Habíamos postergado demasiado Italia. De hecho, tuvo que esperar hasta nuestro cuarto viaje a Europa, para que luego de recorrer Suiza, fuera por fin, el turno de llegar a Milán.

Pero no puedo empezar a contarles de esta ciudad, sin antes hacer un paréntesis y hablarles de lo lindo que fue el viaje partiendo desde Ginebra, para luego internarse en los Alpes, pasar por Chamonix y atravesar el Mont Blanc por un túnel hasta llegar al Piamonte italiano y finalmente a Lombardía, cuya capital es precisamente, Milán.

Atravesando los Alpes
Una vista del imponente Mont Blanc

El viaje en un cómodo Flixbus había durado cinco horas y media, por lo que eran pasadas las dos de la tarde cuando llegamos a Lampugnano, un terminal de buses conectado, por suerte, a una estación de metro, donde tomamos la M1 hasta Lima, la parada más cercana al Hotel Bagliori, nuestro recomendadísimo alojamiento en la ciudad.

LOS LUGARES QUE DEBES VISITAR

MILANO CENTRALE

El día estaba nublado y en el camino al hotel, mi maleta perdió dos ruedas, pero nada de eso fue impedimento para instalarnos rápidamente en la habitación y salir en dirección a Milano Centrale, la principal estación de trenes de la ciudad, la que sorprende por su grandiosidad, por lo que no puedo dejar de contarles algo de su historia.

Pensada para reemplazar a la vieja estación de 1864, una estación que no soportaba el aumento del tráfico de pasajeros ocasionado por la apertura del Túnel de Sempione en 1906; el rey Víctor Manuel III de Italia colocó la piedra fundamental de la nueva estación el 28 de abril de 1906, incluso antes de que el proyecto para la estación hubiera sido definido.

El concurso definitivo para su construcción fue ganado en 1912 por el arquitecto Ulisse Stacchini, cuyos diseños se basaron en la Union Station de Washington. Sin embargo, debido a la crisis económica durante la Primera Guerra Mundial, su construcción avanzó muy lentamente, y el proyecto cambió cuando Benito Mussolini se convirtió en Primer Ministro y quiso que la estación representara el poder del régimen fascista.

Los cambios más importantes fueron un nuevo tipo de andenes y la introducción de grandes cúpulas de acero de 341 metros de largo, las que cubren un área de 66.500 metros cuadrados. La construcción se reanudó en 1925 y el 1° de julio de 1931, la estación fue oficialmente inaugurada.

Sin un estilo arquitectónico definido, ya que es una mezcla de diferentes estilos, especialmente Art Nouveau y Art Deco, la fachada de la estación tiene un ancho de 200 metros y su bóveda una altura de 72 metros, todo un récord en su momento. En la actualidad, por sus 24 andenes pasan 330.000 pasajeros diariamente, totalizando unos 120 millones por año. Frente a ella, la Piazza Duca d’Aosta, realza más aún su majestuosidad.

La fachada de la estación de Milán tiene más de 200 metros de ancho
Cada día, más de 330 mil personas pasan por la estación de trenes de Milán

PARCO BIBLIOTECA DEGLI ALBERI

Pues bien, sin encontrar un lugar que nos gustara para almorzar, atravesamos la plaza y caminamos por la Via Giovanni Battista Pirelli hacia el Parco Biblioteca degli Alberi, que en español podría traducirse como el “Parque Biblioteca de Árboles”, inaugurado en octubre de 2018. Se trata de uno de los parques más innovadores de Europa, ya que como lo dice su nombre, es una colección de árboles que cubre nueve hectáreas, lo que lo convierte en la tercera mayor zona verde de Milán, después del Parco Sempione y Giardini Montanelli.

Diseñado por la arquitecta holandesa Petra Blaisse, que trabajó codo con codo con Piet Oudolf, autor del High Line de Nueva York, el parque cuenta con más de 100 especies diferentes, dispuestas en anillos que albergan más de 135.000 plantas, incluidos robles rojos, cedros, álamos, perales y abedules.

Un laberinto de arbustos, un estanque y una fuente completan el recorrido. Pero también hay 5 kilómetros de ciclovías, 170 mil metros cuadrados de área peatonal y dos áreas dedicadas a los animales de cuatro patas.

El Parco Biblioteca degli Alberi fue inaugurado en octubre de 2018
Es uno de los parques más innovadores de Europa

BOSCO VERTICALE

Inmerso en Porta Nuova Isola, una zona recientemente intervenida urbanamente, desde aquí es posible ver Bosco Verticale, dos edificios residenciales de 80 y 112 metros, cuya particularidades la presencia de más de dos mil especies vegetales distribuidas en sus fachadas.

Según sus diseñadores, los arquitectos de Boeri Studio, se trata de “un ambicioso proyecto de reforestación urbana que propone incrementar la biosiversidad vegetal y animal de la ciudad a través la densificación vertical del verde, reduciendo la expansión urbana y contribuyendo también a la mitigación del microclima”.

En fin, Bosco Verticale se ha convertido en una de las atracciones de Milán, recibiendo numerosos reconocimientos como el International Highrise Award, que se le concedió en 2014, y el premio al “rascacielos más bello e innovador del mundo”, otorgado por el Consejo de Edificios Altos y Hábitat Urbano en 2015.

PIAZZA GAE AULENTI

Conectada también al parque, nos encontramos con la Piazza Gae Aulenti, epicentro de la zona más moderna de Milán y que fue inaugurada en diciembre de 2012. Se trata de un complejo arquitectónico obra del arquitecto Cesar Pelli, el mismo de las Torres Petronas, cuyo núcleo principal es la plaza, alrededor de la cual se encuentran diferentes edificios, dentro de los cuales sobresale la Unicredit Tower que, con sus 231 metros, es el rascacielos más alto de Italia.

La estética futurista de la plaza se encuentra en completa armonía con los edificios que la rodean y con el sistema de iluminación de su entorno, el cual se activa al caer la noche para dar vida a un espectáculo de agua, luz y sonido, en el cual el Solar Tree, un sistema de luces led que utiliza la energía solar, es el principal protagonista.

 

 

PIAZZA DEL DUOMO

Luego de comer pizza en uno de los restoranes bajo la plaza, caminamos hasta la estación Porta Garibaldi, donde tomamos el metro en dirección a la Piazza del Duomo, que marca el centro de la ciudad y que es uno de los lugares más populares de Milán.

La plaza es un gran espacio rectangular de 17 mil metros cuadrados, obra del arquitecto Giuseppe Mengoni y ejecutado a partir de 1865. Su construcción implicó la demolición de algunos edificios históricos del siglo XV. A cambio, Mengoni diseñó el Palacio Real y la Galería Vittorio Emanuele II.

La Piazza del Duomo, con sus 17 mil metros cuadrados, obra del arquitecto Giuseppe Mengoni
El monumento a Vittorio Emanuele II, encargado al escultor Ercole Rosa por Umberto I en 1878

Lamentablemente, en 1877, mientras supervisaba las obras, Mengoni murió cuando un andamio cayó sobre él, por lo que durante la etapa fascista se decidió no construir el segundo arco de triunfo proyectado por Mengoni, sino que se levantó el Arengario, recinto donde Mussolini pronunciaba los discursos para la población.

CATEDRAL DE MILÁN

Pero claro, el edificio más importante y que destaca por su fachada es la Catedral de Milán, más conocida como Duomo. Esta catedral es una de las iglesias católicas más grandes del mundo, con 157 metros de largo y capacidad para alrededor de 40.000 personas.

Su construcción comenzó en el año 1386 bajo el mandado de Gian Galeazzo Visconti en el lugar que ocupaba la basílica de San Ambrosio, la que fue destruida por un incendio en el año 1075. El objetivo de esta titánica obra era renovar el área y celebrar la política de expansión territorial de los Visconti.

La Catedral de Milán es el edificio más importante en torno a la Piazza del Duomo
La Catedral es una de las iglesias más grandes del mundo

Fue durante seis siglos que diferentes arquitectos, escultores y artistas aportaron sus ideas en la famosa “Fabbrica del Duomo” (Fábrica de la Catedral), teniendo como resultado una arquitectura que fusiona el estilo gótico con la tradición lombarda.

Por fuera, la Catedral está revestida de mármol blanco rosado, proveniente de las cuevas de Candoglia, y la parte superior culmina en una infinidad de pináculos y torres coronadas por estatuas que contemplan la ciudad. En el punto más alto del templo se encuentra la estatua de cobre dorado esculpida por Giuseppe Perego en 1774, conocida como la Madonnina y que es el símbolo de Milán.

Recorre el Duomo, símbolo de Milán por excelencia, y sube a su terraza para disfrutar de unas panorámicas únicas de la ciudad de la moda.

El interior, en tanto, está compuesto por grandes placas de mármol oscurecido y presenta un aspecto estilizado y amplio gracias a las largas columnas de mármol con estatuas talladas que llegan hasta el techo. Entre las columnas se encuentran colgados grandes cuadros que representan diferentes escenas religiosas. A lo largo del templo se pueden ver los esqueletos de diferentes santos ataviados con sus mejores galas.

Sabías que en una bóveda del techo situada tras el altar se guarda uno de los tesoros de la Catedral, un clavo de la Cruz de Cristo, el que el sábado más cercano al 14 de septiembre es sacado del lugar en el que se guarda para que los fieles puedan admirarlo.
Entre las columnas hay colgados cuadros que representan diferentes escenas religiosas
Las largas columnas de mármol con estatuas talladas dan un aspecto estilizado
Piazza del Duomo / Metro: Duomo (líneas 1 y 3) / Tranvía: Milano (líneas 12, 16 y 19), Duomo (línea 2, 3 y 14)
Catedral: Lunes a domingo: 8:00 a 19:00 horas / Baptisterio: Lunes a domingo: 9:00 a 18:00 horas / Área arqueológica: Lunes a domingo: 8:00 a 19:00 horas / Terraza: Lunes a domingo: 9:00 a 19:00 horas
Catedral: Adultos: 6€ / Niños de 6 a 18 años: 3€ / Menores de 6 años: entrada gratuita / Catedral y Museo: Adultos: 7€ / Niños de 6 a 18 años: 4€ / Menores de 6 años: entrada gratuita / Terraza: Ascensor: 15€ (adultos) y 7€ (niños de 6 a 18 años) / Escalera: 10€ (adultos) y 5€ (niños de 6 a 18 años) / Menores de 6 años: entrada gratuita
https://www.duomomilano.it/en/

GALERIA VITTORIO EMANUELE II

En fin, como ya era tarde, preferimos dejar la visita a la Catedral para el día siguiente y seguir explorando la plaza. En el costado norte, la Galeria Vittorio Emanuele II, nombrada así en honor al primer rey de Italia, fue construida entre 1865 y 1877.

Esta impresionante joya arquitectónica es conocida en todo el mundo como uno de los centros comerciales más antiguos, donde se encuentran importantes firmas como Prada, Gucci o Louis Vuitton además de restoranes, entre los que se cuenta el histórico Café Biffi, fundado en 1867.

La Galeria Vittorio Emanuele II fue nombrada así en honor al primer rey de Italia
El interior está decorado con suntuosos detalles

Diseñada con un estilo ecléctico, está compuesta por dos arcadas perpendiculares que forman un espacio octagonal coronado por una enorme cúpula de cristal, que en su punto más alto, alcanza los 47 metros. En cuanto a la ornamentación, el piso de la galería, cubierto de mosaicos, fue obra de varios artistas venecianos y representa los escudos de cuatro grandes ciudades italianas: Milán (una cruz roja), Roma (una loba), Florencia (un lirio) y Turín (un toro).

Por otra parte, en las lunetas del domo hay frescos pintados por cuatro artistas italianos que representan los continentes. También hay frescos alegóricos de la Ciencia, la Industria, las Artes y la Agricultura. En general, todo el interior está decorado con suntuosos detalles que hacen de esta galería un imperdible de Milán.

Sabías que debido a la tradicional rivalidad entre Milán y Turín, surgió una leyenda que dice que si deseas volver a Milán, debes pisar los atributos del toro y hacer un giro completo con los ojos cerrados.

TEATRO ALLA SCALA

Atravesando la Galería Vittorio Emanuele II hacia el norte, se llega a la Piazza de La Scala, en cuyo centro se halla el monumento a Leonardo da Vinci, obra del escultor Pietro Magni en 1872. En torno a la plaza se encuentran el Palazzo Marino, sede del ayuntamiento de Milán y, por supuesto, el famoso Teatro alla Scala, uno de los teatros de ópera más famosos del mundo.

Cuando un incendio destruyó el antiguo Teatro Ducale en 1776, el archiduque Fernando de Austria ordenó la construcción de uno nuevo, el que fue construido en el lugar en el que se encontraba la Iglesia de Santa María alla Scala, que daría nombre al nuevo teatro de la ciudad.

En 1943, durante la Segunda Guerra Mundial, los bombardeos dañaron gravemente el teatro, que tres años después sería reconstruido. En el 2002, el teatro volvió a cerrar sus puertas para su renovación y en 2004 fue reinaugurado con la primera obra que se representó en 1778, L’Europa Riconosciuta de Salieri.

El Teatro alla Scala ha sido el lugar de estreno de importantes óperas a lo largo de la historia, como Otello y Nabucco de Verdi, o Madame Butterfly de Giacomo Puccini. Por eso, resulta increíble que su sobrio aspecto exterior esconda tanta belleza e historia.

Conoce el Teatro alla Scala, una de las óperas más famosas del mundo, y visita el escenario y el museo, que alberga una gran colección de trajes, instrumentos y retratos.

Via Filodrammatici, 2 / Metro: Duomo (líneas 1 y 3) / Tranvía: Manzoni Scala (líneas 1 y 2)
Lunes a domingo: 9:00 a 17:30 horas 
Adultos: 12€ / Estudiantes y mayores de 65 años: 8€ / Menores de 12 años: entrada gratuita / Visita guiada al teatro: 30€
http://www.teatroallascala.org/en/index.html



CASA DEGLI OMENONI

Muy cerca del teatro está la Casa degli Omenoni, un antiguo palacio cuyo nombre deriva de los ocho colosos, llamados “omenoni”, esculpidos por Antonio Abondio y que adornan la fachada del edificio. Construida alrededor de 1565, fue la casa y el taller de Leone Leoni, famoso escultor al servicio de Carlos V y de Felipe II de España.

A principios del siglo XX, la casa corrió el riesgo de ser demolida, hasta que en 1929 se convirtió en la sede del “Nuovo Circolo” o Clubino, cuando fue reestructurado radicalmente y se eliminó la escalera original, se cerró el pórtico en el patio con ventanas y diseñó un jardín. En la actualidad, la Casa degli Omenoni es un club privado que incluye un hotel y restorán.

 

 

 

QUADRILATERO DELLA MODA

Para finalizar el día, recorrimos el llamado Quadrilatero della Moda, que está delimitado por las calles Vía Monte Napoleone, Vía Alessandro Manzoni, Vía della Spiga y Corso Venecia; y que es considerado el epicentro europeo de la alta costura, además de un destino imperdible para los fanáticos de los viajes de compras.

El corazón del barrio es la Vía Monte Napoleone, considerada una de las calles más caras y prestigiosas del mundo, comparable a la Quinta Avenida de Nueva York y a los Campos Elíseos de París. El nombre de la calle se remonta a 1804, durante la dominación napoleónica. En aquella época, Milán ya estaba llena de extranjeros que llegaban a la ciudad por negocios o por placer, sin embargo, recién en los años cincuenta fue que la calle se impuso como centro de la moda italiana y también internacional. Y es que aquí se encuentran las marcas de moda más conocidas y sus vitrinas llegan a ser verdaderas obras de arte.

En pocos kilómetros es posible encontrarse con las tiendas de Armani, Versace, Dolce e Gabbana, Prada, Fendi, Louis Vuitton, Channel, Gucci, Bulgari, Cartier o Valentino; además de talleres de joyería y anticuarios, antiguos palacios, cafés de moda y librerías. Por eso no es raro encontrarse con autos de lujo que traen a clientes de todo el mundo a hacer sus compras.

La mañana siguiente, un viernes, luego de tomar desayuno en el hotel y conversar distendidamente con la recepcionista del hotel, una simpática española que había vivido en distintas ciudades del mundo, tomamos el metro directamente al Duomo, con el fin de entrar a la Catedral.

El día estaba solo con algunas nubes, por lo que antes de hacer la fila para ingresar a la iglesia, aprovechamos de tomar algunas fotos de los edificios en torno a la plaza y del monumento ecuestre a Vittorio Emanuele II, encargado al escultor Ercole Rosa por Umberto I en 1878, tras la muerte de su padre Vittorio Emanuele II.

Bueno, luego de esperar más de una hora, logramos entrar a la Catedral, de la que ya les hablé hace un rato, pero que sorprende por su majestuosidad. Sin embargo, subir a la terraza es una experiencia sublime (había comprado el ticket previamente), pues de aquí se puede ver de cerca los pináculos y las esculturas del tejado, lo que resulta verdaderamente increíble. No es azaroso decirles que me pareció estar metido en una enorme torta de matrimonio. Y es que la belleza arquitectónica en los detalles de la Catedral no la había visto en otro lugar y es difícil de describir con palabras. Solo contarles que me dejó sin aliento. 

Un detalle de los pináculos y esculturas que adornan la Catedral
Los edificios de la ciudad se confunden con las esculturas en el tejado

MUSEO DEL DUOMO

Incluida en el ticket estaba la entrada al Museo del Duomo, ubicado a un costado de la Catedral, al interior del Palacio Real. Inaugurado en 1953, este museo recorre la historia de la Catedral de Milán, las fases de su construcción, los proyectos, las esculturas, las vidrieras y las decoraciones sagradas. La colección incluye más de 200 piezas de arte que pertenecen a la historia y la construcción del Duomo.

En el museo pueden verse más de 200 piezas de arte
Inaugurado en 1953, el museo recorre la historia de la Catedral de Milán
Piazza del Duomo, 12 / Metro: Duomo (líneas 1 y 3) / Tranvía: Milano (líneas 12, 16 y 19), Duomo (línea 2, 3 y 14)
Jueves a martes: 10:00 a 19:00 horas 
Catedral y Museo: Adultos: 7€ / Niños de 6 a 18 años: 4€ / Menores de 6 años: entrada gratuita
https://www.duomomilano.it/en/

PIAZZA DEI MERCANTI

Aprovechando que estábamos cerca, fuimos a la Piazza dei Mercanti, una pintoresca plaza que durante la Edad Media constituyó el centro comercial y gubernamental de Milán. En la actualidad, conserva el ambiente medieval gracias a los curiosos edificios que la rodean y que continúan prácticamente intactos.

Se cuentan el Palazzo della Ragione, un edificio de ladrillo rojizo inaugurado en 1233 para albergar los tribunales de la justicia de la ciudad y en cuya parte inferior tenía lugar el mercado diario de la ciudad; la Loggia degli Osii, un llamativo edificio de grandes arcadas abiertas que está decorado con estatuas y escudos de armas y que albergaba las oficinas de los jueces y notarios; el Palazzo delle Scuole Palatine que durante el Medioevo se convirtió en la escuela superior más prestigiosa de Milán, a la que acudieron gran parte de los ciudadanos notables de la época.

También se puede ver la Casa dei Panigarola, un hermoso edificio de estilo gótico que era el lugar en el que se transcribían los decretos ducales y que hoy alberga un restaurante; y el Palazzo dei Giureconsulti, sede de la Cámara de Comercio, que cuenta con un reloj en su torre, el que fue el encargado de indicar el horario comercial de la ciudad durante muchos años.

Con este tour histórico por el centro de Milán viajarás a las épocas del pasado de la ciudad, como el periodo romano y medieval.



CASTILLO SFORZESCO

Ya pasado el mediodía, nuevamente cogimos el metro hacia el Castillo Sforzesco, construido durante el siglo XIV y uno de los monumentos más emblemáticos de Milán. Pensado originalmente como fortaleza, posteriormente fue transformado en un palacio ducal que quedaría prácticamente destruido durante la República Ambrosiana.

Más tarde, el duque de Sforza, conocido como el Moro, fue el encargado de darle popularidad. Allí se reunían cada semana las personas más ilustres de la corte en magníficas fiestas y galas, de las que participaban incluso artistas como Leonardo da Vinci e importantes músicos de la época, que componían y tocaban piezas para la corte italiana.

Sin embargo, después pasó a manos de los españoles y austriacos y recuperó su antigua función militar. Con el decreto del 23 de junio de 1800, Napoleón ordenó la demolición del castillo y, en 1801, se abatieron las torres laterales y los bastiones españoles.

Visita el Castillo Sforzesco, uno de los monumentos más emblemáticos de Milán, y descubre su historia, así como los distintos museos que alberga en su interior.

Hasta que en la segunda mitad del siglo XIX, el castillo fue objeto de discusión entre los milaneses, ya que muchos ciudadanos querían destruirlo para construir un lujoso barrio residencial. Por suerte, prevalió la cultura histórica y el arquitecto Luca Beltrami le devolvió al castillo el aspecto que tenía en la época de los Sforza. La restauración fue finalizada en 1905 con la inauguración de la Torre de Filarete y el Parque Sempione, construido donde se encontraba la vieja plaza de armas.

Actualmente, en su interior se encuentran varios museos como el Museo de Arte Antiguo, la Pinacoteca, el Museo Egipcio y el Museo de Prehistoria y Protohistoria. Además cuenta con un patio al cual se puede ingresar de forma gratuita. Junto al castillo, en la Piazzale Carioli se encuentra el monumento a Giuseppe Garibaldi, obra de Ettore Ximenes, modelado en 1895, en cuya base se representan las figuras alegóricas de la Revolución y la Libertad.

El Castillo Sforzesco fue construido durante el siglo XIV
Originalmente fue una fortaleza y posteriormente fue transformado en un palacio ducal
Piazza Castello / Metro: Cadorna (línea M1), Cairoli (línea M1), Lanza (línea M2) / Autobús: líneas 18, 50, 37, 58, 61 y 94 / Tranvía: líneas 1, 2, 4, 12, 14 y 19
Castillo: Lunes a domingo: 7:00 a 19:30 horas / Museo: Martes a domingo: 10:00 a 17:30 horas
Castillo: entrada gratuita / Museo: Adultos 5€ / Mayores de 65 años: 3€ / Entrada gratuita cada primer y tercer martes del mes a partir de las 14:00 horas y cada primer domingo de mes
https://www.milanocastello.it/en

PARQUE SEMPIONE

Cruzando el castillo hacia el noroeste, se extiende el Parque Sempione, un enorme espacio verde, construido entre 1890 y 1893, y que fue diseñado con el estilo de los jardines ingleses. En sus más de 47 hectáreas es posible encontrar grandes zonas de césped repletas de árboles y un lago artificial que funciona como hogar para algunos patos.

El Parque Sempione fue diseñado con el estilo de los jardines ingleses
Con sus 47 hectáreas es el parque más grande de la ciudad

Pero además, se hallan el Acquario Civico, construido para la Exposición Nacional de 1906 y que cuenta con 36 tanques en los que se pueden encontrar más de 100 especies diferentes; la Arena Civica, inaugurada en 1806 con la presencia de Napoleón, un impresionante anfiteatro en el que actualmente se celebran pruebas de atletismo y algunos conciertos; y el Arco della Pace, cuya construcción comenzó en 1807 para conmemorar las victorias de Napoleón, pero que fue interrumpida y retomada en 1826 para celebrar la paz de 1815.

Otra de las atracciones del parque es la Torre Branca, la “Torre Eiffel” de Milán, una estructura de 108 metros de altura, construida para una exposición internacional de arte, decoración y arquitectura llevada a cabo en Milán en 1933. Totalmente construida en tubos de acero, de base octagonal y estructura prismática, cuenta con un mirador cubierto en la parte más alta, desde donde se puede observar la ciudad en 360 grados. Como justo empezaba a llover, decidimos no subir y continuar nuestro paseo, así que si andas por el parque, no te la pierdas, porque dicen que desde arriba, las vistas son espectaculares.

Con 108 metros de altura, la Torre Branca fue erigida para una exposición internacional
El Arco della Pace fue construido para celebrar la paz de 1815

BASÍLICA DE SAN AMBROSIO

En fin, como ya era hora de almorzar, aprovechamos de comer algo y cuando ya había parado de llover, seguimos hacia la Basílica de San Ambrosio, una de las más antiguas de la ciudad, construida a fines del siglo IV a instancias de San Ambrosio, en ese entonces obispo de la ciudad y actual patrono, quien eligió un lugar donde habían sido sepultados varios cristianos muertos por los romanos.

Una de las características de la basílica son sus campanarios de diferentes alturas
La mezcla de colores de las flores, el ladrillo y el azul del cielo

Construida en estilo románico lombardo, su decoración, tanto exterior como interior, es muy austera, acorde al estilo de la época. A lo largo de los siglos fue remodelada varias veces. Los campanarios se añadieron en dos etapas: el más bajo, el Campanario de los Monjes, en el siglo VII; y el más alto, el Campanario de los Canónigos, en el siglo XII. Las dos plantas superiores de este último se construyeron en el siglo XIX.

El esplendor del altar, que se contrapone a la austeridad del resto de la decoración, es una obra maestra de la orfebrería del período carolingio, en la que se usó oro, plata, esmaltes y piedras preciosas. Y aunque tiene forma de caja, los restos del santo no están aquí sino en la cripta, en la que se exponen los esqueletos de San Ambrosio, San Gervasio y San Protasio.

Lo bueno fue que cuando llegamos, se celebraba un precioso festival de flores en el atrio, lo que le otorgaba un colorido especial, justo cuando volvía a salir el sol.

Una hermosa feria de flores en el patio de la basílica
El interior de la Basílica de San Ambrosio
Piazza Sant’Ambrogio, 15 / Metro: Sant’Ambrogio (línea M2) / Autobuses: Piazza Sant’Ambrogio Via Carducci (líneas 94 y NM2)
Lunes a sábado: 10:00 a 12:00 y 14:30 a 18:00 horas / Domingo: 15:00 a 17:00 horas
Entrada gratuita
http://www.basilicasantambrogio.it/

MUSEO DE LA CIENCIA Y LA TECNOLOGÍA LEONARDO DA VINCI

Muy cerca de ahí, visitamos el Museo de la Ciencia y Tecnología Leonardo da Vinci, uno de los más importantes del mundo en su área.

Fundado en 1953 para exponer los elementos más importantes de la evolución científica y tecnológica a lo largo de la historia, el museo se encuentra instalado en el antiguo Monasterio de San Vittore, construido durante el siglo XVI, que también funcionó como hospital y cuartel militar.

Un par de locomotoras en el Museo de Ciencia y Tecnología Leonardo da Vinci
El museo funciona en el antiguo Monasterio de San Vittore, construido en el siglo XVI

La colección del museo se extiende a lo largo de varios edificios y trata diversos temas como metalurgia, transporte, física, óptica, acústica, astronomía, imprenta, cine, fotografía, teléfono y televisión. En el área de los transportes se puede ver la primera locomotora italiana, además de un enorme barco y un submarino.

No obstante, una de las galerías más importantes está dedicada a Leonardo da Vinci, el hombre que dominó las artes de la ciencia y la tecnología. Aquí pudimos ver las maquetas de madera de los diferentes inventos creados por el genio.

Una de las galerías más importantes está dedicada a los inventos de Leonardo da Vinci
El museo trata temas como transporte, física, acústica, astronomía, telefonía y televisión
Via San Vittore, 21 / Metro: S. Ambrogio (línea 2) / Autobús: líneas 50, 58 y 94
15 de septiembre al 15 de junio: Martes a viernes: 9:30 a 17:00 horas / Sábado y festivos: 9:30 a 18:30 horas / 16 de junio al 14 de septiembre: Martes a viernes: 10:00 a 18:00 horas / Sábado y festivos: 10:00 a 19:00 horas / Cerrado: todos los lunes, 24 y 25 de diciembre, 1º de enero
Adultos: 10€ / Niños de 3 a 17 años y mayores de 65 años: 7,50€ / Menores de 3 años: entrada gratuita
http://www.museoscienza.org

NAVIGLI

Ya entrada la tarde, tomamos el metro otra vez más, hasta la estación Porta Genova, desde donde caminamos hasta Navigli, el barrio de los canales de Milán. Es que cuenta la historia que en un intento por convertir a Milán en una ciudad accesible desde el mar, se puso en marcha un proyecto de canalización que tenía como objetivo llevar el agua hasta el centro de la metrópoli. Por esta razón, en el año 1179 se construyeron una serie de canales artificiales, pero no lograron su objetivo.

Actualmente, Navigli es el barrio más alternativo de la ciudad, por lo que al atardecer se repleta de milaneses y turistas que llegan a disfrutar de las coloridas terrazas italianas, donde se puede comer o tomar un buen trago. Un lugar excelente para terminar el día. Por cierto, no te olvides de visitar el callejón de las lavanderas, un antiguo lavadero que fue utilizado hasta la mitad del siglo XX para lavar la ropa en la calle y que se conserva prácticamente intacto.

Así es que para no ser menos y despedirnos de Milán, nos sentamos en una de las terrazas a mirar la gente pasar, mientras conversábamos y nos tomábamos un Aperol Spritz, licor típico italiano que se convirtió en mi trago favorito después de esa tarde.

Las coloridas terrazas de Navigli se repletan de milaneses y turistas
El “callejón de las lavanderas” fue utilizado para lavar la ropa en la calle

LA ÚLTIMA CENA

Por un problema de planificación en comprar las entradas, no pudimos ir a ver “La Última Cena”, una de las pinturas más famosas del mundo, creada por Leonardo da Vinci entre 1495 e 1497.

Esta enorme pintura de 4,6 metros de alto y 8,8 de ancho, realizada con témpera y óleo sobre una preparación de yeso, aún se puede contemplar en su primera ubicación, la pared del comedor del antiguo convento de los dominicos de Santa Maria delle Grazie. Por este motivo, y por conservar gran parte de su estructura original, el complejo de iglesia y convento fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1980.

Disfruta de un acceso privilegiado para admirar de cerca “La Última Cena” de Leonardo da Vinci, una de las obras de arte más famosas del mundo.

Fue Ludovico Sforza el Moro, duque de Milán de finales del siglo XV, que en 1494, contrató a Leonardo da Vinci para la decoración del refectorio del convento. Para la creación de su obra, Da Vinci realizó una infinidad de bocetos preparatorios. Quienes le vieron trabajar afirmaban que, en ocasiones, comenzaba a pintar temprano y no paraba ni siquiera para comer, mientras que otros días vagaba por la ciudad en busca de caras que le inspirasen o pasaba varias horas atónito, observando su creación.

A lo largo de los años, la obra ha sufrido un gran deterioro. Durante los siglos XVIII y XIX se llevaron a cabo intentos fallidos de restauración y conservación, mientras que en el transcurso de la guerra, las tropas de Napoleón utilizaron la pared para realizar prácticas de tiro, y en 1943, los bombardeos lograron arrancar el techo de la habitación, dejando la pintura a la intemperie durante varios años. Debido a esto, la pintura requiere de un mantenimiento casi constante, por lo que las visitas al Cenáculo están limitadas y se debe reservar turno con antelación.

Sabías que después de dedicar tanto tiempo a su obra, Leonardo da Vinci no cobró ni un céntimo y ni siquiera se preocupó por hacerlo.
Piazza Santa Maria delle Grazie, 2 / Metro: Conciliazione (línea M1); Cadorna (líneas M1 y M2) / Tranvía: Corso Magenta (línea 16)
Martes a domingo: 8:15 a 19:00 horas / Lunes: cerrado
Adultos: 15€ / Jóvenes de 18 a 25 años: 2€ / Menores de 18 y mayores de 65 años: entrada gratuita / Tickets disponibles en: https://cenacolovinciano.vivaticket.it/eng
https://legraziemilano.it/

CEMENTERIO MONUMENTAL DE MILÁN

Otro de los sitios que no alcanzamos a visitar es el Cementerio Monumental, un verdadero museo al aire libre y una de las mayores atracciones de Milán, debido a la cantidad de monumentos, mausoleos y sepulturas de personajes ilustres que alberga.

Inaugurado en 1866, en sus 250.000 m2 de superficie hay más de 15.000 monumentos distribuidos en tres sectores: el Famedio (Templo de la Fama), que es la entrada y mausoleo principal, de estilo neogótico y donde están sepultados los ciudadanos más prominentes; el Ossario, donde están las sepulturas más antiguas; y el Templo Crematorio, del siglo XIX, cuya fachada recuerda la de un templo griego. Este crematorio fue el primero de Italia y actualmente está en desuso.

Recorre el Cementerio Monumental de Milán y déjate seducir por este lugar lleno de monumentos impresionantes.

Entre las tumbas más llamativas se encuentran el Mausoleo de Arturo Toscanini, en cuya fachada hay un relieve de un barco que representa el viaje del alma tras la muerte; el Mausoleo de la familia Vogel con una curiosa forma de pirámide; y el Mausoleo de la familia Campari, con varias esculturas que representan la Última Cena.

También destacan el Mausoleo de la familia Bernocchi, una torre blanca diseñada a semejanza de la Columna de Trajano, con relieves que representan la vida de Jesús; la sepultura de Alessandro Manzoni en el Famedio; y el monumento a los milaneses muertos en campos de concentración nazis.

Sabías que debido a su grandiosidad, el Cementerio Monumental de Milán está considerado el segundo mayor monumento funerario del mundo después de las Pirámides de Egipto.
Piazzale Cimitero Monumentale / Metro: Garibaldi (línea M2), Monumentale (línea M5) / Tranvía: Farini Ferrari (líneas 3, 4, 7 y 11); Bramante Monumentale (líneas 11, 12 y 14) / Autobús: líneas 37, 70 y 94
Martes a domingo: 8:00 a 18:00 horas / Lunes: cerrado
Entrada gratuita 



COLUMNAS DE SAN LORENZO

Por último, las Columnas de San Lorenzo son uno de los monumentos más importantes de Milán, un conjunto arqueológico de 16 columnas corintias en hilera, que originalmente formaba parte de un templo o un baño romano del siglo II aproximadamente.

En uno de los extremos de la columnata está la lápida de Lucio Vero, co-emperador de Roma junto con Marco Antonio entre el 161 y el 169 d. de C. En el siglo IV fueron trasladadas desde su ubicación original al lugar donde se encuentran en la actualidad, junto a la Basílica de San Lorenzo Maggiore y muy cerca de la Porta Ticinese, una de las puertas principales de la antigua muralla medieval de Milán.

Sabías que la explanada frente a la Columnata de San Lorenzo es un lugar muy concurrido por las noches, especialmente en verano, ya que los jóvenes de Milán se reúnen allí a escuchar música, beber y divertirse.

BRERA

Para terminar, Brera es un pequeño barrio situado a unos 10 a 15 minutos a pie del Duomo y que se caracteriza por su belleza bohemia y su encanto antiguo. Se trata de una zona muy popular entre los turistas que visitan Milán, ya que su principal atracción es pasear por sus pintorescas calles y tomarse un café o un aperitivo en una de sus plazas y terrazas.

Y es que si bien gran parte de Milán tiene calles con mucho tráfico y ruido, Brera es un remanso de paz con callejuelas empedradas, atravesadas por caminos que son solo para residentes. Aunque también Brera es una zona muy animada, especialmente por la noche cuando los bares y restaurantes se llenan.

En este barrio puedes visitar la Pinacoteca en el Palazzo Brera, que exhibe obras maestras de pintores como Rafael, Caravaggio o Tintoretto; y el Jardín Botánico de Brera, un pequeño oasis secreto en el corazón de Milán, repleto de plantas y hierbas medicinales que han sido utilizadas desde el siglo XIV por sacerdotes y jesuitas.

MAPA

CLIMA

Si hablamos de temperaturas, es importante señalar que en verano el calor es infernal y que las temperaturas pueden superar los 35°C, mientras que en invierno las temperaturas suelen descender mucho y presentan una gran diferencia entre el día y la noche. Tanto en primavera como en otoño las temperaturas son más agradables, por lo que en estas estaciones se concentra la mayor parte de la actividad.

Así que si planeas viajar a Milán, la mejor época para hacerlo son la primavera y el otoño. La primavera (entre marzo y junio), porque ofrece coloridos paisajes y actividades festivas; y el otoño (entre septiembre y noviembre), ya que es ideal para prepararse para la época navideña, disfrutando del cambio de follaje y de actividades recreativas.

No te recomiendo visitar Milán en agosto, porque es el mes más caluroso de todo el año, lo que puede resultar demasiado sofocante, además que algunos negocios cierran sus puertas; y enero, que es el mes más frío.

QUÉ Y DÓNDE COMPRAR

Como todos sabemos, Milán es una de las principales capitales del mundo del diseño y la moda, lo que atrae la atención de los que quieren mejorar su guardarropa y sorprender a su familia y amigos con elegantes regalos. Así que si eres uno de ellos, recorre las calles del Quadrilatero della Moda y visita las marcas de moda más importantes, como Dolce & Gabbana, Versace, Prada, entre otras. Y si lo que buscas son piezas exclusivas, asegúrate de ver marcas menos famosas como Germano Zama, Mariella Burani, Sandro Ferrone y muchas otras.

En Corso Buenos Aires puedes encontrar buenos precios y las principales marcas de moda del fast fashion

Ahora bien, si tu presupuesto es más ajustado, dirígete a Corso Vittorio Emanuele, donde encontrarás negocios de todo tipo, marcas conocidas mundialmente y más de una ganga; a Corso Buenos Aires, que aunque está algo alejada, ofrece muy buenos precios y las principales marcas de moda del fast fashion; o a Via Torino, donde encontrarás múltiples tiendas de ropa con marcas populares en el ámbito casual y deportivo. Por último, Corso di Porta Ticinese es la zona ideal si buscas tiendas de segunda mano y marcas más alternativas y modernas.

Milán tiene una larga historia de diseño y está en la vanguardia mundial en el campo, por lo tanto, uno de los productos más característicos para comprar son los artículos de diseño. Lámparas, objetos decorativos, utensilios de cocina creativos hechos en Italia. Pero también, el impresionante patrimonio milanés en los campos del arte y la moda, lo convierte en uno de los mejores lugares del mundo para encontrar libros especializados en arte, fotografía, diseño gráfico, diseño industrial y diseño de moda.

La ciudad también es un lugar ideal para comprar accesorios elegantes, como bolsos de cuero hechos a mano, carteras, billeteras, cinturones, guantes, joyas, etc. La calidad es excelente y hay variedad para todos los gustos.

Los italianos son apasionados por el fútbol y Milán es el hogar de dos de los equipos más célebres del país y de todo el mundo: el Inter y el AC Milán. Por lo que si te gusta el fútbol y te preguntas qué llevarte de tu viaje por esta ciudad, puedes elegir desde camisetas oficiales que rondan los 100€ hasta llaveros o imanes por poco más de 1€.

Sin embargo, aunque Milán es mundialmente famosa por la moda, el diseño y el fútbol, hay otros articulos típicos que puedes llevarte en tu próximo viaje.

En época navideña, prueba el panettone, un pan dulce y esponjoso repleto de diversos rellenos

Si te encuentras en Milán durante la época navideña, asegúrate de probar el panettone. Son tan ricos que vale la pena meter uno en tu maleta y disfrutar su sabor cuando vuelvas a casa después de tus vacaciones. Su historia de se remonta al siglo XV y puedes encontrarlos en muchas panaderías y pastelerías. Es una hogaza de pan dulce y esponjosa repleta de diversos rellenos, como naranja confitada, cidra, ralladura de limón y pasas, aunque también hay algunas variaciones.

El Campari es un típico licor milanés de sabor picante amargo y que es el ingrediente principal del cóctel más clásico de Milán: el Negroni. De la misma forma, el Martini Bianco es la bebida insignia de Milán, una mezcla de vino blanco italiano con hierbas y botánicos florales dulces con notas de vainilla y cítricos. Puedes encontrarlos en supermercados y llevarte una botella para disfrutar con tus amigos en casa, mientras les compartes historias de aventuras en Milán.

Hay una larga tradición en la fabricación de juguetes de madera en el norte de Italia, por lo que estos artículos son otra de las cosas que puedes comprar en Milán. Hay Pinochos disponibles en todos los tamaños y sus precios comienzan en 10 euros.

Si quieres un recuerdo culinario, Peck (Via Spadari 9) es el lugar ideal para encontrar comida gourmet, varios tipos de pasta italiana, quesos de la zona, dulces y postres típicos, y mucho más. Eataly Milano Smeraldo también es una buena opción, pues además de productos de las ciudades de Lombardía, encontrarás otras delicatessen de la gastronomía italiana.

Y si quieres llevarte una pieza única y con historia, las librerías de Navigli son un lugar fantástico y si puedes visita el mercado del domingo que se instala los domingos en la zona. En cuanto a souvenirs, aunque no es de las tiendas de souvenirs más económicas de Milán, ya que está en plena Plaza del Duomo, Milano Souvenir ofrece una gran variedad de productos. Por último, Xi Milano, ubicada en Piazza Armando Diaz 6, tiene precios ligeramente más bajos y dispone de varias opciones también.

QUÉ Y DÓNDE COMER

La comida típica de Milán tiene sus fundamentos en el resto de las cocinas regionales de Italia debido a la importancia económica de esta ciudad y la manera en que se han desarrollado las relaciones comerciales con el resto del país.

Desde mediados del siglo XIX y sobre todo en el XX, hasta aquí llegaron inmigrantes de los rincones más recónditos de Italia. Personas que trajeron consigo sus tradiciones, su cultura y, por supuesto, lo mejor de su gastronomía.

Algunos de los platos más típicos de Milán son la Cotoletta alla Milanese, un escalopa de ternera preparada con doble empanado y que suele acompañarse con ensalada verde o patatas fritas. Se sirve con limón y mostaza, y puede en algunas partes la veas anunciada como “cotoletta” o “orecchie di elefante” por su tamaño y forma.

La Cotoletta alla Milanese es una escalopa de ternera que suele acompañarse con ensalada o papas fritas
La michetta es un panecillo con forma de rosa que se come con salame, prociutto o cualquier embutido

Muy común en el norte de Italia, la polenta no es tanto un plato, sino un acompañamiento. Se trata de una papilla a base de harina de maíz, que requiere una larga cocción mientras se remueve continuamente, para evitar que se pegue al fondo de la olla.

También están el Vitello Tonnato consistente en carne de vacuno cocinada y fileteada con una salsa de atún, anchoas y el caldo de cocción de la propia carne; el Risotto alla Milanese, cuyo secreto radica en el azafrán que le da un tono dorado; y el Ossobuco, cuyo nombre significa “hueso con agujero” y que hace referencia a una lonja de espinazo de ternera en la que el hueso está rodeado de carne tierna. La carne se cocina al vino blanco por un par de horas y, tradicionalmente, se acompaña de risotto.

Otros platos típicos son el Minestrone, una sopa de arroz o pasta y verduras más similar a un estofado, cuyos ingredientes se cocinan durante cuatro horas o más; el Carpaccio, uno de los entrantes más populares de Milán y que consiste en láminas de ternera cruda aliñada con aceite, limón y decorado con trocitos de rúcula o alguna hierba similar, además del infaltable parmesano; y la Cassöeula, un plato elaborado con las orejas, patas y corteza del cerdo. Es un típico plato invernal super calórico, pero también grasiento y pegajoso, que no resulta del gusto de todos.

La ensalada caprese, muy extendida en esta región, es la compañera perfecta cualquier comida y consiste en tomates cortados en gajos acompañados con cubitos de queso mozzarella. Los mondeghili son albóndigas hechas con carne picada, pan rallado y huevo, que se sirven en muchos aperitivos en Milán. La michetta es un panecillo hinchado con forma de rosa, pequeño y redondo, que en Milán se come con salame, prociutto o cualquier embutido italiano.

En cuanto a las bebidas, la barbajada es una bebida milanesa que estaba muy de moda a fines del siglo XIX, hecha con leche, café, azúcar y chocolate, todo batido hasta que alcanza una espuma blanca en la superficie. Y como aperitivo no puede faltar el Negroni Sbagliato, que lleva Campari, vermut dulce y vino espumoso.

La barbajada se hace con leche, café, azúcar y chocolate batidos hasta que alcanzan una espuma blanca
Muy de moda está el Negroni Sbagliato, que lleva Campari, vermut dulce y vino espumoso

Por supuesto, no pueden faltar los gelattos. Existen cientos de variedades y lo más rescatable es que en cualquier heladería, disfrutarás de helados sabrosos y únicos.

Y para terminar, el Panettone, dulce típico de Navidad que nació en Milán hacia el siglo XV y cuya receta original solo llevaba algunos trozos de frutas confitadas o pasas, muy lejos de las diversidad de recetas actuales.

  • Miscusi (Piazza Tito Minniti, 6): Los restoranes de la cadena Miscusi son una buena opción para un almuerzo rápido y sin gastar mucho dinero. Un plato de pasta cuesta entre 10 y 15 euros, dependiendo de la salsa y el condimento. Toda la pasta es fresca y se elabora in situ. El agua es gratis y el pan y el cubierto están incluidos en el precio.
  • Pizzeria Da Zero (Via Bernardino Luini, 9): Aquí se come la mejor pizza de Milán con productos típicos de la región de Campania (la patria della pizza) y a precios bastante buenos: 7€ por una margherita y 10-13€ por pizzas con diferentes ingredientes.
  • Trattoria Sabbioneda (Via Alessandro Tadino, 32): Se especializa en la típica comida milanesa, así que es un restaurante perfecto si quieres probar platos locales. También tiene una amplia gama de platos italianos, todos cocinados con ingredientes de calidad. Los primeros platos (pasta, ravioli, sopas, ñoquis) cuestan unos 6-10€ y los segundos (carnes, pescados, quesos) 9-14€. Suele estar siempre bastante lleno, así que es recomendable reservar una mesa.
  • Le Cotolette (Corso Garibaldi, 11): Uno de los platos que hay que probar en Milán es la “cotoletta alla milanese” y aquí preparan hasta 15 tipos diferentes. La original, que no lleva nada, cuesta 14€, mientras que las más elaboradas cuestan unos 15-17€. Los platos son enormes, así que una buena idea es pedir una cotoletta y otro plato para compartir.
  • Il Brutto Anatroccolo (Via Evangelista Torricelli, 3): Es el típico local con manteles de cuadros y mobiliario rústico. Ofrece una cocina sencilla y casera, sin pretensiones, y barata. El pedido deberás escribirlo en un cuaderno, especificando cuántos y qué platos quieres: espaguetis, crema de anchoas, chuleta a la milanesa, salchicha con patatas, etc.
  • Panini De Santis (Corso Magenta, 9): Este pequeño y acogedor lugar tiene unas 5 mesas y solo sirve paninis tostados con el relleno que elijas. Ojo que hay como 100 combinaciones diferentes.
  • Ravizza 1871 (Via Ulrico Hoepli, 3): Aquí empiezan a servir aperitivos a partir de las 6 de la tarde. Hay platos preparados a diario como brioches salados, anelletti alla palermitana al horno, tartas de verduras, papas fritas, etc. Las bebidas y la comida son buenas, económicas y muy generosas.
  • Gelateria Paganelli (Via Gustavo Fara, 14): Este local familiar abrió sus puertas en 1930 y ofrece una buena selección de helados clásicos como pistacho y chocolate negro, y sabores modernos como el de higo y el de tiramisú. Los conos tienen un precio de unos 3€ para arriba según su tamaño.

ALOJAMIENTO

Centro histórico: Es la mejor zona donde alojarse en Milán, pues aquí se concentran la mayoría de sus atractivos turísticos. Pero la comodidad tiene su precio y dormir en el centro de la Milán es la opción más cara, ya que difícilmente encontrarás una habitación doble por menos de 140€ la noche. Sin embargo, alojándote allí te puedes ahorrar bastante dinero en transporte, además de que se trata de la zona más segura donde alojarse.

Sempione: Si lo que buscas es tranquilidad, ésta es tu zona ideal, ya que se ubica al lado del Parque Sempione, además que es bastante céntrica, por lo que en la mayoría de casos no necesitarás el transporte público. Lo bueno es que los precios son bastante más económicos que en el centro histórico. Además, si quieres hacer una excursión al Lago di Como, la estación Milán-Cadorna está muy cerca.

Centrale: Si lo que buscas es un buen hotel sin gastar mucho, los alrededores de la estación central de Milán, son la zona ideal, pues aquí se concentra gran parte de la oferta hotelera de la ciudad. Es una de las zonas mejor comunicadas de la ciudad, por lo que puedes llegar a cualquier parte en transporte público.

El monumento a Giuseppe Garibaldi, obra de Ettore Ximenes en 1895
Una de las puertas de la antigua muralla de la ciudad

Navigli: Se trata de un barrio bastante agradable sobre todo al atardecer, ya que pasear por sus canales y cenar en alguno de sus restoranes es un plan genial. Y aunque la oferta hotelera no es muy amplia, puedes encontrar buenos alojamientos. La zona está bien conectada con transporte público, a menos de 2 kilómetros andando del centro. Una buena alternativa donde alojarse en Milán.

Città Studi: Si no te importa demasiado la ubicación y quieres ahorrar en alojamiento, la zona universitaria es el lugar ideal. Aquí se encuentra el campus politécnico de Milán y la mayoría de facultades de tecnología y ciencia de la Universidad de Milán. Aunque está un poco apartada del centro, los hoteles son muy baratos y puedes encontrar habitaciones dobles por menos de 60€ la noche.

TRANSPORTE

El transporte público de Milán es conocido por ser barato, eficiente y cubrir prácticamente toda la ciudad y los suburbios. Está administrado por la empresa ATM (Azenda Transporti Milanesi) y comprende una red de 4 líneas de metro, más de 80 líneas de autobuses urbanos y 51 interurbanos, 18 líneas de tranvía urbano y 4 líneas de trolebús.

El sistema integrado de transporte funciona por zonas en el área metropolitana de Milán, lo que significa que tanto los billetes como los pases tienen distinto precio según la cantidad de zonas que cubran. El área metropolitana está dividida en dos anillos, mientras que para los suburbios hay anillos concéntricos divididos, a su vez, en zonas y sub zonas. Tanto los billetes como los pases pueden ser urbanos o suburbanos.

MILANO CARD

La tarjeta Milano Card te permite desplazarte gratuitamente por toda la ciudad, además de conseguir descuentos en la mayor parte de los atractivos turísticos de la ciudad. La Milano Card tiene un precio de 14 euros por un día, 19 euros por dos días y de 21 euros por tres días. Su funcionamiento empieza a partir del momento que la activas en tu primera entrada en un atractivo histórico o transporte público. Puedes comprarla tarjeta en los puntos de información del aeropuerto o de la estación de trenes.

METRO

El Metro de Milán cuenta con 4 líneas, 111 estaciones y 94,5 kilómetros de vías, que lo transforman en el más extenso de Italia, superando al de Roma, que cuenta con solo tres líneas. Además es uno de los más recientes de Europa, ya que, aunque fue planeado a principios del siglo XX, no fue hasta 1957 cuando comenzó a construirse, para ser inaugurado en 1964.

Línea M1 (roja): Es especialmente útil si viajas por negocios y quieres asistir a la Feria de Milán. También pasa por el Duomo y San Babila.

Línea M2 (verde): Pasa por la Estación Central.

Línea M3 (amarilla): Tiene paradas en el Duomo, en la calle Montenapoleone (Quadrilatero della Moda) y en la Estación Central.

Línea M5 (morada): Es una línea que se integra con los trenes regionales. Algunas de las paradas más interesantes son la del Estadio de San Siro y la estación de Garibaldi.

 AUTOBUSES

Milán cuenta con una red de más de 80 líneas de autobuses urbanos y 51 interurbanos, administrados por la empresa ATM, igual que el metro y el tranvía. Aunque la red cubre toda la ciudad, resulta menos práctico que viajar en metro, debido al tráfico habitual de Milán. Las paradas se identifican por postes de color naranja, donde encontrarás indicaciones sobre los recorridos y horarios de cada línea. Los billetes y tarjetas de transporte se pueden comprar en el autobús, en los puntos de venta ATM o en sitios autorizados.

Durante el invierno hay líneas que funcionan toda la noche que cubren el recorrido de las líneas de metro M1, M2 y M3. Además hay 10 servicios de autobuses nocturnos, identificados con la letra N delante del número, que funcionan los viernes y sábados. En los autobuses nocturnos se pueden usar los mismos billetes y abonos de la red ATM.

Si vas al Aeropuerto de Linate, dos líneas especialmente importantes son la 73 y la X73, ya que comunican el aeropuerto con la estación de metro San Babila por el precio de un billete sencillo.

 TRANVÍAS Y TROLEBUSES

El tranvía es uno de los servicios de transporte más populares de Milán y uno de los preferidos por los turistas, ya que todavía circulan varios de los antiguos coches de comienzos del siglo XX. La red tiene 170 kilómetros y se compone de 17 líneas urbanas y una interurbana que une Comasina con Limbiate. Los servicios cubren toda la ciudad y enlazan con algunas paradas de metro. En cada una de las estaciones, que se pueden identificar por su color naranja, hay información sobre los horarios y recorridos.

Los tranvías funcionan entre las 6:00 y las 24:00 horas, con una frecuencia de 3 a 14 minutos según el horario. Los billetes y pases son los mismos que para el metro y autobús y se pueden comprar en quioscos o máquinas expendedoras.

Por su parte, el sistema de trolebuses comenzó a funcionar en 1933 y actualmente hay sólo cuatro líneas en funcionamiento, todas las cuales combinan con alguna línea de metro. Durante toda la noche funciona el trolebús línea 90/91.

 TAXIS

Al contrario que en otras ciudades, los taxis raramente paran mientras están circulando, por lo que hay que ir a una parada o bien llamar por teléfono. Los taxis suelen ser de color blanco o amarrillo y las tarifas son las siguientes:

Bajada de bandera diurna de 6:00 a 21:00 horas: 3,30 euros. Bajada de bandera festivos de 6:00 a 21:00 horas: 5,40 euros. Bajada de bandera nocturna: 6,50 euros. Precio por kilómetro: 1,09 euros. Precio por hora de espera: 28,32 euros.

BICICLETAS

Como muchas ciudades europeas, Milán tiene un sistema de alquiler de bicicletas llamado Bikemi. El servicio funciona los 365 días del año, desde las 7:00 hasta las 1:00 horas y puedes elegir alquilarlas por un día a 4,5 euros o por una semana a 9 euros. El abono puedes conseguirlo en internet (https://bikemi.com/en), en los kioskos o en los puntos ATM.

TIPS VIAJEROS

  • Si eres de esos viajeros que exprimen sus visitas al máximo y entran a la mayor cantidad de atracciones posible, entonces compra el Milán Pass, una tarjeta turística que incluye el acceso a la mayoría de museos y atracciones de la ciudad y que, además, permite el uso ilimitado del transporte.
  • La ciudad cuenta con servicio de wifi gratuito en las calles del centro. Lo encontrarás bajo el nombre de “Open Wifi Milano”.
  • Milán es un destino muy seguro pero, como en todas las grandes ciudades, tienes que tener cuidado de los carteristas en las zonas más turísticas como la Piazza del Duomo, la Galería Vittorio Emanuele II y en los alrededores de Milano Centrale y la Piazza Duca D’Aosta.
  • Si tienes pensado ir a cenar a algún restaurante por la zona del centro histórico, es recomendable que hagas una reserva. Además ten en cuenta que la gran mayoría exige un código de vestimenta.
  • Las propinas no son obligatorias en Milán. En cafeterías o restaurantes de comida rápida, normalmente no se dan. Sin embargo, en restaurantes más de tipo familiar, las propinas siempre son bienvenidas.
  • Recuerda que si quieres “La Última Cena” de Leonardo da Vinci, debes reservar tu entrada con anticipación en: https://cenacolovinciano.vivaticket.it/en
La Unicredit Tower, con sus 231 metros, es el rascacielos más alto de Italia
La iglesia de San Babila es la tercera más importante de Milán

4 COMENTARIOS

    • Sebastián, disculpa por la demora en responderte, pero preferí confirmar la información antes. Solo se paga un ticket adicional si la maleta mide más de 50 centímetros. Ahora, tampoco se permite viajar con equipaje que tenga más de 90 centímetros de largo, ancho o profundidad. Espero te sirva la respuesta. Buen viaje!

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