poco más de dos horas, llegamos a La Spezia, una ciudad puerto distante unos 15 kilómetros del Parque Nacional. Como recomendación, trata de escoger un tren directo, evitando tener que hacer intercambio en Pisa.

Y aunque el viaje a ratos resultó tedioso, ya que el tren fue parando en prácticamente todas las estaciones, sí fue curioso pasar por Carrara, lugar desde donde, hace siglos, se extrae el universalmente famoso mármol de Carrara, conocido por ser uno de los más apreciados por su blancura. Desde el tren en marcha vimos las industrias donde se procesa la roca para convertirla en enormes bloques, así como las inmensas canteras en las cimas de los Alpes Apuanos.

Pues bien, llegados a La Spezia, lo primero que hicimos fue comprar la Cinque Terre Express Card que se vende en la oficina de información turística de la misma estación y que por 16€ te permite moverte ilimitadamente entre los pueblos en tren, además de poder entrar gratis a los baños de las estaciones. Ahora, si no quieres visitar todos los pueblos, el boleto individual cuesta 4€.

Ojo que el pase no es de 24 horas, o sea, si lo compras a las 4 de la tarde no es válido hasta el día siguiente a las 4 de la tarde. El ticket vence cuando pasa el último tren, cerca de la medianoche. En todo caso, al comprar la tarjeta, te entregan el itinerario de los trenes para que puedas organizar tu visita, ya que los trenes pasan cada 10 a 30 minutos.

Por cierto, también está la opción de recorrer los pueblitos haciendo trekking. El sendero que conecta los cinco pueblos que componen Cinque Terre tiene su origen en la Edad Media, cuando era la única forma de comunicación entre las diferentes poblaciones. Hoy en día es conocido como el Sendero Azul y tiene una longitud de poco más de 12 kilómetros.

El recorrido se divide en 4 partes y hacerlo completo tarda unas 5 horas. El tramo más famoso es la “Via dell’Amore”, que une Riomaggiore y Manarola, y que fue construido en los años 20, en conjunto con el túnel del ferrocarril que une estos dos pueblos. Este sendero mide unos 900 metros y se recorre en 20 minutos aproximadamente.

 Provincia de La Spezia, Liguria
 Abierto las 24 horas
 Cinque Terre Express Card y Cinque Terre Trekking Card: información de precios en: http://www.parconazionale5terre.it/Ecinque-terre-card.php
 http://www.parconazionale5terre.it/Eindex.php



 RIOMAGGIORE

Pero volvamos a lo nuestro. Con la tarjeta ya comprada, la validamos para activarla (no hay que olvidar hacerlo para evitar una multa), nos subirnos al tren y en cosa de 9 minutos llegamos a Riomaggiore, el más oriental de los cinco pueblos.

Situado en el valle del arroyo Rivus Major, del cual toma su nombre, está estructurado en terraplenes, siguiendo el recorrido del río, que hoy se encuentra cubierto. Según la tradición, el pueblo se remonta al siglo VII, cuando fue fundado por un grupo de prófugos griegos que huían de la localidad de Montenero.

Riomaggiore es un tranquilo y pintoresco pueblo de pescadores en el que resulta un auténtico placer perderse por sus empinadas callejuelas, donde las casas, pintadas con los colores típicos de la Liguria, siguen el esquema de las casas torre, con tres o cuatro pisos.

En la parte alta del pueblo se encuentra la iglesia de San Giovanni Battista, construida en 1340 por orden del obispo de Luni, y los restos del Castellazzo di Cerrico, más conocido como El Castillo, que datan del siglo XIII. Merece la pena también visitar el oratorio de los Disciplinados o iglesia de la Confraternita dell’Assunta, que es del siglo XVI.

Y si lo que quieres es playa, la hallarás a 500 metros de la estación, por lo que te tomará unos 5 minutos andando en llegar hasta ella, atravesando el túnel y girando a la derecha por un camino que desciende un poco hasta unas rocas tras las que encontrarás el mar. Algo que caracteriza a esta playa es que, exceptuando julio y agosto, no está demasiado frecuentada, por lo que resulta ideal para relajarse un rato.

 MONTEROSSO AL MARE 

Después tomamos nuevamente el tren hasta Monterosso al Mare, el último de los poblados hacia el norte, con la idea de ir regresándonos y conociendo los demás pueblos. Este pueblo es el más grande de Cinque Terre y también el primero que ha sido documentado, en el año 1056.

En el siglo XVI, Monterosso estaba resguardado por trece torres, de las cuales solo quedan en pie la torre del castillo, la torre medieval que hoy es el campanario de la iglesia de San Giovanni y la torre Aurora, que se ubica sobre la colina de San Cristoforo y que separa el casco antiguo y medieval de la parte moderna, que se extiende a lo largo de la playa.

Entre los lugares que se pueden visitar en Monterosso están la iglesia de San Juan Bautista del siglo XIV; y el castillo de los Fieschi y el monasterio dedicado a San Francisco, en el cual se conservan obras de arte como la Crucifixión de Van Dick.

Si de playas se trata, la de Monterosso es la más extensa de Cinque Terre, razón por la que el pueblo tiene una vocación puramente turística, contando con todo tipo de comodidades y servicios para acoger a todos los viajeros. La playa tiene hamacas y sombrillas, y para llegar a ella desde la estación, basta con recorrer el paseo marítimo.

A eso de las 2 de la tarde y con algo de hambre, aprovechamos de almorzar en el Ristorante Moretto, donde obviamente, escogí pasta y el infaltable Aperol Spritz, por lo que me sentí casi como en una de esas películas filmadas en esos pueblitos italianos de ensueño, muy al estilo Mamma Mía…

 VERNAZZA

El tercer pueblo que visitamos fue Vernazza, cuyo nombre derivaría del adjetivo latino “verna”, es decir, “local, indígena”, aunque también es posible que provenga del producto más conocido del pueblo, la vernaccia, un tipo local de vino.

Fundado alrededor del año 1000, se trata de un hermoso pueblo marinero en el que las antiguas casas de colores se agrupan junto a sorprendentes acantilados. Antiguamente, el más próspero de los pueblos de Cinque Terre, conserva aún su elegante casco histórico, lleno de logias y portales.

Cuenta con un puerto pequeñito desde donde es posible ver casi todo el pueblo, un antiguo castillo y una encantadora iglesia localizada junto al mar. Pero, además, hay un par de heladerías en la calle principal donde, por solo 2€, disfruté de un exquisito helado en cono de dos sabores. Ideal para el postre.

Aquí se puede visitar el Castillo de los Doria, cuyo bastión sorprende por su magnitud, el cual fue construido para protección de los constantes ataques. En la zona más alta de este castillo, se encuentra el “Belforte”, una torre cilíndrica desde la que se puede obtener una magnífica panorámica de todo el pueblo.

Junto al mar, un imperdible es conocer la iglesia de Santa Margarita de Antioquia, construida en el siglo XIV, respetando fielmente el estilo gótico-ligure. Especial atención merece su campanario octogonal. Según la leyenda, su ubicación a orillas del mar se debería a que allí se encontró una caja que tenía los huesos de un dedo de la mano de Santa Margarita.

En cuanto a playas, cuenta con dos, una de rocas en pleno centro de la ciudad, a los pies de la iglesia de Santa Margarita, que a la vez, hace las funciones de puerto de la ciudad; y la segunda, algo más grande, que puedes encontrar atravesando la gruta cercana a la plaza principal.

 CORNIGLIA

Ya avanzada la tarde nos fuimos a Corniglia, el más pequeño de los cinco pueblos y para mi gusto, el menos lucido de todos. Y es que asentado sobre un acantilado de 100 metros de altura, para llegar hasta él es necesario subir una larga escalinata conocida como Lardarina, compuesta por 382 escalones, o bien, como hicimos nosotros, tomar uno de los buses (incluidos en la Cinque Terre Card) que cada 15 minutos salen de la estación hacia la cima el pueblo.

Rodeado por un precioso paisaje de viñedos y olivares, el origen de Corniglia se remonta a la época romana y se caracteriza por su vocación agrícola. El monumento más importante es la iglesia de San Pietro, que fue construida en 1344 en estilo gótico genovés sobre los restos de una capilla del siglo XI. Su fachada se encuentra enriquecida con un rosetón de mármol, y está adornada con varias decoraciones, entre las que se destaca un bajorrelieve de un ciervo, símbolo del pueblo.

En el centro, la plaza principal llamada Taragio, es la verdadera alma de Corniglia, donde aprovechamos de hacer una pausa acompañados de un café, por cierto, con ese sabor italiano que te imaginas incluso mucho antes de poner un pie en Italia.

Paradójicamente, pese a ser el único pueblo que no tiene acceso directo al mar, cuenta con la playa más famosa de la zona: Guvano, una playa de arena y rocas, que fue de las predilectas del movimiento hippie de los años 60 y 70, ideal para hacer nudismo en Cinque Terre.

Hay dos maneras de acceder a Guvano: si vienes por el Sendero Azul, en dirección a Vernazza, tendrás que bajar por las escaleras que llevan en dirección a la playa, siguiendo las indicaciones. Otra forma de llegar es desde la estación de Corniglia, para lo cual tendrás que atravesar el antiguo túnel, abandonado en la actualidad y totalmente a oscuras.

 MANAROLA

Finalmente y ya casi al atardecer, tomamos el tren hasta Manarola, mi pueblo favorito de los cinco, cuyo nombre deriva del latín “Manium arula”, que significa “Templete dedicado a las Manos”, es decir, a los dioses romanos de la casa. Y es que al igual que muchas regiones y pueblos de Italia, los habitantes de Manarola conservan su dialecto de origen, el manarolese.

¿Y por qué es mi favorito? Porque simplemente es una belleza que, en conjunto con la luz del Sol que ya empezaba a caer, para mí creó un escenario perfecto. Recorriendo su calle principal, la “Via di Mezzo”, podrás encontrar una infinidad de bares, restaurantes y pequeñas tiendas de artesanía en las que puedes llevarte algún souvenir.

Sin embargo, una de las principales características de este pueblo es su economía basada en la pesca y la viticultura. De hecho, el vino de Manarola, el Sciacchetra, es reconocido en muchas partes por su buena calidad.

Para visitar está la iglesia parroquial de estilo gótico del año 1338, el oratorio y la torre campanario. Curiosa es también, una pirámide blanca que se levanta entre las casas y que simboliza la sabiduría, pero además, hace el trabajo de punto geodésico para que los pescadores y navegantes sepan cómo llegar a puerto.

Caminando por el paseo que rodea el acantilado disfruté de una maravillosa panorámica del pueblo. Totalmente recomendable al atardecer, para ver el sol ponerse en el mar y el despintar de los colores de las casas. Un momento de absoluta paz que lo hizo hermoso. De hecho, me hubiese encantado pasar una noche allí, disfrutando de una rica comida, una copa de vino y la música acompañando.

Un panorama que te aconsejo vivir y que te invito a contarme si ya lo has hecho. Pero si al igual que yo, tus tiempos son justos y solo cuentas con unas horas para recorrer Cinque Terre, te dejo mi ranking de preferencia.

Sin duda, el primer lugar se lo lleva Manarola, por su maravilloso colorido, su tranquilidad y el precioso atardecer que me regaló ese día y que atesoraré por siempre. El segundo puesto es para Vernazza, por su hermoso puerto natural, sus antiguas casas de colores y su encantadora iglesia junto al mar. Luego está Riomaggiore, por su carácter pintoresco y sus casas empinándose hacia la montaña.

El penúltimo lugar se lo doy a Monterosso, que para mí gusto está tan cuidado turísticamente, que parece menos autóctono y casi escenográfico; mientras que el último lugar es para Corniglia, que la verdad, por ubicarse en altura y ser el más pequeño, tiene mucho menos que ofrecer que los demás. ¿Y cuál es tu favorito? Déjame tus comentarios al final.

 MAPA

 CLIMA

La mejor época para visitar Cinque Terre y poder meterse al mar y nadar un rato, sin morirse de calor ni tener que lidiar con mucha gente, es entre marzo y junio, porque en julio y agosto, las temperaturas son más altas y es cuando hay más turistas.

Otra buena fecha para viajar son los meses de septiembre y octubre, justo antes de las lluvias otoñales, cuando el clima es agradable otra vez y los turistas ya se han ido. En tanto, en diciembre y enero, muchos italianos pasan las festividades en Cinque Terre, así que también hay bastante movimiento.

 ¿CUÁNTOS DÍAS ESTAR?

Si bien, como les señalé, se trata de una excursión que se puede realizar por el día, los cinco pueblos son tan mágicos que bien merece quedarse una noche en alguno de ellos y dedicar más tiempo y calma para conocerlos. Más aún si escoges los meses de más calor y deseas tomar un poco de sol en sus playas.

 ALOJAMIENTO

Lo más barato para hospedarse en Cinque Terre es La Spezia, porque es donde hay más oferta de lugares, es accesible y seguramente, será el punto al que vas a llegar.

Aún así, si lo que quieres es dormir en alguno de los pueblitos de Cinque Terre, lo mejor es hospedarse en Riomaggiore o Monterosso al Mare, porque tienes acceso a la playa, y además, porque se trata de los poblados que están en los extremos, lo que hace más fácil recorrer los siguientes. Si te hospedas en uno más al centro, pierdes tiempo en ir hacia los pueblos que están más arriba y luego volver a los que están hacia el sur.

Por cierto, Monterosso al Mare, es el único de los cinco pueblos con una playa con aguas cristalinas, y por ser el más grande, es el que tiene más oferta hotelera y gastronómica.

 TRANSPORTE

¿CÓMO LLEGAR A CINQUE TERRE?

AVIÓN

La forma más sencilla para volar es ir a Génova o a Pisa, los aeropuertos más cercanos a Cinque Terre. También está la opción de ir a Milán. Sin embargo, el avión es la opción más cara e incómoda, ya que de todas formas, necesitarás el tren para llegar hasta Cinque Terre.

AUTO

Si rentas un auto, entonces puedes llegar en él hasta el punto donde hayas elegido hospedarte y una vez ahí, dejarlo en los estacionamientos que están en la cima de la colina. NO se puede entrar en vehículo motorizado a los pueblos.

TREN

Sin duda se trata de la opción más fácil y cómoda.

Partiendo de Florencia: Debes tomar el tren en la estación Santa Maria Novella. Hay opciones directas o bien, llegar a Pisa Centrale (aproximadamente 1 hora) y después cambiar de tren hacia La Spezia.

De Pisa a Cinque Terre: Toma un tren en dirección a Génova y bájate en la estación de La Spezia Centrale.

Desde Milán: Debes coger un tren en dirección a Livorno y bajarte en Monterosso al Mare, (aproximadamente unas 3 horas de viaje) el pueblo más occidental de los cinco.

MOVERSE EN CINQUE TERRE

 TREN

La forma más común y fácil para moverse entre los pueblos es el tren, cuyo boleto unitario vale 4€. Sin embargo, como ya les advertí, lo mejor es comprar la Cinque Terre Express Card, que por 16€ te permite viajes ilimitados, además de acceso a los baños en las estaciones sin tener que pagar.

 CAMINAR

Como ya les conté, también está la alternativa de recorrer los pueblitos haciendo trekking a través del Sendero Azul, que conecta los cinco pueblos. No obstante, debido a varios desprendimientos de tierra, algunos tramos se encuentran cerrados actualmente.

 BARCO

Como el paisaje más lindo de Cinque Terre se tiene desde el mar, una buena opción es recorrer los pueblos en barco. En primavera y en verano se puede tomar el bote que pasa por todas las aldeas de Cinque Terre; generalmente está disponible desde el 1º de abril hasta la primera semana de noviembre.

Los precios dependen del itinerario que escojas y van desde los 6 hasta los 35€ por un billete con viajes ilimitados y válido por 1 día. Más información aquí.

 AUTO

Moverse en auto es un jaleo, pues tendrás que estacionarte lejos de los pueblos y caminar. Finalmente, perderás más tiempo.

 CONSEJOS

  • Cuando planifiques tu viaje a Cinque Terre, trata de iniciar tu recorrido lo más temprano posible, para que aproveches bien el día y puedas disfrutar los cinco pueblos con calma.
  • Al comprar tu Cinque Terre Express Card solicita el horario de los trenes, para que puedas planear mejor tu recorrido.
  • Si decidas alojarte en alguno de los pueblos, viaja ligero, pues recuerda hay muchas escaleras y pendientes, por lo que tendrás que caminar con tus pertenencias cuesta arriba.

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