Si de Montevideo ya recordaba poco, de Punta del Este las imágenes de mi paso allá por el año 95, eran casi nulas, salvo algunas fotos de mi visita a la Casapueblo y una foto que me tomé junto a una cabina telefónica estilo inglés en el centro de la ciudad, la que mi mamá tiene enmarcada en su casa.
Así que aprovechando nuestro viaje a Uruguay y pensando en matar dos pájaros de un tiro, es que decidí contratar un tour por un día con Civitatis, el que nos llevaría a Punta del Este, pasando por Piriápolis y por Punta Ballena.
El tema es que yo estaba convencido que lo había agendado para el sábado, sin embargo, mi sorpresa fue que al llegar a Montevideo el jueves por la tarde, me encontré con un correo que decía: “¿Estás listo para tour de mañana viernes? Pasaremos por ti a tu hotel a las 8:15”.
Cansados con el viaje desde Chile, Pablo estaba muy molesto con la idea de tener que levantarnos temprano, más aún cuando antes de acostarnos, nos fuimos a comer un “chivito” con papas fritas, lo que nos dejó con el estómago lleno y dándonos vuelta en la cama intentando dormir. La guinda de la torta fue una fuente de agua ubicada en un patio interior al que daba nuestra habitación, cuyo motor sonaba incansablemente. Pasadas las 4 de la madrugada, se nos ocurrió llamar a recepción para pedir que apagaran la famosa pileta y pudimos dormir algo.
La alarma sonó a las 7. Nos dimos una ducha rápida y bajamos a tomar desayuno antes de que, puntualmente, nuestra guía pasara a buscarnos a la recepción para comenzar el tour. Muertos de sueño todavía, dimos unas cuantas vueltas por otros hoteles para recoger a los demás turistas que nos acompañarían en el viaje: un matrimonio venezolano y otro brasileño, una familia mexicana y tres cariocas.
Comenzando el paseo, recorrimos la Rambla de Montevideo hasta que se termina en el barrio de Carrasco, mientras María, la guía, iba explicándonos en detalle la historia de cada lugar. Todo eso hasta que abandonamos la Costa de Oro en el departamento de Canelones para tomar la autopista hacia Punta del Este y María, que nos vio a todos con tanto sueño, dejó de hablar para dejarnos dormir unos minutos.
LOS LUGARES QUE DEBES VISITAR
PIRIÁPOLIS
La primera parada fue en Piriápolis, balneario situado a 98 kilómetros al este de Montevideo, que inspirada en los grandes balnearios europeos de la Belle Epoque, fue fundada por Francisco Piria en 1890, un hombre visionario y alquimista que definió a la zona como “el balneario del porvenir”.
Y es que cuando Piria llegó a este lugar, se enamoró de la zona y decidió comprar todas las tierras desde el cerro Pan de Azúcar hasta el mar, para plantar vides, olivos y tabaco. Aunque se dice que lo que verdaderamente captó su interés fueron los campos energéticos del lugar. Fue así como construyó el Castillo de Piria, su residencia y hoy museo, el que se puede visitar de forma gratuita, todos los días de 9 a 21 horas. Como curiosidad, gran parte de la decoración fue traída desde distintas partes del mundo, como los perros de terracota apostados en la entrada, los que fueron importados desde Italia.
La Rambla de los Argentinos es la avenida más famosa de la localidad, ubicada a lo largo del paseo marítimo, es un lugar ideal para caminar, ir a correr o tomar algo en alguna de sus terrazas. Esta rambla recorre 5 kilómetros y fue levantada con piedra traída desde las canteras del cerro de Pan de Azúcar, siguiendo el diseño europeo de la época.
Paseando por esta rambla te encontrarás con el majestuoso Hotel Argentino, construido en 1930 y que, en su época, fue el hotel más grande de Sudamérica. Asómate al interior de sus salones que reflejan la elegancia de una época pasada. El cercano Hotel Colón da la impresión de ser un castillo medieval europeo. En el Museo del Ferrocarril de Piriápolis se exponen vagones y locomotoras antiguos, entre otros artefactos ferroviarios.
Luego, subimos al cerro San Antonio, desde donde tuvimos una maravillosa vista no sólo de Piriápolis, sino también de Punta del Este, Punta Colorada, Punta Negra y Punta Ballena. Se puede acceder a la cima en coche, andando (la subida no es muy empinada, por lo que se puede subir fácilmente) o en telesilla, que se toman en el puerto. En la cima del cerro también encontrarás un pequeño templo en honor a San Antonio, al cual no puedes olvidar “pedirle un novio”.
Si eres creyente, en el camino puedes detenerte junto a la imagen de la Virgen de Stella Maris, considerada la protectora de los pescadores y que es uno de los monumentos más antiguos de Piriápolis.
Ya alejándonos de Piriápolis rumbo a nuestro próximo destino, María nos compartió la leyenda que dice que el Santo Grial, uno de los tesoros de la Iglesia Católica, estuvo guardado por varios años en esta zona. La historia es que Humberto Pittamiglio, un gran alquimista y discípulo de Piria, tuvo escondido en sus castillos el Santo Grial, entregado por Eugenio María Giuseppe Giovanni Pacelli, quien en 1939 se convertiría en el Papa Pío XII, hasta su muerte en 1958. Incluso, hay una versión sobre la segunda visita de Juan Pablo II a Uruguay en 1988, la que se habría debido a que vino en su búsqueda.
Sabías que Piria trazó los planos de la ciudad siguiendo una geometría sagrada. Marcó puntos energéticos con las estatuas de una trilogía de fuentes: la Fuente de Venus, una réplica de la del templo griego de Villa Paravicini en Italia; la virgen de Stella Maris a los pies del cerro San Antonio, y la Fuente del Toro, un toro de bronce de tamaño real que escupe agua por su boca y que está localizada en el cerro del mismo nombre.
CASA PUEBLO / PUNTA BALLENA
Otro poco más de andar por la carretera y llegamos a Punta Ballena, donde aferrado a una ladera y casi colgando sobre el mar, se ubica Casapueblo y el Museo Taller del artista uruguayo Carlos Paez Vilaró. Con sus formas suaves y redondeadas, y sus torres y cúpulas de colores blanco y añil, la primera impresión es la de estar en Grecia, pero lo cierto es que Paez Vilaró se inspiró en la casa de los horneros para su creación.
Carlos Páez Vilaró nació en Montevideo el 1º de noviembre de 1923. Su vocación artística lo llevó a viajar por el mundo, hasta que regresó a Uruguay en la década del 40 para retratar el candombe y los ritmos afro-orientales que circulaban en el país.
Es así como la historia de Casapueblo comienza en 1958, cuando Paez Vilaró llegó por primera vez a Punta Ballena, quedando cautivado por el lugar. Como no se vendían pequeños lotes, reunió a amigos e interesados, los que formaron una sociedad para comprar las 40 hectáreas de terreno. Carlos Páez Vilaró eligió el solar 22, de 4.873,5 m2.
Primero construyó un taller de lata provisoria, sin agua ni luz, pero un año más tarde, ya tenía construida “La pionera”, hecha con madera que el mar botaba y que Paez Vilaró recogía con ayuda de sus vecinos pescadores. En 1960, cubrió La Pionera de cemento. Allí almacenaba puertas, ventanas y todo tipo de materiales que le sirvieran para seguir construyendo.
Así fue sumando habitaciones con el fin de que sus amigos tuvieran un lugar donde quedarse cuando lo visitaban. Sólo con sus bocetos, fue moldeando las paredes buscando siempre las curvas, inspirado en el trabajo de los horneros cuando hacen su nido. Siguió construyendo durante 36 años, hasta llegar a tener 13 pisos, decenas de habitaciones y terrazas.
Por razones económicas, Páez Vilaró aceptó la propuesta de un grupo hotelero para aprovechar algunas habitaciones y convertirlas en un hotel. La parte restante se mantuvo como su vivienda y taller hasta el día de su muerte a los 90 años, el 24 de febrero del 2014.
Recorriendo sus pasillos curvos y escalinatas, en todas partes se pueden ver pintados los famosos soles de Paez Vilaró y varias esculturas. Y es que las cinco salas y tres terrazas del Museo Taller guardan las obras que el artista realizó en varios países en los últimos 50 años. El museo también cuenta con una sala donde se proyectan documentales sobre su vida y obra. Sin embargo, uno de los espacios que más sobrecogen es el reservado a su hijo Carlitos, uno de los dieciséis uruguayos sobrevivientes del accidente aéreo del vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya, que se estrelló en los Andes el 13 de octubre de 1972.
El interior de Casapueblo es un homenaje a personajes mundialmente conocidos. Por eso, hay callejuelas y terrazas con nombres como La Callecita de Pelé, John Lennon Square, La Terraza de Mario Benedetti, Callejón Jorge Luis Borges, la Proa de Salvador Dalí o la Sala Pablo Picasso.
Un dato es que todos los días, al atardecer, se realiza la Ceremonia al Sol en las terrazas de Casapueblo. Se trata del momento cuando el Sol se pone hasta desaparecer detrás del mar, mientras que por altoparlantes se escucha un poema de Páez Vilaró. Un momento súper emotivo y recomendable.
Sabías que el nombre “Casapueblo” proviene de una sugerencia que el poeta argentino Fernando de María le hizo a Paez Vilaró: “Esto es como un pueblo que se mueve en una casa o como una casa que se prolonga en un pueblo”.
Punta Ballena, Departamento de Maldonado
Lunes a domingo: 10:00 a 20:00 horas
Entrada general: $500 / Residentes y mayores de 65 años: $300 / Menores de 12 años: entrada gratuita
http://casapueblo.com.uy/
PUENTE ONDULANTE
Ya en Punta del Este, cruzamos el puente Leonel Viera, más conocido como “puente ondulante”, que une la ciudad con el barrio de La Barra, atravesando el Arroyo Maldonado.
Con mi recuerdo de haber pasado por el puente en el año 95, María nos invitó a levantar las manos y gritar mientras la van atravesaba el puente. Y es que cruzar en vehículo esta curiosa estructura provoca en el estómago una sensación única, muy divertida, similar a la adrenalina que se siente al ir en una montaña rusa.
El dato curioso es que, pese a que nunca se recibió de ingeniero, Leonel Viera diseñó el primer puente ondulado en la desembocadura del Arroyo Maldonado en 1965. Más tarde, en el año 2000, con el fin de facilitar la circulación de la gran cantidad de visitantes que llegan al balneario de La Barra, se terminó de construir un segundo puente, respetando las características arquitectónicas del primero.
Conoce los barrios y playas de Punta del Este con esta visita guiada, donde descubrirás el encanto de Casapueblo, el Faro, el “puente ondulante”, la famosa mano… ¡y mucho más!
LA BARRA
Cruzando el puente llegamos a La Barra, un barrio con casas muy bonitas y una calle principal en la que se encuentran tiendas, bares y restaurantes. Pero además, durante la temporada estival, es la zona elegida por los más jóvenes, ya que aquí se encuentran las discotecas más exclusivas.
No obstante, aquellos que gustan de la naturaleza y la cultura, pueden visitar museos y realizar actividades náuticas. En el Museo del Mar, por ejemplo, tanto adultos como niños pueden aprender sobre la fauna marina y observar algunas especies exóticas del océano. Cuenta con una importante colección de fósiles y esqueletos de diversos animales, como crustáceos, mamíferos acuáticos, etc.
Otra actividad para realizar en La Barra es el avistamiento de aves exóticas, también conocida como Birding Tour, en la cual se recorren las zonas cercanas a ríos y arroyos, así como campos y bosques, para observar estas especies nativas y tomar fotografías.
La Barra es también una zona privilegiada por sus playas, especialmente Montoya, la más concurrida y considerada una de las top de Punta del Este. Aquí puedes practicar deportes náuticos, como surf, jet sky y beach volley. Asimismo, el Arroyo es un espacio ideal para los que gustan de la pesca deportiva.
Las calles de La Barra están colmadas de boutiques y galerías de arte, así que si deseas un recuerdo, es una excelente oportunidad para llevarte un souvenir de tus vacaciones en Punta del Este. Otra opción en La Barra es visitar la Fundación Pablo Atchugarry, un museo a cielo abierto con estatuas de mármol. Hay un parque de esculturas de 15 hectáreas y varias salas de exposiciones.
Sabías que, antiguamente, La Barra era un pequeño pueblo de pescadores, sin embargo, con la construcción del puente ondulante en 1965, fue convirtiéndose en un balneario más refinado con restaurantes, alojamientos de lujo y lugares para el entretenimiento.
BEVERLY HILLS
Después nos internamos en la zona conocida como “Beverly Hills”, un barrio reconocido por sus gigantescas mansiones y jardines, parques y mucho verde. La mayoría de las casas no cuenta con rejas o muros y gran parte de ellas, se encuentran deshabitadas durante todo el año, excepto en temporada alta.
Aquí, según estimaciones inmobiliarias, cada metro cuadrado cuesta entre tres mil y cuatro mil dólares, y el piso de tasación de las casas empieza en un millón y medio de dólares.
Una curiosidad es que en Beverly Hills todas las calles tienen nombres de árboles o arbustos, lo que tiene bastante sentido, pues en el barrio predomina el verde. Así, encontramos calles como Los Plátanos, Los Sauces, Los Arrayanes o Los Laureles.
Además, es en este barrio donde encontrarás el Museo Ralli, que expone obras de arte, pinturas y esculturas del arte latinoamericano moderno y contemporáneo, junto con otras piezas modernistas y posmodernistas europeas. También incluye un hermoso jardín de esculturas.
Sabías que las primeras construcciones en Beverly Hills datan de la década del setenta. El pionero fue un reconocido odontólogo que construyó un castillo de estilo medieval. Desde entonces, la zona comenzó a popularizarse entre la alta sociedad latinoamericana.
Los Arrayanes
Enero y febrero: Martes a domingo: 17:00 a 21:00 horas / Diciembre, marzo, abril, mayo y Semana del Turismo: Martes a domingo: 14:00 a 18:00 horas / Octubre y Noviembre: Sábado y domingo: 14:00 a 18:00 horas
Entrada gratuita
http://www.museoralli.com.uy/web/index.html
PLAYA BRAVA
El recorrido siguió por Playa Brava, que nace a la altura de la parada 1, donde finaliza la Avenida Artigas, y se extiende hacia el este hasta llegar a La Barra. A lo largo de unos cuantos kilómetros se divide en varios paradores, entre los que se destacan La Olla (la preferida de los jóvenes y surfistas), Papa Charlie y La Plage; los cuales cuentan con variada oferta gastronómica y en los que se pueden alquilar carpas, sombrillas y reposeras.
El nombre de Playa Brava se debe al fuerte oleaje del Océano Atlántico, que la hace propicia para practicar surf. En plena temporada de verano se organizan eventos deportivos como voléibol de duplas y una fecha del Campeonato Mundial de Surf. Desde aquí también se puede ver la Isla de Lobos, un hermoso refugio de lobos marinos.
Playa Brava, en verano, no es tan concurrida como Playa Mansa, especialmente en las zonas más alejadas de la península. Su arena gruesa la hace ideal para caminar en la arena, desde las primeras horas del día. De hecho, desde aquí se puede apreciar la salida del sol.
Aquí, además, se encuentran las mansiones de algunos famosos como la de Susana Giménez, una casa color durazno emplazada en unas cinco hectáreas y que cuenta con piscina, quincho y cava, lago artificial, cancha de tenis y zona de bosque; todo escondido tras una selva de plantas silvestres.
LA MANO DE PUNTA DEL ESTE
Ya en la hora de almuerzo, nos detuvimos en el centro para disfrutar de un tiempo libre para recorrer la ciudad. Mientras nuestros compañeros de tour optaron por comer, nosotros aprovechamos para ir a “La Mano” de Punta del Este, quizás la imagen más característica y el destino fotográfico más popular de la ciudad. Y es que en lo primero que uno piensa cuando le hablan de Punta del Este es en esta mano que emerge de la arena justo donde comienza la Playa Brava.
La historia de “Los Dedos”, como también se conoce a esta escultura, comienza en febrero de 1982, cuando el artista chileno Mario Irarrazábal llegó invitado por la Intendencia de Maldonado para participar del Primer Encuentro Internacional de Escultura Moderna al Aire Libre. Durante todo ese mes, la explanada frente a La Barra se convirtió en un taller al aire libre, donde nueve artistas de diversos países trabajaron.
Irarrazábal tardó seis días en completar su obra. Con la ayuda de un soldador y de varillas de acero armó los dedos, que luego recubrió con una malla y unos ocho centímetros de estuco. Muy pronto, “La Mano” se convirtió en uno de los símbolos más distintivos de Punta del Este, dando pie para que su autor creara otras versiones en Madrid (1987), el desierto de Atacama (1992) y Venecia (1995).
Por cierto, las demás esculturas que participaron de aquel concurso están exhibidas en el “Paseo de las Américas”, una explanada ubicada frente a “La Mano”.
Sabías que en el 2014, Mario Irarrázabal fue nombrado ciudadano ilustre de Punta del Este.
AVENIDA JUAN GORLERO
Después de tomarnos las fotos de rigor, caminamos hacia el centro para internarnos en la principal arteria de Punta del Este: la Avenida Juan Gorlero. Y es que, sin lugar a dudas, “la Gorlero” es la calle más popular y conocida de Punta del Este. Aquí no solo encontrarás restaurantes, parrilladas, cafés y bares, sino también boutiques, locales de artesanías y recuerdos.
Paseando por la avenida nos topamos con la Calle 27, también conocida como Los Muergos, donde está repleto de bares y cervecerías, que además de ofrecer comida y bebidas, generalmente (sobre todo en alta temporada o los fines de semana) ofrecen algún tipo de entretenimiento como stand up, música en vivo, entre otros shows.
En esta esquina nos detuvimos en Mostaza, una cadena de hamburguesas como McDonald’s que tiene locales en Argentina y Uruguay, donde nos comimos unas enormes hamburguesas con papas fritas, tan grandes como su precio. En la misma Gorlero, nuestro postre fue un cono de helado en la tradicional Freddo. El costo de los barquillos, mejor ni hablar.
Un poco más al sur, entre las calles 25 y 23, está la Plaza Artigas, donde encontramos la Feria de Artesanos con varios puestitos de artesanías y buenos precios, comparado con otros lugares de la ciudad. Paralela a la Avenida Gorlero, la Calle 20 es conocida como la “fashion road”, un paseo de compras al aire libre donde se encuentran las marcas internacionales de renombre. Son siete cuadras de puro glamour.
Sabías que la Avenida Juan Gorlero es la única que tiene el nombre de una persona, en honor a quien fuera el primer Intendente del Departamento de Maldonado, entre 1909 y 1913. El resto de las calles solo poseen una nomenclatura en números.
Atrévete a conocer de una forma diferente Punta del Este con este paseo en bicicleta. Una forma entretenida de hacer turismo y deporte en un mismo día.
PUERTO DE PUNTA DEL ESTE
Casi llegando a la parte más angosta de la península, nos desviamos hacia la Rambla General Artigas, la avenida que bordea el Río de la Plata, por donde anduvimos en dirección al puerto.
Llamado originalmente Nuestra Señora de la Candelaria, es el puerto deportivo más importante de Uruguay y fue descubierto el 2 de febrero de 1516 por Juan Díaz de Solís en el día de Nuestra Señora de la Candelaria, por eso su nombre. En él se permite el arribo de embarcaciones de turismo y deportivas de mediano calado.
En el puerto también atracan pequeñas embarcaciones pesqueras que proveen de mercadería a las pescaderías y atraen la presencia de los lobos marinos, los que suben al muelle en búsqueda de pescado fresco, ofreciendo un espectáculo imperdible. En la explanada hay varias empresas que ofrecen paseos marítimos para visitar la Isla de Lobos o la Isla Gorriti, o para emprender un día de pesca.
En el verano, los turistas de los cruceros, que atracan en las cercanías del puerto, son trasladados por pequeñas embarcaciones hasta el muelle principal, donde bandas musicales y bailarines de tango y candombe les dan la bienvenida.
FARO DE PUNTA DEL ESTE
Desde el puerto caminamos por la calle 2 de Febrero hasta un punto en el que uno parece estar en una isla, ya que es posible ver el mar en las cuatro direcciones. La punta de la península es la más antigua y tranquila de Punta del Este.
Es aquí donde está el Faro de Punta del Este, construido en 1860 con el fin de orientar la navegación en el Océano Atlántico y el Río de la Plata.
El faro tiene 45 metros de altura y los prismas de cristal de su sistema de iluminación fueron traídos desde Francia. Su luz tiene un alcance de 16 kilómetros con una intensidad luminosa equivalente a 43.000 candelas y, por las noches, emite dos destellos cada 8 segundos.
Sabías que el faro se conserva en perfecto estado hasta el día de hoy, ya que para su construcción se utilizó una mezcla de tierra de origen volcánico procedente de Roma, más dura que el cemento.
IGLESIA DE LA CANDELARIA
En el otro extremo de la Plaza del Faro, visitamos la Iglesia de la Candelaria, una de las construcciones más pintorescas de Punta del Este con su llamativa fachada celeste y blanca, y tejas anaranjadas.
Se trata del templo católico más importante del balneario y recibe fieles durante todo el año, en las misas que se celebran de lunes a sábado a las 19:30 horas, y los domingos a las 12:15, 19:30 y 20:30 horas.
La historia de la iglesia se remonta a más de un siglo atrás. La primera capilla se inauguró en 1911, gracias a los fondos administrados por la comisión de damas de la ciudad. Tuvo varias remodelaciones, una en 1922, cuando se le agregó el actual campanario; una ampliación en 1942, donde se demolió parte de la capilla original; y la última en 1950, en que se terminó tal como se ve actualmente.
Al ingresar, una enorme araña de cristal recibe a quienes se acercan al altar, y entre las imágenes, se destaca la de la Virgen de la Candelaria, proveniente de España.
PUNTA DE LAS SALINAS
Luego volvimos al centro para reunirnos con el grupo y comenzar la última parte de nuestra visita a Punta del Este.
Uno de los últimos sitios que visitamos fue la Punta de las Salinas, el extremo más austral del Uruguay. Su nombre proviene de los tiempos en que se explotaba la sal del mar en la península, primera actividad comercial que conoció esta zona y motivo de los primeros asentamientos, mucho antes de que comenzara a trascender como destino turístico. Asimismo, se considera a la línea imaginaria entre esta punta y Punta Espinillo en Argentina, como el límite entre el Río de la Plata y el Océano Atlántico.
Por su interés geográfico y simbólico, la Punta de las Salinas es uno de los sitios más visitados y fotografiados por los turistas. Aquí está la Plazoleta Gran Bretaña, cuyo nombre conmemora al buque inglés Ajax, que enfrentó al acorazado alemán Graf Spee en la histórica batalla en el Río de la Plata, la única batalla de la Segunda Guerra Mundial librada en Sudamérica, el 13 de diciembre de 1939.
De hecho, aquí se exhibe el ancla del Ajax y entre las rocas se puede ver la escultura “El Canto de las Sirenas”, una familia de sirenas esculpidas en piedra. Desde aquí también hay una preciosa vista a la Isla de Lobos.
PLAYA MANSA
Para terminar, la van enfiló hacia Playa Mansa, situada al oeste de Punta del Este y que es una de las playas más clásicas y concurridas, sobre todo por las familias.
De arenas finas y blancas, y aguas tranquilas la mayor parte del tiempo, la Playa Mansa se extiende desde la parada 1 hasta la parada 24, en Las Delicias. Los paradores que dividen sus zonas son La Pastora, desde la parada 1 a la 3; Posto Cinco en la 5; L’Marangatú en la 7; El Grillo en la 12 y Las Delicias en la 24.
Playa Mansa es ideal para ir en familia, nadar y practicar algún deporte tranquilo como kayak, paddle board e incluso snorkel. Hay varios servicios de alquiler de lanchas, motos acuáticas, windsurf, además de camas elásticas. En la tarde se organizan partidos de voléibol, campeonatos de fútbol para distintas edades y gimnasia aeróbica.
Lo lindo de esta playa es que también cuenta con una pasarela de madera, en la cual se puede dar un paseo caminando, ojalá cuando comienza a atardecer.
A la altura de la parada 4, en la intersección con el Bulevar Artigas, nos detuvimos frente al famoso Enjoy Punta del Este Casino & Resort (antiguo Conrad), un hotel de cinco estrellas, ícono de la ciudad. Este hotel ofrece distintos espectáculos musicales, de teatro y stand up comedy, pero además cuenta con el casino más famoso de la ciudad y con uno de los clubes nocturnos más populares, la discoteca OVO, que con los DJ’s nacionales e internacionales más renombrados, atrae a los más jóvenes.
ISLA GORRITI E ISLA DE LOBOS
Uno de los panoramas que no alcanzamos a realizar por falta de tiempo es hacer un paseo en barco a Isla Gorriti o bien, a Isla de Lobos.
La primera es una reserva natural, por lo que no está permitida la construcción de ningún tipo de edificio. Tiene una extensión de 1,7 kilómetros de largo y cuenta con dos playas, Puerto Jardín, en el lado norte, y Playa Honda del lado oeste. Allí se pueden realizar paseos por caminos demarcados y visitar las ruinas consideradas Patrimonio Histórico Nacional.
En temporada alta, desde el puerto de Punta del Este se puede cruzar a la Isla Gorriti diariamente desde las 9:00 de la mañana y cada 30 minutos. A partir del mes de abril y durante el resto del año, las lanchas salen cada una hora. La duración del viaje es de 15 minutos. El costo del pasaje es de $350 por persona, ida y vuelta. Los niños de 3 a 9 años pagan $250 y los menores de 3 años no pagan.
La recomendación es llevar sillas y sombrilla para pasar el día, aunque en temporada alta hay un parador que ofrece todos los servicios.
Por su parte, la Isla de Lobos representa la colonia más grande de lobos marinos de Sudamérica y la tercera reserva a nivel mundial. Se dice que cuenta con aproximadamente 200.000 lobos, los que se dividen en dos especies: el lobo de un pelo o “peluca” y el de dos pelos, que tiene un hocico más afinado.
Se pueden ver elefantes marinos, aunque en menor cantidad. Los de mayor tamaño pueden pesar entre 2 y 3 toneladas y medir más de 6 metros. También se pueden encontrar diferentes especies de aves marinas. La vegetación es silvestre y proliferan helechos, cañas y cactus, dentro de otras especies de plantas.
Hay operadores que realizan excursiones a la isla desde el puerto. En temporada alta hay tours diarios que parten a las 12:00 horas y tienen una duración aproximada de 2 horas. Se navega la isla por aproximadamente 40 minutos. Está prohibido el descenso en la isla, pero sí se permite parar unos 15 minutos para observar de cerca y darse un baño en la zona.
Sabías que la Isla de Lobos se encuentra a 8,5 kilómetros de la costa y fue descubierta por Juan Díaz de Solís en 1516, siendo originariamente llamada isla de San Sebastián de Cádiz.
JOSÉ IGNACIO
Mi última recomendación se encuentra a 30 kilómetros de Punta del Este. Se trata de José Ignacio, un pequeño y encantador balneario situado entre dos espejos de agua, la laguna de José Ignacio y la laguna Garzón.
No hace mucho tiempo, José Ignacio era un pueblo de pescadores muy tranquilo, pero en los últimos cinco años, se ha convertido en uno de los lugares más exclusivos de América Latina, gracias a los famosos y celebridades que tienen aquí sus casas de veraneo y descanso. Algunos de ellos son Mirtha Legrand, Antonio de la Rúa (hijo del ex-presidente argentino y ex de Shakira) y Marcelo Tinelli.
Característico es el faro de José Ignacio, construido en 1877, el cual se ha convertido en la postal clásica del lugar. Puedes subir para tener unas vistas completas del pueblo. En verano está abierto todos los días de 12:00 a 20:00 horas. El resto del año, el horario es sábados y domingos de 17:00 a 20:00 horas.
Las playas de José Ignacio también son muy bonitas y en las cercanías, hay varios restaurantes, locales comerciales y puestos de artesanías. La laguna José Ignacio, un par de kilómetros del balneario hacia el oeste, es un destino ideal para pasar una tarde, practicar el avistamiento de aves o probar destreza sobre sus aguas con un poco de kitesurf. La laguna Garzón, en tanto, está a 6 kilómetros al este de José Ignacio y ofrece un paraje natural envuelto en una completa calma, rodeado de praderas y barcas de pesca artesanal en sus aguas.
MAPA
CLIMA
Como en toda la costa atlántica, Punta del Este tiene un clima templado, con veranos cálidos (de diciembre a marzo) e inviernos suaves (de junio a agosto). El otoño y la primavera tienen temperaturas medias, en torno a los 20ºC, con algunos días más cálidos, en los que incluso se puede hacer un poco de playa.
Al ser una ciudad costera, las temperaturas descienden un poco durante la noche por los vientos del atlántico sur. El viento sopla especialmente de diciembre a abril. Las lluvias son bastante parejas a lo largo del año. Diciembre y enero son meses bastante secos, con muchos días de sol, aunque con lluvias ocasionales. El invierno es más lluvioso, con agosto como el mes más húmedo.
Punta del Este tiene su temporada alta en verano, comenzando a mediados de diciembre y finalizando en marzo, durante la Semana de Turismo. Desde el 20 de diciembre al 15 de enero es el período en el que la ciudad está en su apogeo.
El movimiento continúa en la segunda quincena de enero y la primera de febrero, aunque algo más distendido. En febrero, durante la semana del Carnaval, los turistas brasileños inundan las calles. En marzo se realiza el popular Punta Rock, que convoca a miles de personas durante un fin de semana. La Semana de Turismo, en abril, marca el fin de la temporada.
Por eso, la mejor época para viajar a Punta del Este es a fines de la primavera y durante toda la temporada de verano. Los mejores meses para disfrutar de sus playas son enero y febrero, cuando las temperaturas cálidas y las aguas calmas permiten desarrollar deportes náuticos.
Si deseas disfrutar a pleno de la ciudad y de sus actividades, enero es ideal, ya que puedes ver la Corrida Internacional de San Fernando, el Gran Premio de Punta del Este, conciertos en el Hotel Enjoy, además de eventos de moda y diseño que nunca faltan.
En Semana Santa, llamada la Semana de Turismo, comienza la caída de los visitantes, empieza el frío y Punta del Este comienza a quedar desolada. En los meses más severos del invierno, como junio y julio, la ciudad se trasforma en una urbe casi fantasma, con muy pocos locales comerciales abiertos y casi sin turistas.
Durante la primavera es cuando tímidamente empiezan a llegar los primeros turistas. Esta época es ideal si buscas un descanso en un entorno tranquilo. Además, los precios son más accesibles y el clima permite disfrutar la costa y los paseos al aire libre.
QUÉ Y DÓNDE COMPRAR
Punta del Este se ha caracterizado siempre por ser un balneario exclusivo. Por eso, sus paseos de compras siempre han sido una referencia a considerar. Las marcas más importantes del mundo aprovechan la temporada de verano para abrir aquí sus locales y dar a conocer sus nuevas colecciones y productos.
Así que si eres un@ amante de las compras, te encontrarás en el paraíso durante tu viaje a Punta del Este. Las calles principales de la Península albergan atractivas tiendas de ropa, joyas, accesorios, artículos de cuero, piezas de arte y artesanías finas. Sea para distraerse un rato, para comprar un lindo recuerdo de Uruguay o para renovar tu guardarropa con la última moda, hay varios paseos de compras que no puedes dejar de hacer.
Gorlero es la calle más famosa de Punta del Este. Aquí hay excelentes casas de cuero y artesanías típicas, además de librerías, boutiques de ropa, restaurantes y centros de entretenimiento. En las calles paralelas, hallarás tiendas exclusivas como Louis Vuitton, Desigual, Magma, Lacoste, entre otras. El paseo por la Avenida Gorlero culmina en la Plaza Artigas, donde se encuentra una gran Feria Artesanal con más de 200 puestos, ideal para traerse un souvenir del balneario.
Paralela a la Avenida Gorlero, la Calle 20 es célebre por concentrar un gran número de tiendas de moda y diseño. El llamado “Fashion Road” se extiende a lo largo de siete cuadras, donde es posible comprar vestidos de Valentino, carteras Louis Vuitton o zapatillas Reebok en locales tan exclusivos como las marcas que albergan.
El interiorismo y la decoración también tienen su zona especial en Punta del Este, sobre las Avenidas Pedragosa Serra e Italia, desde la Parada 2 hasta la Avenida Roosevelt. Allí se han instalado grandes tiendas de arte y diseño que forman el Design District, junto a lujosos hoteles boutique y excelentes restaurantes. Entre las tiendas que destacan están Versace Home, Bertoni, Piero y Europa Iluminación.
Como la zona más chic y bohemia de Punta del Este, La Barra acoge varias galerías de arte y ateliers, un paseo obligado para los coleccionistas. Aquí también está Oh La Barra, un shopping con marcas de lujo como Lacoste, Roberto Cavalli, Valentino, Polo Ralph Lauren, Versace, entre otros. Cuenta además, con tres salas de cine y una plaza de comidas con una variedad de restaurantes.
QUÉ Y DÓNDE COMER
El asado a las brasas y los vinos de primerísimo nivel son una combinación imperdible tanto en Punta del Este como en todo el Uruguay. La influencia italiana se vislumbra en la gran variedad de pastas, mientras que la española en la cocina mediterránea.
La cercanía al mar permite la creación de muchos platos elaborados en base a pescados y mariscos. Se puede encontrar tanto cocina internacional, como productos locales de alta calidad. Entre otras comidas clásicas, se destacan quesos, dulce de leche, alfajores, tortas fritas, empanadas, y el clásico y delicioso chivito. Por cierto, no te olvides de probar el mate.
- La Huella (Calle de los Cisnes, José Ignacio): Este clásico de José Ignacio ofrece una propuesta gastronómica sobre la playa, lo que permite subir a almorzar o ir a tomar algo antes de volver. Un recomendado: el volcán de dulce de leche. Además, según la guía de los 50 Best Restaurants, La Huella es uno de los restaurantes que pone a Uruguay en el mapa.
- La Susana (José Ignacio): Este restaurante cubierto por pérgolas de bambú tiene una propuesta que incluye almuerzos, cocktails a la tarde, cenas, fogones y hasta fiestas, La Susana es uno de los lugares más populares de José Ignacio.
- El Abrazo (Los Guaviyú Esquina, Manantiales): Su cocina es mayoritariamente a la vista, con una parrilla y horno de barro. Se trata de un restaurante de cocina de autor y mediterránea, con un ambiente espectacular para ir a cenar.
- I’Marangatú (Playa Mansa): Este parador es ideal para almorzar, tomar algo o cenar, y es el único que está abierto todo el año. Puedes sentarte en un deck con vista a la playa y disfrutar de sus platos y tragos de autor.
- Parador Olaf (Calle de la Luna y Playa Portezuelo, Punta Ballena): Es espectacular para ver el atardecer. Todas las tardes tienen jazz en vivo con músicos de lujo y la propuesta gastronómica incluye ofertas clásicas de parador, como rabas, ensaladas y mucho más.
- Lo de Tere (Rambla General José Artigas): Este restaurante cuenta con vista a la bahía. Su oferta integra productos de estación, carnes uruguayas y una fina selección de pescados y frutos del mar. También cuenta con una gran cantidad de vinos internacionales y nacionales.
- Virazón (Rambla Portuaria esquina Calle 18): Es un referente en la gastronomía de Punta del Este. Aquí, los pescados y mariscos son las estrellas del menú. Se puede pedir salmón, merluza o corvina negra, pero sin duda, el pescado insignia es la brótola.
ALOJAMIENTO
Punta del Este es uno de los sitios turísticos más apreciados de Sudamérica. De hecho, es muy común que quienes la conocen por primera vez, la visiten el año siguiente. Y es que este balneario de fama internacional, está valorado como la zona más paradisíaca de la costa uruguaya. Por algo se la conoce también como la Miami del sur, la Ibiza latina o la Saint-Tropez americana.
Es tanto su atractivo turístico que los brasileños repletan Punta del Este todos los años. Lo mismo pasa con argentinos, europeos y estadounidenses, incluyendo un gran número de celebridades musicales, deportivas y artísticas de todo el mundo.
Península: Es uno de los barrios más conocidos para hospedarse en Punta del Este, porque está situada en pleno centro. Es ideal para los turistas que visitan Punta del Este por primera vez, ya que ofrece una extensa oferta de servicios de todo tipo y mucho ocio, sobre todo en torno a la Avenida Gorlero. Es una zona muy concurrida, que se recorre a pie, sobre todo en verano, cuando se realizan actividades culturales y entretenimiento callejero. Además, es un área segura y bien comunicada, lo que la convierte en el sitio más práctico para disfrutar la ciudad y sus alrededores. Aquí encontrarás hoteles de alta gama, innumerables apartamentos de alquiler, así como pequeños hostales o posadas con ambiente familiar mucho más económicos.
Aidy Grill: Contigua a Península, es una zona arbolada que destaca por su seguridad y comodidad, y que está muy cerca de la playas Mansa y Brava y del centro de la ciudad. Desde aquí es fácil llegar a la avenida Pedragosa Sierra, donde se ubican distintos comercios y el Bulevard Gourmet con los restaurantes más reconocidos de Punta del Este. El barrio vecino de Aidy Grill es San Rafael, una zona tranquila y netamente residencial, donde los turistas se alojan en chalets o en grandes casas con amplios jardines.
Rincón del Indio: Esta zona está justo en el medio de Playa Brava y el centro, y está rodeada de naturaleza. Posee altos estándares de seguridad y está cerca de comercios, restaurantes y supermercados. En verano es una zona muy concurrida, mientras que el resto del año suele estar un poco solitaria. Hay muchas casas y asentamientos campestres con garajes, jardines y piscinas, y quienes se alojan en este barrio celebran su ambiente sereno y relajado.
La Barra: Este barrio está conectado con Punta del Este mediante el emblemático “puente ondulante”. La Barra atrae la atención de los turistas por sus playas, donde se puede practicar surf, canotaje, moto sky, esquí acuático, o windsurf. En este barrio predominan las casas rústicas de techos bajos, además de restaurantes, bares y boliches, tiendas de antigüedades, galerías de arte y un mercado de artesanías. La Barra es, también, una zona emblemática por sus fiestas VIP y por ser sede de espectáculos artísticos y shows culturales, lo que la hace la zona preferida de los jóvenes.
Punta Ballena: Es la zona elegida para hospedarse por quienes buscan una vista privilegiada del mar y sus atardeceres de ensueño. Hay dos amplias playas de aguas tranquilas: Portezuelos, mucho más concurrida y famosa; y Solanas, más tranquila y preferida por familias numerosas. Punta Ballena, además, cuenta con paradores y restaurantes que sirven productos del mar. Si te alojas aquí, no puedes dejar de visitar Casapueblo, la casa del artista uruguayo Carlos Paez Vilaró, símbolo y orgullo arquitectónico de la zona.
Manantiales: Es el barrio de moda de Punte del Este, pues alberga las lujosas mansiones de las celebridades del espectáculo. Se trata de una zona de aproximadamente 40 manzanas donde apenas viven unas 200 personas, no obstante, en temporada alta, el barrio se abarrota de turistas que buscan un servicio de gastronomía y hospedaje más refinado. La playa más famosa es Bikini Beach, un lugar para ver y dejarse ver, donde abundan los cuerpos bronceados y el despliegue de opulencia. En definitiva, si lo que buscas es codearte con el jet set, ésta es una buena zona para alojarte.
TRANSPORTE
CAMINAR
Una de las ventajas de Punta del Este es su tamaño. La Península tiene menos de un kilómetro de ancho, lo que permite recorrerla perfectamente a pie e ir conociendo sus puntos turísticos más relevantes. Algunos de los imperdibles de Punta del Este son sus playas, el casino del Hotel Enjoy o caminar por la Avenida Gorlero.
COLECTIVOS (AUTOBUSES)
Punta del Este cuenta con dos empresas de transporte público, las cuales cubren todos los centros urbanos de las ciudades de Punta del Este, Maldonado y San Carlos, además de las localidades de José Ignacio, Manantiales, La Barra y Punta Ballena.
Durante la temporada alta, en el trayecto San Carlos, Maldonado, Punta del Este, la frecuencia de cada línea es de 15 minutos.
Algunas líneas de colectivos cuentan con personal que expide los boletos, aunque generalmente es el mismo chofer quien cobra el ticket. Aceptan pago únicamente con moneda nacional y lo ideal es que pagues con monedas. Ojo que en algún momento del recorrido, puede subir un inspector que te solicitará tu boleto, por lo que es recomendable lo conserves hasta el final de tu trayecto.
Las paradas se encuentran aproximadamente cada dos cuadras. Eso sí, los carteles indicadores de parada no poseen información de los recorridos ni de las líneas que allí paran, por lo que es recomendable preguntar antes de dirigirse a alguna de ellas o buscar con anticipación información de los horarios de cada línea. Puedes encontrar información de los recorridos y horarios en: CODESA (www.codesa.com.uy) y Maldonado Turismo (www.maldonadoturismoltda.com).
BICICLETAS
Una buena alternativa para moverte en Punta del Este es hacerlo en bicicleta. La empresa Rent a Bike (http://rentabike.com.uy/) ofrece el arriendo de bicis eléctricas y tradicionales.
Los precios son de 8 dólares por dos horas, 15 dólares por 6 horas, o 19 dólares por el día completo.
TAXIS
Aunque os taxis en Punta del Este son más caros que en el resto de Uruguay y, generalmente, hay que llamarlos por teléfono, siempre son una buena opción para salir de noche. Hay muchas empresas de taxis, entre ellas Lafayette (teléfono 4244 1123) y La Fragata (teléfono 4244 0599).
TIPS VIAJEROS
- Uruguay es reconocido por ser uno de los países más caros de Sudamérica y Punta del Este por ser la ciudad más cara del país, lo que hace vacacionar en la ciudad pueda ser muy costoso, especialmente si viajas durante la temporada alta. Por lo tanto, siempre es recomendable que compares precios y escojas la mejor alternativa.
- Punta del Este es una ciudad súper segura, por lo que puedas caminar tranquilo, con tu cámara, smartphone y joyas, a cualquier hora del día. No importa si viajas fuera de temporada y no hay un alma en las calles, o si es mitad del verano y está a reventar, es el lugar perfecto para viajar relajado.
- Como buena ciudad costera, el viento es una constante, sobre todo en las noches, así que considera incluir en tu equipaje algo de abrigo, pantalones, calzas y algo para cubrir tu cuello, y así evitar un resfrío que arruine tus vacaciones.
- En Punta del Este, los taxis no se detienen ante la señal de los transeúntes como en cualquier ciudad. Ellos hacen servicios puerta a puerta pedidos por teléfono o reciben solamente pasajeros que llegan a las estaciones de taxi. Así que tendrás que buscar la parada de taxis más cercana y esperar a que venga algún vehículo disponible. Lo bueno es que en el centro hay cabinas de taxi cada 3 cuadras, más o menos.
- Una forma de ahorrar un poco de dinero, es pagando con tarjeta de crédito o débito cualquier compra de ropa, alimentos o diversión. El local comercial automáticamente resta el 22% del valor del IVA a la factura. Por otro lado, los servicios de hotelería no cobran IVA y como si fuera poco, se puede recibir también la devolución del 10,5% para compras en los locales adheridos a Tax Free. Para acceder a este beneficio, necesitas solicitar la factura Tax Free en el local y hacer el trámite de la solicitud de reintegro a cualquier tarjeta de crédito en el Aeropuerto de Carrasco o en el puerto de Buquebus.
