Camboya fue el segundo país que visitamos en Asia, después de nuestro paso por Kuala Lumpur. Pasadas las 2 de la tarde, llegamos al aeropuerto de Siem Reap-Angkor en un vuelo de Air Asia, línea aérea low cost que recomiendo si quieres moverte por el continente de forma rápida y a buenos precios.

Al bajar del avión y caminar por la losa, el impacto del calor húmedo fue inmediato. La temperatura era de 36 grados y la humedad sobre el 85% hacían que la sensación térmica superara los 40 grados. Ya dentro del edificio del aeropuerto, el aire acondicionado “nos devolvió a la vida” para hacer los trámites migratorios y solicitar la visa de ingreso al país.

Con el mejor de los ánimos, caminé hasta el puesto del policía que me timbraría el pasaporte. Le entregué mis documentos y con unos balbuceos me fue dando las instrucciones para que pusiera los dedos sobre una máquina. La cara de perro del viejo todavía la tengo en la memoria. ¡Como si yo fuera a entender su idioma! Un momento desagradable para comenzar nuestra estadía en Camboya. Un momento que pasados los días, quedaría en el olvido.

Ya con nuestras maletas, salimos al estacionamiento, donde tomamos un tuk tuk que nos llevaría al hotel. Nuestra primera experiencia en estos tradicionales carros de dos ruedas traccionados por una moto no pudo ser mejor. Al ser abiertos, la brisa refrescaba el cuerpo, mientras íbamos recorriendo las calles decoradas con banderas y otros adornos para celebrar el año nuevo jemer, la principal fiesta camboyana, que dura tres días y conmemora el nacimiento de Buda y significa también, el fin de la estación de cosecha.

LOS LUGARES QUE DEBES VISITAR

WAT THMEI

Ya en el camino, nuestro chofer nos llevó a Wat Thmei, un templo donde pudimos conocer la macabra historia y el terror que vivió Camboya bajo el dominio de los Khmeres Rojos.

Y es que al igual que los tristemente conocidos campos de exterminio de Tuol Sleng y Choeung Ek en Phnom Penh, en Wat Thmei se rinde homenaje a las cientos de miles de personas que fueron asesinadas bajo el régimen de Pol Pot. Entre 1972 y 1975, Wat Thmei sirvió como centro de torturas y exterminio, siendo el más importante de todo el área de Siem Reap. Aunque no hay registros claros del número de personas asesinadas, se calcula que pudieron llegar a ser unas 8.000, la mayoría de ellas enterradas en fosas y pozos de agua alrededor del mismo templo.

En 1995, tras unas obras de restauración en el templo, se encontraron numerosos cráneos y restos humanos, que fueron conservados en una pequeña estupa acristalada para poder ser exhibidos al público y recordar así el horror que vivió el país. Afortunadamente, en la actualidad, Wat Thmei sirve como monasterio y orfanato con una escuela para niños, llenando con vida y alegría un lugar que llegó a ser tan infame.

Sabías que Camboya es el país del mundo con más desaparecidos y mayor número de personas enterradas en fosas comunes.

Camino a Angkor Wat (a la izquierda)

Lunes a domingo: 6:00 a 18:00 horas

Entrada gratuita

Nuestro hotel, el Angkor Museum Boutique Hotel & Spa estaba ubicado en la avenida Charles de Gaulle, frente al Angkor National Museum. Allí descansamos un par de horas antes de tomar un tuk tuk en las afueras del hotel, el que conducía Meng (que significa “primero”) y que se convertiría en nuestro guía en Siem Reap. Con una sonrisa en su cara, nos llevó al centro de la ciudad, a la Pub Street.

Para comprender cómo funciona esta ciudad les cuento que en la actualidad, Siem Reap tiene unos 230.000 habitantes y que desde la década del 2000, ha experimentado un importante desarrollo turístico gracias a su proximidad a los templos de Angkor, el lugar más visitado del país.

Sin embargo, esto no siempre fue así. En 1937, en lo que era una pacífica aldea cercana a las ruinas de Angkor, los franceses construyeron el primer hotel, “Grand Hotel des Ruines”. Aunque el sitio comenzó a ser visitado por turistas y especialmente por los estudiosos de Angkor y los encargados de su protección y recuperación, el pueblo no tuvo un desarrollo significativo. El periodo de la Kampuchea Democrática acabó por destruir lo poco que había y la ciudad, como todas las poblaciones camboyanas de ese tiempo, quedó desolada.

Más tarde, en los 80, Siem Riep se renovó completamente y hoy es una ciudad adaptada para el gran flujo de turistas internacionales que recibe año a año. Dicho contacto permanente con extranjeros, hace que muchos de sus habitantes hablen otros idiomas, especialmente inglés y tailandés.

PUB STREET

Pero volvamos a Pub Street, donde aprovechamos de comer algo. Pub Street es el centro neurálgico de la vida nocturna de la ciudad, una calle repleta de restoranes y bares. Una calle que cobra vida al atardecer, cuando los turistas regresan de los templos para comer y beber algo, además de ir de fiesta hasta la madrugada. También te encuentras con decenas de carritos que venden desde panqueques de banana a batidos de frutas exóticas, y un montón de lugares donde hacerte un masaje, comprar piezas de arte camboyano, ropa, entre otras tantas cosas.

Al caer la noche, caminamos de regreso al hotel por calles que aún continuaban siendo engalanadas para recibir el nuevo año. Fin del primer día.

El sábado tomamos desayuno en el hotel, donde la revelación fueron unos exquisitos omelettes a los que se les podía agregar ingredientes como jamón, tomate o pimentón. Una delicia de otro mundo que eran preparados en el momento por una amable chica que sonreía humildemente cuando te los entregaba. ¡Y es que todo el mundo sonríe en Camboya!

KAMPONG PHLUK FLOATING VILLAGE (LAGO TONLE SAP)

Desayunados, nos subimos al tuk tuk de Meng con dirección al lago Tonle Sap, para conocer Kompong Phluk, uno de los pueblos flotantes. En el camino, pudimos comprobar que al igual que en gran parte de Asia, el tráfico es caótico y muy bullicioso, pero a pesar de no haber semáforos, fluye de una forma increíble.

Y saliendo de la ciudad para entrar en el campo, se observa por qué una gran parte de la población carece de escolaridad, particularmente en las zonas rurales, además de sufrir una falta crónica de infraestructura básica. Camboya sigue en su periodo de posguerra con toda la pobreza que ello implica. Así, se entiende que alrededor del 80% de la población es rural y se dedica a la agricultura, principalmente, al cultivo de arroz.

Después de poco más de una hora de viaje, llegamos al lago Tonle Sap, que en jemer significa “lago de agua fresca”, aunque para los idiomas occidentales se traduce frecuentemente como el “Gran Lago”. Tiene una extensión de 2.590 km², los que los que pueden aumentar a 24.605 km² durante la estación de las lluvias. Además, es la mayor extensión de agua dulce del sudeste asiático y fue declarado Reserva de la Biósfera por la Unesco en 1997.

Poco antes habíamos comprado los tickets para subir a uno de los botes que hacen los tours a los pueblos flotantes. Samnang fue nuestro guía, que en inglés nos fue explicando que durante la temporada seca, el agua apenas alcanza un metro, por eso su color café, cargado de sedimentos.

Resulta increíble pensar que las casas que ahora parecían endebles “palafitos” a la orilla de un pequeño río por el que navegaba nuestro bote, a partir de junio, con la llegada de los monzones, quedan a nivel del agua, ya que el lago crece entre 7 y 8 metros, cambiando completamente el paisaje.

Y es que durante los monzones, producto de la abundancia de las lluvias, los ríos Sap y Mekong modifican el sentido de la corriente hacia el noroccidente, es decir, devuelven el agua, lo que hace crecer el tamaño del lago hasta 10 veces.

En el lago, el tour continuó a un restorán flotante, donde aparte de tomarnos una bebida, pudimos ver un criadero de cocodrilos, y a través de un cuadro (con imágenes de decenas de peces), nos explicaron que el lago es vital para la economía, pues más de 200 tipos de peces se pueden encontrar en sus aguas, además de la fertilidad que dan sus riberas para el cultivo del arroz.

Samnang nos mostró su casa y nos contó que era casado, que tenía dos hijos y que estaba estudiando en la universidad en las tardes, por lo que gran parte de su sueldo lo usaba para pagar sus estudios. Decidimos darle una propina. Dijo que allí viven cerca de 5 mil personas y que la mayoría de la gente que vive en las casas flotantes es de origen vietnamita, que viven de la pesca y utilizan el agua del lago para bañarse, lavar la ropa o beber. Mencionó que en el lago, incluso, hay un colegio que hace las veces de orfanato.

Disfruta de un agradable paseo en barco por las aldeas flotantes que alberga el lago Tonlé Sap.

 

Por su parte, a nosotros nos sorprendió que la mayoría de las casas disponían de generadores eléctricos y antena de televisión. Y si me preguntan si hubiera gustado conocer el lago con el agua hasta el tope, les digo que me quedo con el recuerdo de hermosas postales de las casas multicolores y enmarcadas por el azul del cielo y el café sedimentoso del agua. Y no es un consuelo. La imagen de las casitas encumbradas sobre una maraña de endebles pilares, me parece mucho más potente y explica mejor el nivel de la pobreza que existe en Camboya.

32 kilómetros al sureste de Siem Reap

Los horarios varían según las épocas del año

Ticket: U$S 20 por persona

 

Una recomendación si tienes el tiempo y te animas es que vayas a la capital Phnom Penh en barco, atravesando el lago y recorriendo el río Mekong, en un trayecto que dura entorno a 8 horas. Dicen que es magnífico.

Por la noche, nos fuimos nuevamente a Pub Street, que ahora estaba repleta de gente, a comer y tomarnos un trago. El mío resultó en una enorme copa que parecía florero y que tenía que bajar de la mesa para poder beber… jajaja.

ANGKOR NATIONAL MUSEUM

El domingo en la mañana crucé la calle para ir al Angkor National Museum, situado frente a nuestro hotel. El enorme edificio de 20 mil metros cuadrados, abierto en 2007, conserva una completa colección de reliquias del antiguo Imperio Angkor: más de 6.000 dinteles, estatuas variadas de dioses hindúes y bodhisattvas budistas.

A lo largo de sus galerías, el museo ayuda a entender el presente de Camboya explorando su pasado y a través de la tecnología multimedia, se puede viajar al siglo XI para conocer la edad dorada del Imperio Jemer, etnia que gobernó Camboya durante 600 años y cuyo legado más importante son los templos de Angkor.

Sabías que el museo pertenece a un conglomerado privado tailandés, que invirtió más de 15 millones de dólares en su construcción y que lo entregará al gobierno camboyano recién en 2037.

Sumérgete en la historia y la cultura de Camboya comprando tu entrada al Angkor National Museum aquí.

 

Charles de Gaulle, Krong Siem Reap

1º de octubre al 31 de marzo: Lunes a domingo: 8:00 a 18:30 horas / 1º de abril al 30 de septiembre: Lunes a domingo: 8:30 a 18:00 horas

Adultos: U$S 11,10 / Niños entre 5 y 9 años: U$S 5,60 / Menores de 5 años: entrada gratuita

http://www.angkornationalmuseum.com

PARQUE ARQUEOLÓGICO ANGKOR 

A las 4:30 de la madrugada, Meng nos esperaba en su tuk tuk para comenzar la aventura. Ni bien amanecía, se podía ver hordas de tuk tuks por la carretera en camino al enorme centro donde se compran las entradas para Angkor. En las afueras de la ciudad y a medio camino hacia el complejo, en este edificio aparte de adquirir los tickets, se podía tomar un café, comprar artesanía o simplemente esperar a ser atendido luego de media hora de espera en la fila.

Hay entradas para un día, dos, tres y hasta siete días. Nosotros escogimos la de un día (al día siguiente viajábamos a Bangkok), que cuesta 37 dólares. Te entregan una especie de credencial personalizada con tu foto y país de procedencia, y ya estás listo.

Descubre Angkor Wat, el complejo religioso más grande del mundo, y explora un conjunto de más de mil templos con este increíble tour.

7,6 kilómetros al norte de Siem Reap (por Charles de Gaulle Road)

Lunes a domingo: 5:00 a 18:00 horas

Pase de un día: U$S 37 (permite el acceso al parque desde las 17:00 horas del día anterior) / Pase de 3 días: U$S 62 (permite el acceso al parque durante 3 días en el periodo de una semana) / Pase de 7 días: U$S 72 (permite el acceso al parque durante 7 días en el periodo de un mes)

Valor entrada a otros templos: Phnom Kulen: U$S 20, Templos de Koh Ker: U$S 10, Templo Beng Mealea: U$S 5, Templo Preah Vihear: U$S 10 / Menores de 12 años: entrada gratuita / Forma de pago de los ticket de entrada a otros templos: Se paga en las taquillas de cada templo. Solo se admite pago en efectivo en dólares americanos.

ANGKOR WAT

Antes del amanecer, estábamos sentados junto a una laguna para ver salir el Sol detrás del templo. Pasaban los minutos y a medida que la oscuridad se desvanecía lentamente, más almas llegaban a esperar el alba. Hasta que finalmente el Sol se asomó detrás de la silueta de Angkor Wat, que se ha convertido en un símbolo de Camboya, hasta el punto de figurar en su bandera. Les dejo un video de este sublime espectáculo.

Luego nos fuimos a recorrer el templo de Angkor Wat, del que les contaré un poco su historia, para poder entender su origen y la mezcla de estilos arquitectónicos producto de la diversidad de cultos que existieron durante su construcción.

El promotor de este gigantesco templo fue Suryavarman II, quien reinó desde el año 1113 al 1150, de quien cuenta la leyenda, quiso ubicar el templo en un lugar del agrado de los dioses, por lo que soltó un buey y resolvió construir el templo donde se tumbase, por lo que estableció el templo junto a la antigua ciudad de Yashodharapura (que en sánscrito significa “ciudad sagrada”). Sin embargo, los trabajos en el templo se interrumpieron a la muerte del rey, por lo que la construcción del complejo duró únicamente 37 años.

En 1177, Angkor fue saqueada por los Cham, un pueblo ubicado en el actual Vietnam y enemigo tradicional de los jemeres. Pocos años después, con el advenimiento del rey Jayavarman VII, se expulsó a los invasores y se ampliaron las fronteras del imperio. Este rey, cuyo reinado se extendió de 1181 a 1220, abandonó el hinduismo y se convirtió al budismo de la rama Mahāyāna, estableciendo la nueva capital en el cercano Angkor Thom, con Bayon como nuevo templo.

Pero a finales del siglo XIII, el rey Jayavarman VIII retornó a las creencias hinduistas, mejorando algunos templos hinduistas, incluido Angkor Wat. A Jayavarman VIII le sucedió Srindravarman en 1295: este nuevo rey, que en los años anteriores había sido ordenado monje budista en Sri Lanka, cambió nuevamente la religión del imperio hacia el budismo, aunque adoptando esta vez las creencias de la rama Theravāda.

Entre los siglos XIV y XV, el Imperio jemer vio llegar desde Sri Lanka a los primeros monjes budistas Theravadas, que transformarían los templos para la nueva religión. Fue en ese tiempo cuando el templo de Angkor Wat se remodeló para adaptarse al culto budista Theravada, hechos que sucedieron poco antes del abandono final de Angkor.

Pese a que no se conocen con certeza las razones por las que Angkor fue abandonada, una de las más probables fue la decadencia del imperio jemer, principalmente a causa de las incursiones mongolas (1283) y siamesas (entre 1369 y 1431), que evidenciaron la excesiva cercanía de la capital respecto a los invasores. Angkor fue abandonada en el año 1432, y la nueva capital establecida en Lovek, cerca de la actual Phnom Penh.

Posteriormente, la selva ocultó la ciudad hasta que a mediados del siglo XIX, el naturalista francés y explorador Henri Mouhot descubrió el templo y lo popularizó en Occidente a través de la publicación de sus notas de viaje. Un reportaje fotográfico hecho por expedicionarios, terminó de publicitar las ruinas que, poco a poco, fueron siendo más visitadas por adinerados occidentales.

En 1908, empezaron las primeras labores de restauración por parte de los franceses, hasta que en los años 70 fueron interrumpidos por la revolución de los jemeres rojos. Tras el paso de la revuelta, diferentes servicios arqueológicos continuaron los arreglos y el 14 de diciembre de 1992, Angkor Wat fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Sabías que Angkor se ha convertido en un importante destino turístico: el complejo pasó de recibir 561 mil turistas en 2004, a más de 2,5 millones en la actualidad. Es también el mayor monumento religioso del mundo, ubicado en un terreno de 162,6 hectáreas.

Después de visitar el templo de Angkor Wat, nos dirigimos a Angkor Thom, un complejo amurallado acompañado de un foso y que cuenta con cuatro imponentes entradas con cuatro caras esculpidas mirando hacia los puntos cardinales. Ya que los jemer no conocían la bóveda, los arcos de las entradas tienen forma piramidal.

TEMPLO DE BAYÓN

Allí fuimos hasta el templo de Bayón, que fue construido en estilo budista, a finales del siglo XII, y se terminó durante el reinado de Jayavarman VII. Su principal característica son sus 54 torres y sus cerca de 200 caras sonrientes, las que según algunos arqueólogos son representaciones de Avalokiteshvara, señor que mira desde el cielo al mundo con compasión. Sin embargo, otros piensan que no son más que la representación del rey Javarman VII en su intento de establecer su omnipresencia en el reino.

Bayón está situado en el centro exacto de Angkor Thom y todas las puertas de entrada a la ciudadela conducen sus avenidas hasta este santuario, lo que muestra la importancia del templo para los reyes khmer, que quisieron trasladar su centro religioso y político desde Angkor Wat.

La forma del templo es bastante compleja, aunque su trazado geométrico simboliza un “yantra”, un símbolo usado en el Budismo Tántrico (de hecho, Bayon significa “Yantra masculino”), del mismo modo que el templo en sí es una representación del Monte Meru, la mítica montaña sagrada budista.

TEMPLO DE BAPHUON

Siguiendo con el recorrido, llegamos al templo de Baphuon, al noroeste del templo de Bayón, y que se compone de un inmenso templo de montaña de forma piramidal con cinco plantas y unos 25 metros de alto, que representa el Monte Meru y estaba dedicado al dios hindú Shiva.

Su origen data de mediados del siglo XI, bajo el mandato del rey Udayadityavarman II. El templo se encuentra junto al recinto sur del palacio real y tiene una enorme base 120 por 100 metros.

 

Al estar construido en un terreno lleno de arena, y debido a su inmenso tamaño, a principios del siglo XX, gran parte del templo se derrumbó y los esfuerzos de restauración han presentado numerosos problemas: un primer esfuerzo iniciado en 1960, fue interrumpido por la llegada al poder de los jemeres rojos. Una segunda iniciativa se inició en 1995, dirigida por un equipo de arqueólogos franceses. En abril de 2011, después de 51 años, los arqueólogos terminaron la restauración del templo, que ha logrado la estabilización de los inmensos cimientos de este monumento.

TA PROHM

Concluimos nuestra visita a Angkor en Ta Prohm, un templo jemer de finales del siglo XII, que originalmente fue denominado Rajavihara (“monasterio real”) y que sirvió como monasterio budista, llegando a alojar al menos a 12 mil personas.

El templo fue encargado en 1186 por el rey Jayavarman VII, quien se lo dedicó a su madre, pocos años después de la construcción del templo de Preah Khan, dedicado a su padre. La imagen principal del templo representa a la diosa de la sabiduría Prajñāpāramitā, y fue esculpida tomando como modelo a la madre del rey.

El complejo, utilizado como monasterio real y universidad para los monjes budistas mahayanas, estaba mantenido por unos 80.000 súbditos, y según inscripciones de la época, entre sus posesiones se incluían 500 kilos de oro, 40.000 perlas y miles de piedras preciosas.

Tras la muerte del rey, le sucede Jayavarman VIII, quien adopta la religión hinduista y destruye parte de la imaginería del templo. En épocas posteriores se añadirán nuevas salas que aumentarán la complejidad del conjunto, estando fechadas las últimas modificaciones a finales del siglo XIII, durante el reinado de Srindravarman.

Al igual que Angkor Wat, el templo de Ta Prohm fue abandonado en el siglo XV. Durante los siguientes cinco siglos la selva fue colonizando progresivamente el templo, hasta la llegada de los franceses a principios de siglo XIX, quienes decidieron respetar el estado de este templo debido a sus extraordinarias cualidades paisajísticas, y como una forma de conservar una muestra del estado inicial de los templos en el momento de su descubrimiento.

Sabías que gracias a que no ha sido “rescatado de la selva” todavía, Ta Prohm fue utilizado en la película Tomb Raider.

TEMPLO DE WAT DAMNAK

Cansados y muertos de calor y hambre, volvimos a Siem Reap para almorzar en el hotel y dormir una siesta. No sé si sería capaz de estar 7 días recorriendo templo tras templo bajo el sol agobiante y con una humedad que invalida. Aunque si eres de esos espíritus aventureros, quizás te animes a conocer más de esta maravilla que es Angkor y sus mil templos.

Al atardecer nos dirigimos al templo Wat Damnak, un lugar para experimentar la vida cotidiana de sus monjes budistas residentes, ya que además es una escuela de Budismo en la que se salva la vida a muchos niños que ven de esa manera una vía de escape a las calles. El recinto ajardinado y muy bien cuidado, está lleno de símbolos budistas y estupas que le brindan un atractivo ideal para esperar la puesta del Sol.

Sin embargo, no siempre ha sido así, ya que durante la era del Khmer Rouge, se abolió toda religión. La pagoda se utilizó como base militar para los jemeres rojos. Tras la caída del régimen de Pol Pot, se volvió a utilizar como pagoda budista.

Sabías que de 1904 a 1927, Wat Damnak fue el Palacio Real del Rey Sisowath. Porque aunque su residencia oficial estaba en Phnom Penh, se quedaba aquí cuando viajaba a Siem Reap.

SIEM REAP NIGHT MARKET

Y para despedirnos de Siem Reap y de Camboya, fuimos al Night Market a comprar algunos regalos para los amigos y una preciosa tela bordada con mostacillas, perlas y otras chucherías, que hoy está enmarcada en nuestro comedor.

Abierto en 2007, fue el primer mercado nocturno que se abrió en Siem Reap y se encuentra justo al lado de Sivatha Road, en el corazón de la ciudad. Con alrededor de 240 tiendas, es el mercado nocturno más grande e interesante. Incluso cuenta con un patio de comidas que ofrece especialidades camboyanas, occidentales y asiáticas.

Sivatha Road, Krong Siem Reap

Lunes a domingo: 17:00 a 00:00 horas

Así concluyó nuestra estadía en Camboya, días en que me sentí completamente a gusto y en paz como nunca antes en unas vacaciones. Y es que no sé si es la amabilidad de su gente, esas sonrisas que parecen perpetuas en sus caras, los pueblos flotantes en medio de un lago, los mercados nocturnos, los colores asomando en cada lugar, los aromas, la guerra que alguna vez desoló o esa paz que se siente hoy, la dulzura de un saludo o esa pobreza llevada con dignidad… Son tantas cosas las que tiene este país para ofrecer que, sin duda, te atrapa y te deja con ganas de regresar.

MAPA

CLIMA

La mejor época para visitar Camboya es de noviembre a febrero, cuando se desarrolla la temporada turística alta, mientras que la temporada baja es de abril a septiembre.

Hay dos épocas de monzones en Camboya, lo que reduce mucho las posibilidades de viaje. Entre noviembre y febrero, el viento que viene del nordeste es seco, fresco y trae pocas lluvias. Al contrario, entre mayo y octubre, el país recibe el 80% de las precipitaciones anuales a causa del monzón que viene del sureste.

Las temperaturas diarias máximas se sitúan entre los 20°C en enero y los 40°C en abril.

QUÉ Y DÓNDE COMPRAR

Antes de que empieces a callejear por los mercados, es importante que tengas en cuenta algunas recomendaciones:

Los precios acostumbran a estar en dólares americanos, pero resulta recomendable llevar moneda local, el riel (KHR). Debes saber que, en ocasiones, al pagar en dólares, el cambio te lo dan en rieles, y tienes que revisar que los billetes del cambio en dólares no estén rotos, ya que muchos locales no los aceptan.

Si eres de los que les gusta el regateo, en los mercados y en las tiendas pequeñas vas a ser muy feliz. Sin embargo, si eres de los que se sienten incómodos regateando, no te preocupes, ya que la mayoría de los precios, incluso los que están inflados por el vendedor, suelen ser más que asequibles.

Camboya es un país con una fuerte tradición artesanal, lo que se debe, principalmente, a los programas de rehabilitación económica iniciados en los años 80 por el gobierno, en los que se ofrecía a la población incentivos por este tipo de trabajos.

Algunas de las artesanías tradicionales que puedes comprar son los “krama”, pañuelos-bufanda que son el símbolo nacional de Camboya y que puedes encontrar por todas partes, de todas las calidades y precios. Los camboyanos los usan para prácticamente todo: como pañuelo alrededor del cuello, para cubrirse la cara, para portar a los niños, como hamaca e incluso para espantar a las moscas. Los más tradicionales son de tela estampada de color rojo y negro, pero los diseños más modernos vienen en todos los colores imaginables.

La artesanía es una de las actividades económicas más extendidas en Camboya, destacando los trabajos en madera, orfebrería y las telas. La mayor parte de estos productos se pueden comprar en muchos de los mercadillos de Siem Reap. Aquí se encuentra la Asociación Artesana de Angkor, donde realizan figuras talladas en madera con motivos relacionados con el antiguo imperio jemer o muebles de estilo camboyano. También se pueden encontrar artículos realizados en bambú, bisutería o ropa.

Los objetos de plata son una de las artesanías más apreciadas en Camboya. Podrás encontrar cuencos, cajitas, joyas y anillos, todo decorado con esmero y con finas filigranas, que incluso podrás personalizar solicitando que pongan tu nombre en algunas de ellas.

Una de las muestras de arte más originales de los camboyanos son las pinturas sobre papel de arroz. Son muy baratas y se pueden comprar en todas partes. Hay diseños para todos los gustos y colores, desde los paisajes hasta los cotidianos, además de las reproducciones de los templos de Angkor y otros edificios.

Las ropas de algodón o de seda puede ser un bonito recuerdo de tu viaje y puedes encontrarla en diferentes calidades y precios. En todos los mercadillos hay puestos de ropa donde encontrar prendas y complementos de imitación de grandes marcas o artículos artesanales según la moda del país. En el Central Market de Siem Reap verás desde camisetas, vestidos, bolsos, zapatos a algunos artículos de seda.

Y es precisamente la seda uno de los productos más preciados de Camboya debido a su larga tradición milenaria. Uno de los mejores lugares donde poder conocer su producción y comprar es la Granja de la seda de Angkor, donde se puede ver a más de 300 camboyanos trabajar y teñir las telas. En la tienda situada en la fábrica se venden todo tipo de productos, desde ropa hasta artículos de decoración.

¿Souvenirs gastronómicos?. La pimienta de Kampot es uno de los productos camboyanos con denominación de origen protegida y de una calidad muy alta. Es conocida mundialmente por su sabor intenso y la encontrarás de varios tipos: blanca, verde, negra y roja, todas en paquetes muy bonitos para regalar.

Finalmente, la palma de azúcar es el árbol nacional de Camboya, del cual se extrae el azúcar de palma. Se puede usar tanto para cocinar como para aplicaciones medicinales y tiene una calidad excelente, por lo que disfruta del sello de denominación de origen protegida.

QUÉ Y DÓNDE COMER

Siem Reap, la puerta de Angkor y lugar de reunión de todos los viajeros que llegan a Camboya para visitar los famosos templos jemeres y su cocina cuenta con varios platos típicos que puedes probar.

Partamos por el “Khmer curry rojo”, uno de los platos más típicos que se pueden probar en Camboya y que consta de un guiso de carne, verduras o pescado ligado con leche de coco y aromatizado con hierbas frescas que matizan la potencia de las especias y el picante del chile. Se sirve generalmente con pan, un remanente de la influencia francesa en Camboya.

Si te gusta el pescado, tienes que probar el “Amok”, plato nacional consistente en un mousse de pescado con leche de coco fresca y kroeung, un tipo de pasta de curry khmer hecha de limón, raíz de cúrcuma, ajo, chalotes, galangal y fingerroot, o jengibre chino. Y aunque puedes encontrar este plato en países vecinos, es el slok ngor (una hierba local de sabor sutilmente amargo) lo que diferencia a la versión camboyana.

El “Lap Khmer” se prepara a base de carne de pollo o cerdo, la que se cuece en jugo de limón y a la que se le añade cilantro. Y cómo no, va acompañada de arroz. Por su parte, el “Lort Cha” es un plato sencillo pero sabroso gracias al huevo frito que se añade a los noodles que se cocinan con salsa de soja y verduras.

Otro de los platos típicos es el “Lok Lak”, carne de buey cocinada en salsa agridulce. El acompañamiento es a gusto del comensal y puede ser arroz o papas fritas. El “Bai sach chrouk” es uno de los platos más simples y deliciosos de Camboya, preparado con carne de cerdo finamente rebanada y cocinada lentamente en la parrilla sobre carbones calientes. A veces, el cerdo es marinado en leche de coco o ajo.

El “Nom banh chok” (en inglés simplemente “fideos khmer”) es típico para el desayuno y aunque se parece al Pho vietnamita, sabe muy diferente. Se compone de fideos de arroz, cubiertos con un pescado a base de salsa de curry verde hecha de limoncillo, raíz de cúrcuma y kaffir, hojas de menta fresca, brotes de soja, judías verdes, flor de plátano, pepinos y otras legumbres.

Por último, el “Nhom Pang” es el típico bocadillo de Camboya y donde la influencia francesa está presente en la baguette que se rellena con carne y encurtidos.

• Café Indochine (44 Sivatha Street): Ubicado en una hermosa casa de madera tradicional (antes sede de la Unesco) decorada con un magnífico convertible Citroën de la década de 1930, en este elegante local puedes comer en el jardín tropical decorado con muchas especies de plantas o en su gran comedor del primer piso con mucho estilo. Deléitate con la cocina tradicional jemer llena de sabores.
• Champey Restaurant (Street 09): Situado en el corazón del antiguo mercado de Siem Reap, en un edificio colonial francés catalogado como patrimonio cultural de la Unesco, ofrece cocina tradicional camboyana en un ambiente cálido y agradable.
• Cuisine Wat Damnak (Wat Damnak Market street): Clasificado entre los 50 mejores restaurantes de Asia en 2015, se distingue por el uso de ingredientes locales y de temporada. El restaurante solo ofrece dos menús de degustación, que se convierten cada semana. Ojo que solo abren para la cena y cierran los lunes.
• Haven (Chocolate Road): Ubicado a cien metros del mercado nocturno, este restaurante solidario que ayuda a los niños desfavorecidos, ofrece una sabrosa cocina tradicional jemer. Podrás disfrutar de ensaladas elaboradas con ingredientes ultra frescos, deliciosos camarones al curry verde, pollo marinado en naranja y jengibre, además de algunos platos occidentales como hamburguesas o cordon bleu.
• Embassy Khmer Gastronomy (Corner Street 05): Este restaurante se especializa en cocina asiática, cocina camboyana, platos mixtos, cocina saludable y es apto para vegetarianos. Imprescindible reservar con antelación.
• Chanrey Tree (Mondul 1 Village, Pokambor Ave): En el centro de la ciudad, junto al río y muy próximo a los hoteles, es uno de los locales más frecuentados por los turistas occidentales. La carta ofrece especialidades camboyanas como la sopa korko que mezcla ancas de rana, pollo y pescado; el prahok ktish que es una preparación con pescado fermentado, vegetales y leche de coco; o el famoso lok lak, solomillo aderezado con salsa agripicante de lima.
• Le Tigre de Papier (Mondulkiri Village, Street 08): Ubicado en la popular Pub Street, es un local súper agradable y muy animado. Su carta es tan amplia que ofrece desde un espectacular curry a una deliciosa hamburguesa. Se puede pagar con tarjeta. Lo único malo es el ruido y la música a todo volumen, principalmente los fines de semanas.
• Traditional Khmer Food Restaurant (Pub Street, Mondol 1 Village): Situado en una estrecha calle peatonal llena de tiendas y restaurantes, entre Pub Street y la Calle 9, se trata de un pequeño local con mesas en el exterior y que cuenta con una amplia carta con platos camboyanos e internacionales.

ALOJAMIENTO

Siem Reap es una ciudad muy económica (como todo Camboya), así que no hay mucha diferencia entre hospedarse en una zona más turística o en una más alejada, ya que hay tuk tuks por toda la ciudad y por 2 dólares te llevan de un lugar a otro en pocos minutos.

Lo que sí hay que tener en cuenta a la hora de buscar hoteles en Siem Reap es que el alojamiento tenga aire acondicionado, para soportar el calor que hay en la ciudad durante gran parte del año. La mayoría de los hoteles ofrecen el traslado gratuito del aeropuerto al hotel, por lo que es conveniente contactarse con el hotel antes de la llegada.

Las mejores zonas donde alojarse en Siem Reap son Pub Street, Wat Bo Road Area y Old French Quarter.

Pub Street: Esta zona, donde también se encuentra el Angkor Night Market, es la más elegida por los mochileros para dormir, ya que en ella se encuentran los bares y restaurantes más populares de la ciudad.

Wat Bo Road Area: Esta zona, ubicada al este del Siem Reap River, se caracteriza por su tranquilidad y buena ubicación. Es ideal para los que buscan alejarse un poco del bullicio pero estar cerca del centro de la ciudad, ya que está a solo 10 minutos a pie del Night Market. Es la mejor zona para alojarse en Siem Reap si se viaja en familia, ya que se caracteriza por su serenidad, en donde no hay más que hoteles, pocos restaurantes y algún que otro supermercado.

Old French Quarter: El antiguo barrio francés de Siem Reap cuenta con muchos hoteles y restaurantes de primer nivel. Además, en esta zona se encuentra la Residencia Real. Si estás buscando alojamiento de lujo en Siem Reap, Old French Quarter tiene los mejores hoteles de la ciudad. La mayoría están ubicados en la Charles de Gaulle Road, que es la carretera que te lleva directamente hacia los templos de Angkor.

TRANSPORTE

TUK TUK

Para moverte por Siem Reap la mejor alternativa es el tuk tuk.

Para desplazamientos cortos entre la zona de hoteles y Pub Street, el precio que deberías pagar es en torno a un dólar por persona. Por la noche, el precio sube un poco; nosotros pagamos 3 dólares entre 2 personas.

Para ir a los templos de Angkor, lo mejor es contratar un tuk tuk, el que te recogerá en tu hotel a la hora pactada y realizará el circuito que hayas programado.

Por ejemplo, para ver los templos más importantes en Siem Reap (ruta corta), lo normal es pagar unos 12 a 15 dólares, lo que en la práctica te puede ocupar varias horas. El conductor te esperará en la puerta de los templos hasta que salgas.

Si quieres hacer una ruta completa, el precio debería ser entre 20 y 25 dólares.

Para ir al pueblo flotante de Kompong Phluk en el lago Tonle Sap, suelen pedir unos 10 a 13 dólares.

BICICLETA

Otra opción para moverte en la ciudad y los templos es el arriendo de bicicletas o motos. Hay muchos lugares en Siem Reap donde alquilarlas, incluso algunos hoteles ofrecen este servicio.

TIPS VIAJEROS

• Lleva dinero en efectivo. Los vendedores de los mercados y muchas tiendas no aceptan tarjetas de crédito. Sin embargo, no te preocupes, pues Siem Reap cuenta con gran cantidad de cajeros automáticos.
• Siempre que vayas a comprar ropa o recuerdos, sobre todo en los mercados callejeros, deberás regatear. No aceptes el primer precio y negocia. Si no te convence el precio que te dan y no consigues llegar a un acuerdo, ándate, ya que probablemente vuelvan por ti para bajar más el precio. Y si no, hay mil puestos iguales en los que volver a intentarlo.
• El problema de la contaminación en Siem Reap es grave, principalmente debido a los turistas, así que trata de no usar bolsas de plástico cuando compres y lleva carteras reutilizables. Algunos comerciantes ofrecen bolsas de papel reciclado.

• Dar propinas es una decisión personal, aunque es recomendable, ya que los sueldos en Camboya son muy bajos. Por eso, considera dar entre un 5 y 10% de propina en los restoranes, y entre 1 y 3 dólares a los guías, choferes y portadores de maletas, dependiendo de lo contento que hayas quedado con su servicio. Muchos de los templos dependen de las propinas y donaciones, así que no está de más ayudarles para conservarlos.
• Ten en cuenta que el agua de la llave no es potable, por lo que es imprescindible que compres agua embotellada y la lleves contigo en tus visitas a los templos. Importante también es el repelente de mosquitos, y como para cualquier viaje es recomendable llevar aspirinas, ibuprofeno, paracetamol, etc.
• Si viajas a áreas remotas, es preferible que sigas bien los senderos y te asegures con un guía, ya que todavía existen campos de minas activas.
• En cuanto al tipo de ropa, recomiendo la ropa ligera. Las poleras con mangas largas y los pantalones son cómodos por varias razones: protegen contra las picaduras de mosquitos, protegen del frío durante las noches de noviembre a febrero, son necesarios para visitar templos y pueblos rurales donde hay que cubrirse las espaldas y hasta abajo de las rodillas. No olvides las gafas para el sol y el protector solar.
• Cuando vayas a entrar en los templos es obligatorio llevar los hombros tapados y un pantalón que tape las rodillas. La cabeza debe ir destapada y para entrar dentro de los templos en las zonas de oración es obligatorio descalzarse.