Berlín es una de mis ciudades favoritas de Europa, razón más que suficiente para haberla visitado un par de veces. Es por eso que en este post les voy a contar de ambas visitas, en otoño de 2014 y en primavera de 2018, además de todos los atractivos que tiene la capital de Alemania, una metrópoli que aunque para mí no es particularmente bonita, sí tiene mucha onda e historia. Te invito a descubrirla.

Conocer Berlín siempre estuvo en nuestros planes desde que planificamos nuestro segundo viaje a Europa, por lo que luego de una breve pasada por Madrid, tomamos un vuelo de Iberia que aterrizó poco antes de las 11 de la noche en el aeropuerto de Tegel, que a esa hora ya lucía casi vacío. Así que después de preguntar a algunas personas, dimos con un paradero, donde tomamos el bus X9 hasta el metro Zoologischer Garten y luego, la línea U2 hasta la estación Gleisdreieck, a pasos del Mercure Hotel Berlin Mitte, donde nos hospedamos en nuestra primera estadía en la ciudad.

La primera noche, aunque estábamos cansados, nos fuimos caminando hasta Postdamer Platz, donde en plena Potsdamer Straße encontramos abierto Andy’s Diner & Bar. Aquí comimos unas hamburguesas y bebimos unas cervezas, mientras empezábamos a descubrir los encantos de la capital germana.

LOS 27 LUGARES QUE NO TE DEBES PERDER

 POSTDAMER PLATZ

La mañana del miércoles, amaneció despejado, así que después de desayunar en el hotel, partimos nuevamente hacia Postdamer Platz, en la que desde el siglo XIX, se desarrolló  una densa actividad comercial, tanto así que hacia las décadas del 20 y 30, era un área llena de comercios y cafés, además del sitio donde se instaló el primer semáforo de Europa, el que funcionaba manualmente.

Sin embargo, tras la Segunda Guerra Mundial, cuando fue sometida al bombardeo de los aliados, quedó completamente destruida. Fue recién tras la caída del Muro de Berlín cuando la plaza se convirtió en una atractiva área urbanizable, que los arquitectos utilizaron para construir una serie de edificios representativos del nuevo Berlín unificado.

En la actualidad, al oeste de la plaza, en el llamado Postdamer District, se encuentran dos importantes bloques arquitectónicos: el Quartier Daimler Chrysler y el Sony Center, una espectacular plaza cubierta, cuya principal característica es su enorme cúpula de cristal y acero iluminada con luces que cambian de colores, obra de Helmut Jahn. Además, año a año, aquí se celebra el Festival de Cine de Berlín, conocido como la Berlinale, en el cual se entregan los osos de oro.

 Sabías que de la antigua plaza sólo el edificio de la Haus Huth logró sobrevivir a la Guerra, gracias a su estructura de acero, algo revolucionario para la época, junto a algunos restos del lujoso Grand Hotel Esplanade del que sólo pudo salvarse un 10%.

 MONUMENTO AL HOLOCAUSTO DE BERLÍN

Luego, unas cuadras más al norte por Ebertstraße, llegamos hasta el Monumento al Holocausto de Berlín, donde 2711 bloques de hormigón de diferentes alturas se levantan en memoria de los judíos asesinados en Europa durante la Segunda Guerra Mundial. Cabe destacar que la traducción literal del nombre alemán es “Monumento memorial a los judíos asesinados en Europa”.

Diseñado por el arquitecto neoyorquino Peter Eisenman, fue construido entre los años 2003 y 2005. Y si bien el propio arquitecto no dio a su creación un significado en concreto, hay muchas teorías al respecto. Se dice que los bloques representan lápidas y que su color gris simboliza las cenizas de los cuerpos de los judíos asesinados. También se cree que la ligera inclinación de los bloques de hormigón, que tienen desde 20 centímetros a 4,7 metros de altura, pretende crear inestabilidad y los caminos que se abren entre ellos, una sensación de ahogo.

No obstante, se trata de un gran patio formado por bloques de cemento, a modo de un cementerio o campo de concentración; una densa trama en la que los visitantes pueden caminar en soledad. Aquí no existe una entrada principal y tampoco un punto de salida o de llegada. Y al comenzar a caminar en el interior, los bloques de cemento se vuelven más imponentes, vistos desde diferentes ángulos, y comienza a perderse el ruido de la calle.

En la parte sureste del monumento se puede acceder a un subterráneo en el que se ubica el centro de información, el que comienza con un repaso a la política de exterminio llevada a cabo entre 1933 y 1945. En otra parte pueden leerse los testimonios de algunas personas, además de la historia de diferentes familias antes, durante y después de la persecución. Sin embargo, una de las salas más impactantes es la que tiene sus paredes cubiertas con los nombres y años de nacimiento y muerte de las víctimas del holocausto.

 Cora-Berliner-Straße, 1 / Metro: Potsdamer Platz y Mohrenstrasse, línea U2 / Tren: Unter den linden y Potsdamer Platz, líneas S1, S2 y S26 / Autobús: líneas 100, 123, 148, 200, M41 y TXL
 Monumento: Todos los días, las 24 horas / Centro de información: Desde abril hasta septiembre: Martes a domingo: 10:00 a 20:00 horas / Desde octubre hasta marzo: 10:00 a 19:00 horas
 Entrada gratuita

BOULEVARD UNTER DEN LINDEN

Después giramos a la derecha hacia el boulevard Unter den Linden (“Bajo los tilos”), la avenida más tradicional y conocida de la ciudad, que desde sus inicios hasta la Segunda Guerra Mundial, fue el centro neurálgico de la vida cultural berlinesa.

Caminando por el kilómetro y medio que va desde la Puerta de Brandenburgo hasta Schlossbrücke (Puente del Castillo), se pueden contemplar gran parte de los edificios más importantes de Berlín, como el imponente edificio de la Nueva Guardia, la Ópera de Berlín, la Universidad Humboldt, la Catedral Católica de Santa Eduvigis y el Museo Histórico Alemán.

 ISLA DE LOS MUSEOS

Finalmente, se llega al Schlossbrücke, un puente que lleva hacia la Isla de los Museos de Berlín, uno de los conjuntos museísticos más importantes del mundo, ya que alberga el Museo de Pérgamo, el Museo Antiguo, el Museo Nuevo, la Antigua Galería Nacional y el Museo Bode.

En estos cinco museos pueden observarse piezas del Antiguo Egipto, Bizancio o del mismo Berlín, como el legendario busto de Nefertiti, el Altar de Pérgamo o la imponente Puerta de Ishtar. Desde 1999, la Isla de los Museos de Berlín constituye un conjunto arquitectónico y cultural con la categoría de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.

MUSEO DEL PÉRGAMO

 Bodestraße, 1-3 / Metro: Friedrichstraße, línea U6 / Tren: Friedrichstraße, líneas S1, S2, S5, S7, S9, S25 y S75 / Autobús: Straatsoper, línea TXL; Lustgarten, líneas 100 y 200; Friedrichstrasse, línea 147
Lunes a domingo: 10:00 a 18:00 horas (Jueves hasta las 20:00 horas)
 Adultos: 19€ / Estudiantes: 9.5€ / Isla de los Museos: 18€ (estudiantes 9€) / Museumspass Berlín: entrada gratuita
 https://www.smb.museum/en/museums-institutions/pergamonmuseum/home.html

MUSEO NUEVO DE BERLÍN

 Genthiner Straße, 38 / Metro: Friedrichstraße, línea U6 / Tren: Friedrichstraße, líneas S1, S2, S5, S7, S9, S25 y S75 / Autobús: Straatsoper, línea TXL; Lustgarten, líneas 100 y 200; Friedrichstrasse, línea 147
 Lunes a domingo: 10:00 a 18:00 horas (Jueves hasta las 20:00 horas)
 Adultos: 12€ / Estudiantes: 6€ / Museumspass Berlín: entrada gratuita
 https://www.smb.museum/en/museums-institutions/neues-museum/home.html

 CATEDRAL DE BERLÍN

En la misma isla, a orillas del Spree, está la Catedral de Berlín, construida entre 1894 y 1905, y que curiosamente no ha alojado nunca a un obispo católico. Coronada por una cúpula de color verdoso, fue levantada sobre los cimientos de una pequeña catedral barroca de 1747, justo enfrente del Palacio Imperial.

Esta cercanía con el palacio convirtió a la catedral en la principal iglesia de la corte de la dinastía Hohenzollern, además de ser el lugar en el que se daba sepultura a los miembros de la familia.

En 1944, al igual que la mayoría de los edificios de Berlín, el templo quedó arrasado por una bomba que cayó sobre la cúpula, causando graves daños al interior. Y aunque las tareas de reconstrucción comenzaron en 1975, se vieron finalizadas recién hacia 2002. De hecho, una de las cosas que llama la atención es el color negruzco que aún conserva, producto del hollín provocado por su incendio.

 Am Lustgarten, 1 / Tren: Hackescher Markt, líneas S5, S7, S9 y S75
 Desde el 1º de abril hasta el 30 de noviembre: Lunes a sábado: 9:00 a 20:00 horas / Domingos y festivos: 12:00 a 20:00 horas / Desde el 1º de octubre hasta el 31 de marzo: Lunes a sábado: 9:00 a 19:00 horas / Domingos y festivos: 12:00 a 19:00 horas
 Adultos: 7€ / Estudiantes: 5€
 https://www.berlinerdom.de/en/

Un poco más al este, la iglesia Marienkirche, una de las más antiguas de la ciudad, que data de 1380, y el Rotes Rathaus o “Ayuntamiento Rojo”, aludiendo al color de sus ladrillos. Construido entre 1861 y 1869, según los planos de Hermann Waesemann, el edificio de estilo neorenacentista cuenta con varias alas, tres patios interiores y una torre de 74 metros de alto. Durante la Segunda Guerra Mundial, el edificio del ayuntamiento sufrió serios daños, pero fue reconstruido en los primeros años de posguerra.

 ALEXANDERPLATZ

Ya casi al mediodía llegamos a la Alexanderplatz, que desde la Edad Media, ha sido considerada como el centro de Berlín. Y aunque a finales de la guerra, la zona estuvo completamente desolada por los bombardeos, durante las casi tres décadas en las que Berlín estuvo dividida, Alexanderplatz fue el centro del Berlín Oriental.

Así, en la década de los 60, como parte de su plan para reformar la ciudad, la República Democrática Alemana amplió Alexanderplatz y la hizo peatonal. Para demostrar el poder de su gobierno, en 1969 levantaron la Torre de Televisión de Berlín (Fernsehturm), que con sus 368 metros de altura, hasta el día de hoy sigue siendo uno de las construcciones más altas de Europa.

Pero sin duda, el acontecimiento más importante ocurrido en Alexanderplatz fueron las protestas del 4 de noviembre de 1989. Ese día, medio millón de personas se manifestaron contra el gobierno comunista. Cinco días después, el 9 de noviembre, el gobierno anunció la libertad para cruzar el Muro de Berlín.

 FERNSEHTURM (TORRE DE TELEVISIÓN DE BERLÍN)

Junto con visitar el Reloj Mundial, que señala la hora de todas las ciudades del mundo, y la Fuente de la Amistad entre los Pueblos, monumentos que fueron añadidos en 1969, decidimos subir a la Fernsehturm para tener una perspectiva de la ciudad desde las alturas. Erigida en 1969, fue durante años el orgullo de la RDA, una torre construida para mostrar la superioridad del comunismo sobre el capitalismo.

Desde la plataforma de observación, situada a 203 metros de altura, se puede observar en detalle las diferencias arquitectónicas de la ciudad, así como las principales avenidas. Más arriba hay un restorán giratorio donde pueden degustarse algunos platos típicos berlineses.

 Sabías que el cristal que cubre la esfera principal hace que, cuando refleja el sol de la mañana, se vea una cruz en el centro, fenómeno que hizo que los occidentales llamaran al símbolo del poder soviético “La Venganza del Papa”, echando por tierra la propaganda comunista.

 Compra tu entrada aquí y sube a la Torre de Televisión sin hacer filas.

 Alexanderplatz / Metro: Alexanderplatz, líneas U2, U5 y U8 / Tren: Alexanderplatz, líneas S5, S7, S9 y S75 / Autobús: Alexanderplatz, líneas TXL, M48, 100, 200 y 248 / Tranvía: M4, M5 y M6
 Desde marzo hasta octubre: Lunes a domingo: 11:00 a 21:00 horas / Desde noviembre hasta febrero: Lunes a domingo: 10:00 a 00:00 horas
 Adultos: 22,50€ / Niños menores de 16 años: 13€ / Menores de 3 años: entrada gratuita
 https://tv-turm.de/es/inicio/

TOUR RÍO SPREE

Más tarde regresamos hacia la Catedral y tomamos un barco turístico por el río Spree, en el embarcadero que se ubica junto al museo de la DDR. Los tours salen cada una hora y aseguran ver la Isla de los Museos, la Berlin Hauptbahnhof (estación de trenes), el distrito gubernamental con la Bundeskanzleramt o Cancillería Federal y el edificio Paul-Löbe, el Spreebogen Park, entre otras atracciones. No te quedes sin ver Berlín desde el río.

 Navega por el río Spree en este barco turístico y conoce monumentos como el Reichstag o la Isla de los Museos.

 BERLIN HAUPTBAHNHOF (ESTACIÓN CENTRAL DE BERLÍN)

Cuando ya atardecía tomamos un tren (S-Bahn) hasta la Berlin Hauptbahnhof o Estación Central de Berlín, un imponente edificio de 70 mil metros cuadrados, que es la mayor estación ferroviaria de paso de la Unión Europea y que empezó a ser construida en 2002, para ser inaugurada el 25 de mayo de 2006, justo a tiempo para la celebración de la Copa Mundial de Fútbol de ese año.

Esta estación sustituyó a las ocho estaciones terminales que existían en Berlín a finales del siglo XIX por una sola gran estación de dos niveles en forma de cruce. Las antiguas estaciones habían resultado severamente dañadas en la Segunda Guerra Mundial, y posteriormente fueron separadas de sus alrededores por la división de Alemania en dos estados y los tres sectores occidentales de Berlín.

La Berlin Hauptbahnhof cuenta con 6 vías distribuidas en tres andenes en el eje este-oeste, es decir, en el nivel superior, y 8 vías subterráneas para el eje norte-sur. Además cuenta con más de 80 locales comerciales. Por ella circulan diariamente más de 240 mil personas, repartidas en unos 500 trenes en el eje norte-sur y unos 250 en el eje este-oeste, a los cuales se suman la circulación de 1000 trenes ligeros y metro. Tan impresionante que ese solo hecho merece la pena una visita.

 Sabías que si bien el costo inicial del proyecto era de 700 millones de euros, finalmente ascendió hasta los 900 millones.

 PUERTA DE BRANDEMBURGO

Ya de noche, atravesamos el Spree y los parques Spreebogen y Platz der Republik, donde se encuentra el edificio del Reichstag, para llegar hasta la Puerta de Brandemburgo, que a esa hora se encontraba iluminada.

Inaugurada en 1791, junto a la Pariser Platz, la Puerta de Brandemburgo es un símbolo del triunfo de la paz sobre las armas. Se trata de una enorme construcción de 26 metros de alto que, con su estilo neoclásico, recuerda a las construcciones de la Acrópolis de Atenas.

En 1795, fue coronada con una cuadriga de cobre que representa a la Diosa de la Victoria en un carro tirado por cuatro caballos en dirección a la ciudad. Sin embargo, la estatua que se puede ver hoy en día, es una copia hecha en Berlín oeste en 1969, ya que la original quedó destruida durante la Segunda Guerra Mundial.

En 1956, ambas partes de la ciudad dividida aunaron sus fuerzas para la reconstrucción de la puerta. Pero en 1961, tras la construcción del Muro de Berlín, la puerta quedó en tierra de nadie, atrapada entre el este y el oeste, sin que prácticamente nadie tuviera acceso a ella. Hoy es uno de los puntos más importantes de Berlín, donde los turistas se agolpan para tomarse la fotografía más representativa de su paso por la ciudad.

 Sabías que, aunque la puerta tiene cinco entradas, desde su construcción hasta el año 1918, el paso central de la puerta sólo podía ser utilizado por miembros de la familia real y algunos pocos afortunados.

 TIERGARTEN

El miércoles definimos que sería un día de bicicleta, así que luego de averiguar en la recepción, arrendamos un par de bicis en el mismo hotel, con las que enfilamos hacia el Tiergarten, el equivalente al Central Park de Nueva York o al Hyde Park londinense.

Situado en el centro de la ciudad, con sus 210 hectáreas, fue desde el siglo XVI un espacio destinado a la caza y utilizado por la familia real. De hecho, su nombre quiere decir “jardín de animales”, pues en aquella época se podían encontrar innumerables ciervos y jabalíes.

No sería hasta mediados del siglo XVIII cuando Federico el Grande estableció un “parque de ocio para el pueblo”, tras realizar algunas remodelaciones que incluyeron la construcción de nuevas avenidas. Y aunque comenzó siendo un jardín de estilo francés, terminó siendo adaptado entre 1833 y 1838, cuando el diseñador de parques Peter Joseph Lenné, lo transformó a la estética de los jardines ingleses, más irregulares y “asalvajados”.

Y como todo Berlín, durante la Segunda Guerra Mundial el bosque quedó prácticamente aniquilado por los bombardeos. Los árboles que se salvaron fueron usados después para calentar una población de posguerra que se moría de frío y de hambre.

En la actualidad, este pulmón verde es punto de encuentro para pasear, hacer picnic, jugar a la pelota, tomarse una cerveza junto al lago o perderse por sus caminos en bicicleta. En verano, todos los domingos se pueden escuchar las campanas del carillón, construido en 1987 con motivo del 750º aniversario de la ciudad. La torre, de 42 metros de alto y 68 campanas, es el cuarto carillón más grande del mundo.

 Anímate con este tour gratuito en bicicleta que te permitirá conocer los puntos más emblemáticos de la capital alemana.

 COLUMNA DE LA VICTORIA

En el Tiergarten aprovechamos de visitar el Memorial a los Soldados Soviéticos, dedicado a los soviéticos caídos durante la Segunda Guerra Mundial; y la Columna de la Victoria o Siegessäule, uno de los símbolos más distintivos de Berlín.

El “asno de oro”, como se la conoce popularmente, se construyó entre 1864 y 1873 en la entonces llamada Königsplatz (hoy Plaza de la República), con motivo de la victoria de Prusia en la guerra germano-danesa de 1864. En pocos años se añadieron otras dos victorias, la de la Guerra alemana de 1866 contra Austria, y la Guerra contra Francia de 1870-1871. Para conmemorar esas tres victorias se crearon los tres segmentos originales, y la columna se coronó con una escultura de bronce.

Durante el Tercer Reich, la Columna se alargó con una cuarta sección, con lo que alcanzó los 67 metros de altura. En 1939 fue trasladada al Tiergarten, para la remodelación de la “capital real de Germania”. Tras los daños que sufrió durante la Guerra, la Columna de la Victoria fue restaurada a mediados de los años 80.

La escultura de bronce, realizada por Friedrich Drake, con sus 8,3 metros de altura y sus 35 toneladas de peso, representa a Victoria, la diosa romana de los triunfos, con una corona de laurel, un casco decorado con un águila y el símbolo de la Cruz de Hierro. Desde la plataforma panorámica ubicada arriba de la columna se tienen unas espectaculares vistas de la ciudad y el parque.

 PALACIO CHARLOTTENBURG

Continuando el paseo en bicicleta, llegamos hasta el Palacio Charlottenburg, construido entre 1695 y 1699 en estilo barroco, como lugar de veraneo de Sofía Carlota, segunda esposa de Federico III.

Pero ni el Palacio se salvó de la Guerra, ya que en 1943, los bombardeos de la fuerza aérea británica sobre Berlín lo destruyeron parcialmente y una gran parte de la decoración del edificio que no pudo ser restaurada por completo. Por su parte, los jardines diseñados en 1697 con estilo francés barroco y reformados en 1788 al estilo inglés, fueron reconstruidos en el año 2001, recobrando el estilo barroco.

 Spandauer Damm, 20-24 / Metro: Richard-Wagner-Platz, línea U7
 Desde abril hasta octubre: Martes a domingo: 10:00 a 18:00 horas / Desde noviembre hasta marzo: Martes a domingo: 10:00 a 17:00 horas / Lunes: Cerrado
 Palacio viejo: Adultos: 10€ / Estudiantes: 7€ / Ala nueva: Adultos: 10€ / Estudiantes: 7€ / Belvedere: Adultos: 4€ / Estudiantes: 3€ / Todo incluido: Adultos: 17€ / Estudiantes: 13€ / Jardines: entrada gratuita
 https://www.spsg.de/en/palaces-gardens/object/charlottenburg-palace-gardens/

 ESTADIO OLÍMPICO DE BERLÍN

Unos 4 kilómetros más hacia el oeste, nos encontramos con el imponente Estadio Olímpico de Berlín, una verdadera joya de la arquitectura, quizás el estadio más hermoso de los que conozco, gracias a sus delicadas líneas clásicas.

Construido para los Juegos Olímpicos de 1936, el Reich alemán encargó al arquitecto Werner von March diseñar este enorme estadio con capacidad para 100.000 espectadores. Pero eso no fue todo, el antes conocido como Reichssportfeld, ahora Olympiapark, también incluía el Maifeld para eventos de propaganda, el Glockenturm (Torre de la Campana) y el anfiteatro, conocido hoy como Waldbühne.

Los XI Juegos Olímpicos tuvieron lugar del 1º al 16 de agosto de 1936. Después, otros 20 grandes eventos han sido celebrados en el Olympiapark, incluyendo la visita de Mussolini y el Mundial de Fútbol de 1974.

A principios de la Segunda Guerra Mundial, el Olympiapark fue convertido en un búnker, una fábrica de detonadores, un almacén para munición, y un lugar de apoyo para la difusión radiofónica.

 Sabías que con el cambio de milenio, se llevó a cabo una completa modernización del Olympiastadion. Hoy su capacidad total es de 74.475 asientos. Fue reinaugurado el 1º de agosto de 2004, y en 2006 acogió la final del Mundial de Fútbol.
 Olympischer Platz 3 / Metro: Olympia-Stadion, línea U2 / Tren: Olympiastadion, líneas S3, S5, S9 y S75 / Autobús: Olympiastadion, líneas M49 y X34
 Desde abril hasta octubre: Lunes a domingo: 9:00 a 19:00 horas
 Adultos: 8€ / Niños entre 6 y 14 años: 4€ / Estudiantes: 5.50€
 https://olympiastadion.berlin/en/home/

 IGLESIA MEMORIAL KAISER WILHELM

De regreso en el centro de la ciudad, nos detuvimos frente a la Iglesia Memorial Kaiser Wilhelm, ubicada donde comienza la avenida Kurfürstendamm, llamada coloquialmente Ku´Damm, una de las calles más populares de Berlín.

Erigida bajo el mandato del Káiser Guillermo II, la iglesia fue destruida por las bombas de los ataques aliados durante la Segunda Guerra Mundial. En 1950 se hicieron planes para su demolición, pero los berlineses se negaron y se tomó la decisión de crear un monumento conmemorativo con sus restos para recordar la insensatez de la guerra.

 Breitscheidplatz / Metro: Kurfürstendamm, líneas U1 y U9; Zoologischer Garten, líneas U2 y U9 / Tren: Zoologischer Garten, líneas S5, S7, S9 y S75 / Autobús: líneas M19, M29, M46, X9, X10, X34, 100, 109, 110, 145, 200, 204 y 245
 Lunes a domingo: 9:00 a 19:00 horas
 Entrada gratuita
 https://gedaechtniskirche-berlin.de/

 MUSEO ALEMÁN DE TECNOLOGÍA

Nuestro último día en Berlín (por esta vez) lo iniciamos con una visita al Museo Alemán de la Tecnología (Deutsches Technik Museum Berlín), situado a un par de cuadras del hotel, en el área que ocupaba la antigua estación de trenes Anhalter Bahnhof, arrasada durante la Guerra.

Fundado en 1982, se trata de un museo que muestra diversas facetas de la tecnología, incluyendo su relación con la historia de la civilización y la vida cotidiana del hombre. Y aunque una gran parte del edificio nuevo del museo está dedicada a la navegación y al mundo aeronáutico, donde se exponen los restos de decenas de aviones de guerra, también destacan la tecnología de la fotografía y la industria textil.

Pero como fanáticos de los trenes, lo que más nos llamó la atención es la cuidada colección de locomotoras y vagones que se exhiben en lo que fueron las tornamesas de la antigua estación de Anhalter. Una perfecta visita para los niños, ya que las exposiciones del museo son realmente sorprendentes y se realizan decenas de experimentos y demostraciones que permiten descubrir los fenómenos físicos a través del juego.

 Trebbiner Straße, 9 / Metro: Möckernbrücke, líneas U1 y U7; Gleisdreieck, líneas U1 y U2 / Tren: Anhalter Bahnhof, líneas S1, S2 y S25
 Martes a viernes: 9:00 a 17:30 horas / Sábado y domingo: 10:00 a 18:00 horas / Lunes: cerrado
 Adultos: 8€ / Estudiantes: 4€ / Menores de 6 años: entrada gratuita / Museumspass Berlín: entrada gratuita
 https://sdtb.de/museum-of-technology/623/

 MUSEO JUDÍO DE BERLÍN

Más tarde, el turno fue del Museo Judío de Berlín, inaugurado en 2001, como un centro para la difusión de la historia y cultura judeo-alemana. Diseñado por Daniel Libeskind, el edificio está planteado para describir las tensiones de la historia judeo-alemana.

No voy a hablarles mucho de este museo, ya que al igual que otras obras de Libeskind, siento que el edificio se “come” a la exposición y le quita todo el protagonismo. Y salvo el “Void Void”, un callejón repleto de miles de chapas de acero con forma de caras que producen un ruido al pasear sobre ellas, no hubo nada que me provocara cierta emoción de ahogo o desesperanza, a diferencia de lo que sí viví, por ejemplo, visitando Auschwitz. En fin, a mí me pareció una visita prescindible, pero esa evaluación debes realizarla tú mismo después de visitar el museo.

 Lindenstraße, 9 / Metro: Hallesches Tor, líneas U1 y U6 / Autobús: M29 y M41
 Lunes a domingo: 10:00 a 20:00 horas
 Adultos: 8€ / Estudiantes: 3€ / Menores de 6 años: entrada gratuita
 https://www.jmberlin.de/en

 CHECKPOINT CHARLIE

Unas cuadras más al norte nos encontramos con CheckPoint Charlie, el que fuera el punto de paso más conocido de los utilizados durante la Guerra Fría, en el que se podía conseguir el visado diurno para cruzar desde Berlín Oeste al Berlín Este.

Después de la construcción del Muro de Berlín, fueron pocos los lugares a través de los cuales los ciudadanos pudieran moverse entre las dos Alemanias. El alcalde de Berlín Occidental consiguió que sus ciudadanos pudieran visitar la parte oriental con algunas restricciones y Checkpoint Charlie era el lugar de acceso.

Además de las personas que cruzaron la frontera con permiso, hubo muchos ciudadanos que huyeron de Berlín Este engañando a los militares que controlaban Checkpoint Charlie. Algunos tuvieron suerte y escaparon, pero otros fueron interceptados y asesinados sin piedad.

Actualmente hay instalada una réplica del cartel que años atrás advertía a los ciudadanos: “Está abandonando el sector americano” y una pequeña frontera en la que los turistas se toman la fotografía de rigor. Justo al lado se encuentra el Museo del Muro de Checkpoint Charlie, en el que se puede aprender sobre los acontecimientos que tuvieron lugar durante la Guerra Fría.

 Descubre cómo era Berlín durante la Guerra Fría con este recorrido por los lugares que marcaron esa época.

 TOPOGRAFÍA DEL TERROR

Una cuadra hacia el poniente por la calle Kochstraße, la Topografía del Terror, un lugar donde a través de textos y fotografías en inglés, se detalla la sórdida historia del aparato de seguridad de Hitler entre los años 1933 y 1945.

Es que en 1933, el edificio que ocupaba ese lugar se convirtió en la sede de la temida GESTAPO, la Policía Secreta del Estado, donde quienes se oponían al régimen de Hitler, acababan allí, sometidos a interrogatorios y continuas torturas en los sótanos del edificio. Ideal para los interesados en la historia. También se puede observar un trozo del Muro de Berlín prácticamente intacto.

 Niederkirchnerstraße, 8 / Metro: Kochstraße, línea U6 / Tren: Anhalter Bahnhof, líneas S1, S2 y S25
 Lunes a domingo: 10:00 a 20:00 horas
 Entrada gratuita
 https://www.topographie.de/en/

 GENDARMENMARKT

Escondida en pleno centro de Berlín, hallamos la plaza Gendarmenmarkt, construida en el siglo XII y cuyo nombre proviene del Regimiento Gens d’Armes (hombres armados) que se encontraban acuartelados en ella.

La plaza se caracteriza porque a ambos de sus lados se puede ver dos iglesias barrocas idénticas. La iglesia de la zona norte, Französischer Dom (Iglesia Francesa), fue construida para los hugonotes franceses que se trasladaron a la zona en el siglo XVIII. Mientras que en 1708, la comunidad luterana alemana construyó la Deutscher Dom (Iglesia Alemana), similar a la francesa en la parte sur, a la que en 1785, le colocaron una torre prácticamente idéntica a la francesa. Entre ambas iglesias, se sitúa la Konzerthaus Berlín, sede de la Orquesta Sinfónica de Berlín.

 BERLIN WALL MEMORIAL

Al norte por la Friedrichstraße, luego de atravesar el Spree y el cementerio Dorotheenstadt, llegamos hasta el Berlin Wall Memorial, lugar conmemorativo de la división alemana. Ahí, junto a la Bernauer Straße, se encuentra un trozo de muro con la línea fronteriza y una torre de vigilancia, que permiten hacernos una impresión de cómo eran las fortificaciones fronterizas hasta finales de la década de los 80.

En el Centro de Documentación, en tanto, se muestra la historia de la construcción del Muro en 1961, y la situación de la ciudad dividida. Desde una torre se tiene una vista sobre las partes que se conservan de la frontera y el monumento en recuerdo de la división de la ciudad y de las víctimas.

 REICHSTAG (PARLAMENTO ALEMÁN)

Para finalizar el día, habíamos reservado entradas para visitar el Reichstag, donde funciona el parlamento alemán. Terminado en 1894, el edificio albergó a las fuerzas políticas alemanas hasta que, con el fin de la Primera Guerra Mundial, obreros y soldados ocuparon el edificio y se declaró la República de Weimar.

Posteriormente, con la llegada de los nazis al poder, se dio comienzo a una política de represión e intimidación que hizo que el Parlamento perdiera su poder. En 1933, el edificio fue víctima de un sospechoso incendio del que nunca se supo el culpable. Aprovechando la situación, Hitler abolió la mayoría de los derechos fundamentales de la Constitución de 1919 de la República de Weimar.

Tras la Segunda Guerra Mundial, el edificio del parlamento quedó destruido y hubo un intenso debate acerca de su derribo o reconstrucción. Finalmente, en 1956 se optó por reconstruirlo, aunque sin rehacer su cúpula original.

Hasta que finalmente, en los 90, se le agregó una nueva cúpula, diseñada por el arquitecto Norman Foster, la que constituye un elemento simbólico que hace patente que ese lugar es el centro de la democracia parlamentaria y, que el pueblo, desde la parte superior, puede ver claramente las sesiones que realiza la cámara. Una visita altamente recomendada, por lo que debes reservar tu entrada con antelación aquí.

 Platz der Republik, 1 / Metro: Bundestag, línea U55 / Autobús: línea 100
 Lunes a domingo: 8:00 a 00:00 horas (Última entrada a las 22:00 horas)
 Entrada gratuita (Reservar fecha y hora de visita en aquí)
 https://www.bundestag.de/en

Para finalizar el día y nuestra primera visita a la ciudad, retornamos al principal icono de Berlín, la Puerta de Brandemburgo, que a esa hora estaba repleta de turistas fotografiándose junto a ella.

Las ganas de volver a Berlín nos persiguieron por años, hasta que en mayo de 2018, decidimos regresar para reencontrarnos con su historia y para descubrir algunos lugares que en nuestra primera pasada, habíamos dejado ir.

Fue así como al igual que la primera vez, llegamos a Tegel en un vuelo desde Moscú. Sin embargo, esta vez el cansancio pudo más, así que tomamos un taxi directamente hasta el Alper Hotel am Potsdamer Platz.

 KADEWE (KAUFHAUS DES WESTENS) 

Como era temprano y en primavera oscurece más tarde, dejamos las cosas en nuestra habitación y partimos directo a KaDeWe (Kaufhaus des Westens), unos enormes almacenes abiertos en 1907, en los que se puede encontrar todo lo que se desea, ya que aquí se pueden comprar más de 380 mil artículos diferentes.

Se trata de un edificio de 7 pisos y más de 60 mil metros cuadrados, que se ha convertido en el tercer lugar más visitado de Berlín por los turistas, después del Parlamento y la Puerta de Brandemburgo.

 Tauentzienstraße 21-24 / Metro: Wittenbergplatz, líneas U1, U2, U3
 Lunes a jueves: 10:00 a 20:00 horas / Viernes: 10:00 a 21:00 horas / Sábado: 10:00 a 20:00 horas / Domingo: cerrado
 https://store.kadewe.de/

El resto de la tarde recorrimos nuevamente la Berlin Hauptbahnhof, la Puerta de Brandemburgo, el Monumento al Holocausto de Berlín, la Postdamer Platz y el Reichstag, que esta vez nos ofreció un aspecto decepcionante, más aún considerando que era primavera, ya que a diferencia de la vez anterior, la pradera que se extiende a sus pies ahora lucía como un horrible tierral.

La mañana del viernes, luego de cambiarnos de hotel, ya que la noche anterior se había hecho insoportable debido al calor y la falta de aire acondicionado, nos fuimos al Museo de Tecnología, donde volvimos a disfrutar de la exposición de trenes.

 NIKOLAIVIERTEL

Después fuimos a la Isla de los Museos con la intención de entrar al Museo del Pérgamo, pero la interminable fila para comprar los tickets, amilanó nuestras ganas, así que nos fuimos a Nikolaiviertel, un barrio cerca de ahí que es la zona residencial más antigua de Berlín.

Con sus callejuelas medievales y sus numerosos restaurantes y tabernas, Nikolaiviertel era atravesado por una ruta comercial en la Edad Media. En torno al año 1200 se terminó la Iglesia de San Nicolás, una basílica de adoquín del románico tardío, y en torno a ella se formó un asentamiento con dos zonas principales: Berlín, situada al este del río Spree, y Cölln, justo enfrente, en la orilla occidental.

Hasta la Segunda Guerra Mundial, el barrio se caracterizaba por sus tiendas, fincas y sus talleres de artesanía. Artistas como Kleist, Hauptmann, Ibsen o Strindberg vivieron o se alojaron aquí. En 1944, el barrio quedó prácticamente destruido por las bombas, hasta que antes del 750º aniversario de la ciudad, se reconstruyó bajo la dirección del arquitecto Günter Stahn. Siguiendo los modelos históricos, las casas y calles se reconstruyeron de manera tan exacta como fue posible, de forma que parece un trozo del antiguo Berlín.

Para terminar la tarde, cuando el cielo estaba amenazante y caían las primeras gotas, llegamos a Alexanderplatz, que a diferencia de la vez anterior, nos pareció más decadente, con gente bebiendo en las aceras, indigentes pidiendo limosna y mucha, pero mucha basura. Por la noche, una tormenta cayó sobre Berlín, mientras ahora alojábamos en el Park Plaza Berlin Kudamm, a pocas cuadras del zoológico de la ciudad.

 EAST SIDE GALLERY

El sábado tomamos el metro hasta la estación Warschauer Straße en la parte oriental de Berlín. Aquí conocimos el puente Oberbaumbrücke, construido entre 1894 y 1896, y que une los distritos de Kreuzberg y Friedrichshain.

Este hermoso puente de estilo neogótico y 160 metros de largo, entre 1961 y 1989, constituyó uno de los pasos fronterizos que podía ser utilizado solamente por peatones. Restaurado en 1994 por Santiago Calatrava, el puente es ahora un importante punto de conexión para el tráfico de automóviles y el metro.

En la ribera norte del Spree, recorrimos la East Side Gallery, el tramo más largo que se conserva de los restos del Muro de Berlín, que mide 1,3 kilómetros y que es la mayor galería de arte al aire libre del mundo.

Aquí se pueden ver cientos de graffitis de artistas de todo el mundo, que trataron de documentar mediante sus obras el cambio producido tras la caída del Muro. Entre las obras más llamativas están las pinturas del líder ruso Leonid Brezhnev besando a Erich Honecker, líder de la República Democrática Alemana; y la imagen de un Trabant (el coche utilizado en la Alemania Oriental) atravesando el muro.

Y es que Berlín es una ciudad que no olvida su pasado y los restos del muro forman ya parte de la ciudad, por lo que recorrer East Side Gallery es una visita más que obligatoria.

 Mühlenstraße / Metro: Warschauer Straße, línea U1 / Tren: Ostbahnhof, líneas S3, S5, S7, S9 y S75
 Todos los días, las 24 horas
 Entrada gratuita
 http://www.eastsidegallery-berlin.com/#

 KREUZBERG

Después de comer algo y entrada la tarde, el metro nos trasladó al barrio de Kreuzberg, el que tras la Segunda Guerra Mundial, quedó bajo la ocupación militar de Estados Unidos, y luego de la construcción del Muro, del lado aliado.

En la actualidad, Kreuzberg es conocido como el barrio turco, uno de los más representativos del Berlín moderno, lleno de graffitis, puestos de kebab y tiendas de ropa alternativa. Acá anduvimos por la orilla del Landwehrkanal, paseamos por la Oranienplatz, descubrimos la hermosa laguna de Engelbecken, conocimos la Saint Michael-Kirche y por supuesto, compramos en un supermercado turco.

TEMPELHOF FELD

La última mañana en Berlín fuimos al antiguo aeropuerto de Tempelhof, uno de los más importantes en la historia alemana y que tras su cierre, fue reabierto como el parque público más grande de la ciudad en el año 2010.

La historia de Tempelhof comienza en 1909 y gracias a su ubicación cerca del centro de la ciudad, se convirtió en uno de los aeropuertos con mayor tráfico mundial y en el edificio más grande del mundo hasta la creación del Pentágono.

Pero después de la II Guerra Mundial, el aeropuerto cayó en manos americanas y el ejército estadounidense tomó el control en julio de 1945, hasta que tras la caída del Muro de Berlín, la base aérea americana fue desmantelada y el aeropuerto pasó a tener un uso comercial.

No obstante, la reunificación alemana marcó el inicio del fin, ya que Tempelhof comenzó a generar pérdidas millonarias, por lo que el aeropuerto fue clausurado, comenzando su conversión en uno de los parques urbanos más grandes del mundo con 380 hectáreas de extensión.

 Tempelhofer Damm
 Los horarios varían según la temporada
 Entrada gratuita

Ya en el bus a Leipzig, aunque esta última vez, Berlín lució algo más opaco, nos prometimos volver. Y es que las cicatrices que dejó la guerra y que pueden verse por todas partes, hacen de Berlín una ciudad no tan bonita, pero sí una ciudad única y muy especial. Un mosaico cultural, una de las metrópolis más cosmopolitas de Europa. Una ciudad que es una galería de arte urbano al aire libre. Una ciudad que no reniega de su pasado, sino que lo hace parte de su presente, para ofrecer magníficas experiencias a quienes la visitan. Una ciudad que, sin duda, hay que incluir en los lugares a conocer en la vida.

MAPA

CLIMA

Berlín tiene un clima continental, caracterizado por inviernos muy fríos y veranos cálidos. En verano las temperaturas alcanzan de 22 a 24ºC de media, momento en el que tanto berlineses como turistas visitan los lugares más concurridos de la ciudad, así como los bares, restaurantes y atracciones.

Por lo tanto, creo que la mejor época para visitar Berlín es durante la primavera, cuando las temperaturas comienzan a aumentar y los precios siguen siendo razonables en comparación con el verano.

En contraparte, la peor época para visitar Berlín suelen ser los meses de octubre a marzo, cuando el frío y las pocas horas de luz (a veces oscurece a las 16:00) se transforman en un gran inconveniente.

No obstante, en términos turísticos, es difícil establecer temporadas bajas y altas en Berlín, debido a que la ciudad es sede de un montón de festivales y convenciones de toda índole, por lo que tiene visitas prácticamente todo el año.

¿CUÁNTOS DÍAS ESTAR?

Según mi experiencia, creo que son necesarios al menos 4 días, ya que así podrás conocer la ciudad a la perfección, comprender su ritmo, empaparte de su historia y detenerte a disfrutar de todo el arte que se esconde en sus rincones.

Y es que Berlín no es la típica ciudad donde todo está concentrado en una zona. Berlín es realmente una ciudad muy amplia, donde los barrios merecen visitas largas y caminatas por las muchas callecitas interesantes que componen sus propios centros.

ALOJAMIENTO

Mitte: Berlín es una ciudad muy extensa, por lo que una de las mejores zonas para hospedarse es Mitte (centro de la ciudad), donde se concentran la mayor parte de los atractivos turísticos. Sin embargo, también la más cara. En el extremo occidental de Mitte están la Potsdamer Platz y la Puerta de Brandenburgo. El barrio se extiende a lo largo del gran bulevar Unter den Linden, hasta la Isla de los Museos (Museumsinsel), declarada Patrimonio de la Humanidad, donde están 5 de los museos más importantes de Berlín.

Charlottenburg: Es la opción más económica donde alojarse, donde es fácil encontrar hoteles por 50€ la noche con desayuno incluido. El principal inconveniente es su ubicación, ya que para llegar al centro, hay unos 5 kilómetros de distancia. Sus principales atractivos son el Zoológico y el Palacio de Charlottenburg.

Friedrichshain-Kreuzberg: Es el segundo distrito más grande de la ciudad y ofrece alojamientos económicos y cómodos. Formado en 2001 tras la unión de Kreuzberg y Friedrichshain, es una zona bastante comercial, distante unos 25 minutos del centro de Berlín. El principal atractivo del barrio es la famosa East Side Gallery.

Pankow: Es el antiguo sector soviético de Berlín, situado al noreste la ciudad y es una zona muy bien comunicada. Así que si no te importa andar en transporte público, Pankow es una muy buena opción para alojar en Berlín.

TRANSPORTE

METRO (U-BAHN)

El metro de Berlín (U-Bahn) comenzó a construirse en 1902 y cuenta con una larga y ajetreada historia. Durante ambas Guerras Mundiales, las instalaciones sufrieron importantes daños, y más tarde, durante la división de la ciudad, la red de metro también se vio dividida, dejando algunas estaciones “fantasma” en la zona intermedia entre Berlín Este y Berlín Oeste.

Actualmente, el metro de Berlín cuenta con 9 líneas y es uno de los más funcionales de Europa, lo que hace que los desplazamientos sean rápidos y seguros.

El horario es, aproximadamente, de 4:30 a 00:30 horas. Los viernes, sábados, domingos y festivos la mayor parte de las líneas funcionan prácticamente durante toda la noche. La frecuencia de los trenes suele ser entre 3 y 5 minutos en hora punta y algunos minutos más durante el resto del día.

TRENES (S-BAHN)

El S-Bahn es un sistema de trenes metropolitanos que circulan a lo largo de 15 líneas, las que además de servir para moverte por el centro de la ciudad, puedes utilizar para llegar a algunos sitios como Potsdam, la Casa de la Conferencia Wannsee o el Campo de Concentración de Sachsenhausen en la localidad de Oranienburg.

El horario de los trenes es, aproximadamente, de 4:30 a 00:30 horas. Los viernes, sábados, domingos y festivos los trenes operan durante toda la noche en la mayoría de las líneas. La frecuencia es de aproximadamente de 10 minutos en hora punta y entre 10 y 20 minutos el resto del día. Durante la noche los trenes suelen pasar cada 30 minutos.

TRANVÍAS

Compuesto por 22 líneas y casi 400 estaciones, el sistema de tranvías de Berlín es uno de los más largos del mundo. Además, fue el medio de transporte más desarrollado y utilizado en Berlín Este durante la Guerra Fría.

AUTOBUSES

Pese a que la red de autobuses está compuesta por más de 300 líneas que cubren toda la ciudad, es el medio de transporte menos recomendable para visitar la ciudad, ya que con el tranvía y el metro se puede llegar a cualquier zona con mayor facilidad y rapidez.

Sin embargo, la línea de autobús número 100 puede serte útil, ya que recorre la avenida Unter den Linden desde la Puerta de Brandenburgo hasta Alexanderplatz, con paradas en todos los puntos de interés.

TAXIS

En Berlín los taxis son color crema y llevan el cartel de “TAXI” en la parte superior. Todos los taxis cuentan con taxímetro y se pueden tomar en las paradas cercanas a los lugares de interés, además de poder pararlos en la calle.

 BICICLETA 

La bicicleta resulta un medio muy usado y respetado en Berlín, y existen carriles de bici por toda la ciudad. Se puede arrendar una bicicleta por unos 12 euros al día.

También es posible alquilar bicicletas por teléfono a través del servicio “Call a Bike” a toda hora y desde cualquier punto de la ciudad. Las bicicletas que se ofrecen se encuentran estacionadas en los principales cruces y avenidas de la ciudad. Al realizar la llamada para arrendar una bicicleta, obtienes las indicaciones para liberarlas y poder comenzar a disfrutar de ellas. Cuando terminas de usar la bici, la dejas simplemente donde terminaste tu recorrido.

“Call a Bike” / Hotline 0700/0 5225522 / No funciona en invierno, desde diciembre a mediados de marzo.

ZONAS Y TARIFAS

En Berlín existen tres zonas tarifarias:

  • La zona A está dentro del anillo del tren suburbano (S-Bahn) y comprende el centro urbano.
  • La zona B llega hasta el límite del territorio urbano berlinés.
  • La zona C abarca los alrededores limítrofes con Berlín (como el Aeropuerto Berlin-Schönefeld, Potsdam y Oranienburg).

Según tus necesidades, puedes obtener billetes combinados para las zonas A-B, B-C y A-B-C. La tarifa normal se aplica a adultos, la tarifa rebajada a los niños desde 6 hasta 14 años inclusive, mientras que los menores de 6 años no necesitan billete.

El precio de los billetes sencillos para las zonas A-B es de 2,80€, de 3,10€ para las zonas B-C, y de 3,40€ para zonas A-B-C. En casi todas las estaciones hay máquinas para comprar los billetes, es relativamente sencillo y además tienen instrucciones en español.

También existen abonos de 1 o 7 días que permiten utilizar el transporte público de forma ilimitada durante su periodo de validez. Los billetes diarios son válidos hasta las 3:00 horas del día siguiente al de su validación.

 BERLIN WELCOMECARD 

La Berlin WelcomeCard ofrece el uso ilimitado de los medios de transporte público urbano y de cercanías en Berlín, y hasta un 50% de descuento en más de 200 destacadas atracciones turísticas y culturales. Más información en: https://www.berlin-welcomecard.de/es

CONSEJOS

  • Si hay algo gratis que hacer en Berlín es subir a la cúpula del Reichstag, el parlamento alemán. Sin embargo, para visitarlo no debes olvidar reservar fecha y hora aquí.
  • Como en toda gran ciudad, Berlín no está exento del robo de carteras o engaños de los llamados Hütchenspieler, quienes hacen juegos con dados o naipes en las calles, de los que definitivamente no hay que participar.
  • Ojo con pasar sin tu billete en el transporte público. Los controles son muy frecuentes y las multas son muy caras.
  • La mayor parte de los museos y centros culturales están cerrados el lunes. Los días más convenientes para las excursiones son el martes y el miércoles, cuando la mayoría de las galerías están abiertas hasta muy tarde.
  • En muchos lugares encontrarás en venta partes del Muro de Berlín. No te aconsejo comprarlos ya que, probablemente, son falsos. Tampoco intentes tomar un trozo de Muro tú mismo, ya que es ilegal.

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